Capítulo 11. Un mes jodidamente agrio.
Un mes, un mes había pasado desde que aquella fugaz relación se terminase entre las paredes del hospital. Y no quería parecer patético, porque sabia que lo era, pero Lawliet había ido contando tristemente los días en el calendario.
Le daba vueltas a las cosas y llegó un punto en el que por obligación, se puso un poco en la piel de Light. Ahora veía la luz al final del túnel, veía que si el castaño no le hubiese detenido, podría perfectamente haberle hecho algo muy grave a Axel. Pero no podía olvidar el rostro asustado de Light, con el rubio en sus brazos y como si estuviese muriendo de angustia por él.
Para colmo, su madre se había vuelto a casa enfadada porque habían terminado discutiendo de nuevo sobre los riesgos que corría debido a su corazón débil y el no querer hablar con su padre para solucionar la pelea que tuvieron. Lawliet era orgulloso, igual que él. Y no iba a ceder, sobretodo cuando aún recordaba las palabras que le había dedicado antes de que se fuese de su hogar.
Cuando Near entró en el dormitorio, le vio cabizbajo, con la cabeza enterrada sobre los brazos flexionados en el escritorio de madera. Le dio un golpecito en el hombro, tirando de su camiseta.
-Lawliet, ¿Que te ha dicho el médico?. ¿Has ido a la revisión?. Lawliet, contesta, pedazo de desastre. - puso los ojos en blanco, agarrándole con suavidad del cabello para elevar su rostro. Se quedó unos segundos en silencio, apretando los labios al ver el rastro de humedad que tenia en las mejillas y la hinchazón en sus ojos. - Light es un jode vidas. - le volvió a soltar, suspirando y quitándose la mochila y la chaqueta.
Su amigo se giró un poco, mirando al albino y siguiendo con los ojos cada uno de sus pasos por el dormitorio.
-¿Le has visto en la facultad?. - su voz sonó rota y algo débil.
-Si, estaba en la conferencia. - sin darle mucha importancia, sacó varias carpetas donde tenia trabajos acumulados. Miró de reojo la cara del moreno, aún observándole. Había visto mas que eso, pero no quería dañar de nuevo a su amigo.
-¿Estaba solo?... - se mordió el labio inferior, apretando el puño y arañando la superficie de la mesa sin darse cuenta. - Es igual, no quiero saberlo. Light ya es historia.
-Pues no lo parece. Te lo preguntaré de nuevo, ¿Has ido a la revisión semanal?.
Negando con la cabeza, Lawliet miró una pelusa que había debajo de su cama. Podía notar el enfado del albino muy cerca de él, y temía enormemente a Near cuando se enfurecía.
-Lawliet, el médico te dijo que tu corazón está débil ahora, debes ir cada semana. ¿Es que te da igual morirte o que?. - bufó cansado, sentándose en su cama y dejándose caer boca arriba, mirando el techo. - ¿Sabes que creo?. Creo que os precipitasteis demasiado en iniciar una relación seria. La gente tiende a conocerse mejor antes de hacerse novios formales. Dioses, parecíais sacados de una película cursi barata.
Omitió que aquellas películas, eran las favoritas de Light. Tamborileó los dedos sobre la silla, poniéndose en pie y masajeándose el pelo nerviosamente.
-Creo que voy a llamarlo.
-¡Ni se te ocurra!. - de golpe, Near se sentó en la cama, poniéndose nervioso.
Él si había visto a Light con Axel sentados en las butacas de la sala de conferencias. Incluso vio al rubio rodearle posesivamente los hombros y besar su mejilla, dejando entrever una sonrisa de suficiencia. Claro que había visto al castaño hecho una autentica mierda, con algunas marcas extrañas en el rostro por lo poco que le había podido observar.
-Está bien, tienes razón. - el moreno se dejó caer a su lado, mirando con el ceño fruncido el techo. - Debes ayudarme. Pórtate como un buen amigo y evita a toda costa que le llame o quede con él.
-Lawliet... no tenemos trece años. - se masajeó el puente de la nariz, agotado.
-Si no lo haces le llamaré, y me moriré de verdad si la cosa no sale bien. - se ladeó, apoyando la cara sobre el pecho de Near, calmándose al escuchar el latido de su corazón. Le hizo un gesto cómico con el rostro, suplicándole con ojos de cachorrito.
