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Por culpa de JunMyeon • || ChanBaek || por MillenAry

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Notas del fanfic:

• Autora: MillenAry.

• Pareja: Chanbaek (ChanYeol x BaekHyun) [Exo] || Leve HunHan y KrisTao.

• Extensión: One-shot || 9K

• Género: Romance || Slash || Fluff || Drama || Smut || Humor

• Fecha de publicación: 23 de julio del 2016.

 

|| No se permite la copia ni adaptación de esta obra. ||

Pudo comprenderlo, por supuesto. No necesitó nada más que un poco de voluntad para estar ahí, nada más que eso y ser todo un descarado.


ChanYeol se removió sobre su asiento completamente incómodo con la situación, el lugar y todo lo que estar allí implicaba. Aceptó el favor que le pidió JunMyeon, era algo sumamente importante para él y lo entendió completamente. Sin embargo, aún no podía acostumbrarse a las luces y al olor que recorría todo el lugar. Sexo, maldición. ChanYeol olía sexo, humo de cigarrillos, bebidas alcohólicas derramadas, sudor y más sexo.


—¿Entiende lo que le digo? Desde ahora será cliente VIP.


ChanYeol asintió como todo un experto en su trabajo, aunque no estaba trabajando prácticamente en nada. Solo era un favor, un maldito favor para su amigo JunMyeon, para su fiel confidente.


—No sé si está interesado en leer el contrato a profundidad...


No tenía ninguna intención de hacerlo, pero de igual forma asintió y dijo que quería leerlo a solas. Kris salió de la habitación y lo dejó solo en la elegante oficina. Posó el papel en la mesa sin tener verdadero interés y se cruzó de piernas con la vista fija en una de las paredes rojas de la habitación en un intento por pensar en lo sucedido y aclarar su mente.


Cuando JunMyeon lo llamó por teléfono aquel día en la mañana diciéndole que necesitaba pedirle un gran favor ChanYeol al principio se imaginó que tendría que hacer algún trabajo por él o cuidar su casa, incluso ir a alimentar a su perro, pero no era nada de eso. No, por supuesto que no, si ChanYeol terminó en un puto club nocturno con una credencial de cliente VIP.


Y aún no se lo creía.


Oh, Señor...


ChanYeol pensó que él y JunMyeon eran amigos, ¿pero luego qué sucede? ¡Pah! Tu amigo te miente y terminas metido en un club de lo más raro. Porque en realidad esperó llegar a un elegante bar, pero no era para nada eso, sino que parecía más un club de prostitución o algo así.


Aún le costaba respirar por todo aquello y se dijo a sí mismo que JunMyeon no hacía nada ilegal, que simplemente era el dueño del lugar y Kris era quien lo administraba. Pero JunMyeon tampoco se fiaba de Kris, era por eso que él está ahí.


Maldito Kris.


Se levantó con lentitud de la cómoda silla y caminó hacia la puerta para salir de ahí, olvidándose luego que su contrato quedó sobre la mesa y se obligó a devolverse. ChanYeol esa vez le echó una ojeada al papel mientras caminaba por el pasillo en dirección al centro del local, donde gesticulaba la mayor parte del público. Se detuvo en mitad del lugar, miró su credencial y previamente sacó de su bolsillo la tarjeta dorada.


—¡Hey!


Elevó la mirada alarmado e intentó buscar un poco de claridad en el oscuro pasillo, reconociendo de inmediato su tarjeta dorada en el piso. Se agachó lo suficiente para recogerla y fue ahí cuando lo vio, sentado sobre el suelo y mirándolo con el rostro fruncido.


—¿Qué haces aquí?


ChanYeol se asustó al principio porque apenas lo notó y tuvo que sacar su celular del bolsillo para iluminarlo, haciendo que el contrario de inmediato se llevase un brazo a los ojos para cubrirse de la molesta luz. Le tendió una mano como el buen muchacho educado que era, pero esta enseguida recibió un manotazo. ChanYeol se ofendió al instante.


—Debes salir de aquí.


¿Ese chico lo estaba echando? ¿A él? ¿A un VIP? Porque sí, ahora ChanYeol quería presumir del estúpido plástico, pero el chico ni tiempo le dio porque apenas levantó la mano para mostrar la tarjeta con orgullo el otro se marchó refunfuñando. Y él se ofendió aún más porque se suponía que ahí deberían respetarlo porque era un jodido VIP y el contrato lo decía.


