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Te estaba esperando por Yae

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8.-  No es como si no lo hubieras notado

 

 

 

Sus rodillas flexionadas sobre el piso de tatami empiezan a dolerle por el tiempo que lleva en esa posición con la espalda recta y la mirada perdida en un punto indefinido de la pared.

— He tratado de apoyarte en todas tus aspiraciones así no haya estado de acuerdo.

La voz severa de su progenitor es lo único que ha está oyendo en la última hora, los regaños llegaron en cuanto le pidió explicaciones sobre lo que le dijo a Menma. Incapaz de mentir sabiendo que el gemelo de Naruto lo echaría de cabeza nada más decir dos palabras no tuvo más opción que confirmar lo dicho.

“— El hijo que estoy esperando es de Naruto.”

Los oscuros ojos de su padre hicieron evidente la desilusión que estaba ocasionando, su madre se mantenía en silencio también sentada sobre el tatami en frente suyo.

— Padre…

— Guarda silencio, solo hablaras cuando te lo autorice — le interrumpieron en cuanto quiso argumentar algo — en este momento todo el empeño que has puesto en tus calificaciones y en el baloncesto ya no sirven en lo absoluto. Tenías un futuro brillante y lo has estropeado.

Pasa saliva con dificultad, Itachi sabe que lo dicho lleva bastante razón. Tendría que dejar el instituto en unos meses y ya no podría jugar de momento, si bien era consiente de todo ello oírlo de boca de su padre le agregaba más desilusión al asunto.

— Lo lamento… — murmura obligado a disculparse sin estar seguro, su mirada clavada en el piso se eleva brevemente y se topa con los vidriosos ojos de su madre quien parece a punto de llorar.

— Es mi culpa — ella solloza — cuando naciste me dijeron que cabía la posibilidad de que pudieses concebir… pero…

— La irresponsabilidad de Itachi no es culpa de nadie más que de el — el mayor interviene paseando por la pequeña estancia de un lado a otro, está pensando en cómo resolver la delicada situación. — Supongo que abras considerado que hacer ahora — se detiene para apreciar con mayor detalle a su “brillante” primogénito, quien hasta ese día llenó de orgullo a su familia.

— Voy a tenerlo — habla dirigiendo su mirada a la de su padre.

— ¡Por supuesto! — Mikoto interviene poniéndose de pie casi pegando un grito — no puede ser de otra forma.

— Bien — el adulto inspira hondo — ese mocoso y su abuelo no deben tardar en llegar.

Itachi vuelve a tragar pesado.

— Escucha bien, ya que has actuado sin medir consecuencias ahora deberás asumirlas en su totalidad. Aunque no lo hayas buscado, serán una familia y asumirás tu rol.

Aquello fue más como una sentencia que hiela momentáneamente al pelilargo, no está seguro de a que se refiere su padre pero la palabra “familia” le está provocando nauseas. Niega con ligera ansiedad, no puede seguir arrastrando a Naruto con él, si sus padres y hermano van a repudiarlo es mejor que suceda en ese momento.

— Naruto no es…

Abre la boca y se sabe observado con decepción por sus padres, no quiere saber ni que sucederá en cuanto les diga que es Madara el candidato más probable a ser el padre del hijo que espera, si su padre se ha limitado a reprenderlo seguramente terminará dándole un par de golpes cuando sepa que se ha acostado con su tío.

— Itachi — le llaman instándolo a que termine su frase inconclusa pero el timbre suena en ese instante — deben ser los Namikaze — Fugaku y Mikoto salen de la habitación dejándolo momentáneamente solo.

Tan solo unos segundos después la puerta corrediza se abre dejando ver a Sasuke, luce tan apático que Itachi se siente falto de afecto, como si a todos les diera igual lo que suceda.

— Naruto y su abuelo están en la sala.

— Sasuke — pronuncia con suavidad poniéndose de pie.

