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Butterfly (HaeHyuk) por lunafang

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Notas del capitulo:

Es un pequeño regalo para mis lectores del fanfic El juego del gato (EunHae)

Lee Eunhyuk se mordió el labio inferior antes de presionar el botón de la cámara y que el flash externo iluminara toda la habitación durante el breve segundo que duró el disparo. Sabía que contaba con material más que suficiente de aquellos dos modelos para mandar a edición, pero su sentido de la belleza y el arte no le permitía dejar de fotografiarlos. Por un lado se encontraba Lee Sungmin, un chico dulce que exudaba ternura por todos sus poros de forma natural, y por el otro, Cho Kyuhyun, un hermoso muchacho que podía transformarse fácilmente en la reencarnación del diablo si este consideraba que lo ofendieron de algún modo. Ambos eran sumamente atractivos, pero conservaban la humildad suficiente como para haber entablado amistad con Eunhyuk en los pocos meses que llevaba haciendo las sesiones fotográficas para la revista porno gay Butterfly.


En esta ocasión, la temática del nuevo número de Butterfly sería la dicotomía ángeles y demonios. Si bien se trataba de un asunto que fue muy explotado durante las últimas décadas, el joven fotógrafo estaba haciendo su mayor esfuerzo para conseguir que las imágenes fueran provocativas y originales. Por esto es que había sugerido a Sungmin y Kyuhyun que, además de sus fotografías individuales, posaran juntos para lograr una toma de mayor impacto con sus personajes adversarios. El resultado no podría haber sido mejor si se lo hubiera intentado con otros dos modelos. Sungmin llevaba un atuendo blanco semitransparente y un delicado maquillaje con brillo plateado en el rostro que le otorgaban una apariencia inocente y virginal, mientras que Kyuhyun vestía un traje de cuero rojinegro y le dibujaron diversas inscripciones llamativas en su piel expuesta. No obstante, la atracción física y emocional entre ambos era lo que realmente conseguía que la sensualidad sobrepasara a la imagen. En ese punto, Eunhyuk se preguntaba si los clientes de la revista no deducirían a partir de estas fotos que ellos eran una verdadera pareja.


- Bueno. Creo que eso es todo -dijo el fotógrafo con una sonrisa a la vez que levantaba el dedo pulgar derecho, dando por terminada la sesión.


- ¿En serio? Pensé que nos tendrías varias horas haciendo lo mismo, como pasó la última vez -expresó Kyuhyun con falso enojo, recibiendo un golpe suave en el brazo por parte de Sungmin.


- No te quejes, Kyu. Puedes pedir que te paguen este tiempo como horas extras -sonrió tranquilo mientras se colocaba un abrigo marrón sobre los hombros.


- Me gustaría que una de estas fotos fuera para la tapa de la revista. Son increíbles -comentó Eunhyuk emocionado antes de mostrárselas a los muchachos en la pantalla de la cámara.


- Esta es genial, aunque es demasiado explícita para que esté en la tapa. No creo ni que se atrevan a publicarla -opinó Sungmin sobre una foto en la que Kyuhyun lo tenía acorralado contra su voluntad en el suelo, con los pantalones de ambos bajos y una muy buena actuación del inicio de una penetración forzada.


- Si llegaran a censurarla, envíame una copia a mi dirección de hotmail -le pidió Kyuhyun al fotógrafo en completo acuerdo con la opinión de su novio.


- Sólo si me dejas conservar la original -bromeó y los tres acabaron riendo.


La pareja no tardó mucho tiempo en marcharse del lugar y dejar a Eunhyuk solo, quien comenzó a pasar las imágenes de la memoria externa de la cámara a su computadora portátil. Rápidamente las revisó y las guardó en una nueva carpeta dentro de Imágenes titulada KyuMin (Devil). Estaba dudando si enviar las fotos por hotmail en ese mismo instante a uno de los editores de la revista o esperar a compilarlas con las de las sesiones que haría al día siguiente, cuando el sonido de la puerta al abrirse interrumpió sus pensamientos. La ligera sorpresa que sintió ante una visita inesperada, siendo que debía irse del estudio en pocos minutos, se transformó en auténtico aturdimiento cuando dirigió su mirada hacia el intruso.


