Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

10 cosas por hacer antes de morir. por LaGataenelTejado

[Reviews - 110]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Espero que les guste el nuevo capítulo ^^ como dije, no sé que dias ni que ritmo tendrán las actualizaciones, pero iré subiendo conforme tenga capítulos terminados :)

¡Gracias por todas las lecturas!

Capítulo 2. Te propongo un reto.

 

Light terminó de tomar apuntes sin dejar de mirar la pizarra del aula. Estaba sentado en la parte al fondo de la clase, ya que había cambiado su asiento en cuanto el idiota de su ex novio comenzó a aparecer públicamente con el maldito Steve. Había tenido que soportar preguntas incómodas de conocidos y amigos que querían saber con exactitud que había pasado para que una pareja tan bonita como ellos hubiese roto. Y Light, sentía que cada día se hundía mas en un fango del que le iba a costar mucho trabajo salir. Ya no tenia tan claro que su ex novio volviese a sus brazos rápidamente. 

 

La semana había pasado muy, muy lentamente, dando paso al fin a un viernes que presagiaba al menos un cambio en su rutina. Mentiría si dijese que no se sentía nervioso por haber quedado con Lawliet por la tarde, dado que él no solía hacer esas cosas. Era un chico que planeaba todo con detalle y por supuesto, solo se juntaba con gente de confianza o afines a él mismo. Por eso aquel día los nervios le estaban pasando factura. 

 

Cuando el timbre de la última clase resonó fuerte en el aula, esperó a que la gente se levantase para fundirse en la multitud, quizás intentando evitar el mirar de reojo como Axel y Steve compartían un par de besuqueos y charlas animadas con los demás. Light se sintió tan mal que tuvo ganas de salir a vomitar, sin creerse que su ex novio se comportase como si su relación jamás hubiese existido. ¿Después de dos años era así como iba a terminar todo?. Se planteó muchas cosas, entre ellas que quizás el sexo hubiese sido fingido o que no era tan buen chico como él creía. A lo mejor había sido su culpa, por acomodarse a algo y pensar que seria eterno. 

 

Rápidamente y con las náuseas en la garganta, salió de clase y caminó con prisa hasta el exterior del edificio, sintiendo que se ahogaba. Se dejó caer en uno de los bancos cercanos, sentándose y tapándose el rostro con las manos muy agobiado. Su autoestima se había ido perdiendo aquellos días desde la ruptura en la cafetería, y sus ánimos realmente estaban hechos pedazos. Estuvo apunto de llamar a Lawliet para cancelar la salida de la tarde, porque solo tenia ganas de hundirse en su cama y desaparecer del mapa. Ni si quiera había ido al edificio de Axel a recoger sus cosas, todas recuerdos de su relación rota. 

 

Sus padres le ayudaban económicamente cada mes para que pudiese seguir estudiando en Inglaterra, tan solo porque después de tanto tiempo, se habían dado cuenta de las maravillosas calificaciones que solía sacar al final de cada trimestre. No podía decirles que lo había dejado con su novio, ya no solo por no querer darles la razón si no porque temía el tener que regresar a Japón si se enteraban. Estaba muy agobiado por la situación. 

 

Decidió ir a casa, ver la televisión, almorzar y dormir hasta que fuese la hora de la cita. Al menos así evitaba pensar en todo lo que se le venia encima, en el dolor que sentía y que ahora parecía que jamás desaparecería. 

 

--o0o-- 

 

Near ayudó a Lawliet con el último cuadro que faltaba por colocar. Se sacudió las manos y suspiró, mirando el reloj de pared del museo y después como su madre iba de un lado a otro mandando a los encargados y gritándoles lo inútiles que eran. 

 

-Tu madre es genial, siempre está vociferando palabrotas. - Elle sonrió y caminó con Near hasta la barra que había a un lado, donde dentro de un rato comenzarían a colocar bebidas y comida. 