— Tu situación es en verdad deshonrosa — se adelanta a cualquier cosa que haya querido decir su hermano mayor, no puede evitar mirarle con cierto resentimiento. Itachi siempre ha sido una imagen de perfección ante todos, un ejemplo a seguir según su padre y un espléndido hijo según su madre, Sasuke lo admira sin admitirlo pero darse cuenta de que su hermano mayor es tan humano como cualquiera lejos de producirle satisfacción le ocasiona enfado.

— Lo sé — se acerca a pasos calmos, casi agotado — no espero que lo entiendas — le habla con calma — pero al menos quiero que me escuches.

— ¿Vas a decirme que pasó en casa de Sakura? — tuerce los labios con recelo desea evitarse cualquier imagen, — vaya par de idiotas que son, el uno para el otro — no puede expresar que tan dolido esta, quiere gritarle a su hermano y a su mejor amigo por igual. Mas a Itachi porque es consciente de que este nunca buscó nada serio con el rubio dobe.

El mayor de los hermanos resopla cansado, sabe que Sasuke actuará como una especie de juez por lo pronto. — Hablaremos después, Sasuke — le sonríe suave pasándolo de largo para dirigirse a la sala donde le esperan más reproches seguramente.

— Naruto puede ser todo un usuratonkachi, — dice deteniendo a su hermano en el marco de la puerta — pero se nota a leguas que está enamorado, dale una oportunidad “real” — hace énfasis en la última palabra — no creo que tengas nada que perder.

El mayor asiente levemente antes de morderse el labio inferior, su pequeño hermano lleva toda la razón y siendo por completo honesto desea intentar algo con Naruto pero lo sucedido con Madara es como el ancla que lo retiene en el idílico amor que sintió y sin saber a ciencia cierta quien era el padre del hijo que tendrá. Pero su embotamiento emocional queda interrumpido cuando el estrepitoso sonido de un golpe resuena en los oídos de ambos hermanos.

Reaccionan y se apresuran a la sala tan solo para ver como allí Naruto ya se halla junto a su abuelo.

— Voy a asumir toda la responsabilidad — el de cabellos blondos ha optado por la postura de disculpas de rodillas en el piso agachando su cabeza hasta que su frente toca el suelo con las palmas de sus manos a los lados. — Tiene mi palabra — pese a su posición mantiene su voz lo más firme que puede sintiendo un sudor frío recorrerle al saber que todos los Uchiha, junto a su abuelo y hermano están observándolo.

— Al menos pareces entender la situación — Fugaku habla con cierta soberbia viendo al chico delante suyo esperando a que lo exima de la incómoda pose.

— Creo que es suficiente — el mayor de todos insta a su nieto a ponerse de pie pero el muchacho no parece querer obedecerlo hasta recibir el permiso del señor Uchiha.

Menma se muerde la lengua molesto viendo como su hermano trata de complacer a ese hombre que cruzado de brazos se limita a observar al igual que toda su familia como si toda la culpa fuese de Naruto, como si Itachi fue el único inocente siendo esa una absurda mentira que no puede desmentir sin tener alguna prueba y cierto rencor almacena hacia ellos sin poder excluir a su novio.

Pero Itachi se siente como el único responsable y retando la mirada de advertencia que su padre le lanza junto al rubio sin dudar en imitarlo, sabe que el único que debería disculparse es él, — siento haberlos decepcionado, padre, madre — se inclina dejando su rostro a milímetros del piso sintiendo el vistazo que Naruto le dedica con sorpresa.

Un pesado silencio sepulcral se extiende por exagerados segundos.

— Pónganse de pie ambos, voy a hablar a solas con Jiraiya — al fin pronuncia el padre de los Uchiha dando media vuelta dirigiéndose a la habitación que usa como oficina en su casa, siendo seguido por el de cabellos blancos.

Es entonces cuando un suspiro aliviado huye de labios del pelilargo irguiéndose con una leve jaqueca, cuando Naruto también se levanta puede notarle un leve moretón en el pómulo derecho, — fue mi padre — murmura pasando sus dedos por la zona agredida.

