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10 cosas por hacer antes de morir. por LaGataenelTejado

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Notas del capitulo:

Un poquito de amor para alegrar el dia de hoy :)

Capítulo 7. Lluvia de estrellas.


 


-¿Aún nada?. 


-Aún nada. 


Lawliet miró a su amigo Near, ambos sentados en la cama que tenia el moreno en el dormitorio de la residencia. El móvil de Lawliet estaba sobre las sábanas, horriblemente silencioso. No sabia que pensar, ni tampoco como sentirse. Light ignoraba sus llamadas y él comenzaba a tener un regusto amargo en el estómago cuando pensaba en eso. ¿Realmente Light lo había usado para tener sexo?. Bueno, había mucha gente que hacia esas cosas, pero francamente... él no parecía uno de esos. 


Near palmeó con algo de temor el hombro de su amigo, mirándolo unos segundos. …l era mas pesimista y serio, ya había comenzado a pensar que el castaño si que había pasado totalmente de Lawliet pero era su amigo, y los amigos se callaban las opiniones dañinas que pudiesen herirles. El ruido del teléfono hizo que ambos mirasen ansiosos el móvil, Lawliet disgustado porque no era el suyo y Near intentando disimular una sonrisa al ver el nombre en pantalla. Se puso de pie, contestando aquella llamada y sentándose en la silla. 


-Hola, Rob. ¿Ya has salido del trabajo?. 


A Lawliet le sorprendía como la voz de Near cambiaba tan repentinamente de tono cuando Rob le telefoneaba. Era normal sabiendo que ambos estaban locos el uno por el otro, a pesar de ser dos chicos serios y callados. 


-Ah, he leído algo en Internet. ¿Quieres que vayamos entonces?. Claro, le avisaré también. - miró de reojo al moreno, que se había dejado caer sobre la cama y tiraba desganado una pelota de goma hacia el techo, agarrándola con la mano cuando caía. - Hasta luego. - bajó la voz, girándose en el sitio y sonriendo. - Te quiero... 


Los ojos en blanco de Lawliet y su mueca de asco, fueron ignorados por el albino, que suspiraba y se rascaba la nuca antes de volver a dirigirse a su depresivo mejor amigo. 


-Esta noche hay lluvia de estrellas, ¿Recuerdas que Rob y yo descubrimos un terreno elevado en la montaña? Piensa que debe de ser una pasada verlas desde ahí. ¿Por que no te vienes?. - se acercó al moreno, agarrando la pelota y dejándola en el suelo. Le ponía nervioso verla subir y bajar. - Llama de nuevo a Light, insiste y convéncele para que se venga. 


Los ojos negros de su amigo se desviaron hacia otro lado, haciendo que Near le agarrase del cabello. Una manera algo agresiva que tenia de hacer que le prestase atención, porque Lawliet a veces pasaba olímpicamente de todo. 


-Hazme caso, por una maldita vez en tu vida. - le soltó, no sin antes enredar los dedos en su pelo. - Me voy a entregar un par de trabajos, te mandaré al móvil un mensaje con la hora y el punto de encuentro. Hasta luego. - se despidió de él, cogiendo su mochila para salir del dormitorio. 


Se quedó mirando hasta que la puerta se cerró, imitando un poco la vocecita de Near de forma algo infantil. ¡Estaba enfadado! ¡Y deprimido!, y seguramente triste también, aunque no quería admitir todo eso. Le resultaba bastante doloroso pensar que aquel muchacho castaño que tanto le gustaba, había pasado de él. ¿Y si había vuelto con el idiota de su ex novio?. Sus dudas casi se le salen por la boca cuando el teléfono comenzó a sonar y vibrar, al fin. Lo cogió casi desesperado, intentando tomar aire y mostrarse despreocupado. 


-¿Diga?. - inocente, como si no supiese perfectamente que era Light quien le llamaba. 


-¿Elle?... soy yo. 


No pudo evitar sonreír suavemente. Su nombre dicho por el castaño aún le provocaba un bonito cosquilleo. 


-Ah...umm, dime, Light. - intentaba mostrarse despreocupado, indiferente. Como si no le hubiese llamado al menos cuatro veces. 


-Siento no haber contestado tus llamadas, pero necesitaba tiempo para pensar las cosas. 


Se hizo un silencio que duró varios minutos, unos largos y eternos que hicieron que Lawliet casi se tirase del pelo. Se puso de pie, caminando por el dormitorio y nervioso. 


-Lluvia de estrellas. 


-¿Eh?. - la voz confusa de Light le hizo reír unos segundos. 


-Lluvia de estrellas, Light. Esta noche hay una, ¿quieres venirte conmigo?. Near y su novio nos llevarán a una montaña, allí se verá muy bien. 


