La brillante luna de plata comenzó a ser cubierta por las nubes, las penumbras parecían más abrazadoras ya que poco lograba verse, y la brisa comenzó a ser fría, extrañamente fría. Pero esto no detuvo a cierto Youkai de largos cabellos plateados.
Sesshomaru detuvo su andar de golpe…
Su nariz captó un tenue aroma…un aroma ya muy conocido para él, tanto así que podía reconocerlo donde fuere.
Su corazón latía apresuradamente, el olor comenzó a hacerse más cercano y por ende más fuerte.
Sus piernas aumentaron los pasos, en unos momentos ya se encontraba corriendo hacia donde sentía aquella presencia.
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El viento meció unos largos cabellos blancos. La minúscula luz de la luna iluminó al ser que se encontraba parado sobre la punta de un árbol.
Aquel sujeto sonrió al notar como cierto Youkai se acercaba a toda velocidad, soltó una risita. Aquello le era tan divertido…nunca había visto a Sesshomaru de esa forma, sus orejas captaban el sonido apresurado de sus pasos y su nariz que no solo captaba el dulce aroma del peliplata, sino que también un tenue deje de desesperación.
-vaya, Sesshomaru…nunca creí que me apreciaras tanto- balbuceó sin borrar esa sonrisa de sus labios enseñando sus blancos y bien alineados colmillos.
Se cruzó de brazos y ensanchó mas su sonrisa al percatarse que estaba más cerca.
-jugaré contigo, SE-SSHO-MA-RU-susurró, con esto dicho de echó para atrás, dejándose caer.
Una vez que hizo esto, dio un giro con suma elegancia cayendo de pie, y sin mirar hacia atrás comenzó a correr del lado contrario, alejándose de quien es su medio hermano.
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-¡¿Pero qué Demonios?!- exclamó Sesshomaru.
El aroma se estaba haciendo más débil, eso significa que se alejaba.
-“NO, no quiero que se aleje”- pensó un poco desesperado.
Sus piernas aumentaron más la velocidad, aunque parezca imposible…se estaba agotando, Sesshomaru sabía que si no corría con todo lo que sus pernas le daban o se detenía perderá el rastro que con tanto esfuerzo había logrado captar.
El peliplata comenzó a adentrarse al espeso bosque que había frente a él, donde aun pudo sentir aquel olor, mismo que desaparece rápido.
Era como si alguien estuviese jugando con él, burlándose…
Entonces fue cuando lo sintió, el aroma se sintió mas fuerte… y una extraña aura lo desconcertó, el aura no pertenecía a la de Inuyasha, se le parecía pero era diferente.
¿qué estaba pasando?...
Más parecía como aquellas pesadillas en las cuales no podía atrapar a su idiota Hanyou…pero ahora algo había cambiado.
Dejó de correr y paró en seco, giró su cabeza observando a los lados, el aroma no desapareció y la presencia de quien aquel embriagador aroma se había detenido.
- ¿un youkai?- susurró, todo era demasiado confuso en ese momento, estaba totalmente seguro que al que perseguía y estaba oculto en ese bosque tan oscuro era Inuyasha, pero al mismo tiempo la desconocía, la presencia no era de un hanyou, sino un youkai…que incluso podía jugar que su misma presencia le era intimidante, pero no lo demostraría.
El aroma volvió a alejarse, eso ya lo estaba hartando ¿qué pretendía con ese estúpido juego?...
Pero como un idiota, Sesshomaru comenzó a correr nuevamente tras aquel, aunque ahora ya no sabía por qué lo hacía…
Tal vez por curiosidad…o porque muy en el fondo, a pesar de la confusa situación sabía que era su amado hibrido….aunque ahora, ya no fuera un hibrido.
El rastro lo estaba perdiendo rápidamente, pero aun así se negaba a dejarlo ir.
-No hay duda…es un Youkai- Susurro quedamente y de eso estaba más que convencido y es que debía serlo, para moverse a esa velocidad, pero aun así y según él, era más rápido y pronto le daría alcance, no por nada es el mejor Youkai en las tierras del oeste, quien sabe tal vez sea el mejor en todas las demás tierras, pero eso era lo que menos importaba en estos momentos, el olor ahora es más fuerte. Tal como lo pensó, le había dado alcance.
Aunque tal vez no se haya dado cuenta que el juego a penas estaba comenzando en esos instantes…
¿Quién lo diría el gran Sesshomaru corriendo tras aquel aroma?
Tanto significaba el encontrar al dueño de aquel aroma que tanto conocía y al mismo tiempo le era extraño…?
Todo estaba tan oscuro que no pudo distinguir quién era, pero una cosa era segura, su olor ahora es sofocante, tanto así que nublaba sus sentidos y quemaba cualquier razonamiento que pudo llegar a tener en esos momentos.
Se acercó… sus ojos podían ver claramente en aquella oscuridad…
Con la inmensa oscuridad no había mucho que se pudiera hacer, el peliplata casi se encontraba perdido, escuchando como los pasos se movían alrededor como si de un depredador que acecha a su presa se tratase,
El miedo de a poco comenzaba a invadirlo, tanto que hasta enojo le causaba.
