Capítulo 7
Tendrás un padre.
Solo por ese niño… Solo por el hijo que llevaba en el vientre fue que accedió a las estupideces del pelirrojo, o al menos lo intentaría, desde su punto de vista todo eso era una exageración, era pensar las cosas excesivamente, el tripulante del rubio no era siquiera médico, suspiró pesadamente una vez que Kid lo dejó a solas, de no ser por qué creyó que era Bepo con su antojo ni siquiera lo hubiera dejado pasar.
Quedarse quieto en cama, no le hacía pizca de gracia y aunque tratará de cumplirlo no era como si realmente lo pensará hacer religiosamente, cerró los ojos sintiendo a su hijo… Y a pesar de su monologo de rebeldía interno una parte de él estaba asustada… Asustada de perder a su hijo… Asustada de averiguar realmente que tan mal estaba… Se mordió el labio inferior y apretó los ojos, estaba aterrado.
Sintió lágrimas calientes descendiendo por sus mejillas, malditas hormonas… Maldito Kid… Emitió un sollozo que ahogó cubriendo su boca con una de sus manos… ¡mierda! Se acurrucó en la cama, las cosas que el pelirrojo decía despertaban ese miedo inconsciente que toda “madre” tenía, perder a su hijo… Se había esforzado por enterrar esa sensación y auto-convencerse de que no estaba pasando nada malo… Ni mucho menos algo grave.
-Mierda…- sollozo de nuevo rodeando su vientre con un brazo mientras con la mano seguía ahogando sus sollozos en la medida de lo posible –Mierda…- malditas fueran las hormonas… Era la peor parte del embarazo
-Capitán…- el sonido de alguien tocando la puerta y la voz de Bepo lo sobresalto ligeramente, se limpió las lágrimas torpemente –Voy a entrar… Traje lo que me pidió…- carraspeo un poco tratando de controlar su tono de voz
-Ya no tengo hambre…- susurró, no quería que lo viera así de sensible… Nunca nadie lo había visto así… Desde que había perdido a sus padres y después a Cora-san no había llorado
-¿Está bien capitán?- lo escuchó entrar a la habitación, al final era mucho pedir que no entrará -¿Se siente mal? ¿Por qué lloraba?- la preocupación en la voz del oso polar era palpable -¿Quiere que llame a Shachi?- negó con la cabeza y abrió los ojos para verlo
-Solo son hormonas…- miró el plato que su compañero sostenía –De verdad, no tengo hambre…- suspiró –Llévate el plato, me marea el olor…- giró en la cama para darle la espalda, seguía sintiendo un nudo en la garganta y quería echarlo de la habitación antes de desmoronarse
-¿Le hizo algo…?- suspiro, sabía que Bepo hablaba de Eustass, sabía que no le agradaba
-No tiene nada que ver con él…- susurro, en parte era verdad, no era el culpable directamente –Bepo…- respiró profundo –Es cierto… Él es el padre de mi hijo… Estábamos bastante borrachos… Pero no he estado con nadie más… Así que…- finalmente lo había admitido en voz alta… Era su tripulante más cercano… Merecía la confirmación de sus labios a fin de cuentas, aunque no se sentía capaz de explicar mucho más.
-Entiendo… Lo dejó descansar…- agradeció el hecho de que no preguntará más, lo oyó salir y él suspiró, se levantó de la cama, no podía quedarse en cama… No podía o realmente se iba a deprimir, tenía que volver a enterrar los malos pensamientos
Salió despacio de la habitación, sigilosamente, sabía que si el pelirrojo lo veía lo arrastraría de regreso a la cama, quería escabullirse de todos un rato así que no podía ir al comedor, se escabulló a la biblioteca, era un buen lugar para esconderse de Eustass y sus tripulantes, dudaba que ese trío se metiera ahí… De todas formas cerró por dentro, tomo su libro preferido y se tumbó en el sillón de tres plazas que había en la sala, su biblioteca no era muy grande pero estaba bien distribuida.