Suspiró en busca de calma y pensó en lo que haría para castigar a JunMyeon de la peor manera posible y sin que la policía lo descubriese. Su amigo lo envió hasta ahí simplemente para que vigilase al idiota de Kris, ya que este al parecer no se llevaba muy bien con su socio arrendador. Estarás encubierto, ChanYeol, le dijo JunMyeon una y otra vez para convencerlo y en un momento estuvo tentado a decir que sería divertido.


Cuando salió por fin al salón principal se tuvo que tragar las ganas de estornudar, provocándole así una sensación extraña en la nariz que lo dejó con una mueca hasta que se sentó en una mesa del local, una pequeña y redonda que estaba allí... bien lejos y apegada a la pared para pasar desapercibido. Miró el sitio otra vez, realmente avergonzado por estar ahí en vez de en su cálido apartamento, donde podría disfrutar de su vida de soltero junto a su hermosa perrita. Pero no... él tenía que plantarse en ese lugar, entre tanto humo sucio, borrachos pervertidos y gente bailando sobre mesas y deslizándose por tubos de acero inoxidable.


—¿Desea algo de beber? —Se asustó de inmediato cuando lo vio ahí parado delante de él con aquella mirada de querer matar a alguien.


ChanYeol quiso evaporarse con el humo de los cigarrillos o esconderse detrás del idiota de Kris, quien se aproximaba a ellos como el jodido rey del mundo—. ¿Qué hace aquí, señor Park? Si gusta puede pasar a la sala VIP. ¿No lo leyó? Sale en el contrato.


Oh, el contrato, aquel que no leyó y que de seguro estaría perdido por alguno de los pasillos del edificio porque ChanYeol se olvidó de recogerlo cuando chocó con el chico, aquel que estaba ahí mismo delante de él, mirando con una mueca al galante de Kris mientras hablaba.


—¿Sala VIP? —murmuró, sintiéndose muy tonto luego de pronunciarlo.


—Claro. Está por ese pasillo. —Kris apuntó hacia el lugar y él asintió sin comprender aún el porqué verdaderamente estaba ahí—. BaekHyun, llévalo hasta allá.


El hombre desconocido se inclinó hacia el rubio en una muestra de respeto y cuando este se fue se dirigió hasta él, haciéndole también una venia—. No sabía que era un cliente —le dijo el empleado y ChanYeol le asintió, aunque no estaba realmente concentrado en él.


—¿Cómo es la sala VIP?


El contrario elevó ambas cejas, quizás un poco sorprendido. Luego guardó la pequeña libreta que tenía en las manos en uno de los bolsillos de su delantal—. Puede ir a ver si gusta.


ChanYeol lo miró con atención y gracias a un pequeño destello de las luces pudo ver mejor su rostro, por lo que soltó sin más—: ¿Me crucé contigo hace unos minutos en el pasillo?


El sujeto se inclinó hacia adelante en otra venia—. Lo siento, señor.


ChanYeol frunció el ceño. Sabía que ser VIP era importante y sonrió sin poder contenerse.


—¿Qué más hay en este lugar? —Asomó una pequeña sonrisa entre sus labios y apoyó ambos codos sobre la mesa con aires relajados.


—Oh, bueno... Ese tipo de cosas debió hablarlas con el jefe —mencionó el camarero un poco incómodo mientras se removía en su lugar.


—Pero no las hablé con él —contestó con una sonrisa de autosuficiencia. Por fin se sentía superior a alguien en ese lugar.


—¿Se ve en la necesidad de que se las diga?


—Por algo habré pagado para ser cliente VIP, ¿no lo crees?


El muchacho refunfuñó y miró hacia otro lado—. Acompáñeme, por favor.


ChanYeol se paró gustoso de su asiento, sintiéndose todo un campeón mientras se sacaba la chaqueta del traje, teniendo de repente mucho calor debido a la multitud.


—Si gusta puede dejar la prenda. —El hombre le apuntó una pequeña ventana donde había un chico apoyado en el marco mirándose en un espejo de mano, quien estaba entretenido sacándose las cejas con pinzas.


ChanYeol rio sin poder evitarlo y se encaminó hacia el lugar, dejando al camarero quejándose entre dientes por detrás suyo. Se detuvo un momento antes de llegar hasta la ventana y se dio vuelta para mirar al hombre que lo venía siguiendo.


—¿Quiere que me vaya? —preguntó el contrario apuntando por detrás de sí mismo. Él rápidamente negó con la cabeza y sacó de su bolsillo la credencial.