No importaba donde olfateara, todo el lugar tenia aquel aroma… no importaba donde se viera, por más loco que sonara no lograba distinguir muy bien en la oscuridad como hace unos momentos. Algo lo estaba bloqueando.
No podía, ni tampoco hallaba respuesta de quien podía ser el extraño que estaba allí, su interior le gritaba que era él, el hanyou, que se trataba de su estúpido medio hermano Inuyasha…pero por otra parte…llegaba a desconocer dicha presencia, tanto que el temor y la curiosidad por saber de quién se trataba lo carcomían desde el interior.
Entonces fue allí en que Sesshomaru notó como la presencia de aquel sujeto que lo había retenido en un odioso juego saltaba sobre él.
Por el impulso que el contrario usó, Sesshomaru perdió el equilibrio y cayó al césped.
-agh- fue el quejido que salió de los finos labios del peliplata al sentir como su espalda chocaba contra el duro suelo.
El peso de quien lo había tirado lo podía sentir.
Sesshomaru no se movió, no entendía la razón pero simplemente sentía su cuerpo como si estuviese adormecido.
El olor estuvo latente en sus fosas.
Sus dorados ojos se abrieron de par en par… pudo sentir como aquel que se encontraba sobre él acercó su nariz y la pasó por su cuello.
Su captor sin dudarlo empezó a lamer la piel del Youkai de vestimenta blanca, lamidas cortas que permitían a la boca ajena deleitarse con el sabor tan adictivo.
Sesshomaru se removió al sentir la humedad de la lengua ajena sobre la piel de su cuello, por extraño que parezca no le era desagradable, después de todo su cuerpo reconoció desde antes lo que su mente no.
-Delicioso....- escuchó hablar…
El seño de Sesshomaru se frunció, aquella voz le era tan conocida, pero tal vez se debía a que se encontraba en una situación en la que el era la presa, sumado a eso el hecho de que odiaba tanto aquello que no reconoció la voz del contrario.
Pero había algo extraño, su captor era aun más fuerza que no podía quitárselo, por absurdo que aquello sonara…. O tal vez era su cuerpo quien ya se había dejado caer a merced del que lo tenia a bajo suyo.
El sujeto que apresaba al peliplata puedo sentir como se estremecía ligeramente por este sutil roce que le brindaba, tan divertido que le daba ganas de reir, más se contuvo.
Lentamente colocó sus manos alrededor de sus costados y para sorpresa de Sesshomaru, aquel sujeto apresó sus labios con los suyos.
-mngh- fue la acallada voz del peliplata, trató de moverse dispuesto a quitárselo de encima, pero las manos que antes estaban posadas sobre sus caderas subieron rápidamente hasta capturar sus muñecas fuertemente, tanto así que la fuerza empleada hizo que ahogara un quejido.
Entonces fue cuando no pudo soportar estar en una situación tan humillante como esa, a pesar de que prácticamente reconocía al contrario o al menos tenía una idea de quien era… importándole poco o tal vez guiado por su enojo del momento.
Pateó al que era su captor en el estómago mandándolo a que se apartara.
-tks!- masculló el sujeto por el golpe proporcionado, estaría mintiendo si dijera que dicho golpe no había dolido.
El youkai del oeste se pone de pie rápidamente, gruñendo levemente y maldiciendo mentalmente por haberse dejado ver en aquella faceta de sumiso.
Sesshomaru lo mira, o al menos eso intenta, la luz no ayudaba en nada, ya que no existía en esos momentos…
Solo se podía distinguir como la silueta se ponía de pie, sacudiendo sus ropajes.
Sus labios se abrieron mientras mantenía los puños apretados por la rabia, y dijo:
-En qué diablos estas pensando Inuyasha?- aquello fue dicho con rencor y tristeza, incluso llegó a sorprenderse así mismo …¿cómo había dicho?...¿Inuyasha?.
Las nubes dejaron de cubrir a la luna y permitieron que el borque sea iluminado, mostrando a la persona que estaba frente a él. Si, tal cual…y ahora se daba cuenta, frente a él estaba quien era la persona que más amaba y se maldecía por no haberlo notado antes…su mismos instintos le gritaron todo el tiempo que era el hanyou…más los ignoró, la primera vez que no obedece sus instintos y ocurre eso.
Pero eso no quitaba el hecho de lo que acababa de acaecer… y cierta parte de él estaba decepcionado…no tal vez no era eso ¿dolido?...creo que esa es la palabra correcta.
-así que al final te diste cuenta, Sesshomaru- la voz de quien antes fue un hanyou sonó un tanto fría y burlona sorprendiendo al youkai de blanco…
-tks, maldito bastardo…-murmuró, estaba enfadado y perdía a cada momento. No muy común en él…
Es cierto, era demasiado obvio que amaba a Inuyasha…pero…
Lo que ocurrió no era como lo esperaba, siempre deseó estar con él…pero no que ocurriera de esa manera… no así.
Entregarse por amor, no por una estúpida broma…y más cuando sus vírgenes labios fueron profanados burlonamente, estaba enojado...
