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10 cosas por hacer antes de morir. por LaGataenelTejado

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Notas del capitulo:

Espero que les guste :)

Capítulo 4. Calentón.


 


Lawliet estaba sentado sobre la camilla de la habitación del hospital, moviendo distraído las piernas y tarareando una canción con los labios cerrados. Aquel día le tocaba revisión semanal y aunque Near no había podido ir con él, al moreno no le preocupaba demasiado. Se sentía mejor que nunca últimamente. ¿Seria por Light?.


 


Habían mantenido el contacto aquellas semanas, viéndose cuando podían y conociéndose mejor. Por ejemplo, Lawliet confirmó que Light era un romántico, de esos que esperan un príncipe azul que les jure amor eterno y esas cosas ñoñas dignas de una película de cine. Quizás con otra persona habría salido corriendo, pero el castaño tenia algo que lo atraía como un imán desde el primer día que lo vio en la cafetería. Tampoco había pasado por alto que las dos últimas veces que habían quedado, Light había usado un perfume con olor a vainilla y se preguntó interiormente si quizás, solo quizás, lo hacia porque sabia que a él le encantaban esos aromas.


 


El ruido de la puerta le sacó de sus pensamientos, sonriendo al ver a su médico llegar con el informe de salud en la mano.


 


-Todo está correcto, Elle. Las pulsaciones, el bombeo y los latidos de tu corazón no han presentado nada extraño. Sigue tomándote la medicación como hasta ahora y vuelve la semana que viene, ¿de acuerdo?.


 


Se bajó de un ágil movimiento de la camilla, asintiendo y sonriendo contento cuando su médico suspiró y rendido, le dio una piruleta de fresa antes de reír un poco.


 


-No se qué te tiene tan feliz pero sea lo que sea, es bueno para tu salud.


 


-Lo se. - Lawliet rió también y echándose la piruleta a la boca salió de la consulta mientras suspiraba.


 


Se sacó el móvil del bolsillo y sonrió al ver reflejado el número de Light en la pantalla debido a las llamadas que se habían hecho aquellos días. Su rostro se serenó y entonces tuvo que sentarse en una de las sillas de la sala de espera cercana a la salida del hospital, pensando... Se llevó la mano al pecho distraído, palpándose la zona donde latía su corazón.


 


Nunca le daba vueltas al tema de la muerte, o al menos no lo hacia preocupándose o amargándose la existencia. Para él, un chico acostumbrado desde niño a aceptar que moriría pronto, no era un tema por el que llorar constantemente. Bastante había llorado en su niñez cuando comenzó a ser consciente de que no tendría un futuro próspero y largo como las demás personas. ¿Y ahora? Ahora le estaba pasando que de nuevo sentía ese pequeño temor a la muerte, el temor de haber comenzado a sentir mariposas en el estómago por una persona y pensar en cuantos años podrían quedarle por delante.


 


Tardó bastante en ser consciente de la situación actual e incluso encaminarse hacia la parada de autobús mas próxima fue como un camino tortuoso para él. No estaba siendo sincero con Light, ni le había mencionado su asunto de salud, pero no quería que le tuviese lástima o le mirase con temor a que su cuerpo fallase de un momento a otro. Y mas sabiendo como era Light, que se tomaba las cosas demasiado en serio, preocupándose absolutamente por todo. 


 


---o0o--- 


 


-Vaya... ¿Me cuentas entonces mas cositas sobre ese moreno que te trae loco?.


 


Light se sonrojó y se cruzó de brazos, mirando hacia otro lado.


 


-No me trae loco, mas bien “él” está un poco loco... - sonrió suavemente, mordiéndose el labio nervioso.


 


Su amiga Jessica le miraba con una sonrisa malvada en la cara, contenta porque después del comportamiento del cabronazo de Axel, al fin su amigo Light parecía levantar cabeza. Aún se enfadaba consigo misma por haber estado en otro país unos meses mientras que su amigo lo había dejado con el que se suponía que era el amor de su vida. Se apartó el cabello de los hombros y le puso la mano con cariño sobre el brazo.


 


-Light,cielo, ¿Por que te da vergüenza admitir que estas sintiendo maripositas por ese chico?. ¿Es por lo raro que es?. Según me has contado... hacéis una pareja muy peculiar. - rió divertida entre dientes, imaginándoselos juntos por la calle. - Ahora que ya estoy de vuelta exijo que me lo presentes.


