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Necesidad por Yeta

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Notas del capitulo:

Ligeros... no, bueno, si, SPOILERS de las peliculas XD

 

─Bien, creo que eso es todo─ sonrió Pepper asintiendo con la cabeza satisfecha por como Tony había prestado atención en la junta y terminado todo el papeleo que ella le entregó el día anterior sin que necesitara ser regañado o perseguido.

Hace tiempo que había dejado de ser su asistente personal, pero igualmente la costumbre de perseguirlo como si se tratara de un niño era algo que tenía incorporado en su cabeza. Aunque las cosas verdaderamente cambiaron cuando decidieron terminar su relación, ella había estado muy dolida luego del rompimiento ya que a pesar de ser la que entabló la conversación sin dejar ninguna posibilidad de retorno entre ellos a ese ámbito turbulento de pareja… seguía amando a Tony, su cariño por él no se esfumaría.

Tardó en volver a sus funciones en la empresa, sus vacaciones acumuladas sirvieron para ayudarla a pensar si lo que hacía estaba bien. Era realmente consiente de cómo influía en la vida de Tony, pero no podían seguir así. Estaba importante en su vida, si, pero ya no era suficiente… no era la prioridad en sus pensamientos.

Casi sufrió un ataque de pánico al volver y enterarse de la pelea de Rhodes con Tony, no esperaba esa reacción en su amigo. Ella era la que ponía el grito en el cielo y le reprochaba los malos hábitos a Stark para que recapacitara, mientras que Rhodes le aconsejaba con imperturbabilidad e influía meramente en él sin llegar al extremo de perder la paciencia. Esperaba encontrarse con el peor de los escenarios, al contrario de lo que muchos pensaban Tony era un hombre muy sensible y su ruptura junto con la pelea con su mejor amigo lo derribaría sin duda alguna ya que después de ellos dos solo le quedaba la compañía de la I.A., pero sorpresa la suya al encontrarse con que la empresa no se fue al demonio y que Tony se veía al menos físicamente bien, demostrando que no se ahogó en alcohol como temía y que había logrado arreglar las cosas con Rhodes y tener un nuevo amigo, Banner.

─¿Eso es lo que creo que es?─ Escuchó la voz del castaño llamando su atención, sonriéndole y mirando la mano que sostenía una de las carpetas que acababa de recibir. Observando más específicamente un anillo ─Dos años, Happy se estaba tardando.

La risa sincera hizo que sonriera negando con la cabeza. Su relación con Happy era algo que solo sucedió al romper con Tony, ese hombre era alguien amable que logró hacer que no se sintiera culpable por “abandonar” a Stark sabiendo que podría hacerle daño. La hizo pensar en su futuro, en las metas de tener una familia que había dejado atrás cuando se propuso avanzar en su trabajo y luego cuando notó que eso sería algo imposible junto a Tony.

─No es de compromiso─ se rió mirando el anillo, un regalo que al principio le asustó porque también llegó a la conclusión de Tony al verlo, pero luego se sintió bien al darse cuenta que poco a poco las cosas en su vida avanzaban junto a Happy que sabía bien sus sentimientos aun latentes por su ex a principio de su nueva relación, pero que de a poco estos mismos sentimientos le mostraban que más que por amor, ella había permanecido todo este tiempo con Tony por sentirse responsable de alguna forma de él.

─Que lastima, te verías bien de blanco─ siguió sonriendo mientras salían del despacho, relajados. Sin la incomodidad que los invadió a ambos hace meses luego de la ruptura. Pepper podía ver que el asomo de abatimiento en la mirada contraria cada vez que la felicitaba o hablaban de Happy había desaparecido, ahora era sincera alegría por su nuevo noviazgo lo que reflejaba.

─Lo que digas… Tony, no asististe a la fiesta de Empresas Pim─ recordó que la nueva asistente le había comentado que él declinó la invitación y que siendo una de las representantes tuvo que ir. Aunque lo que más le llamaba la atención era que él casi no asistiera a fiestas y no hubiera noticias suyas en algún bar o saliendo con alguna mujer como antes acostumbraba ─¿Está todo bien?

─Tenía un asunto de Los Vengadores que resolver─ se encogió de hombros restándole importancia mientras ingresaban al ascensor para ir hasta el estacionamiento del edificio ─¿No tienes alguna cita romántica esta noche?

