Hola, Minseok.
No sé porque contesto después de tanto tiempo, tampoco porque me ha dado por escribir esta carta aun cuando ya no tiene demasiado sentido, pero aquí estoy, escribiéndola.
Es difícil ¿Sabes? No tratar de saltar por la ventana para acabar con todo de una maldita vez, pero bueno, eso ya lo sabes ¿Cierto? La sensación de querer acabar con todo es fuerte, pero tranquilo, ya estoy mejor y todo es gracias a ti.
¿Entre mis padres y tú?
La decisión fue difícil, lloré mucho cuando me diste esa opción, aunque antes lloré porque me respondiste. No pensé que fueras a hacerlo, tampoco que siguieras amándome, y cuando me diste a preguntar sentí que era la decisión más importante de mi vida.
Mi felicidad dependía de esa elección y solo decidí escoger lo que creía que debía escoger: A ti.
¿Egoísta? Sí, lo has sido al preguntarme algo así, Minseok, pero algunas veces debemos ser egoístas y no nos hace peores personas, o eso creo yo. Mírame a mí, deseando tirarme por la ventana y acabar con todo, aunque el deseo está desapareciendo, quizás sea por la menor carga que llevo ahora.
No tienes ni idea, de verdad que no, de lo dura que es la vida sin ti, Minseok. Se siente como andar con zapados de acero ardiente, como tener agujas en el corazón que a cada latido más profundo se clavan. No sé cómo lo has hecho, como lograste entrar tan profundo dentro de mí o si esto es normal en el amor, pero es lo que siento y duele, joder, duele mucho.
¿Pero estaremos juntos para siempre, cierto? O al menos, para nuestro para siempre. Sin ti, no sé qué haría yo. Tu carta fue la que me alivió las ansias de cortarme, de dejarlo todo atrás de una maldita vez, aunque no la esperaba. El sentimiento en ella escrito, el rastro que dejaron tus lágrimas, el olor de tu típico perfume que sigo reconociendo, todo ahí presente me emocionó y aun la guardo, creo que no la dejaré ir nunca.
¿Has hecho lo mismo con la mía?
Minseok, de verdad que te amo. Te amo tanto que si me pidieras suicidarme lo haría sin dudarlo, que si me dijeras que hiciera cualquier cosa, lo que fuera, yo lo haría. Te amo tanto, joder, tanto que es un dolor cuando no te veo, cuando siento que te pierdo o cuando noto algo raro, y luego son paranoias que no son reales, que son producto de mi depresión la cual aún continua, aunque en mucha menor medida, y me lo haces saber.
Es gracioso que te escriba esta carta ahora ¿Sabes? Cuando ya tenías mi respuesta. Asustado, después de llorar, te mandé un mensaje ¿Recuerdas? Y me contestaste una hora después con una llamada telefónica. El sonido de tu voz después de dos años fue como el canto de ángeles bajados del cielo para recoger mi alma. Y ahora, un año después de eso, cuando tú sigues en el grupo y yo vivo temporalmente en Corea para mi rehabilitación y para superar mi depresión por completo, cuando vivo en un apartamento en el cual entras y sales como deseas, en el cual hemos hecho el amor miles de veces, te escribo esto porque siento que debo hacerlo, porque me ayuda a liberarme y sincerar lo que no he podido decirte hasta ahora.
Te amo más que a nadie, te necesito más que cualquier cosa, eres mi todo.
Atentamente, Luhan, el que gracias a ti supera sus miedos.