— No… — el rubio niega rascando su cabeza algo nervioso pero con una sonrisa imborrable ante la actitud del pelinegro que lo ayudó en la tensa situación de hace nada — me choqué con tu puerta al entrar — sus azules ojos se pasean por las demás personas que han quedado en la sala.

 

— Les pido que no se muevan de aquí — es la orden de la señora de la casa, quien con toda elegancia abandona la estancia.

 

Nuevamente un silencio pesado llena el lugar, pero es Sasuke quien lo rompe con un bullicioso resoplido en su trayecto al sofá donde se sienta entrelazando sus dedos casi con expresión analítica.

— Siento que las cosas se dieran de esta manera dattebayo — ya de pie da un par de pasos en dirección de su amigo — Sasuke tienes mi palabra de que voy a cuidar a tu hermano y a nuestro bebé.

— Esto no es igual que cuando tomábamos turnos para cuidar al girasol de clases en jardín de niños — espeta sin querer mirar al rubio rememorando la bonita flor que su maestra les turnaba para cuidar cada fin de semana, — ¿tan difícil era ponerse un condón? — agrega sin pudor.

— Puedes decirme lo que quieras teme pero creo que no va a cambiar nada.

Sasuke se está mordiendo el interior de su labio inferior dándole la razón al rubio, el “hubiera” es completamente inútil en situaciones así y la miradita suplicante de su hermano difiere mucho de la decidida que su dobe amigo le clava sin reparos, aunque no quiera admitirlo sabe que puede confiar plenamente en Naruto, — tsk — chasquea la lengua — no esperen que por ahora diga “felicidades”.

— No hay prisa´ttebayo — Naruto vuelve a suspirar aliviado, una vez pasado los malos ratos sabe que podrá dedicarse a hacer feliz a su pronta familia y eso le mantiene con todos ánimos posibles.

Y es justamente todo ese ánimo y benevolencia lo que ocasiona desespero en Itachi, es consciente de que se está ahogando más en su terrible engaño y que cuando todos sepan de Madara… presiona los labios conteniendo las náuseas que desean dominarlo, — voy al lavabo… — apenas murmura para ir al cuarto de baño más próximo y devolver el contenido de su estómago en el retrete.

¿Cómo decirle a Naruto que lo más probable es que no sea el padre de ese hijo?

¿Cómo menospreciar todas sus acciones?

Si desde que se enteró ha actuado con madurez y cariño, demostrándole a Itachi que no es merecedor de tan prolijos sentimientos. Cuando sus arcadas secan no tarda en escuchar suaves golpes en la puerta abierta para ver de soslayo al rubio.

— ¿Quieres que te traiga algo?

Niega dejando caer la tapa del inodoro para tirar de la cadena. — Naruto… — musita levantándose para ir al lavamanos y enjuagarse la boca dejando que el agua lo tranquilice, que el simple ruido de esta chocando contra la cerámica funja como anestésico para su conciencia y su cerebro.

—  No te preocupes, sin importar que diga tu padre yo no voy a dejarlos dattebayo.

Las cálidas manos del de ojos azules acarician su espalda.

— No lo hagas… — susurra girándose para buscar el refugio que le ofrecen con cariño, consigue el alivio que necesita en los brazos de Naruto, en las palabras de amor que le dedican — no nos dejes… — completa hablando en plural, deseando que pueda vivir la dulce espera con el amor de Naruto a su alrededor.

 

.

 

Sasuke vuelve a resoplar echando breves vistazos a donde se supone esta su padre hablando con el abuelo de los gemelos, no tiene ni idea de cuál vaya a ser la solución de su progenitor ante el embarazo de Itachi.

— Ese dobe… — masculla.