 


-¡Ni hablar! Siempre que te presento a alguien me pones en vergüenza... - le dio un sorbo a su café sin azúcar.


 


-Light, cariño, siento mucho no haber estado aquí cuando ocurrió lo de Axel. - apretó el puño enfadada, intentando relajarse. - Si llego a estar aquí le habría partido los dientes. ¿Como se atrevió a hacerte eso?. Es una basura.


 


El castaño miró los ojos verdes de su amiga, suspirando y dándole un beso en la frente. Agradecía haber encontrado a una persona como ella, que a pesar de avergonzarlo o gastarle bromas pesadas, habían congeniado bien desde el primer día que la vio en la universidad. Los meses que había estado en California la había echado mucho de menos.


 


-Bueno, eso ya no tiene importancia. - se puso en pie, poniendo las tazas de café vacías en la bandeja para llevarlas a la cocina. Aquel día tenia la mañana libre de clases y le había ido genial la vuelta de su amiga. - Axel no ha vuelto a hablar conmigo desde que lo dejamos. Supongo que está ocupado con el idiota de Steve...


 


Aún dolía, claro que dolía. Habían sido dos años de relación en los que experimentó las cosas bonitas de un primer amor, los primeros encuentros, la locura de independizarse de su familia...a pesar de que supuso que seria para siempre, parecía que el destino no estaba muy a su favor.


 


-¿Sabes que dicen que cuando lo dejas con tu primer amor, el siguiente se convierte en el verdadero? Ya sabes lo que quieres, como llevar el cauce de una relación...


 


-¿Donde has escuchado eso?. - la miró curioso desde la barra americana de su cocina, con los brazos apoyados sobre el mármol.


 


-En alguna película de esas ñoñas horribles que te gustan. - se echó a reír, contagiando al castaño. - En serio, quiero conocer a Elle.


 


Light se cruzó de brazos, mirando con la ceja arqueada a su amiga.


 


-Está bien, le enviaré un mensaje y saldremos luego un rato, ¿Contenta?.


 


Ella asintió, dando una palmadita y poniéndose en pie.


 


-Bueno, principito, debo irme. No hagas cosas malas sin mi, ¿Eh?. - le guiñó el ojo para darle un fugaz beso en la mejilla y despedirse de él con la mano antes de salir del apartamento.


 


Light se dejó caer en el sofá, moviendo los dedos nervioso sobre el teléfono móvil. Buscó el contacto de Lawliet y frunció el ceño al ver un par de mensajes en notificaciones sin leer. Su boca se entre abrió al darse cuenta de que eran de Axel.


 


Eiii, hace mucho que no hablamos... aunque no seamos pareja, podemos ser amigos, ¿No?.”


 


¿A que venia ese mensaje ahora? ¿No era él quien había cortado con todo?. Light se cabreó enseguida, y se sintió molesto consigo mismo por plantearse durante milésimas de segundo, la posibilidad de invitarlo a su apartamento para charlar las cosas.


 


Cuando se hubo tranquilizado, directamente llamó a Lawliet, esperando impaciente que le contestase. Aún notaba el latir rápido de su corazón debido al mensaje que había leído.


 


-¿Light?.


 


-Hola...umm...me preguntaba si querrías... - bufó frustrado, sintiéndose gilipollas cuando se secó un par de lágrimas de rabia que caían ahora sobre sus mejillas por culpa de su ex novio. - vernos luego...


 


-¿Que te pasa?. ¿Estás llorando?. - la voz preocupada del moreno le hizo aguantar un quejido.


 


-No...


 


-Light...no me mientas. ¿Quieres que vaya a tu apartamento?.


 


El castaño se quedó callado, moviendo nervioso un pie mientras pensaba en aquello. Lawliet sabia donde vivía porque lo había acompañado un par de veces, pero aún no había entrado en el apartamento. Light era especial con esas cosas, no solía dejar entrar a cualquier persona, para él, su casa era su refugio privado.


 


-Si, si no es un inconveniente para ti...


 


Lawliet sonrió con suavidad, caminando por el dormitorio para ir cogiendo algo de ropa limpia. Necesitaba ducharse antes salir.


 


-Estaré allí en un rato. Nos vemos ahora, y oye, si vas a cortarte las venas espérame, ¿eh?. - le dijo burlón, riendo y recordando la de veces que aquellos días le había dicho que era un masoquista.