 

-Si, está loca. Ya lo sabes. - se sentó en uno de los altos taburetes, moviendo un poco los dedos y mirando a su alrededor la disposición de las fotografías. - Que pasada de fotos has traído. 

 

-Gracias, espero que no asusten mucho a los visitantes. - sonrió, pensando en Light. Esperaba que el castaño apareciese y que no fuese de los que saldrían corriendo por la locura fotográfica que había montado. 

 

Se sacó del bolsillo un pastelillo de chocolate y tras quitarle el plástico se lo echó a la boca, gimoteando con gusto y escuchando la risita de su amigo. 

 

-¿Por que siempre parece que te estás comiendo una polla cuando haces eso?.

 

-Porque el azúcar me pone a cien. Ya lo sabes, demasiado para mi. - se echó a reír, limpiándose los dedos y los labios con un pañuelo.

 

-¿Al final va a venir el tío ese de la cafetería?. 

 

-Espero que si. 

 

Near arqueó la ceja, cruzándose de brazos. Le resultaba extraño porque su amigo jamás se había sentido atraído por alguien como el castaño, tan “normal”. 

 

-¿Es alguna cosa rara de tu lista?. Porque siendo así... 

 

-Quizás. - por inercia, se palpó el bolsillo, notando el pequeñísimo bloc de notas que siempre le acompañaba. En él, tenia una lista de 10 cosas por hacer antes de morir que llevaba escrita desde antes de la adolescencia. 

 

Near negó con la cabeza, apoyando aburrido la barbilla en la palma de su mano, con el brazo flexionado sobre la barra. No le gustaba sacar el tema de la maldita lista de Lawliet, porque eso solo le traía recuerdos amargos de las veces que había estado ingresado en el hospital. 

 

-Deberías quemar esa lista, es absurda. No vas a morirte. 

 

-Se suponía que iba a palmar a los diez años y después a los quince, y ahora tengo veintiuno y sigo vivo. ¿Crees que los médicos me están engañando?. - rió, sabiendo la improbabilidad de aquello. Su corazón era débil y lo sabia, por eso tenia que atiborrarse de medicamentos y tomó la decisión de hacer lo que realmente deseaba en la vida, antes de que fuese muy tarde. 

 

-Hablar de la muerte me deprime. - Near se bajó del taburete y se sacudió el pantalón, viendo como su madre les hacia gestos para que se acercasen y terminaran de ayudarla con los preparativos. 

 

Lawliet le dio la razón, sonriendo un poco cuando caminó detrás de su amigo. Se sentía orgulloso de haber podido tachar unas cuantas cosas de su lista, y estaba seguro de que Light quizás pudiese cumplir la número diez, una que consideraba muy importante antes de morir.

 

--o0o--

 

Caminó indeciso de un lado a otro de la acera, paseándose por la puerta de entrada de aquel museo fotográfico en Candem. Miró el reloj, suspirando y nervioso, sintiéndose como un extraño que no debería estar allí. 

 

Light se apartó el cabello de la cara, haciendo inevitablemente un mueca de asco por su propio sudor. Un efecto del nerviosismo exagerado al que estaba sometido desde aquel día que había decidido telefonear al moreno. 

 

Tomó aire, notando sus pulmones llenarse rápidamente y después dejó que unas cuantas personas entrasen antes que él. Los siguió y su curiosidad fue mas fuerte que el estado en el que se encontraba, al ver maravillado la exposición fotográfica que se encontraba frente a sus ojos. La disposición del lugar le pareció muy acertada, las luces que cambiaban de tonalidad tenue y relajante para pasar a un rojo intenso que contrastaba perfectamente bien con aquellas obras visuales que estaban firmadas por “L”. Un juego de palabras que a Light le causó una sonrisa sincera y divertida. 