—¿Sabes cómo debería ponérmela? —Se acercó lo suficiente como para entregarle la credencial en un intento de decirle mudamente que lo ayudase.


—Eh... bueno. —El empleado suspiró y miró su pecho, donde llegaba debido a su altura—. Por lo general acostumbran a llevarla en la chaqueta del traje o en el bolsillo delantero del pantalón.


ChanYeol se miró los pantalones. Ese día andaba con un traje gris y una camisa blanca, ambos ajustados pero sin excederse, tratándose solo de un traje a la medida.


—¿Debería ponérmela en el pantalón? Será incómodo cuando me siente, ¿no crees? 


Cuando levantó la cabeza se dio cuenta que el hombre lo miraba y se sintió realmente extraño por un momento, maldiciendo de paso a JunMyeon por ponerlo en esa situación. ChanYeol no acostumbraba a ir a esos lugares y no era muy bueno coqueteando o algo parecido, él más bien era un hombre demasiado aficionado a estar en cama y comer cosas dulces mientras veía películas.


El chico le toqueteó el pecho con manos temblorosas y se acercó hasta su costado izquierdo.


—Soy ChanYeol, por cierto.


El contrario elevó la cabeza para mirarlo, aparentemente sorprendido—. ¿Y su apellido?


—¿Ah?


El camarero rio suavemente—. No puedo llamarlo solo Chanyeol. Usted es un VIP.


—Oh, claro. Es Park. 


El otro elevó la mirada hacia él y luego la bajó para pasar el gancho del alfiler por la tela de su camisa.


—Señor Park —susurró el más bajo aún con la vista en su pecho y sin soltar la credencial.


—¿Cuál es tu nombre?


El contrario elevó la cabeza para verlo y se alejó un poco de él—. Byun BaekHyun.


—¿Debería llamarte señor Byun también? 


ChanYeol metió ambas manos en los bolsillos de sus pantalones mientras afirmaba la chaqueta del traje entre el brazo y la cintura. Se mordió el labio inferior un poco nervioso y luego sonrió cuando escuchó al otro reírse. No estaba acostumbrado a coquetear, maldición. Era demasiado malo en ello y definitivamente no sobreviviría a base de películas románticas.


—No es necesario, señor Park.


Lo miró fijamente, sintiéndose extraño de repente, caliente, con algo ardiéndole en el pecho. BaekHyun le correspondió la mirada y le regaló una media sonrisa.


—¿Vamos a dejar la chaqueta de su traje?


Asintió y ambos se encaminaron hacia el lugar, encontrándose con aquel chico depilador de cejas.


—Señor, buenas noches. —ChanYeol sonrió tímidamente al saludo y pasó la prenda—. Tarjeta, por favor.


Sacó el objeto del bolsillo del pantalón y se la entregó al muchacho. Este la recibió con un rostro serio y él lo tomó como un gesto de profesionalismo.


ChanYeol se inclinó levemente hacia BaekHyun para susurrarle al oído a modo de confidente—: ¿Me cobrará por eso?


El chico rio con suavidad y le sonrió—. Es solo para guardar sus datos.


—Oh, claro —susurró, sintiéndose un poco estúpido.


—La sala VIP está hacia allá. —BaekHyun le apuntó hacia el otro lado de la habitación, cerca de los escenarios de los strippers.


—¿Me dejarás solo? —preguntó mientras fruncía el ceño y lo observó indignado, aunque no tenía ningún derecho de verlo con aquella expresión.


—Lo siento, señor. Tengo que trabajar. —BaekHyun apuntó hacia las mesas y él se vio obligado a asentir, de repente demasiado avergonzado por el atrevimiento.


Se mordió el labio inferior mientras se daba la vuelta y se dispuso a ir a la sala VIP. Apenas ChanYeol se alejó lo suficiente BaekHyun sufrió de inmediato al escuchar la voz de su amigo.


—Oh Dios mío. No me lo puedo creer...


BaekHyun rodó los ojos apenas escuchó a su compañero hablar.


—¿Qué no te puedes creer? —preguntó esa vez otro chico que estaba del otro lado de la ventana, quien se acercó rodando en su silla de escritorio.


—BaekHyun coqueteó con un VIP.


—No digas estupideces —dijo de inmediato con el rostro fruncido mientras estiraba la mano para pegarle un manotazo al contrario.


—¿Qué? Vi que le hiciste ojitos.


