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Te estaba esperando por Yae

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3.- Tal vez deberías saber…

 

 

 

 

— Naruto-kun — dice viendo al rubio en la entrada de su casa con una sonrisa amplia y expresión brillante, completamente distinta a la mala cara que Itachi tiene en ese momento.

— Quería venir antes pero supuse que estarías durmiendo dattebayo — animado sonríe más — ¿será que puedo pasar?

El pelinegro bufa apartándose para dejar espacio y que el muchacho ingrese en su casa, — estoy castigado Naruto-kun, no creo que a mi madre le guste tener visitas hoy — explica yendo de nuevo al sofá para sentarse allí tragándose el sabor amargo de su saliva.

— No me digas Naruto-kun… — el rubio le sigue quedando sentado en frente — solo dime Naruto — pide sin dejar de sonreír deja la mochila que lleva consigo a un lado.

— Naruto… — Itachi resopla algo fastidiado, debía ser claro con el chico de ojos azules puesto que no tiene intenciones de llevar más lejos el “desliz” de la noche pasada.

— Yo también debería estar castigado pero Ero-sennin se fue temprano así que no tengo inconveniente´ttebayo.

— Entiendo — finge tener interés pero con cada minuto que pasa se pregunta porque Sasuke o su madre no aparecen como si estuviesen confabulando en su contra — anoche bebí demasiado…

— Fue mi culpa, sé que debí controlarme más — ligeramente apenado se pone de pie para acercarse más al chico pelinegro que le mira con cierta aprensión. — ¿Cómo está tu cuerpo?

Itachi rueda los ojos desviando la mirada en ese momento, no entiende como Naruto puede preguntar cosa semejante como si lo sucedido entre ambos hubiese sido un dulce encuentro de enamorados que entregan su virginidad por primera vez, habiendo consumado el acto en un lavabo más que alcoholizados la realidad distaba mucho de las fantasías del de ojos zarcos, aunque el dolorcillo en su espalda era bastante real.

— No va a repetirse — aclara fijando su negra mirada en la azur — lo que sucedió anoche fue porque ambos bebimos demasiado, solo eso.

Naruto se muerde el labio inferior retrocediendo un par de pasos, — no tienes que ponerlo así… creí que podríamos salir y que me darías la oportunidad.

— No quiero salir contigo, Naruto — habla serio, sabe que darle falsas esperanzas al blondo sería tan monstruoso como lo que Madara le hizo. — No quiero salir con nadie por ahora.

— ¿Puedes decirme porque? — contiene su tristeza al ser rechazado con esa fría mirada.

Itachi niega dando un vistazo a su entorno se pregunta de nuevo donde se han metido sus familiares.

— Hay alguien más, ¿cierto? — esta vez el rubio frunce el ceño levemente, solo puede pensar en que Itachi está enamorado de alguien más o que él es desagraciadamente tan feo para no querer darle una oportunidad. Pero sea cual sea la razón que ambos hubiesen tenido relaciones la noche pasada cree le da algo de derecho al menos para saber porque quieren botarlo como pañuelo usado.

— Eso no importa Naruto — sube los pies al sofá y se acomoda mejor — solo puedo ofrecerte mi amistad.

Y lo dijo.

Esta tentando a gritarle que puede guardarse su amistad que no le interesa, la terrible frase cliché disimulada hace que el rubio recoja su mochila del piso colgándosela en la espalda. — Ya debo irme dattebayo — se despide parco saliendo de la casa a prisas.

 

Patea la primera piedra que halla en su camino con fastidio, no puede tener peor suerte. Pero la piedrecilla ha salido volando golpeando a un anciano que no tarda en gritarle.

— ¡Mocoso malcriado, casi me fracturas el cráneo!

Maldice una y otra vez en tanto corre de la escena del crimen, nada ha resultado como esperaba. Pensando en que Itachi lo aceptaría luego de compartir ese momento tan íntimo se siente enojado con todo el mundo por haber sido mandado de paseo. Abre su mochila en color anaranjado y negro extrayendo una pequeña caja envuelta en papel estraza brillante, el regalo que compró antes de ir a visitar al pelinegro.