 

Caminó entre varias personas, sin dejar de mirar los cuadros y deteniéndose en uno en concreto. Elle se había retratado a si mismo, con varios desenfoques que centraban la atención del espectador en su rostro perfilado y su torso desnudo. Ignorando a primera vista, el color rojo salpicado en las paredes, la oscuridad que lo envolvía o las luces desordenadas que se amontonaban en la pared del fondo. Light no entendía mucho de fotografía, pero lo que aquella imagen le transmitió le hizo acercar los dedos de la mano, rozando la superficie del cristal embelesado por aquello. 

 

-No deberías tocar los cuadros o te echarán del museo. 

 

El castaño se sobresaltó un poco, tragando saliva y mirando a Lawliet, que a su lado, sonreía con suavidad mirando también el cuadro. 

 

-Lo...lo siento...yo... 

 

-Está bien Light. Solo era una broma. - le sonreía bastante contento, alegre porque hubiese decidido finalmente ir a su cita. 

 

Caminaron juntos y en silencio, observando las fotografías expuestas mientras Elle se tomaba un refresco que había cogido de la barra libre. Miró un poco a Light, fijándose en lo guapo que se había puesto con aquella camisa color claro y unos vaqueros muy cuidados. Él sin embargo iba con una camiseta ancha y unos pantalones un poco viejos. 

 

-¿Estás mejor?. 

 

Light se detuvo en seco, apretando los puños nervioso y mirando hacia otro lado. No estaba mejor, incluso pensaba que la ansiedad y la tristeza que sentía por culpa de su ex novio, iban a ser algo normal en su vida a partir de ahora. 

 

-Pues no mucho, la verdad. 

 

-Ven conmigo. - Lawliet le agarró la muñeca a Light, tirando de él con facilidad porque el castaño se había quedado un poco atontado por aquella acción, sin reaccionar y dejándose llevar hacia donde fuese que el moreno se dirigía. 

 

La mano de Elle era fría, pero no por eso era una molestia. Al contrario, la forma suave que tuvo de aferrar sus delgados dedos alrededor de la piel le provocó una sensación de cosquilleo y tranquilidad que hacia semanas que no sentía. Incluso las veces que había estado aquel último mes con Axel, no sentía ese cariño. Y eso era raro, mucho, sobretodo si venia de un completo desconocido. Uno que asistía a su propia exposición con vaqueros desgastados y una camiseta simple.

 

Se sentaron en unos bancos de mármol negro que tenían forma rectangular, alejados del paso de la gente y pegados a la pared mas cercana, la cual servia de apoyo para la espalda. Lawliet dejó el refresco ya vacío a un lado, poniéndose de cuclillas, algo que hizo que Light le mirase de reojo con una ceja arqueada.

 

-¿Por que te sientas así?. 

 

-¿Y por que no?. 

 

-Porque es raro, ¿Lo sabias?. - se cruzó de brazos, un poco enfadado porque aquella actitud despreocupada lo ponía histérico. - La gente nos está mirando... - desvió los ojos cuando una pareja de personas mayores los miró ofendidos por el poco descaro de Lawliet. 

 

-¿Les conoces?. 

 

-No. 

 

-Entonces... ¿Que mas te da?. Vamos, tienes que aprender a no darle importancia a las opiniones de los demás. 

 

Light miró un poco hacia el suelo, pensando en aquello. Esa era una frase que había escuchado repetidas veces aquellos últimos meses, porque Axel le decía lo mismo. Además él lo sabia, sabia que se sentía cohibido por lo que la gente pudiese pensar sobre él o su forma de comportarse en público. A veces quería hacer cosas, como reírse a carcajadas cuando le apetecía o comerse a besos a su pareja delante de la gente. La parte asustadiza de su cabeza se lo impedía, convenciéndolo de que eso era un escándalo y que ser elegante y callado era lo que la sociedad consideraba normal. 

 

-¿Que edad tienes?. - Lawliet le miró, con el pulgar en los labios y los ojos muy abiertos, prestándole total atención. 

