Era de noche en las solitarias calles de Venecia, un pequeño frió se hacia presente en ellas; el invierno estaba a la vuelta de la esquina. El silencio tambien las acompañaba, aunque en esta noche no era así.
Un hombre corria por las calles, estaba huyendo de algo, sus ropas estaban cubiertas de sangre, que al parecer era suya; los gritos y jadeos hacían eco por todo el lugar, su cara denotaba miedo, y como no si detras de el una persona lo perseguia; el joven tenia el cabello de un inusual color rosa, poseía unos ojos color jade, que parecían brillar en la oscuridad de las calles, su tes era fina y clara, aunque en este momento venia manchada con algo de sangre.
El hombre seguia corria de su tormentosa muerte, se arrepentia de todo lo que habia hecho, sabia que todo eso tendria consecuencias, y esas consecuencias habian acabado con la vida de su esposa y pronto la de el, por manos del verdugo que lo perseguia.
Una tercera persona que habia estado arriba de uno de los edificios, observaba con una sonrisa en su rostro, el inutil plan de escape de su objetivo; el viento ondeaba su largo cabello negro, un pequeño sonido lo alerto, miro el reloj que adornaba su muñeca, "23:35 , es hora de terminar el trabajo", fue lo ultimo que pensó antes de saltar de el edificio y caer enfrente de su objetivo y en la accion propinarle una patada mandandolo de fauces al suelo.
- Gajeel, ¿Donde te habias metido? - su compañero se detuvo a lado de el.
-Estaba terminado un pequeño trabajo - dijo el azabache.
-Bueno da igual, hay que terminar esto rapido - dijo el pelirosa caminando hacia el hombre que se arrastraba por el suelo tratando de escapar.
- Y tu..... - puso su pie en la espalda del otro impidiendo que se moviera - ¿Dime donde diablos esta Argus? y mas te vale hablar.
- ¡Si cre-crees que te lo dire estas muy equivocado! - exclamó - ¡Idiota!.
- Así que no quieres hablar..... - levanto al hombre del cuello y lo estampo contra una pared - eso lo veremos... - susurro en su oido.
Despues de que le sacaran toda la informacion por metodos no muy agradables, los dos se dirigieron al escondite en donde se encontraba Argus Belgrano, uno de los jefes de la mafia.
Al llegar,se escondieron detras de unos contenedores y se cercioraron si no había guardias vigilando el lugar. Y al parecer no habia ninguno, por lo que se acercaron mas al lugar.
- Creo que son demasiado confiados para no tener guardias - murmuro el pelirosa.
- Al parecer si - le respondió el pelinegro volteando a ver a su compañero quien parecia estar pensando en algo.
- ¿No has visto a Lucy? - le pregunto el pelirosa.
- No, la ultima vez la vi cuando nos separamos, tal vez aun este en la ciudad, o se haya muerto.
El pelirosa le iba a contestar cuando escucharon jaleos dentro del lugar, "tal vez tienen una fiesta" pensaron los dos, se colocaron a cada lado de la puerta, y sin mas de una patada la abrieron, pero lo que encontraron los dejo algo sorprendidos.
Los cuerpos de los mafiosos, sin vida rodeados en charcos de sangre, se encontraban tirados por todo el lugar; en el centro del lugar se hallaba una rubia sosteniendo una especie de katana en la mano derecha, apuntando al famoso Argus Belgrano, quien se encontraba en el suelo inconsiente.
- Y hablando de la reina de Roma - comento con una risa Gajeel - si que te luciste Lucy - la mencionada los voltea a ver.
-Oh... Gajeel, Natsu - se acerco a ellos - por fin llegan.
-¿Como descubriste este lugar? - la interrogo Natsu.
- Antes que nada - la rubia le dio un pañuelo que saco de la bolsa de su pantalon - limpiate la cara, la traes hecha un asco.
- Oh gracias - le agradecio limpiandose la cara.
-Bueno... - puso su mano en su barbilla - despues de que nos separamos, comencé a investigar en la ciudad, y en unos callejones vi a unos tipos - señalo a unos cadaveres - forzando a una chicas, me acerque a ayudarlas y note como ellos traian la insignia de la familia belgrano y pues.... una cosa lleva a la otra lleva a la otra, pero el chiste es que lo atrape - finalizo con una risa.
- Ge he~ - rio divertido Gajeel.
- Bueno, hay que irnos ya - informo Natsu, y salieron del lugar.
(...)
Horas mas tarde, los tres se encontraban en lo que seria la base de operaciones, bajaron del auto en el que venian entrando al gran edificio de color Beige; le pidieron a algunos guardias que encerraran a Argus, y se fueron a la oficina de su superior.
Mientras tanto, un rubio con un gran abrigo descansaba en el gran sofá de su oficina; habia estado rodeado de papeles todo el bendito día, lo estresaba demasiado. Poco a poco se estaba quedando dormido, cuando de pronto, un gran estruendo lo asusto; la puerta de su oficina habia salido volando. Se incorporo rapidamente colocandose en pocision de ataque, por si de un enemigo se tratara, que luego deshizo al ver a los culpables.
- ¡Ya llegamos! - grito Natsu levantando la mano en señal de saludo, entrando a la oficina con sus compañeros.
- Hola Laxus - saludo Lucy sentandose arriba de su escritorio. A Laxus le comenzaban a salir venas en la sien.
- Natsu.... ya te he dicho que habras bien la puerta- dijo el rubio tratando de guardar la calma, y volteo a ver a la rubia - y tu, bajate de ahi.
-Ay.... que amargado - Lucy se bajo del escritorio - por eso no consigues novia....... ah y Mirajane no cuenta.
-Uy... eso dolio - dijo bajo Gajeel.
- Como sea - dijo Natsu moviendo la mano restandole importancia - terminamos el trabajo Laxus, te entrego el reporte escrito.
- De acuerdo - tomo los papeles y los dejo en su escritorio.
- Bueno nos vamos - informo Natsu dirgiendose a la salida.
- Esperen un momento - la voz del rubio los detuvo - hay algo que tengo que informarles.
Laxus le hablo a su secretaria por el telefono; los tres miraron al rubio con algo de seriedad; despues de algunos minutos, una chica albina entro por donde antes estaba la puerta con un monton de papeles en mano.
- Vaya..... no se contuvieron - les dio una sonrisa y volteo a ver a Laxus - toma lo que me pediste.
- Gracias Mirajane - Laxus camino hacia ellos y les dio a cada uno, una carpeta negra. con las palabras "confidencial" - Tomen.
Los tres chicos se miraron entre ellos algo nerviosos, esto les daba mala espina.
-¿Que es esto? - pregunto Lucy mirando al otro rubio.
- Iré al grano.... ustedes irán a la escuela - Informo cruzándose de brazos.
-¿QUEEE?!!! - gritaron los tres al unisono.