Antes de comenzar a contarte mi historia quiero preguntarte algo
¿Crees en dioses?
Y si crees en ellos
¿Crees que son como te los pinta?
Si tu respuestas fueron afirmativas déjame decirte que estas muy equivocado.
Yo solía ser como tu antes de conocerlo a él... de conocerlos a todos.
Desde que tengo uso de razón se que podía ver cosas que otros no podían ver, naci con ese extraño don, al principio no pensé que fuera malo pero conforme pasa el tiempo llegue a experimentar lo que en verdad era el dolor... ver morir a una de mis personas favoritas. Jamás lo olvidare ese día cuando mi abuela muro deje de creer... creer que exitía dios, el infierno, el cielo, deje de ser un niño.
Mi nombre es Kim Kibum soy un joven de 17 común y corriente o al menos eso finjo ser, desde que tengo uso de razón puedo ver y experimentar cosas que otros chicos de mi edad no pueden jamás supe porque sin embargo nunca me importo demasiado, lo descubre a mis solo 8 años cuando solía jugar con mis vecinos, se asustaron cuando empecé a hablar solo pero no era así... hablaba con una niña de nuestra edad que me conto como había sido asesinada por su propio padre, claro que ante este hecho unos simples niños de 8 jamás lo crearía. Recuerdo que esos dos salieron corriendo en busca de unos adultos, al contarles lo sucedido me preguntaron a mi si era verdad por lo que yo asentí, lo siguiente que recuerdo es como mi propio padre y madre empacaban todo para mudarnos.
-Bummie-mire a mi padre quien conducía lejos de Daegu-quiero que nos digas lo que en verdad sucedido a papi y a mami-ante este hecho mire a mami quien me dedico una sonrisa fría, abrace fuertemente a mi oso de felpa, a pesar de solo tener 8 años sabia que lo que había dicho estaba mal pero no podía mentir, no a mis padres...
-Hana es mejor amiga que los hijos de la señora Jung...-sentencie mirándole el rostro confundido de mis padres, después de eso deje de hablar de eso solía guárdamelo todo yo solo, fue cuando conocí a Minho. Él jamás se quejo de eso cuando le contaba cosas como esas más bien solo me decía que invitáramos a jugar a los diversos fantasmas que aparecían, Minho jamás se aterro, él fue mi único amigo que no se alejo al saber ese extraño don, al contrario se unió mas a mi volviéndose mi mejor amigo, a pesar de tener el apoyo de él fui encerrándome más dejando de comentar de esos extraños seres...
Escuche como todas las mañanas sonaba la alarma desperté bostezando para tallar mis ojos era un nuevo día, un día más para mí. Comencé con mis rutinas de todas las mañans bañarme, vestirme y...
-oye despierta ya-comende a gritar al otro balcón enfrente mío. Minho vivía enfrente mío por lo que mi deber y el favor de su madre fue despertarlo todas las mañanas.
-que ruidoso estas desde muy temprano Key-bostezo mientras me miraba somnoliento.
-tú eres el que siempre se queda dormido, vamos mis padres te esperan para desayunar-y si... él se volvió parte de mi familia debido a sus padres siempre están de viaje así que se puede decir que yo soy su madre, baje las escaleras sin antes darme un último vistazo, sonriendo seguro-buenos días- salude a mi padre y a mi madre.
-buenos días Bummie-contestaron al unido sonido, corrí hasta la puerta abriéndola recibiendo a Minho para jalar su mano colocándolo en una de las sillas del comedor. Ayude a mi madre a preparar el desayuno como era costumbre, era una rutina que no podía dejar de hacer sin importar cuando intentara romperla.
-¿Cómo estas esta mañana Minho ah?-pregunto mi padre mientras él intentaba no quedarse dormido.
-muy bien señor, gracias a...-le tendí el desayuno él me sonrío-gracias Kibum... como decía, si no fuera por su hijo no sé donde estará ahora mismo- me senté a un lado suyo con un plato de comida mirándolo un poco molesto.
-¿no es obvio?, estarías nadando en basura. Si no fuera porque te preparo el desayuno apuesto que siempre comerías esa cosa asquerosa que se hace llamar ramen instantáneo, que desagradable-
-prometo que cuando pueda trabajar te daré un hogar decente esposa mía-me sonroje ante este hecho molestándome.
-cállate y come de una buena vez-
-claro esposa-rio mientras podía escuchar la risas ahogada de mis padres, a los pocos minutos nos encontrábamos de salida de mi casa caminando rumbo a la parada del autobús.
-estudiaste para el examen verdad-
-¿había examen?...-mire a Minho suspirando-por favor Kibum, tu....-
-eres un completo desastre... está bien, te dejare copiarme-
-que haría sin ti-me abrazo, yo me encontraba un molesto por lo de la mañana golpeándolo enseguida-wow, cuando te casaste sí que tendrás tu carácter-
-no seas idiota... no vez que siempre me haces avergonzarme de esa manera-llegamos a la parad del autobús.