 

-Veinte. - Light se sonrojó en demasía, sintiéndose avergonzado por aquello. La mirada del moreno clavada en su rostro le acongojaba, sobretodo porque no podía dejar de mirar el vacío oscuro que tenia en el color de sus ojos. Como las ojeras tan sumamente marcadas. 

 

-Es triste que sufras tanto por una persona si solo tienes veinte años. 

 

-¿Has estado enamorado alguna vez? - se cruzó de brazos, enfadado, furioso porque Lawliet no tenia ningún derecho a decirle esas cosas cuando apenas se conocían. 

 

-Pues la verdad... no. Creo que no. 

 

-Entonces no tienes derecho a decirme esto. 

 

Los dedos de Lawliet agarrando la nariz de Light le hicieron parpadear graciosamente varias veces seguidas, mirándolo con algo de pavor y tragando saliva. El moreno sonrió y apretó su nariz unos segundos, soltándolo después. 

 

-Tienes razón. Perdona, solo quería animarte, pero no soy demasiado bueno en temas amorosos. 

 

Light se rascó distraído la nariz, aún sintiendo el roce de los dedos del muchacho en su piel. 

 

-¿Por que me has invitado hoy?. - apretó los puños, nervioso y sintiendo la boca tan seca como un desierto caluroso.

 

Lawliet le miró unos segundos, sonriéndole. No le dio tiempo de reacción cuando acercó sus labios a los de Light y le rozó con ellos superficialmente, de forma casta y fugaz.

 

-Porque me gustas. 

 

La cara de Light pasó por varias tonalidades de color hasta quedarse en un tono ruborizado y sonrojado, uno bastante tierno a los ojos de Elle. 

 

-Lo siento, a lo mejor te ha sentado mal que te lo diga. - distraído, Lawliet se sacó un par de caramelos del bolsillo, ofreciéndole uno a Light y echándose a la boca el otro. 

 

Light apretaba los puños, nervioso, aflojándolos y notando como el latido de su corazón se adueñaba hasta de su garganta. Estaba avergonzado porque sus orejas estaban calientes debido al rubor de la vergüenza, además, ver al moreno con el pulgar en los labios y mirando hacia el frente le ponía mas nervioso todavía. 

 

-Pues tú a mi no me gustas. - enseguida carraspeó la garganta, ¿había sonado muy borde? Seguramente si, pero lo de Axel era reciente y Lawliet realmente, no era el tipo de chico en el que se solía fijar. - Lo siento, no quería sonar así... 

 

La sonrisa del moreno le hizo fruncir el ceño, mirando hacia otro lado hasta ver como Lawliet se ponía en pie y se metía las manos en los bolsillos. Encorvado y mirándolo curioso, se rascó el tobillo con el pie. 

 

-¿Quieres que vayamos a tomar algo?. 

 

¿Es que no lo había escuchado? Acababa de rechazarle y aquel muchacho seguía sonriendo, quitándole importancia al asunto. Se puso en pie y se mordió nervioso la piel del labio inferior, siguiendo a Lawliet cuando le dedicó una última sonrisa antes de echar a caminar juntos fuera del museo. 

 

Se resguardaron de la lluvia en una pizzeria cercana de la zona, ocupando la mesa mas alejada de la entrada. Aunque Light mayormente se dedicó a caminar en silencio mientras seguía al moreno, sentándose donde él escogió y mirando hacia otro lado cuando adoptó su ya mas que conocida postura acuclillada para acomodarse. No se acostumbraba a eso, y aun le avergonzaba que se comportase así con él. Lawliet le miró unos segundos, siendo consciente de su malestar. 

 

-¿Quieres que me siente correctamente?. ¿Te incomoda?. 

 

-¿Te importaría...? - casi suspira aliviado cuando vio como negaba con la cabeza y se sentaba como una persona normal en el asiento mullido de cuero negro.

 

La camarera les tomó nota y aunque se mantuvieron varios minutos en silencio, Light se rascó agobiado la nuca, sintiéndose aún algo mal por su contestación en el museo.