Suspira decepcionado y avienta la cajita en el basurero más cercano.

Se siente engañado de algún modo.

 

 

.

 

 

Por su parte Itachi resopla algo más aliviado, esperaba una reacción más dramática por parte del chico y debe admitir que la madurez de Naruto le ha dejado ligeramente sorprendido.

— Deberías escribir un libro de como deshacerse de “citas de una noche” —en tono burlón al fin Sasuke se asoma por uno de los corredores.

— Si estabas escuchando pudiste intervenir — se queja recostándose en el mueble espera que en esa posición su cabeza deje de dolerle.

— Lo hubiese hecho si fuese mi problema — se sienta al lado de su hermano mayor para verle con diversión — has sido muy malo aniki, la próxima vez piensa un poco antes de abrirle tus piernas a alguien.

Fastidiado por el comentario Itachi trata de empujar a su hermanito del sofá para mandarlo al piso pero el más joven se levanta a tiempo.

— ¿De qué piernas hablan?

La voz de su madre irrumpe en la sala haciendo a ambos hermanos sobresaltarse.

— De las de… — antes de Sasuke pueda responder es interceptado por su mayor que se pone de pie en tiempo record para quedar delante.

— No hablábamos de nada — niega inquieto por la mirada suspicaz de su progenitora — ¿me trajiste algo para la resaca?

— Nn — la mujer resopla no muy convencida — lo pensé mejor Itachi y como castigo tendrás que aguantarte la resaca lo que te dure — sentencia aclarándose la garganta ante su estupefacto hijo mayor y la risilla del menor.

— Pero…

— Y si no tienes deberes del instituto me puedes ayudar a preparar la comida — interrumpe dirigiéndose a la cocina.

Una vez que se han quedado solos Sasuke empieza a reír divertido ante el bufido de su hermano, — hoy me apetece gazpacho — señala picando más a Itachi con el inusual castigo que su madre le ha impuesto.

— Cállate Sasuke.

 

 

 

////////

 

 

Ha notado a su hermano los últimos días claramente desanimado y sabe muy bien las razones, Sasuke le ha comentado que Itachi rechazó a Naruto luego de lo sucedido en la fiesta. No puede decir que no le importa porque estaría mintiendo, pese a no tener la mejor relación con su hermano el vínculo que aún mantienen le advierte que el otro sufre por el desplante.

— Ya me voy, si no te das prisa llegarás tarde — habla entrando en la habitación del rubio viéndole aun en pijamas.

— Qué más da — responde fastidiado dirigiéndose a las gavetas del mueble para buscar algo de ropa limpia.

— Te dije que Itachi no era para ti — señala entrando un poco en la recamara cruzándose de brazos — mejor olvídate de él. Aunque sea molesta, le gustas a Sakura.

— Sakura-chan es mi amiga, solo eso — se muerde la lengua conteniendo su rabia — y para variar tenías razón con Itachi… — hace mucho que Menma se había dado cuenta de su interés por el hermano de Sasuke pero no tardó en decirle que era una mala idea, que no resultaría y…

¡Bingo! Tuvo razón.

— Ya pasaron dos semanas, deberías tratar de olvidarlo — el pelinegro se queda de pie apoyado en una pared con expresión neutral, no va a burlarse pero tampoco piensa alentar a su hermano para que siga persiguiendo al Uchiha mayor.

— Me gusta mucho… — suspira con tristeza sentándose al borde de su cama con el uniforme del instituto en manos.

— Si es solo gusto, ya lo olvidaras — afirma saliendo del lugar.

Naruto inspira hondo, si Menma tenía razón en algo era en que debía tratar de olvidarlo.

 

 

//////////

 

 

— Perdiste, Jaque Mate — son una sonrisilla triunfal Sasuke realiza el movimiento que declara a su novio como el perdedor de la partida de ajedrez al ya no tener más jugadas disponibles.

— Imposible… — el otro parpadea un par de veces repitiendo mentalmente los últimos movimientos que lo llevaron a perder sin creer que ha sido derrotado.

El otro chico sigue sonriendo al ver como Menma no parece aceptar su derrota volviendo a colocar las fichas en el tablero recreando la partida para buscar algún fallo.

