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Keep on loving you por lezti akira

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Notas del fanfic:

Escrito porque sí.

 

Notas del capitulo:

Hola gente bonita que lee esto.

Al fin mi primer TaeJin <3

 

Cuando digo te amo, quiero decir que te amaré por siempre. Porque es la única cosa que quiero hacer

 

I

Es una voluta de humo que se eleva al firmamento oscuro y poblado de nubes cargadas de agua. A TaeHyung no le gusta fumar, pero el frío es intenso, ha perdido su chaqueta favorita dentro del club, solo lleva puesta una playera de algodón demasiado ligera, y los pantalones pegados que poco pueden aportar para que él mantenga su temperatura corporal. Por supuesto, ha rechazado la propuesta de JHope sobre aplicar la física: ¡Tú y yo! Una cama, desnudos. Apuesto a que puedo hacerte entrar en calor.

Y, en la ironía de la vida, puede afirmar que está caliente, hirviendo, de coraje. Pero como haga algo al respecto, SeokJin va a alejarlo.

 

 

II

SeokJin bambolea la cadera y mientras se agacha, dándole la espalda a todos los presentes, desprende la prenda que cubre sus muslos y que solo se prendía mediante velcro. Los vítores no son acallados ni siquiera por el fuerte volumen de la música. Es el segundo mes que se sube al escenario, donde todas las miradas están fijas en él, y la emoción todavía es suficiente para calentarle las mejillas. Sin embargo, y por una razón en la que no quiere cavilar, en todo lo que puede pensar es en V, su cliente más guapo y agradable que parece no entender que él hace y no tanto para ganarse la vida.

Tampoco es que él se preocupe demasiado por lo mucho que V comienza a involucrarse con él, sabe que tarde o temprano se cansará de él y su actitud y toda la inmundicia que lo rodea.

Y no debería rememorar su rostro mientras él se desviste para cientos de ojos lujuriosos. En cuanto su función termine tendrá que ir por algo más que un trago. Necesita olvidar esos orbes avellana, y reemplazar el horrible sentimiento que nace en él con un poco de sexo.

Solo debería moverse con el dinero, así como el mundo.

 

 

 

III

Cuando cree que se ha ido sin él, lo ve aparecer caminando junto a otro sujeto. Bajo la luz anaranjada, lo reconoce como JungKook. Es un niño, poco más que eso, pero mira a SeokJin como si fuera luz.

El sentimiento amargo de verlos juntos va a dar a sus puños.

SeokJin no es luz, ni bondad, no hay virtudes mayores. Es un bailarín demasiado guapo, que compensa su torpeza con su cara bonita y la forma en que mira a los demás para convencerlos de que hagan lo que quiere. Es un demonio.

—Creí que no me esperarías — balbucea contrariado SeokJin en cuanto lo ve.

Él creyó lo mismo. Que por esa noche no iría a Fire, a ver como el hombre que quiere se ofrece a desconocidos. En cambio, soportó el frío, los cigarros y las malas miradas de los que llegaban a pasar por ahí.

Y no sabe cómo, ni por qué, pero él se queda. Aún después de que SeokJin pasa por su lado y se pierde en las sombras junto a JungKook.

 

 

IV

Es la tercera semana que termina y no hay rastro alguno de V. ¿Acaso no debería sentirse agradecido por ello? El mundo grita que sí. Y él no puede hacer otra cosa más que liarse un porro y dejarse besar por JungKook.

JungKook es joven, es energía y buenas intenciones. Lo anima a comer, va por él al trabajo, lo deja quedarse en su departamento. Incluso si eso le acarrea problemas con su compañero JiMin. Tiene un camino luminoso y exitoso esperando por él. Sencillamente un ángel.

Ese es el quid de la cuestión.

Lo suyo no será una trágica novela romántica de amores prohibidos. Él no tiene nada para ofrecer.

 

 

V

V, o mejor dicho TaeHyung se afloja la corbata y siente por primera vez en ese día un poco de alivio. Odia utilizar traje, pero como licenciado en derecho, el trabajo lo requiere. Se pregunta por qué no deja la ciudad y va al campo. Ese era su sueño de niño. Con el pasar del tiempo, sus metas se redirigieron a la justicia y la verdad. Lo cual no es malo, pero sí cansado.