— No es culpa de mi hermano — Menma habla al fin después de haberse mantenido lo más ajeno a la nefasta situación. Ve la mirada mortal que su novio le dedica pero no está dispuesto a darle la razón en algo que casi puede jurar no involucra a su hermano — no creo que Itachi haya decidido perder su “virtud” en la fiestecita de Sakura — no se molesta en intentar contener su sarcasmo.

— Que insinúas — pero la ágil mente del pelinegro ya ha notado la indirecta que el otro está soltando.

— Nada en realidad — termina retractándose porque está seguro de como terminará el asunto; con un Sasuke defendiendo a su hermano y con él defendiendo a Naruto ocasionando una pelea entre ambos. No volverá a mencionar la dudosa paternidad de ese bebé a nadie hasta que averigüe la verdad de todo el asunto.

— Espero que sea así.

Menma también lo espera, espera que Itachi no este mintiéndole a todo el mundo con tremendo descaro porque de ser así se encargará de que todos lo sepan.

Luego de largos minutos y para cuando la joven pareja regresa a la sala es que Fugaku y Jiraiya han terminado de hablar.

— Ve por tu madre — le dice a Sasuke y su hijo asiente yendo a buscar a Mikoto.

— Señor Uchiha — Naruto se planta delante del adulto pero este levanta la mano indicándole que guarde silencio.

— Después me gustaría hablar contigo a solas muchachito.

El rubio asiente tragando pesado.

— ¿Y bien? — es la pregunta de la única mujer cuando regresa junto a su hijo menor.

Fugaku suelta un ligero bufido antes de notificarles a todos la decisión que ha tomado con Jiraiya.

— Como veo que ambos están dispuesto a asumir su responsabilidad — empieza notando las miradas de los jóvenes fijas a la espera de lo que seguramente creen un castigo ejemplar — dentro de unas semanas se llevará a cabo el dekichatta kekkon(1).

Y al oír las dos espantosas palabras finales Itachi siente un mareo estrepitoso que le hace retroceder dos pasos cerrando los ojos, si bien quiere formalizar una relación con Naruto no se siente capaz de “asumir su rol” como dijo su padre y menos de una manera tan súbita.

— Supongo que estarán de acuerdo — esta vez Jiraiya agrega al notar la repentina indisposición del novio de Naruto.

— Por supuesto dattebayo — el rubio no tarda en responder girándose para ver a Itachi quien no se ve muy bien — ¿verdad, Itachi? — pregunta y siente a la perfección la ligera angustia al considerar que el pelinegro pueda negarse, de todos modos siempre supo que el hermano de Sasuke no aceptó a salir cuando se lo pidió,  no necesita ser un genio para saber que una cita y un matrimonio son cosas abismalmente diferentes.

Pero está dispuesto a todo para ganarse el corazón de la persona que ama.

Y el alma parece regresarle al cuerpo cuando ve a su pelinegro asentir con cierta torpeza para alguien tan brillante, no obstante prefiere obviar ese detalle.

 

*

 

 

Cuando los pillaron viendo la televisión sin permiso se llevaron un regaño enorme y un par de golpes por parte de su familiar, siendo un niño no pudo evitar llorar amargamente con los brazos de su hermano aliviando su tristeza, como su gemelo lo protegía recibiendo todos los gritos con la mayor estoicidad posible.

Y no era la primera vez.

— Deja de llorar Naruto, deja de comportarte como una nena. Desde que fui a recogerlos no parabas de llorar, porque no puedes ser como Menma.

Le reclamaron y las lágrimas siguieron cayendo con más fuerza esta vez.

— Ya no le grite a mi hermano — su gemelo le defendió con cierto temor en sus palabras esperando otro golpe por ello.

— Mocosos estorbosos al menos ya no se quedaran más tiempo aquí, solo saben dar problemas — fue lo último que dijo para salir de esa habitación en donde dormían cerrando la puerta con llave.

Aunque quiso dejar de llorar no pudo, las lágrimas seguían acudiendo a sus azules ojos inundándolos una y otra vez.

