Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Te estaba esperando por Yae

[Reviews - 206]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

 

 

19.- Dime a donde deberíamos ir

 

 

La cara de Nagato se le antoja demasiado anonadada, el pelirrojo ha abierto la boca por exagerados segundos luego de haberle dicho un par de cosas con respecto al bebé.

— ¿Naruto lo sabe? — apenas interroga recobrando la compostura para beber su café con demasiada celeridad.

Itachi asiente tomando un poco de la bebida láctea que han reservado para él. — Pero no sabe que se trata de mi tío.

El pelirrojo tuerce los labios con desagrado evidente, deja la taza a un lado para carraspear antes de mirar al pelinegro con gesto de decepción, — vaya… es… no lo esperaba. — Esta demasiado consternado al haberse enterado que el hijo que Itachi espera podría no ser de Naruto, no logra hacerse una clara idea de cómo ambos adolescentes terminaron casados.

— Supongo que ahora piensas que Naruto hizo mal al casarse conmigo — traga pesado encogiéndose en hombros unos instantes, si Nagato cambia su impresión seguramente optara por ponerse en contra de su relación con Naruto.

Para variar.

Suspira, un nudo en su garganta le fuerza a tomar algo de leche.

— Bueno… solo puedo estar orgulloso de Naruto — dice inspirando hondo, — no voy a juzgarte Itachi, consideró que eres lo suficientemente maduro como para saber a qué te arriesgabas al involucrarte con un familiar y más siendo aún menor de edad.

Traga pesado asintiendo, — pero no creí… no esperé terminar así — confiesa suspirando.

— ¿Y qué esperabas? ¿Un romance perfecto? ¿Una boda y un vivieron felices para siempre?

Itachi abre más los ojos ante las preguntas acusatorias, — no… claro que no… — se muerde la lengua antes de continuar, — sé que me equivoque y agradezco la oportunidad que ahora tengo con Naruto— mantiene su oscura mirada fija en el mayor, sabe que todo individuo que se entere de la verdadera situación terminará reprendiéndolo supone que por eso Naruto prefiere evitar comentárselo a alguien más.

— Que problema, — suspira acabándose el café y cree necesitar una taza más — supongo que solo ustedes dos están al tanto.

— Si… acordamos en mantener esto entre nosotros y no te pediría ayuda de no ser porque Madara sigue buscándome.

— Se me hace extraño, es decir si me dijiste que tu tío no quiso relacionarse más después de… — hace una pausa algo cohibido — tu primera vez… que ahora venga a intentar persuadirte, dudo que el llamado de la paternidad le haya pegado recién — necesita ocupar su lengua por unos segundos así que toma uno de los pastelillos que pidió para relajarse.

— Tampoco lo entiendo — Itachi niega — él dijo que no quería problemas porque aun soy menor de edad pero ahora parece no importarle, dice que si mi padre se entera le será más fácil pedir la custodia de mi bebé.

— Pero no estás seguro de quien es el padre.

El pelinegro vuelve a negar, — por eso necesito hacerme un examen ahora.

Nagato resopla largo y lento casi hasta el punto de la descortesía, le tiene aprecio a Itachi pero no aprueba mantener algo tan delicado en secreto, los padres de este deberían estar al tanto de todo para tomar las medidas necesarias. — Una prueba de paternidad ahora en tu estado es más costosa y lleva más riesgos, tendríamos que hablar con Dan para que la autorice. Y no quiero sonar ofensivo pero tú, Itachi — le señala con el índice — eres quien más certeza debe tener de quien es el padre. ¿En verdad crees que Naruto puede ser el papá del bebé?

No quiere ni considerar que Madara pueda ser el padre de su hijo, sería desastroso para todos, no se ha dado cuenta pero un ligero temblor le acaba de asaltar, — solo me acosté… una vez con Naruto, en la fiesta de Sakura… — baja la mirada al paso de segundos, sus manos se afianzan de la mesa presionando sus dedos contra el impecable mantel — con Madara… fueron varias veces el mismo día… — de nuevo ese nudo pesado se le atraviesa en la garganta queriendo cerrarle el paso al aire, sus ojos escuecen y la voz se le ha entrecortado — pero necesito creer que es de Naruto… que mi hijo es de Naruto — niega cada vez más afectado — si no lo es, estoy seguro de que va a dejarme… el… el… — calla cuando se da cuenta que empieza a llorar.

Nagato suspira, si bien el chiquillo delante suyo luce demasiado afectado solo puede considerar que Naruto está excesivamente enamorado para aceptar todo ese embrollo, — vamos tranquilo — trata de animarlo, se pone de pie para acercarse al pelilargo dando quedas caricias en la espada del muchacho.