─Bueno, si… Tony─ lo llamó antes de que este subiera a su auto y cuando este lo hizo no pudo evitar mirarlo con detenimiento. Buscando alguna señal de que algo no anduviera bien ─¿Estás bien?

─Pepper─ pronunció su nombre despacio y suspiró antes de mirarla a los ojos ─No tienes que preocuparte por mí, me dejaste y está bien. Entiendo que te fallé, que no pude darte lo que necesitabas, un futuro. Yo… eres importante para mí, siempre lo serás, pero luego de que te fuiste comprendí algo y si te lo digo es porque no te mereces el pensar que de alguna forma lo que me pase a raíz de nuestra fallida relación es responsabilidad tuya.

Y ahí vio la vacilación en sus palabras, como rápidamente la cabeza de Tony pensaba a mil por hora lo que tenía que decir. Las palabras que tenía que utilizar, ejercicio que muy pocas veces hacía antes de hablar.

─Pepper, que yo te amé es un hecho, pero el que te insistiera en que esta relación funcionara fue más por mí y solo por mí. Tenía miedo de no tener a la persona que me hacía ver lo bueno que hay en mí, cosa que no comparto a decir verdad, temía el quedarme solo y volver a lo que era antes. Porque miro hacia atrás y no me gusta nada lo que veo, fue divertido, admito que me divertí más de lo que lo haría una persona promedio en toda su vida pero al hacerlo ignoré todo lo malo que hacia mi empresa y mis creaciones hasta que todo cambió y tú formaste parte de ese cambio. Sé que suena mal, que está mal, pero más que por amor… te retuve por…

─No lo digas─ interrumpió sintiendo un nudo en la garganta, esta charla era la que ella evitó porque en el fondo lo sabía. Ellos no estuvieron juntos solo por amor, sentimiento que si estuvo y sigue presente, fue más por un miedo mutuo a que pasaría si no lo estaban. Algo estúpido si se ponía a analizarlo, pero no podía evitarlo ─Te quiero, Tony. No me pidas que no preocupe por ti, idiota.

─Yo también te quiero, lamento todo lo que te hice pasar y sinceramente deseo que seas feliz─ carraspeó antes de ponerse sus antejos y sonreírle, sonrisa que ella correspondió ─Nos vemos, que te vaya bien en tu cita con Happy.

Pepper observó como el auto se alejaba y suspiró sabiendo que Tony ya le había dado fin a lo que los unía, que estaba superando todos sus temores y siguiendo adelante al igual que ella.

***

El día era asquerosamente hermoso, tenía que admitirlo  mientras viajaba calmado por haber tenido por fin tener esa charla con Pepper, las parejas que aparentemente se unieron para pasearse justo al mismo tiempo que el pasaba y paraba cada vez que tenía el semáforo en rojo para darle una diabetes por lo mimosos y pomposos que eran estos al pasar frente a su auto.

¿Él fue así con Pepper?

No lo recordaba, desde que había comenzado su relación siempre estuvieron entre la tensión de su vida como Iron Man y Tony Stark. Sus momentos a solas si eran agradables, hubo muchas cosas buenas, pero a la vez estaban las discusiones que lograban opacarlas. Pepper lo veía más como al “niño traumado y problemático” al cual cuidar y el la veía como a una especie de niñera.

Y eso sonaba raro a más no poder, haciendo que se riera negando con la cabeza.

─Que estupidez─ murmuró llegando al estacionamiento de la torre Stark. Tardó un momento en bajar, parecía irreal el haber dado fin a algo que fue realmente importante para él.

Señor.

─Dime, J.A.R.V.I.S─ se encaminó al ascensor mientras se aflojaba la corbata.

Hay una orden de detención para el señor Rogers y la señorita Romanoff.

─¡¿Qué?!-─ Gritó abriendo los ojos sorprendido por lo que la I.A había dicho ─¡Llama a Fury de inmediato, ¿Qué demonios pasó?!

El director sufrió un atentado y murió hace unas horasle informó haciendo que Tony se quedara atónito y sin palabras por un momento mientras seguía ascendiendo Señor, ¿debo llamar a alguien más?