Se trataba de Lee Donghae, o al menos eso es lo que deseaba creer Eunhyuk al observar aquella majestuosa visión. El muchacho vestía ropas blancas semitransparentes como las que había usado Sungmin antes, pero estas no expresaban ningún tipo de pureza, sino una clara personificación de la virilidad. Era un ángel dominante. El pantalón de fina tela se ceñía perfectamente a los músculos de sus piernas, con la cintura lo suficientemente baja para que se vea el elástico del calzoncillo plateado, y la camisa estaba desabrochada por completo. El fotógrafo tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no babear por la maravillosa vista de los marcados músculos del abdomen que estaban decorados con una cruz alada, simulando un elaborada tatuaje.


Tragándose un gemido, intentó dirigir su mirada al rostro del modelo y entablar una conversación normal, pero la llamativa tintura rubia que coloreaba su cabello lo distrajo por unos segundos más.


- ¿Do-Donghae? -tartamudeó de forma torpe cuando creyó que su escrutinio se extendió demasiado para su propia comodidad. Se aclaró la garganta y continuó- ¿Qué haces aquí?


- "Hola, Eunhyuk. ¿Cómo estás?" "Hola, Donghae. Bien y ¿tú?" Vaya manera de saludar. ¡Qué modales los tuyos! -habló Donghae con voz burlona y rápida.


- Ya. Perdón -sonrió un poco Eunhyuk, sintiendo sus mejillas calientes-. Hola, Donghae. No esperaba verte hoy.


- ¿No recibiste mi mensaje? -preguntó el modelo, esta vez, serio.


- Ehh... no. Me quedé sin batería en el celular a mitad de la tarde y olvidé el cargado en mi departamento. ¿Porqué?


- Ay, perdón -suspiró-. Pensé que lo habías visto y vine directamente.


- ¿Viniste a hacer la sesión ahora en vez de mañana a la tarde? -dedujo Eunhyuk en un instante.


- Si. Perdón de nuevo. Es que surgió algo de último momento...


- No tienes que explicarme -volvió a sonreír-. Tengo la noche libre, así que no hay problemas con que trabaje a estas horas.


- Muchas gracias, Eunhyukie. Eres el mejor -le regresó la sonrisa.


- Eso dicen -bromeó mientras preparaba la cámara.


Una traicionera capa de sudor inició un recorrido por la espalda del fotógrafo al mirar de reojo al modelo probando distintas poses en uno de los escenarios armados. También un pequeño suspiro escapó de sus labios sin previo aviso. No importaba la forma en que vistiera Donghae, siempre lograba verse atractivo y emanar una sensualidad innata. Incluso en los breves momentos en que el modelo se dejaba embargar por la timidez y la vergüenza cuando se le exigía demasiado en una sesión, su belleza se realzaba. Eunhyuk estaba convencido de que, si Donghae se lo propusiera, podría llegar a ser alguien realmente famoso y olvidarse de perder su tiempo en revistas pornos. Pero había algo oculto en la personalidad o la manera de pensar del modelo que le impedía aspirar a una carrera de grandeza. No lograba entenderlo, aunque lo respetaba silenciosamente.


Lee Donghae era el único motivo por el que Lee Eunhyuk continuaba trabajando como fotógrafo para la revista Butterfly. Al principio se había tratado de una decisión desesperada ante sus escasos ingresos monetarios por la falta de clientes en su negocio independiente. A pesar de que el sueldo recibido era poco en comparación con el esfuerzo y el tiempo que invertía en las sesiones fotográficas, se trataba de un dinero fijo que le ayudaba a pagar sus gastos mensuales. Ingenuamente había creído que esto se vería recompensado de algún modo con la estimulación visual de los modelos, pero no tardó mucho tiempo en recibir los malos tratos y desplantes por parte de la mayoría de ellos, descubriendo la hipocresía que esconden bajo su apariencia externa y varios kilos de maquillaje y lentejuelas. Por esto es que Eunhyuk agradecía cada vez que tenía que trabajar con Sungmin, Kyuhyun y Donghae. Principalmente con Donghae; el hombre que no podía alejar de sus sueños más húmedos.


- Heechul me dijo que le prohibiste darnos alas a los modelos ángeles -habló Donghae tranquilamente, sacando de su estupor al fotógrafo.


- No es que se lo prohibiera -se rió de forma nerviosa al acercarse al modelo-. Sólo le pedí que las guardara fuera de mi vista y ni se lo ocurriera volver a mencionarlas por el resto de su vida.


- ¿Y cuál es la diferencia? -carcajeó divertido.