— Ya no llores… — el otro gimotea guardándose sus nimios sollozos para confortar a su única familia.

Asiente limpiándose los restos de su amargo llanto, de la tristeza que siente cada día con la ausencia de sus padres y de la decepción que siente de sí mismo al solo poder llorar, al no poder ser como su hermano… como Menma… entonces una idea a su inocente imaginación llega. — ¿Podemos hacer un cambio? — le comenta sentándose en el piso de madera al pie de la cama. — Como cuando jugábamos a intentar confundir a mamá. ¿Lo recuerdas?

— Si lo recuerdo dattebayo — asiente algo confundido sentándose al lado de su hermano.

— Todos dicen que Menma es valiente y no llora — algo temeroso junta sus pequeñas manitos —… yo quiero ser así… — cree que un cambio de algunos días será suficiente — ¿puedes ser Menma? Así todos seguirán creyendo que Menma es valiente y yo… y yo seré Naruto…

Su hermano mayor por un par de minutos  le mira algo confundido, han jugado a cambiar de lugares muchas veces pero nada que más de unas horas. — ¿Cuánto tiempo? — pregunta inocentemente.

— Hasta que yo pueda ser valiente… hasta que pueda ser Menma…

Ve a su gemelo asentir concediéndole el pedido, pero “Menma” quien ahora sería Naruto no se imaginó que su cambio durase hasta el día en que lo conoció a él…

Luego de ser libres de su déspota tío llegaron a casa de su abuelo quien acababa de terminar un matrimonio de años que quedase en pésimos términos, la casa donde los lleva a vivir era bastante amplia y bonita, le gustaba recorrerla de arriba abajo cuando su hermano salía a jugar al parque. Y estando solo se forzaba a enfrentar las cosas que lo asustaban, deseaba poder ser fuerte para ser Menma nuevamente, ya no quería que nadie lo hallase llorando en algún rincón durante las noches.

Ya no más.

Pero ese día en particular decide ir a buscar a su hermano por pedido de Jiraiya y cuando lo halla lo ve al lado de quien se enamora a primera vista…

De la niña más bonita que sus ojos han visto.

Con un cabello tan negro y hermoso como sus profundos ojos que lo miran curioso, está por completo empapada y su hermano también.

— Él es mi hermano… Naruto…

Ha quedado mudo ante la presentación de su gemelo y más cuando ve los ojos atentos de ella fijos de nuevo en “Menma” y con ello se da cuenta de que debe volver a ser ese Menma cuanto antes.

— Y… ¿Cuál es tu nombre? — al parecer su hermano tampoco sabe el nombre de la preciosa niña que frunce el ceño.

— Sasuke…

 

*

 

Continua.

 

 

Notas finales:

 (1) dekichatta kekkon: En Japón un matrimonio requerido por un embarazo inesperado, surgió a finales de 1990, se puede traducir como “¡ay! matrimonio” o “ha pasado ya el matrimonio”

 

 

Saludos.

Siento la demora, no estuve en casa estas semanas por algunos motivos y no tenía la laptop conmigo por ende no pude escribir. Ahora que volví a mi casa me puse a terminar los borradores que tenía y terminé este capi.

Bueno espero que la última parte no haya sido muy confusa; de hecho cuando niños Menma era quien siempre terminaba llorando y siendo protegido por Naruto, pero al sentirse mal por eso, le pidió a su hermano hacer el cambio de nombres porque su tío erróneamente los confundió creyendo que Naruto era el que más lloraba y Menma era el más valiente siendo esto al revés, por ello pide que cambien para que sigan pensando que Menma era el más valiente, hasta que conoció a Sasuke –lo aclarare mejor en el siguiente- así que no se preocupen que actualmente Naruto es Naruto y Menma es Menma.

Espero el capítulo haya resultado interesante, gracias por el apoyo para la historia, nos leemos la siguiente semana, cuídense.

Yae.


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