─Localiza a Steve─ habló saliendo del ascensor y dirigiéndose al piso donde Bruce se pasaba las horas dedicándose a investigaciones. Aunque paró al verlo concentrado en algunos cálculos, sabia como Natasha y él estaban afianzándose con cada misión o reunió. Tenía que decirle la noticia sin hacer que se alterara, al igual que él estaba a punto de entrar en pánico.

¡Nick Fury estaba muerto y Roger ahora estaba siendo perseguido!

Steve era importante para él, cuando su relación con Pepper se fue al diablo sin saber porqué comenzó una rutina de verse cuando el rubio no estaba en alguna misión y al poco tiempo se hicieron verdaderamente amigos. Hasta que notó los cambios de actitud de Rogers cada vez que se veían, como él le hacía bien y viceversa, su presencia se volvió indispensable.

Y luego sin darse cuenta terminó aceptando la extraña atracción que sintieron, cosa que facilitó de sobremanera el que Steve fuera el primero en dar el paso a ese nuevo hecho en sus vidas. Lograron un equilibrio ente ellos donde mesclaban el placer y la amistad. Steve logró llevar a cabo su consejo de “vivir el momento” siendo ahora feliz y bueno, él también.

Señor, agentes de S.H.I.E.L.D. se encuentran intentando subir.

─Mándalos al diablo─ contestó molesto, esos infelices estaban tras Steve.

Decidió dejar a Bruce para después y se dirigió a su taller. Tenía que calmarse y localizar a Steve antes que todos los que lo buscaban. Pidió la información a la I.A quedando más que furioso por lo que encontró.

Señor, logré interceptar la orden de S.H.I.E.L.D de lanzar un misil a un bunker abandonado de la agencia. Esta acción fue ejecutada hace unas dos horas.

─Dame las coordenadas─ dijo antes de llamar su traje y dirigirse a ese sitio, presintiendo que ese accionar se debía a la presencia de Steve o Nat en ese lugar.

El lugar había sido destruido y sintió que el aire no alcanzaba para sus pulmones cuando su I.A le informó que si, la razón de tal ataque fue porque el Capitán América junto con la Viuda Negra se encontraban ahí. Pero su alma volvió a su cuerpo cuando también le dijo que ellos seguían fugitivos, que habían logrado escapar.

─¿Dónde demonios estás?─ dijo a la nada también cuestionando el porqué Steve no fue por su ayuda, aunque al recordar al grupo que fue a su torre esta mañana pudo deducir que él sabía que irían por él a ese lugar. Que S.H.I.E.L.D estaba perfectamente al tanto de su amistad tan estrecha con Steve.

¿Pero si no tenía ningún escondite al cual recurrir a dónde iría?

Sam Wilson vino a su mente mientras volaba de vuelta a Nueva York. Según lo que Steve le comentó ese tipo era un ex militar y se había vuelo una especie de amigo, ese hombre era la única opción que le quedaba.

No quería desesperarse, realmente necesitaba guardar la calma para cuando resolvieran todo esto y darle un buen puñetazo en la cara Steve por asustarlo como lo estaba asiendo ahora.

Pero como todo en ese día parecía estar fuera de sus manos otra cosa sucedió desviándolo de su camino, la noticia de una pelea en la autopista que involucraba al Capitán y a la Viuda Negra junto con la captura de estos por el equipo de S.T.R.I.K.E. lo hicieron desesperar ya que al intentar llegar al lugar y pedir explicaciones de lo que harían con ellos se encontró con que Steve, Natasha y ese tal Sam habían logrado escapar nuevamente.

¡Y el estúpido de Steve que ni intentó comunicarse con él!

Las horas seguían pasado y no tenía nada, absolutamente nada de la localización de Rogers. Hasta que J.A.R.V.I.S. logró darle un dato reciente asiendo que supiera de que iba todo el asunto del Capi contra S.H.I.E.L.D. al escuchar gracias a la I.A el mensaje que envió Steve a todos los agentes en el Triskelion alertando de los planes de H.Y.D.R.A.

Enterándose de paso de los helicarrier que matarían a medio mundo si no los detenían.