— Tuviste que hacer trampa — se pone de pie dando un par de vueltas por el salón vacío que están ocupando para jugar.

Sasuke ríe sin poder evitarlo, — perdiste, acéptalo. Ahora págame —extiende su mano en dirección del otro esperando algo pero solo recibe una negación.

— ¿Ahora? — cuestiona algo dudoso, no le gusta ceder antes Sasuke pese a lo bien que se llevan le agrada mantener cierto control de la situación que el pelinegro permite en ocasiones.

— Ahora… — afila su mirada oscura pero de inmediato la puerta corrediza del salón se abre de golpe dejando entrar a su apresurado hermano mayor.

— ¿Qué hacen aquí? — pregunta el recién llegado deteniendo su marcha al ver a los chicos solos en el lugar. — Sasuke.

— ¿Qué parece que hacemos, aniki? — responde de mala gana haciendo obvio que solo compartían un juego de ajedrez.

— No pueden estar solos en un salón — el pelilargo niega retomando sus rápidos pasos a su asiento buscando su uniforme de deportes, — tengo un partido ahora así que te quedarás donde pueda verte — ordena a su menor que le mira de lado.

— ¿Lo dices en serio? — enarca un ceja poniéndose de pie.

— Lo digo en serio, Sasuke. No pueden estar solos — afila su negra mirada clavándola en Menma que se ha quedado de pie apoyado en el marco de la puerta con los brazos cruzados.

— Eres mi hermano no mi madre — con gesto soberbio el Uchiha menor recoge su maletín disponiéndose a salir — y no tengo ganas de quedarme a ver tu partido.

— Te espero afuera — entonces Menma habla saliendo del salón dejando a los hermanos para que puedan hablar.

—No es una buena opción — Itachi resopla hurgando entre sus pertenencias sacando un paquetillo de patatas fritas que no duda en abrir para comer con cierta ansiedad.

— Tanta comida chatarra no es buena opción — bufa el más joven torciendo los labios al ver como su hermano come, últimamente ha estado haciéndolo con mayor frecuencia, engullendo platillos a mitad de la noche como gato hambriento — vas a engordar.

— Es poco probable — se relame los labios luego de terminar con el aperitivo, presionando levemente su vientre bajo retiene un quejido por la ligera punzada en su estómago.

 

 

.

 

En tanto Naruto espera en las graderías que el partido empiece, sabe qué hace mal al seguir observando a Itachi y que debería pasar de este lo más que pudiese pero le resulta inevitable, suspira en silencio esperando poder apreciar a quien lo ha rechazado con frialdad.

— Danos espacio Naruto — la voz animosa de uno de sus amigos le hace respingar.

— Kiba — murmura viendo a varios de sus compañeros de salón acomodarse a su lado — ¿vienen a ver el partido?

— Por supuesto, esta vez Neji va a jugar contra los de ese grado.

Naruto asiente viendo a Hinata sentada viendo a la cacha de baloncesto esperando a su primo, resopla apoyando sus brazos en las rodillas enfrascándose de nuevo en el partido que no tarda en empezar, nuevamente queda embobado al ver a Itachi moviéndose de un lado a otro en cuanto atrapa el balón. Pero al estar tan atento a los movimientos del otro no tarda en notar que cada maniobra es ligeramente más lenta a lo usual.

Los torpes movimientos le cuestan perder el balón ante Neji que aprovecha para encestar una canasta logrando los aplausos de sus amigos.

— No está jugando como de costumbre — menta en voz alta, no ha asistido a todos los partidos en las últimas semanas por eso nota tan claramente el menor rendimiento en el pelinegro.

— ¿Qué dices Naruto? Si Neji está jugando maravillosamente — intervine otra de sus compañeritas de cabellos marrones oscuros peinados en un par de chongitos en la cabeza sujetando una banderilla en manos.

— Hablo de Itachi — responde viendo como el chico pelinegro esta vez deja escapar el balón ante las protestas de sus compañeros de equipo.

— Estas exagerando — Kiba le resta importancia — lo que pasa es que estas obsesionado con ese chico por lo que paso en la fiesta.