 


-Eres idiota. - sonrió, despidiéndose de Lawliet y dejando el teléfono a un lado. Se apoyó mejor en el sofá hasta que se puso en pie y fue a buscar a la cocina algo dulce para el moreno. 


 


---o0o--- 


 


-¿Otra vez vas a salir con Light?. - Near se giró en la silla, mirando como Lawliet terminaba de arreglarse. Frunció el ceño al ver como tenia la cama hecha un desastre. Bueno, eso y su parte del dormitorio compartido.


 


-Voy a su casa un rato. Te invitaría, pero no quiero compartirlo con nadie. - se rió ante su propia ocurrencia, sonriendo tontamente y llevándose a la boca uno de los pasteles que tenia en el mueble.


 


Near apretó los labios, molesto por imaginar cuanta comida tenia escondida su amigo por el dormitorio. No le hacia especialmente gracia eso, puesto que de los dos, Near era el pulcro y ordenado.


 


-¿Light sabe lo de tu salud?.


 


El silencio contestó por si solo. Lawliet terminó de atarse las zapatillas de deporte, tras haberse rascado los tobillos como siempre hacia y peinarse con los dedos el cabello. Near, negando con la cabeza, volvió a centrar su atención en el trabajo que estaba haciendo.


 


-No voy a contárselo...aún. No es necesario, ¿Sabes?. No quiero que me mire mas raramente de como suele mirarme ahora.


 


-No, si a mi me da igual. Lo que no veo justo es que juegues así con él. ¿No has pensado en que podría enamorarse de ti?. Porque está claro que a ti te gusta mucho... ¿No te da pena que se encapriche y luego te mueras de forma repentina?.


 


Lawliet arqueó la ceja porque su amigo siempre era demasiado frio y directo con sus ocurrencias. Cogió sus cosas y metió en su bandolera un par de dvds, unas películas ñoñas que le había dicho a Light que le conseguiría.


 


-Bueno, yo me voy, “señor témpano de hielo”. - le dio un manotazo gracioso en la nuca antes de salir del dormitorio, olvidando enseguida aquellas palabras de Near, porque si se ponía a pensar en eso... se sentía bastante mal.


 


No tardó en llegar a la zona de apartamentos donde el castaño vivía, a pesar de que solo había estado un par de veces por allí. Pero era bueno recordando las cosas. Y maldijo el momento en el que Near había abierto la boca para decirle aquello, porque ahora tendría una preocupación mas en la cabeza.


 


Cuando cruzó la calle, frunció el ceño ante una silueta bastante familiar cerca del apartamento de Light. Si no se equivocaba, aquel muchacho que estaba apoyado en la pared mirando el móvil era Axel, que de vez en cuando se apartaba el cabello del rostro. Lawliet le miró unos minutos, dándose cuenta de lo atractivo que era y lo poco que le extrañaba que Light y él hubiesen sido pareja. ¿Que demonios hacia por allí?. Ignorándolo, tomó un pequeño desvío para llegar al apartamento por otro camino, pulsando el timbre cuando estuvo frente a la puerta y mirando de reojo hacia atrás, rezando interiormente porque al rubio no se le ocurriese aparecer.


 


El ruido de la puerta al abrirse le hizo mirar al frente, sonriéndole a Light que ahora le daba paso con la mano a su apartamento.


 


-Has tardado muy poco, ¿has venido volando o que?.


 


Lawliet cerró la puerta aliviado, mirando después a Light con una sonrisa en la cara.


 


-Si te lo dijese, perdería su gracia. - dejó la bandolera en la mesa, mirando curioso el apartamento del castaño.


 


Todo pulcramente limpio y ordenado, con pocas cosas y una decoración muy propia de Light. Su mirada se detuvo unos instantes en las fotos colgadas en la pared, donde salia junto a Axel en actitud de pareja. Light miró también hacia el lugar.


 


-Ah...tengo que quitarlas...no me hace bien verlas ahí.


 


Lawliet apretó los puños, recordando la escena de Axel cerca que había presenciado unos minutos atrás. ¿Debería decírselo?. Sintió unas ganas horribles de tirarse contra Light, comérselo a besos y acostarse con él para hacerle olvidar al rubio. Pero entonces recordó las palabras de Near, y luego la imagen atractiva de Axel. ¿Quien estaría tan loco como para acostarse con él teniendo aún cerca a un tío atractivo como el rubio?.