El cómo todo se fue al carajo localizando a Nat junto con Sam y un muy vivo Fury fue una locura, pero lo peor fue el ver a Steve caer de uno de los helicarrier hacia el rio. No pudo alcanzarlo antes de que llegara al agua, pero si pudo sacarlo ya inconsciente.

Esa experiencia logró encabezar el peor susto de su vida al no lograr despertarlo.

Y fue ahí donde se dio cuenta, Steve no era solamente un amigo muy importante con el cual había cruzado la barrera de la amistad para obtener placer. Mientras lo veía luego de ser hospitalizado dormir entendió que sus sentimientos de alguna forma volaron alto sin que lo planeara, amaba a ese anciano y no podía idealizarse viéndolo partir de su lado.

─Te amo, Stevie─ murmuró más para sí mismo que para el rubio inconsciente. Ignorando la televisión del cuarto que mostraba las noticias de la caída de S.H.I.E.L.D. y de cómo los trapos sucios fueron revelados al público.

─¿Todavía nada?─ Escuchó luego de que la puerta se abriera dejando pasar a Sam, casi no había mediado palabras con ese hombre y la verdad no le interesaba. Lo único que quería era que Steve despertara.

─No, ¿y no tienes nada que hacer?─ dijo en un tono que no reveló si era sarcasmo o molestia, quería estar a solas con Steve y ese tipo no dejaba de entrar a cada momento.

¿Qué no fue suficiente el que jugaran a fugitivos que tenía que estar a su lado cuando él se encontraba ahí?

Escuchó una maldición por parte de Sam y se rió poniéndose de pie para voltearse y verlo a la cara.

─A tu izquierda…─ escucharon ambos haciendo que miraran asombrados al dueño de aquella voz.

Steve estaba despierto, viéndolos mientras fruncía el ceño un tanto perdido. Tony suspiró aguantando las ganas de sonreír y besarlo, si, besarlo como solamente lo hacían al estar a solas en aquel departamento que ahora estaba destruido.

***

No hubo mucho que decir cuando Tony se encontró avisando a Steve que viendo que su departamento era inhabitable tendría que vivir en su torre y así de paso sería el primero en enterarse si se le ocurría andar de espía e irse en contra de una organización nuevamente.

Los meses pasaron y la mente de Tony siguió analizando los pro y contra de los sentimiento que habían salido a flote cuando creyó perder al rubio ese día. ¿Era necesario confesarle todo ese descubrimiento a Steve? No era estúpido, sabía que para que el correcto Capitán siguiera teniendo sexo con él, viviendo bajo el mismo techo en cuartos separas y llamándolo amigo debía ser porque habían más sentimientos de los que le revelaba.

Pero las dudas, sus malditos temores, lo invadían. ¿Qué si arruinaba todo como lo hizo con Pepper? Su ruptura con ella le dolió, la pasó mal de verdad y solo pudo sobrellevarlo gracias a sus amigos y a la compañía de Steve… perderlo a él sería algo que no quería experimentar, no soportaría su rechazo.

Lo destruiría… haría cualquier cosa por retenerlo y eso le asustaba. Estaba mal, querer de esa forma a otra persona, con tanta intensidad… lo hacía dudar.

¿Lo amaba o solo lo necesitaba?

─Tony, deberías ir a dormir─ habló justo la persona que se colaba en sus pensamientos casi todo el tiempo. Había perdido otra vez la noción del tiempo en su taller. Steve tenía acceso a todas las instalaciones de la torre y por eso J.A.R.V.I.S. no le informó del ingreso al taller.

─Quédate en mi cuarto─ fue lo que dijo dejando las herramientas y mirándolo seriamente, pensando aun en que debía hacer. Cuando Steve lo miró preocupado por su forma tan rara de actuar le sonrió y le guiñó el ojo para que no lo analizara tanto ─Esta noche duerme conmigo.

No hubo más palabras o charla después de pedirle que pasara la noche en su cuarto. Tony decidió el tomar un baño antes de ir a la cama, donde Steve lo esperaba seguramente ya desnudo por la connotación de la propuesta dada antes.

El agua un poco más caliente de la que acostumbraba usar caía sobre su cuerpo hasta que sintió que su piel ardía en demasía por la temperatura elevada del agua.