—Tienes una cara horrible, Tae — le restriega JHope, quien para su desgracia (exagerando) es su compañero en el bufet. Aunque ahí se conduce bajo el nombre de Jung HoSeok.

—Solo estoy un poco estresado.

—Podríamos ir a Fire — suelta, bien quitado de la pena —. No intentaré nada contigo, ya me quedó claro.

Él se mira las manos. Esa es la oportunidad que ha estado esperando. Se juró no regresar a ese sitio por su propia voluntad, pero no dijo nada respecto a que otros lo llevaran.

 

 

VI

El dinero cae a sus pies cual pétalos de cerezos. Esa noche en particular parece que el infierno ha escapado de sus profundidades para hacer arder Fire. Y él no se puede quedar atrás. Su sudor es lujuria líquida, y sus piernas conducen a uno de los instintos primitivos de la humanidad.

Nunca les presta atención a las caras vacías. Ellos no son importantes. Aunque sabe que JungKook le mira tras bambalinas. Por ello, a mitad de su canción, descarta su mirar. Hay alguien más que le ha pintado una diana en la frente. Y sabe cuándo es por deseo, y cuando no. Esta mirada es diferente.

Entonces lo mira. Y él le devuelve la mirada. Apartar los ojos parece una locura, equivale a una derrota que se niega a aceptar.

Que su baile mejore al final nada tiene que ver con que sepa que V se encuentra ahí.

 

 

VII

Sus pies lo conducen por cuenta propia a la salida. Hace frío, por supuesto, pero lleva chaqueta y carece de cigarros. Ahí espera, como hace tres semanas, hasta que la escena vuelve a repetirse.

SeokJin va del brazo junto a JungKook.

—Creí que no volverías — hay alivio en sus palabras, y su rostro agraciado se ilumina.

La diferencia entre esa noche y ahora es que SeokJin no pasa por su lado y se marcha. Él se lo impide, lo toma por el brazo libre y lo detiene.

—Yo también lo creí.

 

 

VIII

JungKook es una piltrafa de humano, hecho un ovillo gimiente y tembloroso en su cama. SeokJin no sabe de consuelo, de amor, y reconfortar a JungKook escapa de sus posibilidades. Se echa encima de su niño y llora junto a él. Llora por romperle el corazón, por su amor que nunca llegó a ser, llora por ser un demonio y más porque sabe que no tiene salvación.

Cuando hacen el amor por última vez, uno de ellos susurra un “te amo” mientras el otro calla.

El amor siempre fue una mentira. O eso creía SeokJin. Le gustaría correr, huir y no dejarse atrapar. El problema es que V se ubica en la meta. Va persiguiéndolo.

 

 

IX

—¿No podías dejarme en paz? ¿Tenías que estar en todas partes?

SeokJin grita, le tiemblan las manos, y respirar se le dificulta. TaeHyung sonríe, pero eso SeokJin no alcanza a verlo. Cuando llega el momento se deja abrazar y le permite a V beberse su desesperación con besos lentos.

—Pude… pero tú tampoco me dejaste correr. Cuando dije que te quería, significaba que lo haría para siempre.

 

 

X

Es el principio, la oportunidad. Ninguno de ellos lo sabe, y así está bien. Sus miradas conectadas pese a los metros que les separaban ese día, en Fire.

Y SeokJin piensa que V debió haberse dado cuenta de que tras la imagen que le devolvía el espejo, algo le faltaba. Y es que TaeHyung nunca supo escuchar la voz de SeokJin, así que cuando este le pedía que se fuera “porque voy a hacerte daño y no quiero cargar con ello”, él se mantenía ahí, a su lado.

TaeHyung solo quería amarlo. Que fuera un demonio le era indiferente.

 

Notas finales:

El viernes que actualice Aroma (y de las pertinentes aclaraciones sobre cómo serán las actualizaciones), también diré si alguien ganó el concurso de Agridulce (mi otro fic, en el que el premio es un fic de la pareja que pidan. Pistas: Theatre of Tragedy, Within Temptation, Human Drama, Apocalyptica, The Sins of Thy Beloved).

Nos seguimos leyendo.

Dudas, quejas o sugerencias son bien recibidas.


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