-Taehyung despierta- me removí en la cama por los llamados de mi tía y la forma en la que tocaba mi puerta -Se hará tarde hijo, levántate- abrí los ojos con pesadez.
<No dormí nada> pensé desanimado mirando mi reloj despertador que mostraba eran las 6 de la mañana con 15 minutos.
-Taehyung por favor... Ya levántate- hablo cansada mi tía, ya había dejado de tocar la puerta.
-Estoy tía... Ya voy- suspire y me senté al borde de la cama.
-Estaremos en la cocina- aviso, y deje de sentir barullo.
Mire por la ventana que estaba frente a mi lugar de descanso y vi el cielo gris, el viento golpeaba el cristal y la atmósfera otoñal le daba de por sí un tono amargo a la cuidad... Podía sentir el frío incluso estando en un lugar cálido como lo era mi hogar, no quería ni imaginar el frío que hacia afuera, y lo horrible que debió haber sido la noche anterior... Me erice y mi cabeza de pronto hizo click; una sonrisa deslumbrante y blanca vino a mi mente y el remordimiento más grande que jamás sentí recorrió mi cuerpo.
-Hoseok..- le llame bajando mi cabeza por la culpa y la vergüenza.
¿En qué lugar estaría? ¿Habría pasado buena noche?
Sin quererlo una punzada en mi pecho me afectó más de lo debido y mis manos comenzaron a temblar por el remordimiento... Pero, que podía hacer? Al fin y al cabo era solo un extraño con un pasado desconocido por mí y un futuro incierto por ambos... Ya no podía hacer nada.
Me levante suspirando con desánimo y resignación, simplemente me dedicaría a comenzar mi día.
-Buenos días- salude apenas entre a la cocina.
-Buenas, buenas Taehyung, como pasaste la noche?- preguntó mi tío cordial, como era de costumbre.
-Bien, gracias..- Deje que una simple respuesta abandonara mi garganta esperando fuera suficiente.
Sus ojos de medias lunas sonrieron y asintió satisfecho, yo solo lo deje continuar con su desayuno mientras yo comenzaba a comer el mío.
-Hoy es el día que llegaremos tarde Taehyung... Espero que puedas quedarte solo hasta que volvamos, trataremos de no demorar mucho- aviso mi tía algo preocupada -Seguro que no quieres que venga Jimin a hacerte compañía?-
Negué con un movimiento de cabeza y le reste importancia al asunto sonriéndole... Y Aunque sé que fue una sonrisa muy poco sincera supe dejar tranquila a mi tía, quien asintió no mucho después.
-Me voy... Que disfruten su noche- dije antes de levantarme de la mesa.
Tome mis cosas que estaban sobre la mesita junto al comedor y camine a la puerta.
-Hasta luego Taehyung- escuche a mi tío desde el vestíbulo.
Pero cuando iba a abrir la puesta una mano delicada sujeto la mía haciéndome girar.
-No estés solo... Y por favor no llegues tarde, la noche es peligrosa hijo..- la preocupación de mi tía por lo de la noche anterior aún no había pasado.
<otra razón por la cual sentirme horrible>.
-Estaré bien... No te preocupes- Volví a sonreír como a ella le gustaba y me fui.
Como sospechaba, el viento cruel de un otoño seco me impactó apenas entré en el mundo del caos e intentando abrigarme tanto como me fue posible inicie mi camino hacia el instituto.
El tiempo no era bueno, lo sabía, pero no quería estar rodeado de personas... Ese día simplemente no me sentía bien por lo que decidí caminar y demorarme tanto como mi senda quisiera.
Doble a la derecha luego de haber avanzado tres calles y entre a la principal como era de costumbre, acomode mi bufanda sobre mi boca e intente hacerme pequeño encogiendo los hombros para ahorrar calor, solo mis ojos estaban descubiertos para poder guiarme y mis manos frías como el hielo se ocultaban en mi chaqueta favorita.
-Debiste haber tomado el trasporte, está helando aquí afuera- ese tono de voz -Pasaste buena noche... Taehyung?-
Una réplica del escalofrío que tuve la noche anterior me atacó y pillo desprevenido, sin dudas era el sujeto al cual había abandonado anoche y sin saber porque mi pecho se agitó intranquilo.