 


-Elle, ¡Elle! - la mano moviéndose frente a su rostro le hizo reaccionar. Light le miró extrañado. - Te has quedado mudo. ¿Que pasa?.


 


Negó con la cabeza, sonriendo un poco como pudo. Enseguida sacó de su bandolera los dvds.


 


-Te he traído esas pelis que me pediste que buscase. Mi ordenador casi se atraganta por tanto azúcar contenido en ellas.


 


El sonrojo exagerado de Light y su cruce de brazos enfurruñado, le hicieron reír un poco. Realmente le encantaba cuando hacia esas cosas. Sin pensarlo, se acercó a él, con unas inmensas ganas de saborear sus labios. Pero justo cuando acortó la distancia, el timbre de la puerta resonó en el apartamento. Se sobresaltó y ambos miraron hacia la entrada.


 


-Light, no abras. - le agarró el brazo, justo cuando el castaño anduvo hacia la puerta para abrirla.


 


-¿Por qué?. - extrañado fue a soltarse, pero Lawliet le sujetó con mas fuerza.


 


-Es Axel, le he visto cuando venia.


 


Pudo sentir el temblor repentino de Light, su mirada dudosa y como apretaba los labios conteniendo un jadeo. El castaño sintió como sus piernas se aflojaban al pensar en Axel, ¿que hacia por allí?. La mirada de Lawliet le provocaba estar quieto, valorando si debería o no abrir la puerta.


 


-¿Y...y que hará por aquí?... - aún seguía plantado en el sitio, mirando de vez en cuando hacia la entrada y guardando silencio cuando escuchó el timbre de nuevo.


 


Lawliet notó como Light se iba separando de él y entonces apretó el agarre, tirando del castaño un poco para acercarlo. Le agarró el rostro con las manos, inmovilizándolo con tan solo su mirada.


 


-No abras la puerta, Light. ¿O es que ya no te acuerdas de todo lo que te ha hecho y dicho?. - estaba enfadado, enfadado por primera vez por el carácter tan sumiso y dubitativo que tenia el castaño.


 


Light se sonrojó de nuevo, aunque esta vez fue porque su rostro estaba muy cercano al del moreno, sintiendo su aliento dulce en la cara. Se fijó en los ojos de Lawliet, dándose cuenta de que por muy oscuros que fuesen, le transmitían una serenidad extraña en el alma. Las manos de Lawliet se movieron, soltándolo y bajando por sus costados, pegándose mas a él hasta juntar ambas frentes. El sonido del timbre pasó a un segundo plano.


 


-¿Te gusto?.


 


El castaño tragó saliva, sintiendo el roce de los delgados dedos de Lawliet sobre su ropa. Aquel tono suave de voz le hizo cerrar los ojos un par de segundos. Se mordió el labio, jadeando cuando sintió como le besaba muy lentamente la barbilla y el mentón.


 


-No lo sé. - suspiró entre cortadamente, sin ni si quiera darse cuenta de que seguramente Axel se había cansado de esperar y se había ido.


 


Una de las manos de Lawliet se posaron en su mejilla, tamborileando suavemente su piel. Sin dar mas rodeos, el moreno comenzó a besar a Light, primero dulcemente, esperando que fuese el muchacho quién le diese permiso para continuar. Le encantó su aliento con sabor a menta, contrastando con el suyo propio, bastante dulce gracias a los pasteles que solía comer a diario. Light tembló a causa de los nervios, sintiendo como su corazón retumbaba con mucha fuerza dentro del pecho. ¿Cuanto hacia que no lo besaban de aquella manera?. Jadeó y no se resistió a entre abrir los labios, dándole paso a la lengua del otro. Juguetearon conociéndose, disfrutándose y encaminándose hacia el sofá lentamente... Light se dejó caer con cuidado, con las manos rodeando ahora el cuello del moreno. Le acarició el cabello, cerrando los ojos al sentir como ahora la lengua de Lawliet se paseaba por su mentón.


 


-Tienes...tienes el pelo extrañamente suave... - jadeó débilmente, flexionando las rodillas y dejando que Lawliet se colocase entre sus piernas, dejando correr el asunto de que estaban sobre el sofá, comiéndose a besos.


