Un psicópata se hallaba en un bosque antiguo. Trató de disfrutar su triunfo contra los estúpidos héroes del Team Sonic. Sin duda, fue de lo más lindo hacerlos sufrir, gritar y hasta llorar suplicando misericordia. Recordaba la destrucción que ocasionó, los cuerpos mutilados que dejó y luego quedaron carbonizados a causa de la explosión en la base del "hombre huevo". Para su desgracia, nada se podía gozar...
—¡Cállate! ¡cállate! ¡CÁLLATE! —ordenaba gritando (el erizo de pelaje azul oscuro) mientras enterraba sus uñas en su cabeza, arrodillado. Quería arrancarse la piel de tan sólo volver a escuchar a su "creador". Estaba harto, cabreado. Pero eso no impedía a que esa voz interior (su "creador") le reprochase mil un cosas a la vez.
—¿¡Por qué lo hiciste!? ¿¡Por qué los mataste!? —le replicaba aquella vocecita en su cabeza.
—Uno: porque me gusta y porque para mí es vital hacerlo. Dos: no todos están (completamente) muertos —respondió cortante y sulfurado, refiriéndose a sus .exes.
—Yo... solo quiero salir... —seguía diciendo al borde de las lágrimas (el de ojos esmeraldas).
Los sollozos eran audibles para el oji-carmín.
—¿Quieres salir? Pues saldrás... pero lo vas a lamentar —advirtió el asesino y sus pupilas se volvieron verde fosforescente por un momento. Un aura oscura lo envolvió pero se tornó clara por una fracción de segundo justo cuando Sonic apareció frente suyo, cayéndose de sentón en una roca.
—¡Auch! —emitió (algo dolorido), pero al ver a su contra-parte no pudo más que entregarle una mirada de odio profundo—. Arg, tú, demonio ¡me las pagarás! —Se levantó dispuesto a lanzarse contra el ser oscuro.
—No puedes correr —recitó el de globos oculares oscuros, y Sonic quedó inmóvil con su entrecejo afilado, su boca mostrando sus dientes tratando de gruñir de ira y su puño alzado (listo para golpearlo).
Sonic.exe se levantó lentamente del césped y se acercó a su "otro yo" con una mirada siniestra y lo tomó firmemente de la cara para que lo mirase a los ojos.
—Ésta será mi venganza por mantenerme encerrado en tu cabeza por tanto tiempo —susurró, y luego (con su mano libre) le propinó un golpe que mandó volar y arrastrarse por el suelo al joven héroe möbian. Sonic.exe, con su súper velocidad, llegó a donde él y se colocó encima, de cuatro patas. Y Sonic trataba de alejarse apoyándose de sus codos pararetroceder, pero sus piernas estaban inmovilizadas: no podía correr por el encantamiento de su "otro yo", lo que conllevaba a que ni pudiera avanzar hacia alguna dirección—.Jejejeje —rió el psicópata con una gran sonrisa que dejaba ver sus afilados dientes. Tenía la boca abierta por la cual dejaba caer su lengua de serpiente y los ojos entrecerrados al imaginar todo lo que se venía y empezó a meter dos de sus dedos por la entrada del otro, lo que provocó que éste también entrecerrara los ojos y soltara un quejido. Pero ese quejido sonó más a placer que a dolor, y .exe quería oírlo gritar. Pero había mucho, MUCHO tiempo. Así que, sacó sus dedos de la entrada de Sonic y lo tomó la cara para acecarla a su parte baja, de la cual sacó su miembro de su "escondite" y lo obligó a "metérsela" de una hasta la garganta, lo que casi ahogó al pobre.
Entonces, el mayor empezó con unos violentos vaivenes, sujetando firme de las púas a su "víctima", mientras que este último trataba de sacárselo de encima, pero lo único que alcanzaba a hacer era rozar sus manos contra las "bolas" del sangriento, dando todos sus esfuerzos en desencajar ese "pedazo de carne" de su boca. Por eso el más joven se sentía humillado, con ganas terribles de llorar pero de nada serviría rebajarse más. Sus mejillas rojas por la vergüenza que sentía de sí mismo y sus débiles sollozos ya eran suficientes.