-Está bien. Pero a cambio irás al médico ahora mismo.
Asintió, chocando la mano con la de Near como gesto de conformidad con aquel trato. Se levantó de la cama y abrió el armario, rebuscando ropa cómoda con la que hacerle una visita al médico. La verdad es que llevaba unos días hecho mierda, no solo por el castaño si no porque físicamente, se encontraba bastante débil.
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-Light, tengo que ir a la clase extra de recuperación. ¿Me esperas luego y nos vamos a mi casa?. - Axel besó su quijada,lamiendo sutilmente aquella piel que de nuevo le pertenecía.
Light, incómodo, se apartó suavemente de su novio. Le sonrió tranquilo cuando las facciones de Axel se endurecieron durante breves segundos debido a ese gesto. Le acarició el cabello y le abrazó con todo el cariño que fue capaz de fingir. El cuerpo de Axel, trabajado y fuerte, era muy frio. Frío si lo comparaba con la calidez que el de Lawliet siempre le proporcionaba cuando se abrazaban. Veía todo eso tan lejano que no podía creer que hubiese pasado tan solo un mes.
-Si, nos vemos luego. - que su voz no sonase débil fue todo un milagro.
El rubio asintió y le besó posesivamente los labios, haciéndole algo de daño. Se despidió con la mano de él y echó a caminar hacia el aula. Light respiró hondo, apretando la mandíbula y caminando con prisa hacia los aseos mas cercanos. Las manos le temblaban cuando entró en uno de los cubículos vacíos, encerrándose y sentándose sobre la tapa del inodoro. Se echó el cabello hacia atrás y se abrió un poco la camisa que llevaba, mirándose con un pequeño espejo de la mochila las marcas violáceas que tenia.
Había tenido tiempo para pensar, darse cuenta de que cuando comenzó la relación con Axel dos años atrás, al principio todo era normal. Él nunca había tenido un novio antes, y en su cabeza, consideraba los gestos de su chico como algo que le había pasado completamente desapercibido. Se odió por ignorar aquellos consejos que Jessica le dio en su día. “No dejes que te controle la vida, Light. Eso no es sano.”
-Lo siento, Jess.- se llevó la mano al puente de la nariz, masajeándolo un poco. Habría llorado si no fuese porque ya sentía que no tenia lágrimas por derramar, y llorar no entraba en sus planes recientes.
Axel ya estaba mas que curado. Las marcas que Lawliet le dejó aquel día casi habían desaparecido por completo y eso significaba que aunque pusiese una denuncia a la policía, no existían pruebas físicas de ninguna pelea. Eso le daba vía libre y libertad para poder llevar a cabo algo que tenia planeado desde hacia tiempo.
Se sacó el móvil del bolsillo, ignorando el pequeño dolor que sintió al ver el registro antiguo de llamadas que compartía con Lawliet. ¿Como estaría el moreno? ¿Se encontraría bien?. Con pesar, buscó el contacto de su amiga, marcando con el dedo tembloroso el icono de llamada.
-¡Light Yagami! ¡¿Donde diablos te has metido estas semanas?!. - ante aquel grito, Light se apartó el teléfono de la oreja, frunciendo el ceño. Realmente se merecía que su mejor amiga estuviese cabreada.
-Jessica, cálmate.
-¿¡Que me calme!? ¡Lo único que quiero es partirle los dientes a Axel y después abofetearte a ti, por ser un idiota integral y andar de nuevo con ese loco!. ¿¡Él ha sido el que te ha obligado a ignorarme también en el campus!?.
-No...bueno, tú no le caes muy bien. Pero no. Jessica, necesito tu ayuda.
La voz firme de su amigo, le hizo respirar algo nerviosa. Escuchó el suspiro cansado proveniente de sus labios y refunfuñó.
-¿Tiene que ver con matar a Axel?. Porque ya le va tocando.
Light sonrió con sinceridad, sintiendo que hacia mucho que no sonreía así.
-Mas o menos. ¿Tu hermana sigue teniendo aquella cámara en miniatura?.
-Umm...creo que si. Light, ¿Que vas a hacer?.
-No puedo decírtelo, si te lo dijese querrías detenerme. Y ya estoy cansado de andar con miedo. Quiero alejarle de mi, de Lawliet, de todo.