No podía dejar de pensar y penar en que haría Steve si el dejaba salir de sus labios que ya no lo veía como un amigo, que no podía solo tener sexo con él y ya… que se había enamorado sin poder evitarlo. Porque el sentimiento estaba muy presente y amenazándolo con destruir su mente cada vez que veía alguna amenaza a su frágil relación que mantenían hace ya dos años.

Ya salido de la ducha se secó su cuerpo frotando la toalla con fuerza, se sentía frustrado. Salió del baño sin llevar nada que tapara su desnudes, después de todo no pretendía hacer algo que necesitara estar vestido.

No requirió palabras para darle a entender a Steve lo que quería esta noche de él. Con el tiempo habían aprendido a entenderse tan solo con sus miradas a la hora del sexo, saber cuándo Steve necesitaba ser el que guiara y cuando no.

La primera vez que dejó que Steve fuera el de arriba fue épico, la torpeza de sus movimientos a pesar que llevaban tiempo teniendo encuentros sexuales y miedo latente en aquellos ojos azules con cada movimiento o al terminar lo hicieron sentir extrañamente querido. Aquella preocupación tan absurda a su parecer por la posibilidad de hacerlo mal y lastimarlo o que no le gustara fue algo que le agradó.

Y ahora esa mirada que le trasmitía confianza y cariño lo hacían estremecer, no quería arruinarlo y que lo mirara de otra forma o que viera con esos ojos a otros...

Sonrió antes de sentarse sobre Steve que se encontraba recostado y esperando lo que vendría. Lo miró desde arriba con extremada calma, odiando no poder apagar su cerebro hasta en esta situación mientras delineaba con las yemas de sus dedos los músculos de los brazos ajenos, llegando hasta su hombro donde siempre dejaba marcas que para el otro día desaparecían y bajando hasta su pecho notando como subía y bajaba impaciente haciendo que su sonrisa se ampliara.

Alcanzó los labios de Steve para darle un corto beso que le indicara que no lo haría esperar más antes de morder su labio inferior y guiñarle el ojo al alejar su rostro. Adorando el tenue sonrojo de éste, que a pesar de no tener ya nada de inocente seguía teniendo esa reacción cada vez que comenzaban a ponerse íntimos.

No quiero que nadie más vea este lado suyo…

Comenzó a esparcir besos y mordidas por aquel pálido cuello haciendo un poco más presión de la que acostumbraba con sus dientes, odiaba que las marcas que dejaba en Steve no duraran mucho tiempo. Lamió todo un camino lento y torturador hasta uno de los pezones sabiendo que la agitada respiración contraria y el movimiento de sus caderas intentando frotarse con su cuerpo le decían que no podía esperar más.

─Estas muy impaciente, Stevie─ se rió al levantar la vista y chocar con la mirada que detonaba excitación, necesidad y deseo a su persona. Esa mirada del rubio debía de ser ilegal.

─O tú estas muy lento─ le sonrió antes de dejar caer nuevamente su cabeza sobre la almohada y colocar sus manos detrás de su cabeza guiñándole el ojo de una manera audaz para alguien que seguía sonrojándose cuando comenzaban a besarse.

─Capi-sexy hace su aparición─ se rió antes de volver a su trabajo en ese esculpido cuerpo con besos y mordidas, bajando lentamente a sabiendas que Steve quería que fuera más rápido y disfrutando su respiración agitada cada vez que hacia presión con sus dientes contra su piel hasta que llegó más abajo y pudo acomodarse mejor entre las piernas de Steve y arrodillarse entre estas para verlo nuevamente.

Sus manos recorrieron el interior de los muslos ajenos sonriendo por notar cuan relajado y dado para él se encontraba en Capi con cada toque de sus manos sobre su piel, con esa mirada caliente y expectante que le propinaba.

Estoy seguro que nadie disfrutó de tu cuerpo como lo hago yo y estoy más que convencido de que no quiero que nadie más lo haga.

Aun con las manos frotando sus muslos se las arregló para separar más sus piernas y descender hasta tener el pene goteando y erecto de Steve frente a su rostro recordándole que el suyo mismo estaba de la misma forma, pero lo ignoró porque deseaba ver a Steve retorciéndose debajo de él.