Mientras tanto, "Dios" seguía con su "labor" de ni dejarlo respirar penetrándolo oralmente, hasta que se corrió e inundó la cavidad bucal de Sonic con su "semilla". Al acabar con eso, sacó su miembro de allí y arrastró hacia adelante al azulado más claro, de tal modo que la pelvis de ambos se encontraran para aprovechar la oportunidad de raspar la piel de Sonikku contra las pequeñas pero afiladas rocas de allí para hacerlo sangrar.
—¡A-ah! —emitió Sonic, con los párpados fuertemente cerrados y las orejas caídas al sentir su espalda dañarse. Es que estaba tan débil como cualquier ser humano o más...
El malvado erizo abrió las piernas del oji-esmeralda; encajó sus pulgares en su ano para que éste se estirara y la entrada fuese más fácil. Se veía espléndida la vista... hasta que lo penetró hasta el fondo, provocando que la intimidad del oji-verde sangrara (lo cual era aún más hermoso).
—¡AAAHHHH! —El grito del pobre retumbó por todo el bosque provocando que las aves de por allí se fueran volando espantados. El motivo de su grito fue obvio: como no lo lubricaron antes del "coito", su entrada apenas recibió al "amigo" del asesino, quien empezó a "darle" cada vez más duro—.
Las embestidas eran veloces y firmes, las cuales creaban un ruido sordo al hacer un brusco contacto contra las "partes" del erizo bueno. En cambio, Sonic, dándose cuenta de la situación (ya no podía hacer nada): hacía un sobre esfuerzo tratando de aguantar el dolor sujetándose del suelo y arrancando el pasto.
—A-ah, ¡ahhh! P-Por fa-vor... ¡pa-paraa! ¡AHH! —suplicaba débilmente entre sollozos y gritos. Pero cada vez que se ponía a suplicar, recibía un doble castigo—.
Por suerte, .exe se corrió... pero sacó brutalmente su miembro de la ya dilatada entrada (por el semen y la sangre) del "uke" y se la volvió a meter (solo que esta vez, en vez de su miembro, fueron dos de sus afiladas garras, las cuales crecieron más).
—¡Ahhh!
Sucesivamente, el dominante acercó su boca al cuello del otro y empezó a dejar marcas de chupetones y mordidas.
—¡Ah! ¡AH! ¡Para! ¡Duele! —suplicaba el mayor aferrándose al pecho del otro, pero este último solo atinó a meter dos dedos más y a abrirle más las piernas con su mano libre—. ¡Enserio, para! ¡Ahh! ¡Du-Duele! —decía largando unas lágrimas.
—Grrr... ¡¿Quieres callarte?! —preguntó dándole un cabezazo que lo dejó semi aturdido y siguió con su "venganza" y metió (como si tuviera su mano en forma de puño para golpear a alguien) TODA su mano en el ano del de ojos verdes (con lo grande que es a diferencia de su hombría), provocando que Sonic quedara sin aliento.
El ser "inmortal" comenzó a mover su brazo en el interior del de orbes jade violentamente, logrando que éste escupiera sangre y en su vientre se notara la forma de la mano del oscuro, la cual, ya llegaba a entrar hasta con su muñeca.
—¡AH! ¡AaH! ¡AhhH! —daba un grito más por cada embestida recibida, gritos que iban en descenso porque la garganta se le secaba.
En cambio, el seme empezó a morder con fuerza el labio inferior de su uke, jalando levemente de ésta. Mientras, daba toques y masajes bruscos en el pecho ajeno, sobre todo en la punta de los pezones (que eran un área muy delicada y decidió dirigir su boca allí para "jugar" con aquellas puntas sonrosadas de piel. Y en definitiva, lo hizo).
Las lágrimas que recorrían las mejillas del cobalto también eran saboreadas con deleite...
Las extremidades inferiores del cautivo estaban desencajadas y ya inútiles hasta para arrastrarse, cada vez más abiertas, gracias a ese demonio que era el responsable del gran charco carmesí formado bajo su entrepierna... Hasta que al fin, el malvado decidió sacar sus garras de la intimidad del sumido a su erótica tortura... sólo para lamer de aquellas garras el abundante líquido rojo que recorría entre ellas. Luego metió su larga lengua en la mojada entrada del incapacitado, la cual (juguetona) se paseaba ansiosamente en su interior.