-¿Lawliet?, ¿Que tiene que ver con esto?. ¿Que te ha dicho Axel?. Light...
-Te lo explicaré cuando todo se arregle. Tú solo encárgate de dejar en mi taquilla de la universidad la cámara. Ya sabes los números que la abren. - elevó el rostro al escuchar los pasos de un par de personas riendo cerca de los baños. - Debo irme. Acuérdate de la cámara. - cortó la llamada, escuchando como su amiga volvía a preguntarle que pensaba hacer.
Jessica dejó el teléfono sobre la mesa de la cafetería. Dos grandes ojos negros la miraban en silencio.
-¿Por qué ha salido mi nombre en la conversación?. - Lawliet dejó el trocito de tarta que iba a comerse en el platillo, mirando a la chica con atención. Su corazón latía nervioso, y notaba la vena de su sien palpitar con fuerza.
Se habían encontrado en el hospital cuando Jessica iba a su revisión ginecológica y Lawliet salia de la rutinaria. Al principio se habían sentido incómodos pero después decidieron tomarse un café juntos.
-No lo sé...yo... realmente creo que Light está en problemas. - se echó el cabello hacia atrás, moviendo distraída la cucharita dentro del café. - No hemos hablado desde lo ocurrido, y no quiero hacerte daño Lawliet, pero ha vuelto con Axel.
-Ya veo... - ¿Que esperaba? Estaba claro que después de posicionarse junto a su ex novio, volverían a estar juntos. La verdad es que se sentía decepcionado. Light era mas sumiso de lo que pensaba.
-Pero no está bien, Lawliet. - le agarró las manos, haciendo que el moreno la mirase algo sorprendido por aquel gesto. - Está ausente y extraño, como si no supiese que hacer. Solo de ver a Axel agarrándolo o tocándolo como si fuese su amo y señor me entran náuseas. Creo que siempre han tenido una relación que roza el maltrato psicológico, lo que pasa es que Light es de esas personas que se conforma y tiene miedo a las discusiones, a perder una relación.
-Lo sé. Pero yo no puedo hacer nada, Jessica. Quiero a Light, ¿Sabes?. Pero Near tiene razón, me precipité al pedirle que fuese mi novio. Quizás si hubiese pasado mas tiempo... él habría puesto en orden lo que sentía.
-O no. Axel es una persona que está mal de la cabeza. Siempre hará dudar a Light y conseguirá que se sienta débil quitándole su autoestima. Ese tío es una lacra para la sociedad, un maltratador con todas las letras.
Jessica suspiró, negando con la cabeza. Le mandó un rápido mensaje a su hermana para que le dejase la cámara que Light necesitaba preparada en casa. No quería ni pensar en ese plan que le rondaba la cabeza. Porque podía hacerse una idea y conociendo a Axel... las cosas podrían empeorar el doble. Tampoco podía decirle nada a Lawliet, porque ni ella sabia que pintaba el moreno en la ecuación de su plan.
-Debo irme. - Lawliet sacó un billete para pagar su parte, poniéndose en pie y abrochándose la chaqueta. Aquel día hacia bastante frio. - Tengo que entregar un trabajo.
-Está bien... - observó como el moreno terminaba de acomodar sus cosas y cuando le hizo un gesto de despedida, se cruzó de brazos, mirándole de forma un poco triste. - ¿Quieres que le diga algo a Light?.
-No. No le digas nada. - bajó la mirada, apretando los labios y echando a caminar hacia la salida de la cafetería del hospital.
Sus pasos se sentían como piedras, como si caminar le costase un grandísimo esfuerzo. Tuvo que detenerse cerca del metro cuando sus dedos temblorosos lucharon consigo mismo, evitando que cogiese el móvil y telefonease desesperado a Light. ¿En que lio se estaba metiendo? ¿Y que le había dicho Axel sobre él?.
Caminó un poco más para relajarse, deteniéndose frente a una agencia de viajes que tenia varias ofertas en el escaparate. Sonrió frente a una de ellas, sacándose del bolsillo el block con su lista de cosas importantes y observó emocionado, como al fin podria cumplir una de ellas. Ahora si que sujetó el móvil entre los dedos, llevándoselo a la oreja cuando pulsó el número rápido que derivaba al contacto de Near.