-solo digo que puedes ser un poco más mmm... flexible-
-lo soy...-
-vamos necesitas un poco de divesión de vez en cuando Kibum...-rio, fue cuando el tiempo se detuvo, mire enfrente de la calle un pequeño callejón, ahí estaba un bulto. Un Bulto que me llamaba -hey vamos-me saco de mis pensamientos Minho tomándome del brazo para poder subir al autobús.
-¿eh?... Bueno yo... creo que olvide algo, iré en el siguiente auto bus, lo siento-me solté corriendo hasta aquel bulto, sentía que debía hacerlo era como si me llamara, al llegar hasta ese extraño callejón me acerque desconfiadamente encontrándome con un chico desmayado, jamás había visto a un chico tan guapo, estaba totalmente vestido de negro con una capa blanca.
-¿pero qué hace un chico aquí?...-mire a Minho asustado.
-¿tú qué haces aquí?...-me dedico una sonrisa.
-Kibum por quien me tomas, tu eres el chico más cuidadoso que conozco además del mejor alumno de nuestra clase, eso de olvidar algo no es lo tuyo, aunque...-rio nuevamente-con que esto era lo que olvidaste-
-solo cállate y ayúdame a llevarlo...-
-¿a dónde? ¿Iremos al hospital?-
-mmm, no parece sufrir ninguna herida así que será a mi casa, hoy mi madre se ira de visita así que estaremos bien-
-bueno... ¿y qué hacemos con el examen?...-
-es cierto...-me quede congelado, suspirando-tendré que pedirle al profesor ese favor-
-apuesto que aceptara-no fue nada difícil cargar con ese chico gracias a Minho, no me lo hubiera imaginado estando yo solo, al llegar lo dejamos en mi habitación fue cuando nos llamo la atención aquel broche que tenía su capa, era de oro podía estar seguro y en el tenia el símbolo del sol-oye, ¿en verdad eso es de?...-
-es de oro-susurre examinándolo mejor-no creo que lo hayan asaltado, si no se hubieran llevado esto...-
-eso es cierto, entonces ¿qué crees que le haya pasado?-
-mmm... tal vez solo se desmayo-
-si claro, dime Kibum ¿cuándo vez que eso pase? Qué tal si estaba borracho-lo mire incrédulo, no tenía pinta de estarlo, ni mucho menos aquel olor tan desagradable, esta teoría estaba descartada de esto estaba seguro. Ambos nos cambiamos el uniforme mientras llamaba al profesor Joon, él era amigo de mi padre desde la infancia por lo que sería sencillo perdonarnos a mí y a Minho.
-entiendo, descuida estpa bien Kibum, tu y el joven Choi pueden hacer el examen mañana, salúdame a tu familia-
-muchas gracias profesor así será-colgué suspirando aliviado-bueno una carga menos, ahora...-antes de poder moverme escuche pasos en el segundo piso-¿despertó?...- subí lentamente cada escalón para poder situarme enfrente de la puerta de mi recamara tomando la perilla pero me detuve al escuchar ruido, ¿será buena persona?... ¿una mala?... ¿un ladrón?... ¿un homicida?... Varias de esos pensamientos rondaban en mi mente, intente tranquilizarme para hacerle frente a cada unas de mis suposiciones. Abrí los ojos sorprendiendo al ver a aquel joven, quien me miro confundido sin darme tiempo de reaccionar, aquel joven se abalanzo contra mi provocando que ambos cayéramos al piso el arriba de mi sosteniendo mi cuello con intenciones de ahorcarme.
-¿Dónde estoy?... ¿Quién eres tú?... ¿Por qué me trajiste hasta aquí?... ¿Dónde están mis hermanos?...-me miraba con suma furia apretando el garre, con la poca fuerza que tenia tome sus muñecas intentando alejarlo pero fue inútil -¡Contesta, ¿eres un hombre de él cierto?!-
-no...-hable con dificultad-no se... a que te refieres... tú estabas inconsciente y... traje hasta aquí...-al escucharme soltó el agarre, tosí intentando recomponer el aire.
-espera un minuto...-me miro detenidamente acercando demasiado su cara a la mía, me sonroje empujándolo.
-¡¿Qué te crees?!...-él rápidamente corrió hasta la ventana mirando por ella-
-¿pero dónde?...-
-oye, ¿te encuentras?...-
-¡Es no es el mundo de los dioses!...-grito mientras revolvía su cabello desesperado. No podía entender bien lo que sucedía con ese chico, ¿acaso se había golpeado la cabeza?
Fue entonces que lo decidí, decidí no volver a ayudar a ningún extraño sin importar lo guapo que pareciera, pero a pesar de eso no sabía que la llegara de ese chico cambiara mi vida y la vida de Minho para siempre. No sabía que al conocerlo mi mundo daría un giro de 180 grados, como no podía imaginar que incluso a partir de ese momento yo estaría en peligro constante. Mi destino fue ligado a ese chico sin darme cuenta o intentando negarlo... no vas bien fui yo mismo quien así lo quiso al intentar ayudarlo, al pesar de que era humano, no pensé que al recibir ese chico a mi vida me causaría más problemas que beneficios.