Con un resoplido al miembro ajeno logró aquel reconocido temblor en el otro pero en vez de concentrarse en ese lugar decidió bajar y comenzar a tantear la entrada de Steve con su lengua logrando que el temblor aumentara.

─¡Tony!-─ jadeó al pronunciar su nombre cuando dejó de tantear el lugar y lamerlo para ingresar su lengua lentamente. La manera en la que rápidamente el cuerpo de Steve aceptaba la intromisión lo hizo hacer que soltara una de las piernas que mantenía separadas para tomar su propio pene y apretar la punta para no venirse antes de tiempo, de repente ya no podía guardar la calma y esperar.

Hizo una última presión con su lengua alzándose para colocarse bien entre sus piernas y estirarse hacia adelante para alcanzar el lubricante que mantenía sobre la mesita junto a la cama para depositar una generosa cantidad sobre su pene y volver a dejarla donde estaba. Suspiró temblorosamente mirando a aquellos ojos azules antes de abalanzarse sobre él y besarlo más desesperado, alejándose y dando un beso rápido a la mandíbula ajena antes de mirar hacia abajo.

Maldijo sin poder evitarlo mientras veía como su pene era bienvenido en el interior de Steve sin mucha resistencia y rodeándolo con esa presión y calidez que tanto le encantaba. No quiso esperar, sabía que ninguno quería esperar más y comenzó a mecerse dentro del cuerpo de Steve de forma pausada hasta que comenzó a aumentar el ritmo cuando las caderas contrarias comenzaron a moverse pidiendo más.

Dejó de mirar el lugar donde ahora estaba unido al rubio para levantar su vista y ver su rostro.

Te quiero solo para mí.

Cerró los ojos perdiéndose en las sensaciones y los sonidos de jadeos y gemidos de ambos mientras sus movimientos se volvían erráticos.

─¡Ah! ¡Por… ahí, sí!─ balbuceó Steve tensando sus músculos dándole a entender que estaba golpeando en su punto dulce haciendo que abriera los ojos y viera el desastre de sensaciones que era el  rubio ahora que se había perdido completamente el placer.

─Date vuelta, gírate─ dijo entre jadeos saliendo de su interior agradecido que a pesar de estar totalmente exitado Steve reaccionara rápido al darse la vuelta y levantar sus caderas a la altura justa para que el ingresara nuevamente sin más preámbulos.

Tony quería alargar el momento, que el placer que ambos sintieran durara más. Se empujaba lentamente cuando se  sentía al límite, sujetando las caderas contrarias fuertemente hasta el punto de enterrar sus uñas. Viendo como llegado a punto  Steve escondía la cabeza en la almohada y su espalda humedecida por el sudor brillaba gracias a la tenue luz de su reactor.

El ritmo de las estocadas se retomó un ritmo constante, rápido y Tony cerró los ojos extasiado cuando lo sintió. Steve se había corrido mientras mordía la almohada, tensando todos sus músculos, pero en especial apretando su pene que se mecía en su interior casi como si intentara exprimirlo.

─¡Oh! ¡Stevie!─ gimió sintiéndose en plenitud cuando empujó por última vez su miembro para venirse, jadeando y sintiendo como el aire no llegaba a llenar sus pulmones, cayendo sobre la espalda sudorosa de Steve que seguía apretando las sabanas como si su vida dependiera de eso.

Pasado un momento, cuando su respiración volvió a un ritmo decente besó el cuello de Steve sabiendo que ya estaba recobrando todos sus sentidos por el leve empujón que hizo con su cadera para indicarle que saliera de su interior.

─Espera un poco─ volvió a besar su cuello sin intención de moverse de donde estaba pronto.

─Las sabanas están pegajosas y tengo que darme un baño…─ insistió ladeando su rostro para mirarlo de costado, se notaba que el sueño estaba intentando ganarle pero que no quería dormirse en ese estado. Rara vez Tony lograba convencerlo de quedarse así un momento más aunque esta vez no lo estaba atacando con palabrerías para que se cansara y lo dejara estar ─¿Qué?

─¿No estás buscando un departamento o algo, verdad?-─ Preguntó de repente Tony seriamente.

─No, lo olvidé… yo buscaré algo…─ contestó despabilándose por completo, sintiéndose de repente incomodo porque sinceramente no había ni pensado en la idea de buscar otra casa luego de mudarse a la torre.