- Parecían plumas de vedette del siglo pasado. Iban a arruinar completamente la imagen de los ángeles que tengo en mente -le sacó una foto sin previo aviso, sólo para retratar la risa genuina del modelo-. Pero me encanta el trabajo que hizo con la cruz en tu pecho. Es muy impresionante.


- A mí también, aunque le llevó su buen rato.


- Las cosas buenas no salen de simples impulsos -le sonrió prepotente.


- ¿Tú crees? -lo retó con otra sonrisa socarrona.


- Ya cierra esa preciosa boca y ponte de rodillas -rió-. Abrocha tu camisa hasta la mitad del pecho, que sólo se vea la parte superior del dibujo... ah, y quítate los zapatos.


- Siempre tan exigente -dijo en un fingido jadeo antes de descalzarse y armar la pose que Eunhyuk le pidió.


- Arquea un poco más la espalda.


Pronto los dos se vieron sumergidos en su trabajo de modo tal que perdieron la noción del tiempo y se olvidaron del resto del mundo que se encontraba tras la puerta de entrada del estudio. Otra vez el fotógrafo estaba acumulando material de más para el propio beneficio de su ojo crítico, aunque el hecho de que el modelo no se mostrara cansado por ello le impedía sentir algún tipo de remordimiento. Pasearon por todos los escenarios montados y Eunhyuk tuvo el suficiente cuidado de impedir que Donghae hiciera las mismas poses que ya había visto en los modelos que fotografió anteriormente, excepto en un par de ocasiones en que creyó que él podría verse mejor que los originales. Así fue como le pidió a Donghae que posara sobre el sofá color champagne, a sabiendas de que Key se molestaría cuando descubriera que sustituyó sus fotos.


- Lo mejor sería estar sin camisa -opinó Donghae mientras probaba una pose semirecostada, con la cabeza apoyada en la unión del respaldo y el apoyabrazos, y un pie apoyado ligeramente sobre el suelo.


- Si, pienso lo mismo -Eunhyuk se mordió el labio inferior antes de continuar-. También deberías quitarte el calzoncillo.


- ¿Quieres un desnudo completo? -preguntó sorprendido, abriendo exageradamente los ojos.


- No. Antes me dijiste que no te gusta la idea -respondió de prisa con nervios-. Me refiero a que se note que no llevas nada bajo el pantalón.


Inmediatamente Eunhyuk sintió unos fuertes deseos de golpearse la cabeza contra la pared, aunque no estaba seguro de si la causa era que el ambiente se había vuelto tenso o que Donghae decidió aceptar su sugerencia. Se giró sobre los talones en el mismo lugar y esperó a que el modelo le dijera cuando estuviera listo para voltearse, siendo plenamente consciente del sonido del pantalón al removerse. Se trataba de una petición que otros no dudaban en cumplirla, pero era la primera vez que se atrevía a decírsela a Donghae justamente por saber que él no dejaba que lo fotografiaran sin nada de ropa.


- Ya está -dijo el modelo de modo escueto.


Donghae se había acomodado en la misma pose que minutos atrás había probado. Efectivamente podía notarse un gran cambio ante la ausencia de la camisa y el calzoncillo, que permitía vislumbrar mejor la forma del enorme bulto escondido. Eunhyuk tuvo que empezar a fotografiarlo al instante antes de delatar el creciente fervor que sentía por la gloriosa escena. Unas cuantas palabras entre ellos mientras buscaban nuevas poses logró que se disipara un poco la repentina tensión y volvieran a sentirse cómodos. Incluso Eunhyuk sintió que una vocecita en su cabeza gritaba de emoción al ver que Donghae en algún momento se bajó un poco el pantalón, dejando a la vista unos cuantos vellos oscuros.


- Listo. Terminamos -dijo en un jadeo el fotógrafo cuando supo que no podría extender por más tiempo la sesión fotográfica. Su reloj pulsera marcaba más de medianoche.


- ¿Seguro? -suspiró Donghae e hizo tronar su cuello con unos pocos movimientos.


- Sí, seguro. Ven a ver las fotos antes de que te eche a patadas del lugar -bromeó con el rostro serio.


De forma inesperada, Donghae colocó suavemente el brazo izquierdo sobre los hombros de Eunhyuk y dejó que sus costados se chocaran. Eunhyuk no recordaba que aquello hubiera ocurrido en otra ocasión, pero decidió disfrutarlo el momento en que ambos estuvieran revisando las fotografías recientes en la pantalla de su cámara. Podía sentir también la respiración pesada del otro muy cerca de su rostro, erizándole los vellos de la nuca.