-¿Si?. - la voz pastosa de su amigo le hizo reir. Se notaba que estaba semi dormido.
-Near, la número 6.
Su amigo se quedó callado, para después reír un poco. Escuchó el ruido de las sábanas de la cama cuando se movió entre ellas.
-No jodas, ¿De nuevo hay oferta?. ¿Por toda Europa?.
-Bueno, abarca Francia, Inglaterra, Alemania y Luxemburgo. No es mucho, pero la oferta es cojonuda, y parece que si vas en grupo el viaje a lo mochilero es mas económico... - se le quebró la voz cuando pensó en Light. Alguna vez le había comentado lo de su sueño de viajar por Europa, y lo divertido que seria que fuesen junto a Near y Rob. Y quizás Jessica también, ahora que se conocían mas.
-¿Quieres que lo hagamos?, podemos pillar las vacaciones próximas y escaparnos por alguna ruta.
Lo bueno de Near, es que una de las cosas que compartía con Lawliet, era su gusto por viajar a menudo. Y si lo hacían por rutas no muy conocidas solían disfrutar el doble. Llevaban mucho tiempo esperando una oferta como esa.
-Espera, os mando una foto de la oferta. Ve mirándolo en el ordenador mientras voy a la residencia. - se cubrió un poco con la parte techada del establecimiento, dado que había comenzado a chispear. Le echó una foto a la oferta con la cámara del móvil para mandársela a Near. - Listo, ahora nos vemos.
-No tardes. - cortó la llamada, haciendo sonreír levemente a su amigo.
Con prisa, se puso la capucha que su abrigo llevaba para resguardarse mejor de la lluvia, corriendo hacia la boca de metro. Pensar en aquel posible viaje le alegraba y a la vez le entristecía un poco, porque habría sido genial seguir con Light para enseñarle lo mucho que molaba viajar sin ataduras y sin complicaciones, a pesar de que aquel día se había partido de risa cuando el castaño estaba altamente preocupado sobre lo de compartir habitación en un albergue. Siempre tan meticuloso y desconfiado. Siempre tan Light.
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Sonrió al ver la pequeña cámara envuelta en papel marrón que Jessica le había dejado en la taquilla. Con cuidado y discretamente, se la escondió en la mochila, asegurándose de que no podía verse a simple vista. Estaba acojonado realmente. Si su plan no salia bien se iba a meter en un lio del que no sabia como iba a conseguir escaparse.
Miró su reloj de pulsera, apretando un poco los labios y caminando sin entretenerse hacia la salida donde había quedado con Axel para ir al apartamento. No dejaba de repetirse una y otra vez que tenia que aguantar, solo un poco más. Un poco más y si todo funcionaba, Axel seria historia.
-Hola, precioso. - la sonrisa perfecta de su novio le hizo preguntarse, como era que Axel fingía tan bien ser el chico perfecto.
-Hola... ¿Que tal la clase?. - se puso a su lado para echar a caminar hacia el edificio, sintiéndose aliviado porque el rubio siempre había sido bastante frio con respecto a las muestras de cariño en público.
Se acordó de Lawliet, de como tiraba de su brazo para esconderse junto a él en algún rincón de la calle, dedicando unos minutos a decirle cuanto le gustaba y a besarlo como si no existiese nadie más. Nadie más en aquel pequeño mundo que construyeron juntos en tan poco tiempo. Tan efímero, que dolía.
Y él siempre había sido un chico correcto ante la gente, que también odiaba el mostrarse mimoso delante de los demás. Ahora se preguntaba si realmente era parte de su propio carácter o fue el mismo Axel quién lo moldeó a su antojo.
-Aburrida, como siempre.
Light le sonrió falsamente, notando como su corazón latía desbocado. Ya no solo por el recuerdo de Lawliet junto a él si no porque sentía como si fuese a meterse en la boca del lobo.
El final del camino le supuso un temblor casi descontrolado, que no supo ni como fue capaz de disimular cuando entraron en el ascensor que llevaba a la casa del rubio. En cuanto las llaves de Axel entraron en la cerradura de aquella puerta, Light apretó los puños y tragó saliva.
Como si caminase hacia un terreno en llamas, respiró hondo, tomó aire y fingió su mejor sonrisa, cerrando la puerta lentamente a sus espaldas.