— En verdad quiero a Naruto — farfulla bajito guardándose sus sollozos — si el me deja… yo… — vuelve a callar.

— No va a dejarte — sonríe queriendo confortarlo — me gustaría hablar con Naruto pero estoy seguro de que no va a dejarte, tenle algo más de confianza.

El más joven asiente limpiando con el dorso de su mano las pocas lágrimas que se le han escapado, confía en Naruto pero teme que las cosas cambien si su bebé es de Madara.

— Vamos por partes — Nagato resopla — ¿Cuándo cumples dieciocho? — inquiere volviendo a su asiento cuando Itachi parece más calmado.

— En unos meses… Junio 9 — responde tratando de recomponerse.

— Bueno no falta mucho, el problema es que sabes que aunque cumplas dieciocho eres mayor para unas cosas y menor para otras.

El pelinegro asiente.

— ¿Tu tío no abusó de ti, verdad?

Negó.

— Si, esta algo complicado — Nagato inspira hondo, al Itachi haber dado su consentimiento para tener relaciones teniendo más de trece no ayudaba en nada que fuese menor de edad, el único inconveniente para Madara podría ser que estaba embarazado y que ya está casado con Naruto.

— ¿Puede quitarme a mi hijo, verdad?

Los ojos vidriosos de Itachi quisieron hacerle responder que no, que no podrían quitarle a su bebé pero si Uchiha Madara resulta el padre de ese pequeño ser que aún no nace tendrá todo el derecho de reclamar la custodia en “el mejor interés” de ese niño o niña. — No sé mucho de leyes pero creo que podría contactar con un buen abogado. Así salimos de todas las dudas, pero tienes que tener en cuenta que pese a ser familiar tuyo y doblarte la edad no hizo nada del todo ilegal al acostarse contigo.

Quiere ponerse a llorar pero se contiene, Itachi se muerde el labio inferior con demasiada fuerza.

— De seguro que hay algo que se puede hacer — agrega — deja de hacer eso, vas a lastimarte — pide, tal vez deba llamar a Naruto. Itachi luce demasiado descompuesto, como si fuese a hiperventilar.

— ¿Por qué tenía que salir con que quiere ser buen padre ahora? — se queja en amago de llanto, Madara tenía toda la razón cuando le dijo que si todos llegasen a enterarse solo le facilitaría las cosas.

— Sería bueno averiguarlo, eso podría ayudarnos. Necesitamos saber que intenciones reales tiene para querer a un hijo que rechazó antes — Nagato toma su celular para marcarle a su familiar — voy a llamarle a Naruto, será mejor que te lleve a casa y descanses.

— ¡No! — Eleva la voz arrepintiéndose en el acto — no le llames… — se traga el sollozo, — estoy bien… además… yo le diré que está pasando.

— Bien… — suelta una honda bocanada de aire, siente tristeza por el joven matrimonio, las cosas no pintaban bien para los muchachos y al parecer no contaban más que con su ayuda, — hare lo que pueda, iré a hablar contigo y Naruto en un par de días. Buscaré un abogado e idearemos entre todos una solución. — Un suave pitido en su móvil le anuncia un nuevo mensaje, chasquea la lengua cuando lo lee y sabe que debe a volver a su trabajo cuanto antes, va a necesitar dinero para pagarle al leguleyo que requieren— te pediré un taxi.

El menor niega con suavidad, — puedo irme solo… además debo ir a otro lugar. — Con parsimonia se pone de pie, — te agradezco que me escucharas y…

— Voy a apoyarlos — interrumpe también levantándose — ya te lo dije esa vez, pueden contar conmigo — le sonríe — habla con Naruto tiene que estar al tanto de todo, es tu esposo.

 

 

 

///////////

 

 

Ese día no ha podido quedar con Sasuke después de clases, al no estar en el mismo grado en ocasiones su pelinegro tiene actividades extracurriculares que le quitan bastante tiempo al pertenecer al consejo estudiantil. Menma ha declinado hace varios años de esa responsabilidad, cuando las reuniones empezaron a ser siempre con todos los estudiantes del comité y ya no podía hablar a solas con el Uchiha. Resopla soltando un silbido sentado en la banca del parque que queda de camino a la residencia Uchiha, piensa quedarse ahí unas horas para llamar a Sasuke e intentar verlo ese día una vez más.

Aburrido se pone de pie, en momentos como esos es que se da cuenta de lo mucho que ha apartado a las personas de su alrededor, sin Sasuke no cuenta con amigos cercanos o familiares dispuestos a pasar el rato. Si bien Naruto le comentó sobre el encuentro con Tsunade por primera vez esta de acuerdo con su gemelo en no querer frecuentar a esa mujer.