-Hoseok- Enderecé mi postura recibiendo en su gran esplendor el frío otoñal en mis mejillas, pero no importó.
Estaba de pie junto a una banca de madera que se encontraba en el camino, sus rasgos desconocidos por la oscuridad de la noche anterior ahora eran claros por lo obvio luz del día y mi pecho volvió a agitarse.
-Lo siento, yo anoche debí haberte ayudado- fue lo primero que escapó de mis labios apenas cruzamos miradas.
Sonrío, y no pude sostener sus ojos con los míos.
-Eres un chico bueno, tus padres te enseñaron bien, los desconocidos no son de fiar... Hiciste lo correcto- alzo sus hombros restándole importancia y camino más cerca de mi.
-No eres de fiar?- lo mire curioso por su comentario y volvió a mostrarme sus blancos y perfectos dientes.
-Eso solo puedes decírmelo tu... No sé si quieras fiarte de mi- se acercó más -te acompaño?- sugirió amable, pero pude percibir su ansiedad, lo que sin duda despertó también la mía.
Asentí incapaz de hablar por la posible desazón palpable en mi voz y el peli negro dejo escapar un pequeño suspiro que atribuí a mi poca falta de comunicación.
-Lo siento- quise disculparme una vez más por mi falta de bondad.
-Deja de disculparte, eres una buena persona, solo estabas asustado, lo entiendo- me tranquilizo golpeando ligeramente la parte superior de mi espalda.
Y no pude controlar otra vez ese temblor en mis manos y el nerviosismo por su toque, jamás me había pasado algo parecido y me estaba asustando de mí mismo al no saber que era lo que ocurría conmigo.
Luego de eso caminamos un tramo en silencio, uno muy incómodo cabe decir, con miradas perdidas y frases cortas que no lograban destensar el ambiente.
-Que hiciste luego de que me fuera ayer?- pregunté más preocupado que otra cosa -Quise volver por ti, pero ya no estabas-
-Lo hiciste?- volteó a mi sorprendido y pareció que sus ojos se perdieron en algún lugar -Solo caminé- volvió la vista al camino frente a nosotros -Entré a un bar y permanecí ahí hasta que cerraron, luego de eso camine sin pensar y te encontré aquí, que coincidencia, no?- sus ojos se volvieron cálidos y me sentí un poco intimidado.
Asentí sin saber qué decir y Hoseok paro en medio de la calle haciéndome volverme y observarlo.
-Fue bueno haberte conocido, espero verte pronto-
Me le quedé mirando de forma insólita ¿Se estaba despidiendo? ¿Acaso estaba molesto?
-No estoy molesto... Debo volver a casa- respondió mis mudas preguntas con una sonrisa.
Caminó los dos pasos que lo separaban de mi y acercó su rostro al mío, dejándome imposible la tarea de procesar que sucedía y evitar el controlar los desbocados latidos de mi corazón.
-Fue un gusto... Taehyung- saboreo mi nombre en sus labios y dejó su cálido aliento chocar contra mí oído.
Cerré los ojos inconscientemente y suspire por lo gratificante que era esa mínima caricia.
Se alejó lento ahora dando toda su atención a mis orbes y como siempre sonrío provocándome pequeños cortos circuitos en todo el cuerpo.
-Adiós- y pego sus labios a mi mejilla dejándome en shock.
El roce fue tan inesperado que no pude dejar que mi cuerpo reaccionara, sujete su chaqueta obligándolo a acercarse más y sentí como las comisuras de sus labios se elevaban aún pegadas a mi ahora temperado moflete. Lo empujé.
Baje la mirada avergonzado y lo vi alejarse solo un poco para dejarme recuperar la respiración.
-Adiós- devolví por simple cortesía y me di la vuelta para seguir mi rumbo.
No sé a que lugar se marchó después, ni en que lugar termine yo, solo sabía que no quería voltear y encontrarlo otra vez, porque verlo sería enfrentar algo desconocido y aunque intrigante y de cierta forma excitante, sabía era peligroso.
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VH