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un perfecto amor por Anke

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Notas del fanfic:

Bienvenidos a mi tercer fanfic, denme una oportunidad por favor   :)

Pd: los personajes pertenecen a Shungiku Nakamura, yo solo los tomé por diversión.

Les dejo el link de mis primeras historias por si quieren leerlas, no se arrepentirán:

 

El cazador y la primavera

http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=167051

Te encontrare

http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=169609

 

 Advertencias: +18, violencia verbal y física, y mucha locura en los personajes y más de la autora.

Notas del capitulo:

Temprano en la mañana
Trata de olvidarse
De todos los fantasmas
Que no desaparecen
Tanto que dolió, nada se quedó
Solo cicatrices que no desaparecen.

-Kuidai-

¿por que ponerlo? me gusta esta cancion  :)

Lunes

Estoy soñando, lo sé, corro por un bosque oscuro sin encontrar la salida ¿Por qué estoy corriendo? Es un sueño y aun así siento el cansancio en mis piernas y el ardor en mi pecho duele, quiero parar y ver de qué estoy huyendo, pero una fuerza invisible me lo impide y continuo corriendo como si mi vida dependiera de ello, tal vez es así. La sensación de frio llega hasta mis huesos y es extraño, porque sé que esto es un sueño pero a la vez es tan real, de la nada un golpe suena en alguna puerta cercana y con esto mi sueño se desvanece como si nunca lo hubiera tenido.

Parpadeo lentamente ajustando mis ojos a la luz que sale por la puerta del baño mientras me quedo quieto intentando escuchar de donde vino el ruido que me despertó. El toque se repite en la puerta de mi habitación, es mi hermano otra vez, parece que la familia ya está despierta. No tengo ánimos de levantarme ni de pasar por otro día, pero sé que si me tardo entrara para asegurarse de que estoy despierto, lo odio. Solo quiero seguir durmiendo.

- ¡estoy despierto! – grito molesto a la puerta, hago una mueca ante mi propio grito pues odio hablarle así pero no puedo evitarlo, escucho un suspiro mientras los pasos se alejan de mi habitación y hacen que me sienta más culpable ¿Qué esta al conmigo?

Mi habitación está a oscuras como siempre, me gusta mantener las cortinas cerradas aunque la ventana permanece siempre abierta, eso es algo que molesta sobremanera a mi hermano siempre temeroso de que un ladrón o asesino entre, a mí me da igual, si fuera un asesino y me matara me haría un favor y si fuera algún ladrón, pues lo siento por el pero no tengo nada de valor en mi habitación, además me gusta deslizarme por ella cada noche hasta el techo, es un lugar muy tranquilo para mi donde paso mis noches de desvelo.

El ruido de pequeños pasos en la escalera me saca de mis pensamientos y me encuentro mirando a la nada ¿cuánto tiempo ha pasado? Odio las mañanas, es tan fácil para mí perderme en vagas contemplaciones sin importancia para luego no recordar nada, mi mente fragmentada suele jugarme malas pasadas, lo odio.

Odio, odio, odio... una palabra tan usada, pero hay tantas cosas que odio que sería más fácil decir cuáles no, bueno no tan fácil, ni siquiera sé lo que no odio. - ¡Basta!- me reprendo mentalmente, si se me hace más tarde tendré que aguantar los reclamos de mi hermano y no tengo humor para eso.

Me encuentro en la ducha y el agua esta helada pero no me importa, el agua corre oscureciendo mi pelo castaño demasiado largo para el gusto de mi hermano, pero no me importa, me gusta así, no importa que tenga que aguantar las burlas de mis compañeros diciendo que parezco una niña, los golpeare esta vez sí Sumi empieza con eso, lo malo es que nunca está solo demasiado tiempo y al igual que en el colegio termino perdiendo cuando aparecen sus amigos, los odio.

Salgo de la ducha para alistarme, por suerte la universidad no pide un uniforme, eso sería fatal. No sé qué haría sin mis sudaderas y tenis, son mi equipo de salvamento para cuando las cosas se ponen difíciles. Intento aplacar mi cabellera rebelde y termino perdiendo, odio su color castaño, tal vez debería pintármelo en negro se vería bien, tal vez lo haga esta noche, odio cuando mi hermano me mira y su cara refleja la tristeza que siente cuando recuerda a nuestra madre, odio parecerme tanto a ella.

Creo que estoy listo, mi cara esta algo pálida a causa del baño frio, mis ojos se ve algo opaco sobre las ojeras que se marcan tenuemente, no entiendo cómo puedo dormir tanto y sentirme como si hubiera corrido toda la noche, un poco de delineador negro los resaltara y dará algo de vida, mis ojos verdes, la única cosa que no odio.

Bajo silenciosamente las escaleras, de la manera que mi hermano odia porque parece que nunca sabe cuándo ando cerca, no para de bromear sobre que me pondrá un cascabel como los gatos, ¡un maldito cascabel! No sé por qué la idea me irrita tanto sabiendo que es una broma, pero me molesta mucho y mi humor siempre latiendo en la superficie termina saliendo para una discusión sin sentido.