Camina lento tomándose todo el tiempo del mundo para prestar inusual atención a los individuos que transitan y juegan en el parque, detiene su lenta caminata cuando advierte a su cuñado más adelante observando a través de la valla metálica como un grupo de muchachos juega baloncesto. Tuerce los labios con molestia pensando en si debe acercarse, el pelilargo parece de lo más tranquilo allí mientras que su hermano debe estar trabajando para mantener al artero pelinegro.

A pasos aún más lentos que antes va acercándose sin intenciones de que el otro lo note cosa que parece fácil, puesto que Itachi está demasiado concentrado en el juego.

 

 

.

 

 

Ha llamado a Deidara y le pidió postergar la cita de trabajo para el día de mañana, luego del encuentro con Nagato se siente realmente enfermo, la cabeza le duele y solo quiere ponerse a llorar. Pero sobreponiéndose a todos sus infortunios salió del lugar con lo restante de su fortaleza, ya tendrá mucho tiempo para lamentarse a partir de ese día, pasa saliva con dificultad mientras observa como esos adolescentes se pasan el balón de un lado a otro para encestarlo en el aro metálico.

Se muerde los labios con nostalgia.

Como ansía poder jugar de nuevo.

Poder palpar un poco de la monotonía tranquila que solía aburrirle antes de cometer tantos errores, despertar para ir a clases con su madre esperándolo con el desayuno en la mesa, caminar esa ruta de todos los días junto a su hermanito haciéndole rabiar para verle un puchero ocasional.

Quizá si no hubiese dejado que ese sentimiento desastroso hacia su tío no prosperase jamás habría ocurrido nada, hubiese considerado la declaración de Naruto en esa ocasión y tal vez acceder a salir con el rubio, seguramente habrían terminado liándose y llegando al mismo punto.

Pero con la única certeza de que el hijo que esperase fuese de esa maravillosa persona, de ese muchacho que ahora ocupaba junto al bebé que esperaba todos sus pensamientos, suspira con tristeza acariciando unos instantes su estómago, una patadita de su primogénito le ha hecho respingar.

Tontamente creyó que las cosas estaban mejorando, su relación con Naruto ha progresado tanto que el acoso de su tío parecía insignificante.

Otra canasta le hace devolver su atención al partido, como hubiese querido jugar de manera profesional, sus padres no se hubiesen opuesto siempre y cuando estudiase una carrera también. Estuvo tan seguro de poder con ambas cosas una vez se graduase.

Pero el sonar de su móvil interrumpe su auto flagelo, con desanimo lo saca de su bolsillo viendo número desconocido, tentando a no responder nota que ya faltan cinco minutos para las cinco de la tarde.

— Habla Uchiha — contesta agotado.

— Vamos a vernos, ¿Qué opinas?

Itachi contiene la respiración unos segundos al oír a su tío, — deja de llamarme Madara.

— Sé que dije que te daría un tiempo para pensarlo pero puedo hacerte una buena proposición, quiero tenerte a mi lado y a nuestro hijo.

— No es tu hijo — responde molesto, quiere colgar pero Nagato le ha sugerido que es buena idea averiguar porque ese cambio drástico de intenciones, — tu dijiste que no lo era, que no lo querías.

— Mi adorado sobrino… — una risilla le hace presionar los dientes — he cambiado de opinión. Te extrañe mucho este tiempo y no quiero que le arruines la vida a ese bobo chiquillo a quien estas engañando.

— Yo no engaño a Naruto.

Otra risa resuena y desea mandarlo al diablo para dejar de sentirse enfermo al escucharlo. — Entonces ese muchachito es más estúpido de lo que pensé.

Sus ya demasiado agobiados nervios hacen que su migraña se intensifique, — ¡no es tu hijo Madara y aunque lo fuese, Naruto será mucho mejor padre de lo que tu podrías serlo en esta vida! — ha elevado la voz para cortar la repudiable llamada casi tentado a aventar su móvil a la vereda. Otra vez la angustiosa necesidad de llorar le carcome el pecho de manera tan apabullante que está a punto de llamar a su esposo, lo necesita a su lado.

Se gira angustiado y antes de si quiera buscar el número de contacto sus enrojecidos ojos chocan contra ese azul acusador. Menma no solo le mira con ese desprecio magnánimo, el gemelo sujeta su propio móvil delante suyo.

Es más evidente que ha estado grabándolo.