 


Lawliet tenia el poder de hacer que Light se dejase llevar, cometiendo locuras vergonzosas o pasando el rato en lugares a los que jamás habría ido. Y ahora estaba demostrando que sabia como hacer que se dejase llevar por lo que sentía en aquel momento.


 


-¿Pensabas que era una maraña de enredos? - rió divertido, apartándole con cariño el cabello de la frente y mirándole a los ojos, dándole un beso suave y fugaz.


 


Se quedaron callados, mirándose y acariciándose de forma leve con las manos, tanteando la forma de ambos cuerpos con los dedos y fundiendo ambas respiraciones. A día de hoy, Light no tenia claro lo que sentía por Lawliet, solo sabia que el maldito chico de ojeras extrañas le provocaba un cosquilleo que se extendía por cada poro de su piel. Se mordió nervioso el labio, desviando la mirada hacia otro lado y rozando con sus piernas las del otro.


 


-¿Quieres que pare?.


 


Apretó su agarre con las manos, negando con la cabeza. Volvió a mirar al moreno y esta vez fue quien tomó la iniciativa de besarlo de nuevo, saboreándolo y suspirando débilmente contra sus labios. Lawliet se puso un poco de rodillas en el sofá, acariciando toda la extensión de las piernas del castaño mientras se comían la boca con ansia, casi desesperados. Las manos temblorosas de Light se perdieron bajo aquella sudadera que Lawliet llevaba, rozando con las uñas la piel de su vientre. Se le escapó un gemido placentero cuando el moreno le mordió la oreja, provocándole un sonrojo avergonzado.


 


-Aparte de ñoño, eres un sensible de cuidado... - rió divertido, viendo el rubor vergonzoso de Light.


 


-Ca...cállate... - refunfuñando pero jadeando casi a la misma vez, subió mas con las manos por el torso del moreno, sorprendiéndole lo suave que tenia la piel.


 


Lawliet bajó con la mano por todo el torso de Light, rozando sutilmente su entrepierna sobre el pantalón sin poder evitarlo. Eso hizo que el chico arquease la espalda, cerrando los ojos.


 


-Elle...


 


Escucharle jadear su nombre le produjo un tirón excitante en la entrepierna, sobretodo al ver lo agitado que estaba Light y como su respiración alterada le hacia mover el cuerpo entre temblores placenteros. Se encorvó de nuevo, buscando sus labios desesperado y moviendo la mano sobre su pantalón, sintiendo la erección de Light abultarse a cada minuto que pasaba. Ya estaba apunto de quitarse la sudadera cuando el móvil del castaño resonó con fuerza y vibró sobre la mesa mas cercana. Ambos muchachos miraron de inmediato el teléfono, Light respirando alterado con uno de sus brazos rodeando el cuello de Lawliet y el moreno entre sus piernas.


 


-Debería contestar. - tragó saliva y con esfuerzo, se apartó de Lawliet, avergonzado por su erección y poniéndose bien la ropa.


 


El moreno se sentó en el sofá, poniéndose bien el cabello con los dedos y suspirando para tranquilizarse. Se sintió un poco mal por la repentina prisa que le entró a Light de levantarse a por el teléfono, y pensó que quizás el castaño no lo deseaba realmente y solo había sido el impulso del momento. Le escuchó hablar, mirando como le daba la espalda. Al menos había dicho “mamá” mientras charlaba, por lo que se quedó mas tranquilo por saber que no había sido Axel quién estaba al otro lado del teléfono. Cuando dejó de nuevo el móvil en la mesa, se dio la vuelta, carraspeando avergonzado la garganta.


 


-Lo siento, era mi madre.


 


-No pasa nada... - miró hacia otro lado, y después sonrió un poco volviendo a mirar a Light. Se le veía ruborizado y nervioso, sin saber como encaminar la situación. - ¿Vemos una de tus películas cursis antes de salir?.


 


Light asintió, sintiéndose mas aliviado. Después del calentón del momento, tenia los sentimientos hechos un verdadero lio. Se sentó al lado del moreno tras meter el dvd en el reproductor de la televisión e intentó relajarse, mirando de vez en cuando de reojo a Lawliet. Una parte de él, esa romántica y correcta, le felicitaba por haber detenido a tiempo la situación y mas cuando no tenia aún claro que sentía por el chico. Pero la otra, aquella que había despertado cuando conoció a Lawliet, lloriqueaba pidiendo mas momentos impulsivos que incluyesen su cuerpo restregándose contra él.


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