Se puso a leer y en algún momento se quedó dormido con el libro sobre el pecho, un sueño algo intranquilo, sueños horribles no tardaron en asaltarlo, imágenes y sensaciones que comenzaron a atormentarlo de inmediato, despertó de golpe cuando alguien golpeo la puerta con fuerza, su mano derecha viajo a su abultado estómago como asegurándose de que su hijo aún se movía, sentía las mejillas húmedas de nuevo
-¡Abre la puta puerta Trafalgar!- era Kid… Mierda… ¿Cuánto había dormido? Se sentía incluso más cansado que antes de esa siesta
-Ya voy…- gruñó de mala gana y se levantó con cuidado... Se limpió las lágrimas de las mejillas y abrió la puerta, esto no iba a ser exactamente bonito
-¿¡No escuchas lo que la gente te dice!?- era la primera vez que le gritaba… Prefería eso a la postura calmada que había estado tomando antes
-Estaba acostado… Deja de joder…- se frotó la sien ligeramente –Tampoco me voy a quedar enclaustrado en mi cuarto…- bostezo un poco –Ahora quítate… Quiero irme a la cama, estoy cansado…- sintió como lo sujetaba del cuello de la playera por segunda vez en el día, desvió el rostro, esta vez no iba a caer… Ellos no eran una pareja… El pelirrojo pirata era un intruso, no podía perder de vista eso.
-Tienes suerte de tener ese vientre- rodó los ojos, estaba seguro de que ya se lo había dicho antes –Eres un maldito necio…- el niño pateo con fuerza y él hizo un gesto en consecuencia
-Mierda…- susurró, lo pateo de nuevo, respiró profundo, el contrario lo soltó al notar sus gestos
-Te llevó a tu cuarto….- aun lo desconcertaba la forma brusca en la que podía cambiar su tono de voz… Aunque suponía que era normal… Eustass estaba ahí solo por ese hijo… Solo le importaba ese bebé… Él era la incubadora al final de todo… El joven lo tomó de la cintura para hacer que se apoyará en él y ayudarlo a caminar al cuarto… Simplemente se dejó arrastrar por el más alto -¿Cómo te sientes?- lo llevó hasta la cama y lo ayudó a acomodarse
-Estoy bien… Ya se calmó… Está demasiado inquieto desde que estas aquí…- admitió a media voz –Hasta parece que sabe quién eres…- suspiro pesadamente
-No debes levantarte- gruño por respuesta
-¿Y que se supone que haga todo el día?- apretó los dientes –No estoy invalido…-
-Si necesitas algo pídemelo a mí…- lo miró con cierta sorpresa por el ofrecimiento –No soy imbécil, sé que no estas inválido pero estas teniendo problemas con el bebé…- miró su pequeño vientre en silencio –Terminaré atándote a la cama y no es una amenaza en una advertencia- lo miró a los ojos un segundo, estaba bastante seguro de que no mentía
-Dímelo…- susurro mirándolo fijamente -¿Por qué alguien como tú quiere a un hijo de alguien como yo? Un hijo que ni siquiera sabes si es tuyo…- el niño era de Eustass… Eso lo sabía bien pero tal vez si lo hacía dudar…
-Eso es asunto mío Trafalgar…- lo vio sonreír de medio lado –Reconozco bastante bien un trasero virgen- los colores se le subieron al rostro sin darse cuenta –Así que no dudo de tu palabra… No soy imbécil aunque la marina piense lo contrario… Y tus reacciones…- quiso patearlo
-Déjame solo…- se acurrucó en la cama de nuevo –Si quiero te lo pediré ¿de acuerdo?- al final iba a ceder, al final lo único que los unía era su hijo… Lo mejor era llevar la fiesta en paz, en su estado no podía defenderse.
No quiso mirarlo, pero estaba seguro que el pelirrojo debía tener una sonrisa de socarrona satisfacción en los labios, lo escuchó salir de la habitación sin decir otra cosa, si se veía forzado a ser sincero consigo mismo Kid era un buen padre… Realmente se preocupaba por su bebé… Tal vez no por él pero por lo menos por su hijo… Sonrió con algo de nostalgia “tendrás un padre…” fue el pensamiento que abarcó sus pensamientos hacía su bebé “Un maldito pesado con bipolaridad pero un buen padre…” se acurruco un poco más… Por su bien… Por el bien de esa criatura que había amado desde el primer día dejaría su orgullo a un lado.