Al acercarme escucho a mi hermano susurrar algo junto a su esposa, odio esos susurros que terminan en cuanto me ven y luego actúan como si no se dieran cuenta que lo estaban haciendo y siguen todo normalmente, en lo que se puede conmigo presente, porque para mí nada es normal en esta casa.

El desayuno transcurre en silencio como cada día, el silencio solo roto por el ruido de los cubiertos. hace mucho que mi hermano dejo de intentar platicar conmigo cuando no podía obtener más que monosílabos de mi hasta que yo perdía la paciencia por sus constantes preguntas y salía de la casa sin desayunar. ¿Cómo es que llegue a eso? Huyendo de mi familia sin poderlo evitar para luego sentirme mal por hacerlo sabiendo el daño que les causo, y sé que Manami ni siquiera ha intentado hablar conmigo desde que se casó con mi hermano, estoy seguro que no es feliz teniéndome con ellos y estorbando en su joven matrimonio, si tan solo tuviera el dinero le haría un gran favor yéndome lo más lejos posible, pero mi hermano no me deja buscar trabajo diciendo que el estudio es primero y toda esa mierda, creo en el fondo que él sabe que en cuando pueda desapareceré y teme no volver a verme, o al menos quiero pensar que así es.

-Mi... ¡Misaki! - ¿Qué? Veo como mi hermano me mira preocupado, parece que de nuevo me perdí en el infinito, lo odio ¿cuánto tiempo paso?

-¿estás bien? – su pregunta suena tan insegura y no puedo culparlo, odio eso, es como si caminara alrededor de mi sobre cascaras de huevo, es mi culpa y me irrita pues ni yo sé cómo racionare a una simple pregunta, siento la molestia crecer en mi he intento aplacarla, sé que puedo.

-sí, estoy bien – la mentira sale tan fácilmente pero no por eso es menos amarga ¿Cuándo fue la última vez que estuve bien? Ni siquiera recuerdo que es estar bien. – me voy a la escuela, llegare tarde… pasare a la biblioteca.

Me mira un tanto sorprendido, no sé si por mi larga respuesta o por que le he dicho dónde estaría, cosa que rara vez hago, suelo desaparecer por horas sin responder al celular, al principio eso siempre nos llevaba a discusiones y gritos, hubo una ocasión en que desaparecí toda la noche, ni siquiera recordaba donde estuve, cuando regrese a casa Takahiro me recibió furioso fue la última vez que discutió conmigo, ahora solo acepta las cosas que hago o digo, sé que no está bien y lo odio, pero no puedo cambiarlo.

 

--------- hace 2 años---------

Esa mañana transcurrió como siempre, no me quería levantar y se me estaba haciendo tarde, Takahiro entro a mi habitación apurándome como siempre, terminamos discutiendo a gritos de nuevo pues odiaba que entrara en mi habitación, era mi santuario lejos del caos después de todo. salí de casa hecho una furia apenas vistiendo decentemente, camine directamente afuera no tenía hambre ni ganas de ver la cara de Manami que de seguro estaría llena de reproche pero no diría nada, amaba demasiado a mi hermano como para discutir con él por mi causa, yo no le importaba y para mi estaba bien.

Odio el colegio, todo es lo mismo, los profesores aburridos y los alumnos irresponsables, la cháchara sin fin de mis compañeros desde que llego hasta que salgo. Detesto tener que asistir intentando poner atención a las lecciones, me duele la cabeza de tano intentarlo y mi mente vaga lejos de aquí en mundos imaginarios ¿Por qué preocuparse por la realidad? Pero por más que quiera olvidarme de ella encuentra la forma de fastidiarme, para eso está Sumi y sus amigos, los chicos cool del colegio aun cuando no son más que unos patanes abusivos.

Me los he encontrado en varias ocasiones, tiendo a ignorarlos y pasar de largo pero cuando están de humor para algo de diversión soy su favorito, los odio, odio sus burlas por mi ropa, por no tener dinero para un coche nuevo, por mi pelo que parece de niña y lo que más odio, es que se burlen de mi por no tener padres ¡ya sé que es mi culpa! No necesito que me lo digan, y entonces mi enojo sale he intento golpearlos quiero herirlos y hacerlos sufrir ¡matarlos! cada vez que logro golpear a Sumi y extraerle sangre es una victoria para mí, aun sabiendo que sus amigos se aseguraran de que lo pague con creces, pero algo es diferente esta vez, al finalizar las clases logran tomarme por sorpresa y me arrastran hacia atrás del auditorio, la mayoría de los alumnos se han ido y los profesores tienen sus reuniones en la oficina de maestros en la sala contraria, solo estamos ellos y yo.

….