 

-Siento lo de antes. Pero acabo de cortar con mi novio y... 

 

-No te disculpes, Light. - la sonrisa de Lawliet, le erizó el vello de los brazos. - No tienes que ser políticamente correcto con todo, ¿sabes?. - sonrió al ver como la camarera les llevaba las bebidas, un refresco para Light y un batido doble de chocolate con nata para él. 

 

El castaño frunció el ceño al ver como Lawliet recogía con el dedo la nata que adornaba el batido, llevándoselo a la boca y lamiéndolo un par de segundos. Tragó saliva, nervioso, y sin saber si eso le sentaba mal por la falta de educación o le hacia sentir otras cosas. Lo que si supo, fue que tuvo que desabrocharse dos botones superiores de la camisa que llevaba por el inminente calor que recorrió su cuerpo.

 

-¿Qué estás estudiando?. - Lawliet jugaba distraído con la cucharilla, destruyendo la forma de la montaña de nata y mezclándola con el chocolate. 

 

-Derecho. - le dio un sorbo a su refresco, sintiéndose mal por haber mirado a su alrededor con miedo de que alguien viese el comportamiento del moreno. Él no quería que pensasen que era como Lawliet. 

 

-Vaya... ¿Y eso no es aburrido?. - tamborileó los dedos sobre la mesa, sonriéndole de medio lado. - Tu ex novio, ¿también estudia eso?. 

 

-¿Podemos dejar de hablar de Axel?. Es incómodo, apenas te conozco. - tuvo que bajar mas la voz cuando la camarera les llevó una ensalada para él y una pizza de queso para el moreno. Esperó que la chica se alejase, la cual se iba sonriendo divertida por ver el sonrojo de Light. 

 

-¿Sabes que cuando algo duele, lo mejor es tratarlo desde dentro?. Si hablas de tu ex novio, te acostumbrarás a escuchar su nombre y llegará un momento en el que tu cerebro dejará de asociarlo con las cosas importantes. Y eso está demostrado en un 85%. - se echó a la boca un mordisco del trozo de pizza, gimoteando un poco. De la comida salada, era sin duda su favorita. 

 

-Lo olvidaba, tú y tus porcentajes sobre la vida. - algo enfadado, aliñó la ensalada, dejando a un lado el sobre de salsa que llevaba. No quería cargar su comida mas de lo necesario. 

 

Lawliet sonrió mientras comía distraído, charlando con Light de vez en cuando. Aunque mas bien era el castaño quien se cerraba a la hora de contestar o hablar sobre temas mas triviales. El moreno no se ofendió, porque no solía hacerlo. No perdía el tiempo enfadado con la vida ni con las personas, no merecía la pena. Y Light le había gustado desde que lo vio en la cafetería, aun sabiendo que el castaño jamás se fijaría en un chico como él. 

 

-¿Y vives solo o estás en alguna residencia?. 

 

-Ah, vivo solo, en un piso de alquiler. Mis padres me ayudan un poco cada mes y yo de vez en cuando trabajo de becario en un bufete de abogados. No gano mucho, pero me da lo suficiente como para sobrevivir. - sonrió, evitando suspirar. Recordaba cuando Axel le recogía en el trabajo y se besaban en el ascensor y el aparcamiento, cuando aún estaban enamorados. 

 

-Yo vivo en una residencia de estudiantes, junto a un amigo con el que comparto dormitorio. Mi beca me ayuda a cubrir gastos por las calificaciones. 

 

Light le miró con curiosidad, fijándose sin querer en el trocito de queso que se le había quedado en el labio inferior, ese con el que lo había besado en el museo... Se apartó agobiado el pelo de la frente y pinchó con el tenedor un poco de ensalada. 

 

-Imagino entonces que tus notas serán bastante altas. ¿Por que elegiste fotografía?. 

 

Lawliet se relamió el labio, llevándose así el trocito de queso y sonriendo. Llamó a la camarera y cuando esta se acercó, él agarró la carta. 