— Se lo dirás a Naruto, a tus padres y a todos lo que se han tragado tu asquerosa mentira — dice sin ápice de remordimiento, — estaba seguro de que ese bebé no era de mi hermano — finaliza con el ceño fruncido viéndole de pies a cabeza.

Con genuino odio.

Itachi está al borde de la histeria. ¿Por qué justamente era esa persona la que debía enterarse de todos su asuntos? ¿tanta mala suerte debe tener?

Baja la mirada para que no pueda ver a las traicioneras lágrimas que se le escapan resultado de su frustración, si estaba tan feliz la noche anterior, Naruto había sido tan dulce, mostrándole la diferencia abismal entre hacer el amor y tener sexo simplemente.

— ¿Por qué tienes que… estar entrometiéndote todo el tiempo? — apenas musita controlando su voz quebrada.

— ¿Y me preguntas porque? — Habla en tono amenazante — ¡Porque Naruto es mi hermano! ¿Esperas que me quede mirando mientras cambia todos sus planes por un hijo que no es suyo?

— ¡Es de Naruto! — le devuelve el grito, agotado y lleno de inseguridades pero deseando que al menos esa sea su única verdad, — ¡tú no sabes nada, ni de tu hermano, ni de mí! — le mira furioso y con claras lágrimas que ya no puede contener — por mi haz lo que quieras — se acerca el par de metros que los separan — porque a ti no tengo nada que decirte y la opinión que tengas de mi me tiene sin cuidado. — La garganta le pica y empieza a sentirse mareado, quiere recostarse pero es imposible en ese momento. No está seguro de si su hijo esta moviéndose pero la molestia en su vientre solo está incrementándose.

La expresión en Menma no se ha modificado, con la mirada afilada y el ceño fruncido le acribilla sin palabras, — mientras estés enredado con mi hermano a mi si me importa qué tipo de persona seas.

— Ya déjame tranquilo, si te sientes mejor… ve y publica eso en televisión… — su indisposición le está costando respirar, lo hace con más rapidez en tanto se apoya en la red metálica que tiene a sus espaldas retrocediendo para ello, sus dedos apresan el metal sosteniéndose de los espacios.

— Itachi…

Sabe que le llaman pero los sonidos se hacen ecos lejanos y la vista se le desenfoca lo suficiente para hacerle entrecerrar los ojos, debe estar sudando porque siente una fatiga pesada. Maldice a Madara y de paso a Menma.

¿Por qué debe molestarles tanto que quiera vivir feliz junto a Naruto? Si lo quiere, si lo quiere tanto.

 

 

/////////////

 

 

Pocas veces a Sasuke se le dificulta prestar atención en cosas importantes, pero ese día la reunión de delegados es demasiado tediosa como para tomar nota de las tontas ideas que están aportando para el festival que se aproxima, le gusta el poder que ser presidente de su clase le otorga y más tener tanta potestad en esos asuntos banales que son importantes para otros. Pero tampoco niega que ese día en particular solo quiere irse a casa para dormir.

Bosteza disimulado cuando la desgana lo supera.

— ¿Sasuke-kun? — la voz de una de las integrantes del concejo le hace abrir sus casi cerrados ojos.

— ¿Hn?

— ¿Qué opinas?

El pelinegro recién se espabila un poco cuando nota las miradas de todos los miembros del comité sobre él, están esperando una respuesta a algo de lo que tiene idea y es demasiado orgulloso para pedir que le repitan lo que sea que hayan estado debatiendo.

— ¿Estás de acuerdo? — la muchachita de cabellos oscuros le mira curiosa con libreta en mano esperando oír la respuesta y anotarla.

— Desde luego. — No tiene más opción que aceptar o negar.

— ¡Kya! — ella grita emocionada escribiendo de inmediato en la hoja de papel — les dije que a Sasuke-kun le encantaría la idea.

— Bueno, está bien. Entonces lo haremos — otro estudiante resopla asintiendo junto a sus compañeros.

— ¿Y eso es todo? — a riesgo de meterse en algún café cosplay Sasuke prefiere irse.

— Por hoy si — la única chica del comité luce más que feliz, regresa a su pupitre para guardar las notas que tiene de esa reunión — gracias Sasuke-kun, no esperé tu apoyo.

Asiente algo inquieto, la mirada de la chica no puede augurar nada bueno, pero ya se encargará de averiguarlo otro día, recoge su maletín a prisa para salir del salón.

Otro bostezo esta vez mal disimulado se le escapa cuando sale del instituto, da un vistazo a su móvil para ver que dan las 18:15 PM, apresura el paso para quitarse parte de ese molesto cansancio.