─No, no lo hagas. No tienes que buscar otro sitio, a eso es lo que intentaba llegar─ explicó de inmediato, solo quería asegurarse de que Steve no se iría a ningún lado y que si lo hacía volvería. Con esa noticia de que junto con Sam el estaba rastreando el paradero de Bucky, el soldado de invierno que casi lo mató en aquel helicarrier, temía que un día él le informara que no volvería. Antes de seguir hablando decidió que lo mejor era dejar ir al rubio para que tomara su baño, no creía prudente seguir y decir algo de más ─Yo cambio las sabanas.

Sinceramente había olvidado el tema del soldado de invierno, Steve no se lo mencionaba ya que indirectamente él le había dado a entender que no le interesaba el encontrar a su amigo si no era para darle su merecido por casi matarlo ese día. Todavía soñaba con el cuerpo inconsciente de Steve cayendo de esa altura y el impacto de este contra el agua, el cómo no lograba despertarlo y las horas que pasó en el hospital hasta que reaccionó.

No, definitivamente no le interesaba que ese sujeto hubiera estado bajo algún control mental o siendo manipulado. El bastardo casi mato a Steve y eso sería lo único que pensaría si terminaba teniéndolo frente a él.

***

Los Vengadores parecían no notar nada y tampoco era como si debieran hacerlo o al menos así lo creía Tony ya que su actitud arrogante y comentarios molestos no cesaron nunca, ni los apodos al Capi-paleta. Todo marchaba bien, su miedo a que Steve diera por terminado lo que tenían o encontrara a alguien mejor cesó gradualmente dejando sus pensamientos pesimistas de lado hasta que durante una misión tuvo aquella visión donde todos morían, donde Steve agonizaba y el no pudo hacer nada dando el desencadenante de todos sus miedos multiplicados infinitamente.

No podía perder a Steve.

No podía dejar que eso pasara… y nació Ultron, encabezando su lista de errores garrafales que cometió en su vida del cual luego surgió algo bueno ya que para intentar redimirse nació Vision.

Ese error tuvo altas consecuencias. Sokovia quedó echa pedasos y muchos civiles no lograron ser salvados, Banner se fue y nadie pudo localizarlo dejando a una Natasha devastada y Pietro, un joven que perdió a sus padres por culpa de sus armas en el pasado, muerto y dejando a su hermana Wanda al cuidado de Los Vengadores… y Steve dejando su torre para mudarse con la Viuda Negra al complejo de Los Vengadores luego de tener una charla donde le dijo que siendo quienes eran había esperado que le contara lo de su visión y de Ultron, que la confianza que pensó que se tenían ahora estaba en duda, que necesitaba la distancia para poder encaminar a los nuevo miembros y en especial a Wanda.

Tony se retiró de los Vengadores, asistiendo de vez en cuando al complejo para ver de cómo iban los entrenamientos, pero en especial para verlo a él. Como sospechaba el tener a Steve alejado y con esa actitud de amistad, solo amistad, lo estaba matando. No podía aguantar más, ni siquiera había podido tocarlo desde lo de Ultron y estaba por perder la paciencia ya que lograba tenerlo cerca cada vez que podía, pero no de la manera en la que deseaba.

No quería involucrar sentimientos en un terreno ya de por si complicado, solo necesitaba tenerlo nuevamente a su lado compartiendo momentos fuera de Los Vengadores y sintiendo sus labios cuando quisieran.

Volver al equilibrio entre la amistad y el placer.

Y pensó lograrlo, cuando luego de meses sin que lo buscara realmente al quedarse en su cuarto del complejo del equipo tuvieron un encuentro, como antes, sin reproches y disfrutando del uno y del otros sin nada más que decirse.

Pero se equivocó… De pronto, etendió que lo que tenía con Steve ya no era suficiente, quería más. 

Notas finales:

Hola!

¿Alguien quería ver sufrir a Steve después de la película? Porque yo si =3

La tercera y última parte en breve… creo XD

Sé que puse una advertencia para +18 y, aunque si hubo lemon, la advertencia fue más por la parte que sigue muajaja quedan en la dulce espera l@s que se animan a leer esto XD 

Gracias por leer, besos!!!


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