 

-¿Me puede traer otro batido, un gofre doble con chocolate y un par de pastelitos de manzana?. Gracias. - su sonrisa infantil hizo parpadear graciosamente a Light. - Fotografía me gusta, lo de estar en el lugar apropiado en el momento justo para sacar una buena foto. Es una sensación bonita, deberías probar alguna vez. 

 

-No creo que se me de bien, soy nulo en el arte. - se limpió de forma educada con la servilleta, terminándose el refresco y apoyando un brazo en la mesa, viendo como la camarera preparaba en la barra el pedido del moreno. - ¿Como puedes comer tantísima azúcar?. Es malo para la salud, ¿Lo sabias?. 

 

-Light, si nos ponemos exquisitos, todo lo que nos rodea es malo para la salud. Deberías disfrutar un poco de la vida, ya sabes, follarte la vida con gusto. 

 

Se puso rojo, mezclando un enfado repentino con una vergüenza inmediata ante aquella frase. La palabra “follar” sonaba bastante sexy cuando la pronunciaba el moreno. Y no sabia por qué, pero estaba enfadado consigo mismo por sentir esas cosas. 

 

-¿Por que sigues hablando como si me conocieses? Oye, tú no sabes nada de mí ni de como vivo la vida. Así que mejor, cállate. - se cruzó de brazos como un niño, mirando hacia otro lado con aquel rubor en las mejillas que tanta gracia le producía al moreno. 

 

Lawliet se palpó el bolsillo, haciendo hueco en la mesa para lo que había pedido. Cuando la camarera se alejó, el moreno dejó caer su mini bloc de notas sobre la madera, mirando al castaño.

 

-Ábrelo. - le señaló con la cabeza el bloc, y Light lo cogió con algo de desconfianza. 

 

En cuanto lo abrió, una lista de “10 cosas por hacer antes de morir” apareció ante sus ojos. Con curiosidad, se fijó en que algunas estaban tachadas y otras resaltadas en negrita. Le produjo interés la número 10, la cual se reflejaba por medio de interrogaciones, sin ningún texto. 

 

-¿Cual es la número diez?. 

 

La sonrisa de Lawliet le pareció de nuevo algo siniestra, pero enseguida se relajó, sintiendo que se estaba acostumbrando a ella con rapidez. 

 

-Es un secreto, pero es muy importante, ¿Sabes?. Para mi, es la mas complicada de cumplir, por eso no se muestra. Algo tan sumamente esencial es mejor guardarlo para uno mismo, sobretodo si no se tiene la certeza de poder cumplirlo al 100%. 

 

-¿Y a que viene esta tontería? ¿Por que me lo enseñas?. - dejó el bloc sobre la mesa, intentando mostrarse indiferente, aunque por dentro se muriese de ganas por saber la número diez. 

 

-Viene a que te propongo un reto. 

 

Curioso y con algo de temor, Light se cruzó de brazos para mirar fijamente aquellos ojos negros que tanto lo inquietaban. No sabia si sentir miedo, pánico o curiosidad. Se mantuvo en silencio, por lo que Lawliet tomó la iniciativa.

 

-Seamos amigos, Light. Yo te enseño a vivir la vida de otra manera y tú me ayudas con la número diez. ¿Si?. - estiró el brazo, extendiendo la mano ante el castaño. 

 

Tuvo que tragar saliva, tuvo que hacerlo porque sintió que si aceptaba, era como firmar un pacto con el diablo. Uno de profundas ojeras negras y una vergüenza inexistente ante el ridículo. Por su cabeza pasó de nuevo la imagen de Axel, tan correcto y tan... cabronazo. Apretó la mandíbula unos segundos y entonces, esta vez si que estrechó la mano del moreno mirándolo a los ojos. Estaba cansado, agotado mentalmente por la situación sentimental en la que estaba. A lo mejor, tener una amistad con Lawliet le aportaba algo diferente.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).