Tan solo después de cinco minutos de caminata el sonidillo de su celular le advierte de una llamada, — pensaba ir a casa, estoy muy cansado — dice al contestar sabiendo que se trata de su novio.

— Necesito que vengas a mi casa.

— Ya te dije que estoy cansado. Puedo conectarme al computador más tarde — contiene un bostezo sin dejar de caminar.

— Tu hermano está aquí.

Sasuke se detiene de golpe parpadeando innecesariamente más de la cuenta. — ¿Qué?

— Necesito que vengas — le repiten.

Chasquea la lengua al sentir la angustia recorrerle con tanta rapidez, guarda el móvil antes de ponerse a correr desviando en la calle justa para llegar a casa de Menma, siente que ha tardado más de la cuenta aunque no sea cierto.

Golpea varias veces en cuanto se halla en la entrada de la casa, inquieto se dispone a llamar a su novio para que le abra de inmediato pero es justo en ese instante que la puerta se abre.

— ¿Qué sucedió? — interroga ingresando a prisas, un alivio visceral experimenta al ver a su mayor sentado en el sofá de la sala apenas cubierto por una cobija con clara mueca de malestar, — Itachi — se apresura a su lado olvidando quitarse los zapatos, — ¿qué te paso?

— Quiero irme… a casa Sasuke — habla con esfuerzo, se siente fatal y tuvo que tragarse toda esa indisposición para que no lo llevasen a un hospital, ni siquiera ha bebido el té que su cuñado le ofreció.

— Tienes fiebre — el hermano menor posa su mano en la frente de Itachi — te llevaré al hospital.

— No, estoy bien — contiene otro gesto de dolor, — solo acompáñame a casa — inspira hondo encogiéndose en hombros.

— También quise llevarlo al hospital pero se resistió — Menma habla cuando la mirada de su novio se le clava encima exigiendo una explicación — le llamé a Naruto, no debe tardar.

— Pero que rayos paso — frunce el entrecejo.

— Supongo que es mi culpa, discutimos y…

Antes de que pudiese terminar su oración el que no es Uchiha ya ha sido arrinconado contra una pared siendo sujetado por el cuello de la ropa por un muy enojado Sasuke, ­— ¡¿Qué diablos tienen que discutir mi hermano y tú?!

— Ya sabes que pienso.

El más joven frunce más el entrecejo y le suelta un golpe con el puño cerrado a su novio partiéndole el labio inferior con la sola acción, Menma gira el rostro por la fuerza tragándose un quejido.

Pero Sasuke lo suelta después de eso para volver donde Itachi, quien le ha llamado casi gritando por su reacción, — maldición Itachi, que haces hablando con el imbécil de Menma si sabes lo idiota que es. — Suelta sin pensarlo.

— Lo mismo te digo a ti.

El Uchiha menor vuelve a virar al oír la voz del hermano de Naruto.

— Así como tú, yo también voy a cuidar a mi hermano. Ya estoy cansado de que tu adorado nii-san le vea la cara de imbécil a Naruto.

— Habla claro.

— Sasuke… ya es suficiente — Itachi le toma de una mano para retenerlo a su lado, cielos, como quiere decirle todo pero el dolor en su vientre no está disminuyendo.

— Pregúntaselo a tu hermano, no quiero ser responsable de otro colapso — su mirada firme enfrenta a la de su quizá ex novio, no quiere perder a esa persona y menos por algo que no debería importarle pero la sola idea de pensar que Naruto está viviendo en tan ominoso engaño le obliga a arriesgar la relación con la persona más importante en su vida.

Menma nunca sintió que la sangre pesase tanto.

Tanto que siente hundirse.

 

Continua.

 

 

 

Notas finales:

Saludos, gracias por las lecturas y los bellos comentarios de apoyo. Que les diré del capítulo, estuve investigando un poco sobre esos asuntos en Japón y como la mayoría de edad allí es a los 20 años -ya que lo tome como 18 debo enmendar ese detalle- además de que la edad de consentimiento para tener relaciones sexuales es de 13 años las cosas para Itachi se complican.

Ya que este es un AU de temática m-preg, Itachi vendría quedando ante las leyes como si fuese la mujer y allá son bastante machistas. Algunas cosillas con respecto a eso las iré aclarando en el siguiente capítulo.

Menma solo piensa que está ayudando a su hermano, para él Itachi le está mintiendo y no quiere que Naruto deseche todas sus metas por solucionarle la vida al Uchiha, complicada su manera de pensar pero creo que esta hasta anteponiéndose a lo que siente por Sasuke para ayudarlo.

Todas las sugerencias, críticas y dudas son bienvenidas. Muchísimas gracias por el apoyo, cuídense mucho.

Yae.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).