-oh, vamos, no me digas que te enojaste por algo sin importancia- se burló Inuyasha…haciendo que la rabia del mayor saliera a flote…
¿Sin importancia había dicho?...aunque el enojo era latente, el que su medio hermano dijera que lo que había pasado hace unos minutos no tenia importancia hizo que su corazón se estrujara…había sentido la necesidad de arrancar sus entrañas con sus propias garras pero… ¿a caso le ayudaría en algo?
Suspiró, descontrolarse por cosas así no serviría de mucho.
-dejando estas bromas…-dijo Inuyasha de pronto denotando un tono serio en su voz, no fue hasta ese entonces en que la luz lunar lo ilumino mostrándolo claramente ante los ojos del lord del oeste.
Los cabellos de inuyashas eran más largos y mucho mas blancos, tanto así que eran plateado, sus ojos dorados mostraban sensualidad y ferocidad, al igual que el color, era aun mas hipnotízante, su piel blanca pero no tanto como la de Sesshomaru, y viéndolo con mas detalle sus rasgos eran mas varoniles y se notaba que era un poco mas alto que él.
Estaba sorprendido y no lo negaría…bueno al menos no así mismo, ya que su orgullo llegaba a ser mas fuerte.
Ahora entendía perfectamente, o al menos una parte de lo que había ocurrido… ahora sabia el por qué desconocía un poco esa aura…su medio hermano, aquel bastardo y odioso hanyou…no era más un hanyou…sino un youkai completo…ahora la pregunta que merodeaba su mente en esos instantes era…”¿cómo había ocurrido tal cosa?”.
-Sesshomaru- llamó con voz fuerte pero calmada haciendo que el nombrado fijara su vista pero se mantuviera en silencio.
-me pregunto…¿tu sabes por qué ocurrió algo como esto?- dijo el ex hanyou mientras se ponía de frente a su hermano mayor, para acto seguido acercarse a pasos lentos y elegantes típico en un youkai.
Una vez cerca de Sesshomaru, con su mano izquierda rodeó la cintura del peliplta y lo atrajo más para sí mismo y con su otra mano sujetó delicadamente el mentón del mayor. Sonrió al ver la expresión de sorpresa que no pudo ocultar su orgulloso y “detestable” hermano mayor.
Se acercó un poco a su rostro, pero justo en ese momento, en el que estaba dispuesto a besarlo vió como Sesshomaru frunció el seño y sin previo aviso le estampó un fuerte puñetazo en la cara que lo hizo retroceder.
-tks- masculló cuando dejó ir al peliplata. Llevó sus manos a la mejilla y vio como sesshomaru cerraba sus ojos y lo ignoraba, y luego darle la espalda–deja tus estúpidos juegos o te irá peor, asqueroso Hanyou- amenazó.
Esto causó risa en Inuyasha, para luego hablar :- no es mi culpa. No puedo resistirme a tu aroma de sumiso-
Sesshomaru le dio un pequeño tic y apretó los puños, tal vez era él o la metamorfosis que sufrió el hanyou le había dado el suficiente valor para volverse molesto…o tal vez solo se las estaba cobrando.
-ya dejándome de bromas- dijo serio Inuyasha…Sesshomaru abrió los ojos y escuchó atentamente como el albino se acercaba a pasos lentos a él.
-aunque odie admitir esto…necesito de tu ayuda…Sesshomaru-
Bien, ya habían sido muchas sorpresas por hoy…pero nada se comparaba a esta, su terco hermano menor le estaba pidiendo ayuda. Eso si era algo que jamás esperaría.
-¿por qué debería ayudarte?- preguntó el peliplata en tono serio, debía ocultar su sorpresa, después de todo y como muchas veces lo había recalcado, no estaba en el dejar verse como un débil idiota.
-pmf, por qué yo lo digo-fue la molesta respuesta de Inuyasha. El mayor suspiró y comenzó a avanzar a pasos lentos sin decir nada.
-idiota- dijo en un susurro Inuyasha y comenzó a avanzar siguiendo a Sesshomaru, lo quiera o no, obligaría si es necesario a su hermano mayor a que le diera la ayuda que en esos momentos necesitaba…sentía que con aquel cambio que tuvo…algo traería consigo pues…¿por qué ahora?, ¿no antes o después?. Y si esto tenia que ver con algo relacionado a su padre, Inu Taisho…entonces es algo que también incumbe a Sesshomaru.
-deja de seguirme- habló el mayor.
-no puedes darme ordenes – contestó el de traje rojo.
Silencio nuevamente…
Poco a poco amanecía, se podía ver como el sol de a poco hacia acto de presencia, aun hacia un poco de frío.
De pronto el del traje rojo paró de golpe, aquello captó la atención del mayor quien se volteó encontrándose así con Inuyasha viendo a un punto en el bosque, entre los arboles manteniendo el seño fruncido.
-y ahora qué?- hablo Sesshomaru calmadamente.
-pmf- fue lo único que salió de los labios del menor, ignorando al del kimono blanco comenzó a caminar.
-“esto no me gusta”-pensó Inuyasha con el seño fruncido y mueca seria.
CONTINUARÁ…