Era una espléndida fiesta, como siempre a la editorial no le importaba sacar la casa por la ventana. Bebió un poco más de la copa que tenía en la mano para después dejarla sobre una mesa, Misaki estaba aburrido ¿Para qué negarlo? Nadie hablaba con él, todo el mundo estaba más interesado en la celebridad de la fiesta, el gran Usami Akihiko sensei, ganador de cuanto premio literario diera en Japón
-Misaki, te prometo que pronto nos iremos de aquí- le dijo el escritor que pudo librarse de su sequito, Misaki quiso responder pero de nuevo Usami fue acaparado por los editores y escritores. El joven universitario, que estaba ahí porque lo obligaron, solo pudo suspirar, de verdad quería irse pero sabía bien que no podía marcharse solo, el escritor no se lo iba a permitir
Con resignación se quedó parado en un rincón, excluido completamente de la celebración
Vi cuando Usami pudo escaparse de sus admiradores, noto en su mirada que iba a hacerle compañía pero de nuevo alguien pidió su atención. Por la cara de molestia de Usami, Misaki pudo deducir que no le quedaba mucha paciencia
-Misaki-kun- Con atención vio a Aikawa, la editora de Akihiko- Después del baile tú y Usami-sensei se pueden retirar
-¿Baile?- en las fiestas de la editorial rara vez había un baile o quizá no se quedaba lo suficiente para verlo, claro después de todo cierto conejo caprichoso se iba antes de que la fiesta comenzara
-Si baile, si me disculpas…- Aikawa también estaba ocupada, se alejó para hablar con empresarios que solicitaban su presencia
Misaki volvió a quedarse solo pero esta vez sumido en sus pensamientos…
Una delicada música lo saco de sus pensamientos, de seguro iniciaba lo que Aikawa le había dicho. La música era dulce y de verdad incitaba a bailar, varias parejas empezaron a hacerlo en el centro del salón, para su sorpresa Usami también estaba ahí acompañado de una hermosa señorita, Misaki no pudo reconocerla pero era hermosa
A la música se le agrego una bella letra
Conmigo estas y el mundo se esfumó
La música al sonar nos envolvió
Aquí, muy juntos, si contigo voy
Aquí tan vivo estoy…
Para sorpresa de Misaki, el escritor era muy buen bailarín, se movía con gracia y guiaba con maestría a la señorita, escucho varios suspiros, de seguro más de uno quería estar en el lugar de la chica. Concierta pena Misaki admitía que compartía ese sentimiento, quería estar ahí, bailando con Usagi-san
La vida va, los sueños morirán
Al mío digo adiós y sin saber
Que aquí tú estabas, mi sueño te encontró
Y un por siempre, ya se…
Que solo quiero, tenerte, aquí…
¿Bailar con Usagi-san? El vino ya se él estaba subiendo a la cabeza, el jamás bailaría con Usagi-san…
Ah el pensamiento lo golpeo tanto como la imagen, Usagi-san se veía tan natural con aquella señorita, y si él hubiera estado en el lugar de la chica todos pensarían que era raro. Dos hombres bailando era extraño. Una situación totalmente anormal
Aquí, soñando con un feliz final
Creer que eso, de verdad es real
Y este sueño también nos separó…
Tu allá… y yo… Aquí
Usagi sonreía, parecía muy cómodo bailando con la señorita, parecía como si de verdad lo disfrutara, Misaki no pudo evitar preguntarse que si el estuviera bailando con Usagi-san sonreiría del mismo modo
El escritor parecía estar disfrutando de verdad el baile, ambos se movían con tanta gracia. Algo que Misaki nunca conseguiría porque él no sabía bailar. De pronto entristeció, había tantas cosas que no podía hacer, él no estaba a la altura del escritor, además de que su carrera se viera destruida si sus admiradores se enteraban que tenía por pareja a un hombre, a él, a un chico japonés que no tenía nada fuera de lo común
Y como enfrentar la realidad
Si hoy te pierdo aquí…
Aquí soñando con un feliz final
Creer que esto de verdad es real
Soñar que el sueño en los dos esta
Yo Aquí…
Y tu… Allá…
Y sus ojos derramaron lágrimas, lagrimas que oculto con una triste sonrisa…
***
-Haz estado muy callado- dijo Usami conduciendo pero sin dejarle de prestar atención a su pareja que iba acurrucado en la ventana, pensaba que estaba dormido pero gracias al reflejo podía ver sus bellos ojos verdes
-¿Así? Es que estoy cansado- Usami reconocía todas las emociones de Misaki, lucia cabizbajo pero no precisamente por estar cansado, había tristeza en la sonrisa que le dedicaba
-Espero que no muy cansado para hacer “esto” y “aquello”- le sonrió pícaramente satisfecho de provocar un gran sonrojo en Misaki
-¡Idiota!- exclamo volviendo a mirar la ventana
-Pero enserio ¿Qué ocurre?- pregunto ya preocupado
-No es nada- dijo Misaki- Estoy bien…
Usagi freno de golpe el automóvil
-¿¡Que te pasa!?- pregunto Misaki quien había dado un salto por la inesperada acción
-¿Qué sucedió?- pregunto centrando toda su atención en su Misaki
-Nada- aseguro sintiendo que esos ojos lilas lo leían como un libro abierto
-¿Alguien te hizo algo?- Acaricio la mejilla algo sonrojada de Misaki
-¿A que vienen tantas preguntas?- dijo removiéndose algo incomodo
-¿Hice algo que te molestara?- Misaki ya estaba empezando a enojarse
-¡Que no sucedió nada! ¡Estoy bien!- sin nada de delicadeza Usagi arrojo a Misaki a la parte trasera- ¡Espera…Usagi…!- el escritor empezó a besar su cuello- No ¿Qué haces? ¡Usagi-san!
