The Book
Sus ojos verdes recorrieron con curiosidad el libro que ahora era de su propiedad. Era antiguo, las páginas a simple vista amarillentas lo comprobaban, pero tenía algo que le atraía y no podía explicar muy bien que era. Sus dedos recorrieron las líneas de la portada y se detuvieron en la gema que estaba en el centro
-Joven Takahashi Firme aquí y ya podrá retirarse- asintió tomando una pluma, rápidamente firmo en el testamento del último familiar que le quedaba en el mundo: Su abuelo
Realmente no había convivido mucho con él, así que le extraño el hecho de que le dejara algo. Aunque el libro no era precisamente una gran herencia, hubiera preferido dinero pero no se podía quejar, su abuelo ya estaba muerto
-Ya puede retirarse- le hizo una formal reverencia al abogado para después salir de su oficina. Siguió contemplando el libro, lo abrió solo para encontrarse garabatos
-Abuelo no se leer japonés- le dijo al cielo mirando con confusión los kanjis del libro, suspiro profundamente considerando que era una vergüenza no saber japonés cuando él era Japonés. No era del todo su culpa, después de todo su familia se había mudado a Francia cuando él era muy pequeño
Al salir noto que había llovido, el clima era frío, enredo de manera desordenada una bufanda que traía en su mochila, con el libro bajo el brazo camino hasta la estación. En el metro siguió tratando de descifrar lo que decía el libro, era inútil no entendía nada pero tenía una leve idea de lo que decía pero no estaba seguro si solo eran imaginaciones suyas
El metro se detuvo en su parada, por suerte no había tanta gente y pudo bajar decentemente. Ya era noche y todavía tenía tarea por hacer, camino varias calles antes de llegar a su destino, un departamento pequeño, sin lujo alguno pero con una vista espectacular. Al entrar lo primero que hizo fue tirarse en el sillón, tenía tantas cosas que hacer pero quería seguir viendo el libro
Recorrió sus páginas una y otra vez, algo le decía que era un diario, quizá era la forma de la escritura
-Qué curioso- mascullo deteniéndose en una hoja, no tenía nada de especial, solo que en esta había un pequeño conejo dibujado junto a un texto- Me pregunto que dirá- en momentos como esos deseaba que sus padres estuvieran ahí para que le dijeran porque ese libro era tan importante, o porque su abuelo se lo había dejado. Suspiro con tristeza
Sus ojos verdes se clavaron en el texto, al paso de los minutos este pareció cobrar sentido, como si alguien se lo tradujera aunque podía ser su imaginación. Escucho un eco que resulto su propia voz, inconscientemente se encontró recitando el texto
-“Vuelve a la vida amado mío, que mi voz sea tu guía, por fin, después de casi un siglo mis plegarias han sido escuchadas…”- al terminar se recitar sintió algo extraño, como si el libro se calentara. La sensación solo aumento provocando que soltara de golpe el libro que termino en el suelo. Se agacho al recogerlo pero el solo tocarlo le quemaba
De pronto la habitación quedo en penumbras, asustado trato de buscar alguna fuente de luz que provino del libro, Este brillaba, en un tono lila que resultaba aterrador, se alejó de inmediato del libro y en ese instante algo salió
Una figura humana había salido del libro, cuando la luz lila se apagó las luces del departamento volvieron y con cierto espanto vio a la persona que estaba tendida en el suelo
Sus cabellos eran plateados, como la luna, y sus ojos, aunque perdidos, tenían un color lila, su piel era blanca y vestía un kimono
-¿Se encuentra bien?- Esos perdidos ojos lilas se enfocaron en su persona
-¿Quién eres tú?- quizá la reacción natural de cualquier persona seria gritar y huir pero él se quedó ahí mirando con cierta curiosidad al sujeto que parecía cobrar vida
-Soy Takahashi Misaki- estiro su mano pues parecía que quería levantarse- ¿Qué eres tú?- pregunto al sentir su tacto, un tacto frio
-Usami Akihiko y soy un demonio- La respuesta no se la esperaba e hizo lo que cualquier persona sensata haría
Tomo el libro y con todas sus fuerzas golpeo al demonio en la cabeza