- En esta no me veo muy bien -expresó por lo bajo Donghae formando un puchero infantil.


- Tonterías. Saliste genial -lo contradijo Eunhyuk con una sonrisa cansada.


- No, no lo creo.


- Ay, Dios. Eres tan...


Sus palabras murieron antes de ser pronunciadas cuando unos finos labios se unieron sorpresivamente a los suyos. Ese simple roce fue suficiente para sentir que las piernas le temblaban y las dormidas mariposas volvían a aparecer en su estómago invocando la casi olvidada danza del amor. No obstante, el sentir que unos dientes le mordían delicadamente su labio inferior, hizo que unas pocas neuronas despiertas intentaran analizar mejor la situación. No se trataba de uno más de sus sueños húmedos o sus fantasías despiertas, sino de algo que estaba realmente sucediendo.


- Espera -consiguió decir Eunhyuk al separarse del modelo y dar un paso atrás, manteniendo un poco de distancia.


- ¿Qué ocurre? -preguntó Donghae confundido, con un ligero tono de temor en su voz.


El fotógrafo se dirigió hacia donde se encontraba la mesa abarrotada con su equipo, dejó la cámara sobre ella y regresó sobre sus pasos casi corriendo.


- No pasa nada -dijo antes de besarlo.


Eunhyuk llevó sus manos a la nuca del modelo y le dio libre pase a su boca, jadeando gustoso cuando las dos lenguas se encontraron dentro de ella. En un ágil movimiento, Donghae lo tomó de los muslos y lo levantó, por lo que Eunhyuk tuvo que hacer un firme agarre con las piernas en su cintura. Caminó a tientas hasta donde se encontraba el sofá que había utilizado antes y se sentó sobre él, sin permitir que el otro muchacho se bajara de su regazo.


Entre besos y simples caricias que parecieron prolongarse por toda una eternidad, ambos fueron deshaciéndose lentamente de las pocas ropas que separaban a sus cuerpos. Los labios de Eunhyuk sólo dejaban en paz a los de Donghae cuando el aire era muy necesario, pero no tuvo problemas en permitirse chupar unos gruesos dedos que se introdujeron en su boca, manteniendo la mirada fija en los dilatados ojos del modelo. A su vez, la otra mano de Donghae empezó a jugar de forma toturadoramente lenta con los penes de los dos. Eunhyuk tenía que hacer un gran esfuerzo por sujetarse al respaldar del sofá y mantener sus cuerpos pegados para no caerse hacia atrás por el infinito placer que le recorría cada milímetro de piel. Se sentía flotando en las nubes, con el riesgo de caer en el abismo.


Un fuerte gemido sobresalió de entre los demás que estuvo profiriendo cuando un dedo húmedo intentó abrirse paso dentro de su agujero. Había pasado un tiempo desde la última vez que tuvo sexo siendo el pasivo, por lo que Donghae se mostró muy cuidadoso al dilatar su ano, susurrando palabras cariñosas en su oído mientras tanto. La entrada del pene también resultó ser una actividad sumamente difícil, pero, apenas el modelo encontró la próstata de Eunhyuk, el ambiente se tornó salvaje y desesperado por parte de ambos. La pasión del acto no les permitía notar el daño de los arañazos y las mordidas, sino sentir cómo el fuego interior parecía quemarlos vivos. Así fue como Eunhyuk creyó encontrarse cuando notó la caliente semilla de Donghae desparramándose dentro suyo sin ningún impedimento, liberando al instante la suya entre sus vientres.


- Te ves muy hermoso -susurró Donghae con cansancio mientras le corría los cabellos pegados en su frente.


- Estoy hecho un asco -rió un poco, volviendo a colocar su cabeza en el hombro de Donghae y abrazándolo con más fuerza.


- Ahora mismo te ves incluso más hermoso que siempre -le acarició despacio la espalda.


- Creo que debería ser yo quien dijera eso -suspiró Eunhyuk.


- ¿Por qué? -lo tomó despacio del rostro y le dio un beso corto en los labios- ¿Quieres discutirlo mejor mañana?


- ¿Mañana? -preguntó con el ceño arrugado- ¿No era que tenías algo importante que hacer mañana y por eso viniste hoy?


- Es que... no sabía cómo pedirte de salir juntos -murmuró con las mejillas repentinamente sonrojadas, avergonzado.


Eunhyuk se carcajeó de felicidad y volvió a besarlo.


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