Algo ha pasado, me encuentro en un parque cercano a mi casa, la luna llena esta alta en el cielo haciendo que no esté muy oscuro y pueda ver a mi alrededor, tengo frio y siento mis miembros helados, la delgada camisa no hace nada para protegerme. Mi cuerpo duele ¿Cómo llegue aquí? Solo recuerdo haberme encontrado con Sumi y sus amigos, peleamos y luego nada

Tengo que regresar a casa, de seguro Takahiro me dará un sermón por la hora, ignoro todas las molestias que siento arrojándolas al fondo de mi mente y camino a casa, al llegar encuentro a Takahiro en la entrada hablando con un policía al verme puedo notar que está furioso como nunca lo vi antes, me siento culpable por preocuparlo, las lágrimas brillaban en sus ojos mientras me gritaba pidiendo respuestas que yo no tenía, me sentí impotente, sabía que le había causado dolor sin intención pero no podía darle respuestas ya que no sabía dónde había estado, así que termine gritando también, le dije mil cosas hirientes por culpa de mi frustración al no saber qué había pasado, estaba mal y lo sabía pero no podía detenerme. Un ruido seco me silencio completamente, lo mire incrédulamente mientras subía mi mano a mi caliente mejilla, Takahiro nunca me había puesto la mano encima por más molesto que estuviera conmigo, él debía estar realmente furioso ahora todo por mi culpa.

-es tu culpa que nuestros padres murieran… - escuche de sus labios antes de que se diera cuenta de que su mano alzada y lista para golpearme de nuevo era detenida por Manami, una mirada de sorpresa cruzo su cara antes de voltear a verla, yo ni siquiera me había dado cuenta de su presencia en la escena, mi mano se sentía fría en mi mejilla magullada calmando el ardor, mas no hacía nada para aplacar la opresión que crecía en mi pecho y dolía, dolía tanto que no podía respirar yo siempre me culpaba por la muerte de nuestros padres pero nunca se me ocurrió pensar que Takahiro también lo creía, igual que nunca pensé que me golpearía.

-lo siento... – susurre mientras lo pasaba corriendo hacia las escaleras a mi dormitorio, me encerré atrancando la puerta con una silla, estaba seguro que el vendría he intentaría disculparse conmigo por golpearme o a continuar con los gritos, yo no quería escucharlo, mi mente era un caos y no podía concentrarme en nada. Tome mi mp3 y me encerré en el baño solo había algo que me calmaría en estos momentos y no quería pensar o terminaría gritando y destruyendo cosas, eso solo empeoraría la situación.

Busque en mi botiquín, la tenía escondida en una caja de curitas infantiles que aun guardaba, odiaba a Bob esponja pero mi madre siempre los compraba para mí, aleje esos pensamientos de nuevo, no tenía derecho a recordarla, después de todo, el que ya no estuviera aquí era mi culpa.

Sentí como una calma me llenaba cuando la sostuve en mi mano, me acomode entre la taza y la tina, me coloque los audífonos y puse mi playlist favorito a todo volumen, el ruido lastimaba mis oídos pero me impedían pensar y escuchar los golpes en la puerta donde mi hermano intentaba entrar. Cuando la primer canción sonó me olvide de todo y subiendo las mangas de mi camisa empecé a cortar siguiendo el antiguo patrón. La sangre broto de la herida y me sentí libre, mi piel que se sentía apretada en torno a mí y solo cuando la cortaba me sentía mejor, las gotas pronto corrieron uniéndose  en un rio y con cada gota fuera me sentía ligero, el dolor de los recuerdos se desvanecía y me entregue al olvido.

No recuerdo que paso después, solo como el frio me había llenado y después la oscuridad, recuerdo haber despertado en el hospital tres días después, al parecer mi hermano llego al último minuto y como Manami es enfermera le ayudo a estabilizarme antes de que llegara la ambulancia, recuerdo que entro a la habitación y al verme despierto intento disculparse más yo no lo podía escuchar solo lo miraba fijamente sin verlo en realidad, era todo como un sueño, me sentía frio y su voz era solo un murmullo indescifrable, me sentía irreal. Mis recuerdos de sus visitas están fragmentados mezclados con mis fantasías, todo es un sueño y nada es real.

Después de regresar de nuevo a la realidad encontré a mi hermano acompañado de un doctor diferente, se presentó como Tsumori mi nuevo psiquiatra, al parecer era un requisito para que pudiera salir de este lugar, no me importaba pero sentía que se lo debía a mi hermano, lo lastime de nuevo y acepte todo lo que me pidieron, intentaría mejorar ¿en qué? Ni idea.

Y es así como comenzó la nueva rutina en casa, solo rota los domingos cuando mi hermano me acompañaba a las consultas para asegurarse que asistiera.

--------- fin ------------

 

Salgo en dirección a la Universidad Mitsuhashi, hay algo extraño en el aire, una sensación reconfortante que trae una sombra de sonrisa a mi cara, tal vez este no sea un mal día después de todo.

 

 

Notas finales:

Ira un poco lento al inicio, pero no desesperen habrá algo bueno, lo sé, lo siento en mi sangre que corre contenta ideando mil planes para escapar.

Planeo actualizar de 15 a 20 días pero no me crean, ni yo lo hago porque me conozco, lo único que si se es que terminare este fic. Para que se entretengan mientras esperan si les interesa saber más de este fic, pueden pasar y leer  mis dos anteriores, se los recomiendo mucho y no porque sea yo las que las escribió :)
con esto los dejo hasta el próximo capitulo. Saludos!!


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