El jadeo entre cortado del castaño le hizo relamerse los labios. Estaba seguro de que a Light aquel plan ridículamente romántico le había encantado. 


-Va-vale... ¿A que hora y donde?. - no pudo evitar mostrarse emocionado. Olvidando la incomodidad de sus estúpidos sentimientos. 


-Te avisaré en cuanto lo sepa. Tranquilo. 


-Está bien. - sonrió, agarrando el teléfono mejor con las manos. Se quedaron de nuevo callados, Light pensando en lo arrepentido que estaba por no haber contestado sus llamadas y Lawliet concentrado en pensar en los labios del castaño. - Nos vemos luego entonces... 


-Si, hasta luego Light. - cortaron la llamada y Lawliet se sentó de nuevo en la cama, ahora con una sonrisa contenta en el rostro. 


Estaba jodidamente colgado por Light Yagami, tan solo tenia que verse a si mismo, emocionado como un adolescente y deseando que fuese de noche para poder verle. 


 


--o0o-- 


 


Lawliet asomó la cabeza por la ventanilla del coche de Rob cuando estacionaron cerca a la acera, viendo a Light, siempre tan puntual, esperarles allí. 


-¡Ei! Menos mal que eres puntual, no como Near. - se bajó del auto, caminando dos pasos decidido hasta el castaño. 


Le rodeó el torso con los brazos, dándole un beso fugaz que encendió todos los colores en las mejillas del muchacho. De nuevo aquel perfume con olor a vainilla lo enloquecía. 


-Hola... - Light bajó la mirada, avergonzado y mirando un poco hacia un lado para darse cuenta de como un par de chicas reían al verlos, haciendo que se sonrojase aún más si era posible. 


Le agarró la mano, enlazando los dedos junto a los de Light para subir al coche. Cuando se acomodaron, Near le presentó a su novio Rob y después retomaron el camino hacia la montaña. Un camino tranquilo, aunque no por eso los nervios de Light eran menores. Miraba de reojo a Lawliet, bajando la mirada hasta la mano que tenia el moreno apoyada en los asientos. Tuvo la tentación de poner la suya encima, porque realmente, no se había dado cuenta de cuanto lo había extrañado hasta el abrazo de hacia escasos minutos. Se sonrojó de nuevo cuando el moreno le pilló mirándolo, girando la cara para centrar la atención en el paisaje de la montaña. 


-Hemos traído algo de comer y beber. - la voz de Near hizo que Light se relajase. La tensión que sentía por pensar en devorar la boca de Lawliet era cada vez mayor. 


-Gracias. 


El albino se encogió de hombros, volviendo la atención hacia su novio mientras conversaban. Light se removió un poco en el asiento, sintiéndose aliviado al ver que los demás también habían optado por ropa deportiva cómoda y abrigada. Si iban a subir parte de un camino de montaña, era la mejor opción. Se fijó con discreción en como el pantalón de Lawliet se pegaba a sus piernas, marcando un poco el bulto bajo su vientre y haciéndole tragar saliva. ¿Como podía ser tan pervertido?. Con Axel le había pasado eso pero en menor medida, era como si con el rubio las cosas siempre hubiesen sido mas elegantes desde el principio, sin tanto calor ni sofocos excitantes repentinos. Agradeció cuando al rato, Rob aparcó en la parte baja de la montaña, donde el camino cuesta arriba no dejaba que el vehículo continuase con la marcha. 


-Parece mucho, pero en realidad el camino no es tan largo. - Near abrió el maletero del coche junto a Rob, sacando un par de mochilas donde habian guardado todo lo necesario para pasar unas horas de la noche tirados en la montaña. 


Cuando echaron a caminar, Light miró hacia el cielo, sintiendo una paz interior al ver como estaba totalmente despejado. El aire limpio le llenaba los pulmones y volvió a recordar que aquel plan, era sencillamente una delicia. Andaban en pareja, con el albino y su novio delante cogidos de la mano.


-No sabia que Near tenia novio. 


-En realidad no es su novio. 


-¿Eh?. - volvió a mirar ambas espaldas, sintiéndose confuso. ¿Entonces que eran?. 


Lawliet sonrió, pegándose mas a Light cuando el camino se hizo mas boscoso y estrecho. 


-Se casaron en las Vegas el año pasado. 


La cara del castaño fue un poema. Miró asombrado a los muchachos, que compartían entre risillas un par de besos cariñosos y varios arrumacos con las manos. 


-Pero... si son muy jóvenes, ¿No?. 