-Dime que te sucede o lo haremos aquí y ahora- Con el gran Usami Akihiko-sensei no se podía jugar, Misaki sabía que iba muy enserio
-¡¿Estás loco?!- sintió como lo empezaban a despojar-¡Me rindo! Lo que sucede es que…
Al notar que Misaki estaba empezando a cooperar centro toda su atención en el
-Es que… ¿Te gusta bailar?- pregunto algo sonrojado
-No me cambies el tema… ¿Qué tiene que ver…?- Usagi se quedó callado, su mente procesaba todo- Isaka me obligo a bailar con ella… ¿Eso te tenía tan raro?- lo miro con ternura, su pareja era realmente tierna cuando lo celaba
-Parecías disfrutarlo- De nuevo se sintió invadido por el sentimentalismo, agacho la mirada
-No lo hacía-Tomo su rostro para verlo a los ojos notándolos algo rojizos- ¿Lloraste?- pregunto algo impresionado- Misaki- pronuncio su nombre con gran ternura, se acercó para besar su parpado
-Es solo que… quería bailar contigo- confeso con cierta pena
-¿Por qué no me lo dijiste?- Con habilidad regreso al frente para empezar a conducir- Regresaremos, si Misaki quiere bailar conmigo eso haremos- le sonrió tiernamente
-Pero yo… sería raro, es decir, dos hombres bailando además yo…- su voz se cortó- No se bailar, pero cuando te vi bailar desee haber aprendido pero no sé cómo hacerlo- su voz era un susurro pero Usagi lo escucho claramente
Pero aun así no dijo nada, cosa que alerto a Misaki
-¿Usagi-san?- lo llamo pero no hubo respuesta- ¿A dónde vamos? ¿Usagi-san? ¡No me ignores!- le reclamo algo sonrojado, el silencio lo inquietaba
-Te amo- le dedico una dulce mirada, cosa que tranquilizo a Misaki quien acepto viajar en total silencio…
***
-¿Dónde estamos?- pregunto Misaki
-En la playa- contesto con naturalidad el escritor
-¿Qué hacemos aquí?- pregunto algo extrañado Misaki
-Pues…- Akihiko apretó un botón y una dulce música inundo el ambiente, la música venia del estéreo del automóvil- Misaki quería bailar conmigo, así que yo cumplo su deseo- La música tenía un tono romántico
-Pero yo…- Con cierto nerviosismo Misaki empezó a retirarse al automóvil
-No te preocupes, yo te enseñare- aseguro con una sonrisa llena de seducción- Solo toma mi mano- Misaki lo hizo no sin sonrojarse- Acércate a mí- pego sus cuerpos, que se estremecieron por la cercanía y las notas de la melodía- No apartes tu mirada de mi – Empezaron a moverse, Misaki torpemente le seguía- Solo confía en mi
El escritor lo llevaba y Misaki simplemente se dejó envolver por las delicadas notas
No sabía bailar pero su cuerpo se movía, eso lo tenía fascinado o quizá los ojos de Usagi también lo tenían fascinado
-Relájate- le dijo mientras lo hacía girar- Eres buen bailarín
-Mentiroso- le dijo en un susurro sin apartar sus ojos verdes de Usagi
-No miento- lo alejo para luego envolverlo en sus brazos- Me hubiera encantado presumir que tengo como novio al más grande bailarín- Aparto la mirada sintiendo su rostro arder- Ya será en otra ocasión
-¿Qué?- lo volvió a mirar
-En la siguiente fiesta sin duda bailaremos juntos- Esa pose de niño mimado no presagiaba nada bueno para Misaki
-No lo hare- y así amos pelearon infantilmente bajo el cielo estrellado de Tokio, con la melodía de las olas y de la música de fondo
Terminaron su dulce baile con un beso que presagiaba algo más…
Y quizá, solo quizá, Misaki aceptaría bailar en la próxima fiesta de la editorial