— Naruto-kun… tiene razón.

El rubio frunce el entrecejo algo molesto notando como es Hinata; su compañera de salón con largo cabello oscuro y ojos clarísimos la única que parece sopesar en lo dicho.

 

 

Itachi se siente bastante cansado y apenas han empezado el partido, unas dolorosas punzadas en su estómago están constándole perder el balón repetidas veces. Inspira hondo tratando de recomponerse y recuperar la pelota para tratar de empatar el juego pero cuando trata de arrebatársela a Neji este lo evade con sencillez dejando sorprendidos a todos, si bien el jovenzuelo era bueno en el baloncesto no se comparaba a Itachi quien era una estrella en el instituto.

— ¡Ugh! — se queja sin poder evitarlo cayendo al duro piso pesadamente, oye el pitido deteniendo el juego, respira agitadamente quedando de rodillas sujetándose el estómago con la dolorosa punzada provocándole un malestar general. Itachi siente como sus compañeros de equipo llegan a su lado ayudándolo a ponerse de pie pero esa tarea le saca una mueca de sufrimiento.

— ¡Llévenlo a enfermería!

Ordena el profesor e Itachi sabe que cancelaran en juego, entre quejidos es ayudado a caminar ante las miradas curiosas de los espectadores.

 

 

.

 

 

— Deberías cuidar lo que comes, tal vez sea eso hum — su compañero de cabello rubio y largo se halla cruzado de brazos al lado de la cama donde descansa.

Itachi mantiene los ojos cerrados en tanto deja que el frio de la compresa que tiene en la frente lo relaje, la enfermera solo le ha dicho que debió ser un esguince y que debe descansar un poco, el diagnostico no pudo parecerle más ridículo, incluso unos cólicos le resultan más creíbles.

— Sasuke piensa igual… — responde quedo considerando que últimamente las prácticas le causan bastante apetito.

— El profesor dijo que no tienes que asistir a la práctica de mañana — el rubio estira los brazos desperezándose. — ¿Quieres que te acompañe a…

— ¿Hn? — Itachi retira el brazo que cubre sus ojos girándose para ver porque el otro ha dejado de hablar, viendo a Naruto en el dintel de la puerta se muerde el labio inferior.

— Quería saber cómo estabas — el rubio más joven carraspea entrando más al cuartito — le llame a Sasuke pero tiene el celular apagado y Menma también — informa dedicándole una mirada de soslayo al otro chico allí.

— Me iré solo, no te preocupes Deidara — el pelinegro habla casi ignorando a Naruto.

— Como digas — el otro rubio se despide con un ademan saliendo del lugar.

— Estoy bien, Naruto. No tienes que quedarte, — Itachi se incorpora suspirando.

— Si Sasuke no está te acompañaré a casa, de todos modos no es que tu casa quede muy lejos de la mía — ligeramente más enfadado va por las cosas del pelinegro para llevarlas y forzar a que este lo deje acompañarlo, estaba siendo amable solamente.

El pelilargo resopla levantándose de la cama, — bien — termina accediendo guardándose las ganas de dejarle en claro a Naruto que no está interesado en él pero eso sería pecar de vanidoso, si desde la fiesta el rubio no lo ha buscado en ningún momento.

Caminan en silencio y con bastante lentitud puesto es el paso que Itachi impuso, los retortijones aun lo molestan de tanto en tanto así que no puede ir más rápido aunque quiera llegar cuanto antes a su casa para dormir un poco. Piensa que tal vez debería llamar a su madre para que vaya a recogerlo cuando las molestias van incrementándose obligándole a detenerse al sentirse repentinamente mareado.

— Tomemos un descanso — Naruto habla viendo con cierta preocupación al pelinegro que luce muy descompuesto— voy a pedir un taxi… — pero no dice más se apresura a sostener a Itachi cuando este se desvanece cayendo al piso — ¡Itachi! — le llama angustiado levantándolo en sus brazos sin tener idea de que hacer.

 

 

Continua.

 

 

 

Notas finales:

Saludos, espero haya sido de su agrado.

Yae.


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