—Mm, agh ¡ah! ¿Po-por... (a-ahh) qué? —se preguntaba entre gemidos de agonía y algo de placer el violado, al sentir algo nuevo penetrar su rosada cavidad.
Cuando el "jugador 1" (Sonic.exe) acabó con su "labor", volteó de un manotazo al "Jugador 2" (Sonic), haciendo que su cara se "rayara" con una de las piedras y uno de esos fragmentos se insertara en su ojo derecho. Estaba a punto de gritar otra vez pero fue acallado gracias a la reencarnación de su maldad, quien rodeó su cuello y desgarró con sus garras parte de ésta junto con sus cuerdas vocales.
—Aggg —se quejó Sonic, encogiéndose de hombros como reflejo y cerrando con fuerza sus párpados. Pero de repente, abrió los ojos en sobremanera al sentir cómo se "la metían" una vez más. Por éso empezó a golpear con sus puños contra el suelo una y otra vez, con un rostro empapado de lágrimas y sangre, que suplicaba piedad...
El dominante cogió las piernas de Sonic y las envolvió en su cintura para manejar mejor los vaivenes. Con sus dientes mordió las púas de su "juguete" o "jugador 2" para imitar la correa de un perro, para que elevara la cabeza cada vez que jalara de sus púas. Después bajó sus manos hasta donde el vientre de Sonikku para apretarlo, logrando que sus órganos internos se contrajeran y su entrada se volviera más estrecha para sentir MÁS... placer.
Una de sus manos bajó hasta donde Sonic "la tenía" escondida y cuando la sacó de allí, comenzó a jalonear de esta.
—No, ¡no!, ¡nooo! Que no haga lo que creo que ha... —suplicaba internamente pero ya era tarde—. ¡AAAAAAAAAHHHHH!
Sonic.exe... terminó castrando manualmente a su creador, y cuando tuvo la hombría de "Sonikku" en sus manos se lo metió en la boca al dueño del miembro, obligándolo a que se lo "comiera"... literalmente.
—¿Po-Por... qué? ¿¡Qué hice para merecer esto!? —se preguntaba con las mejillas rojas de tanto llorar (de su ahuecado ojo izquierdo chorreaba sangre como si de lágrimas se tratasen).
—Jeje, Sonuke, ¿tan humillado te sientes? —le susurró el mayor al oído, propinándole otra embestida, una estocada más fuerte.
—¡Mgh! —era lo único que podía pronunciar en vez de un auténtico gemido (ya que, tenía su propia virilidad en la boca). Era una pena no volver a escucharlo gritar pero ¿qué más daba? Sonic estaba cada vez más débil, y .exe volvió a correrse.
—¡Mmgh! ¡Mmh!
Segundos después, el psicópata sujetó de la cabeza a su "creador" y estiró de ésta hacia atrás escuchando, seguidamente, un ligero "¡crack!"... Los ojos del azulado más claro se volvieron totalmente blancos...
Ya consciente del estado de Sonic, el erizo demoníaco lo estiró más de sus púas, haciendo que la espalda de éste se curveara totalmente, teniendo así, una vista perfecta de su ya pálido rostro. Y aprovechando éso, le sacó el pene de la boca y le dio un beso (pero no cualquiera). Mientras lo besaba apretaba su pecho para, finalmente, sacar (gracias a su larga lengua) su corazón.
Lo saboreó como todo un manjar. De la camisura de los labios de ambos goteaba el líquido rojo. Se lo podía considerar como un "trofeo". Así que, culminada su "misión", Sonic.exe soltó la cabeza de Sonic haciendo que impactara contra el suelo (sin consideración alguna), y sacó su miembro del ano ensangrentado (aún no la había sacado). "La guardó" en su escondite y se limpió con el antebrazo la boca. Sonrió entre dientes, satisfecho.
—Perder la virginidad contigo fue todo... un placer. Jejejeje —pensó con ironía y una media sonrisa adornando su rostro. Dio media vuelta sólo para darle un último vistazo a (según él) la escoria de Sonic—. Pero que te coman los cuervos —murmuró y desapareció en una espesa capa de humo.
Al final: los pajarracos que surcaban el tétrico cielo bajaron con sus ensordecedores graznidos y comenzaron a picotear y desgarrar la deliciosa carne del héroe. Sólo quedaron sus fluidos, los cuales, fueron absorbidos por la reseca tierra. FIN.