-Near va de serio y responsable. Pero cuando se fueron de vacaciones el año pasado, terminaron casándose allí. Es gracioso si lo piensas, yo estoy seguro de que Near se puso algún tipo de disfraz en la ceremonia, pero el maldito no me deja ver ninguna foto de aquello. - riendo en voz baja, contagió al muchacho que le acompañó entre risas unos minutos. 


Light no pudo aguantar mucho más y tragándose su vergüenza, enlazó la mano a la de Lawliet, apretándole un poco los dedos y suspirando levemente. Aquel contacto lo relajaba como ninguna otra cosa. 


-Realmente... siento no haber contestado a tus llamadas. Fue algo maleducado por mi parte. - bajó la mirada, sintiéndose muy culpable por aquello. No quería que pensase que pasaba de él. - Axel vino a mi casa y estuvimos hablando. 


El cuerpo del moreno se tensó, su garganta tragó saliva y continuaron en silencio, girando en una parte del bosque que casi dejaba entrever el final del camino hacia la parte elevada que estaban buscando. Light esperó alguna contestación por parte del chico, pero Lawliet se mantuvo callado hasta que llegaron al claro. 


-Es aquí. - Near miró hacia los lados, contento porque no hubiese gente allí y aún fuese un lugar sin descubrir para el resto de las personas. - Rob, ayúdame con esto. 


Los chicos ayudaron al albino, sacando unos cuantos sacos de dormir que aunque no fuesen a usar, les servirían para resguardarse del frio mientras observaban la lluvia de estrellas. Hasta hicieron una pequeña fogata para iluminar la pequeña zona y mientras Rob y Lawliet se encargaban de preparar la comida que habían llevado, Near se acercó en silencio a Light. 


-¿Te gusta Lawliet?. 


Se quedó paralizado unos segundos, tirando ramitas finas al fuego para avivarlo un poco. 


-Si. Aunque es complicado... 


-No veo ninguna complicación ahí. …l te gusta, y tú le gustas. ¿Tienes algún tipo de problema?. 


Realmente Near le daba un poco de miedo. Aquel chico había endurecido su tono de voz hasta hacerlo casi de piedra, haciendo que se encogiese en el sitio sintiéndose culpable. 


-Aún no tengo las cosas claras. 


Se encogió de hombros por el frio y por la respuesta del castaño, mirando como su novio y Lawliet bromeaban a lo lejos. 


-Light, la vida es muy corta para estar dudando eternamente. Y Lawliet no tiene todo el tiempo del mundo. Hazle un favor y decídete de una vez, es un buen chico. Quizás no es el tío perfecto, ni tiene una imagen correcta a ojos de la gente, pero es sincero y buena persona. Al fin y al cabo, eso es lo importante, lo demás son prejuicios de la sociedad. - frunció el ceño, le había salido un poco el carácter justiciero con aquella última frase, pero no podía evitarlo. 


Dejó al otro boquiabierto, viendo como el albino hacia como si aquella conversación no hubiese existido cuando sus amigos se acercaron de nuevo. Rob le sujetó la cintura, besando sus labios unos segundos y haciendo que Lawliet se burlase cariñosamente de ellos. 


-Light, ¿nos acomodamos ya?. - le señaló los sacos, dispuestos en la mejor zona de la montaña bajo las estrellas. La noche ya había comenzado a caer por lo que no tardaría en verse el resplandor de las lucecitas del cielo. 


Asintió y se metió en uno de los sacos junto a Lawliet, tumbándose y tomando aire para cerrar los ojos. La tranquilidad del lugar y el silencio le relajaron por completo. Intentaba no pensar en las palabras del albino, que ahora estaba entretenido en hacerse arrumacos con su “marido” a unos metros de distancia. Suficientemente cerca como para verse pero bien alejados para no interferir en ningún momento privado o alguna conversación de dos. 


-¿Que ha pasado entonces con Axel?. - la voz del moreno le sonó algo triste, decaída. Como si aquella pregunta fuese algo inevitable. 


-Me ha... me ha pedido perdón, quiere que volvamos... - desvió la mirada, sintiéndose de repente atrapado en aquel saco junto a Lawliet. La incomodidad y el silencio caían con un gran peso sobre él. - Parecía arrepentido de verdad. 


Pasaron largos minutos callados, viendo como las estrellas comenzaban a verse en el cielo, deslumbrantes y silenciosas, moviéndose algunas fugazmente de un lado a otro. Light se sobresaltó levemente cuando notó la mano del moreno meterse dentro del saco, cogiendo la suya con firmeza y acariciando sus dedos. 


-Me gustas mucho Light. Creo que ya lo sabes. - sonrió tristemente, abatido. - Yo no soy perfecto, no me considero guapo, ni tengo un cuerpo atractivo para todo el mundo. Pero podría hacerte feliz, ¿Sabes?. Realmente... quiero ser tu novio, Light. 


El castaño casi sintió que se quedaba sin aire en aquel momento. Sus mejillas ardían, y su mirada se centró en los ojos negros que brillaban por la luz de las estrellas. El perfil de Lawliet no era perfecto, ni tampoco su presencia era correcta en cuanto a físico se refería. ¡Y vaya que le ponía en vergüenza a menudo con sus gestos!. Pero tenia algo que Axel había perdido hacia mucho tiempo, la capacidad de hacerle sentir que estaba vivo, que la vida era para disfrutarla deshaciéndose de la timidez y las inseguridades diarias. ¿Era eso lo que necesitaba?. Se pegó a él, ladeándose para mirarle sin dejar de acariciar sus dedos. 


-¿Cuál es la número diez?. 


El moreno se ladeó también, acariciando los mechones castaños que tapaban un poco aquella frente perfecta de su rostro. Light suspiró muy levemente, cerrando un par de segundos los ojos hacia el contacto, le hacia cosquillas y se sentía seguro y querido. 


-Enamorarme. 


Tragó saliva, sus mejillas ruborizadas hasta las orejas y el corazón palpitando con fuerza. Así que esa era la última cosa de su lista, algo que el moreno consideraba realmente importante. Bajó la mirada, relamiéndose nervioso el labio. 


-¿Y...y te he...ayudado con eso al final?... - deseaba escuchar un si, un si rotundo que le hiciese tener aún mas ganas de fundirse en su cuerpo. Porque aquel temblor nervioso y esa emoción, solo el moreno era capaz de provocarlo. 


La sonrisa de Lawliet le pareció perfecta, en aquel momento todo encajaba, hasta sus piernas semi enlazadas por debajo de la tela del saco. Despacio, Lawliet se pegó a él, rozando sus labios de forma muy suave. 


-Aham... me has ayudado mucho... ciertamente, estoy en un 90% enamorado de ti. 


-¿Por qué no el 100%? - que molesto, se sentía infantil por enfadarse un poco por aquello. 


-Eso solo llegará a completarse si accedes a ser mi novio. - sonrió de forma inocente, con el pulgar rozándose el labio. 


-Esto es chantaje, ¿Lo sabias? - arqueó la ceja, sonriendo divertido. Los brazos de Lawliet rodeando su cuerpo y aferrándolo a él, hicieron brincar su corazón. Cerró los ojos, con la palma de las manos en su espalda y hundiendo la cara en la curvatura de su cuello. - Yo... está bien, quiero ser tu novio. 


Pensó que se sentiría raro al decir aquello, pero ocurrió lo contrario. Por primera vez en su vida no le importó pensar en las opiniones de los demás, ni pensar en el futuro. Simplemente el momento era perfecto y el presente con Lawliet, fue algo que se presentó de improvisto, como aquel día en el que el moreno se sentó frente a él en la cafetería. Apretó el abrazo, correspondiendo a un beso hambriento por parte del otro, que había estado deseando volver a besarle desde aquel último día en el que se vieron. Ladeó un poco el cuello para dejarle libertad, cerrando los ojos al sentir su suave roce. 


-Elle... - miró sonrojado a Near y Rob a lo lejos, ambos sentados mirando las estrellas del cielo. Se puso nervioso al sentir los dedos de su novio acariciándole la parte baja de la espalda. 


-Lo siento, es que hueles tan jodidamente bien a vainilla... - le hizo sonreír por las cosquillas en la clavícula. - ¿Te has puesto siempre ese perfume?. 


Miró hacia abajo, avergonzado, negando con la cabeza. La verdad es que comenzó a usarlo para agradar a Lawliet, sintiéndose orgulloso por haberlo conseguido. 


-¿Te gusta entonces?... 


-Me gusta todo de ti. - ahora si. Juntó sus labios con gula a los de Light, comiéndole la boca ansiado y dominando a la perfección aquel beso húmedo entre ambos. Hizo jadear al castaño, que se removió para rozarse mas contra él a pesar de sentirse algo cohibido por no estar totalmente a solas. 


Estar junto al moreno le hizo sentir paz y armonía, una felicidad nueva que desconocía hasta aquel momento. Tenia miedo, sobretodo por pensar en lo que haría Axel si se enteraba de todo aquello. Tenia que ser fuerte y tener el valor suficiente para dejarle las cosas claras al rubio en cuanto pudiese. No quería que por él, lo que acababa de iniciar con Lawliet se estropease. Tampoco sabia como iría aquella nueva relación pero la verdad es que el calor del moreno le colmaba de satisfacción, amoldándose junto a él y sin soltar sus manos enlazadas.


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