LuHan rio con fuerza ante el comentario de su compañero de trabajo y apoyó los brazos en el marco de la ventana para integrarse en al conversación.


—No bromees, SeHun. BaekHyun no hace ese tipo de cosas.


Él suspiró y se acomodó mejor el delantal en torno a la cintura—. Es un cliente nuevo. Solo estaba diciéndole dónde debía ir —se excusó mientras se apoyaba de costado en la pared.


—Si es un cliente nuevo de seguro no sabe cómo llegar hasta la sala VIP. Debiste acompañarlo —protestó LuHan para luego cruzarse de brazos.


—Y de paso te hubieses acostado con él.


—¡SeHun! —gruñó BaekHyun entre dientes.


El aludido simplemente se quedó ahí, con los ojos puestos en el espejo de mano mientras afirmaba bien las pinzas para llevárselas a una de las cejas, sacando luego el pelo indeseado.


—A ti te hace falta sexo —dijo de nuevo su colega y él no se contuvo de pegarle un manotazo.


—Tenme más respeto, mocoso.


BaekHyun se cruzó de brazo y escuchó como LuHan le susurraba palabras lindas al contrario, diciéndole que no era un mocoso sino todo un hombre. Luego de eso dejó de escucharlos porque simplemente se pusieron calientes y asquerosos.


—¡BaekHyun, ve a atender la mesa cinco!


El aludido suspiró al escuchar a su jefe, pero de igual forma se dirigió hasta la respectiva mesa.



|•••|



—¡Que te dé cirrosis, JunMyeon! —ChanYeol cortó la llamada y dejó el teléfono sobre la mesa. Llevó ambas manos hasta sus caderas y empezó a trazar un pequeño camino, yendo y viniendo.


—Señor Park.


Aquel era el segundo día que iba al club y ChanYeol realmente se estaba cabreando porque JunMyeon le exigió una asistencia completa durante su ausencia.


Borró rápidamente la mueca de su rostro y sonrió de la forma más agradable que pudo considerando de las circunstancias.


—¿Qué sucede, BaekHyun?


—Solo venía a preguntarle si desea algo de tomar.


Miró los papeles que estaban sobre la mesa y negó con la cabeza—. No, gracias.


BaekHyun asintió y se quedó unos segundos ahí, mirándolo. Cuando él levantó la cabeza para verlo este se removió incómodo, hizo un gesto con la mano para indicar que se marcharía y simplemente se alejó. ChanYeol se pasó las manos por el pelo y se dejó caer en la silla mientras se subía las mangas de su camisa gris.


Ya suficiente tuvo con el día anterior, donde terminó en esa estúpida sala VIP del terror que no hizo más que perturbarlo. Todo para el mejor cliente, leyó una vez entró y no pudo borrar de su cabeza lo que sucedió aquella noche. Maldición, si el sexo estaba ahí, frente a sus narices. La droga por allá, sobre la mesa de vidrio del fondo porque al fin y al cabo era droga y siempre había que esconderla. Los estriptis estaban en una esquina del local, sobre un pequeño escenario que se apegaba a la barra de bebidas. ChanYeol terminó sentado en uno de los taburetes, creyendo que era uno de los lugares menos peligrosos y por suerte acertó con ello.


Su celular volvió a vibrar sobre la pequeña mesa circular en la que se ubicó y él lo único que hizo fue gruñir cuando vio el remitente.


—Puedes joderte —gruñó una vez que contestó la llamada.


—ChanYeol, no te enfades. Me prometiste que lo harías.


El aludido rodó los ojos y se pasó una mano por el pelo mientras apoyaba el codo sobre la mesa—. Maldición, JunMyeon. Tienes mierda ilegal aquí dentro, ¿lo sabes?


Escuchó la respiración nerviosa de su amigo del otro lado—. Por favor no te comportes como un abogado ahora.


—Oh, claro. Como no eres tú quien tiene que estar metido aquí dentro... —gruñó con molestia y se echó hacia atrás en la silla con una expresión de fastidio tatuada en la cara.


—ChanYeol, te lo recompensaré. Lo prometo.


—Pura mierda, JunMyeon. Mañana tengo un puto caso y esta mierdilla tuya me está jodiendo el sueño.


—Eres inteligente. Podrás con ello.


Rodó los ojos y luego los cerró en un intento de relajarse—. Mi inteligencia me recomienda matarte, ¿sabes?


Suspiró con fuerza y echó la cabeza hacia atrás mientras escuchan otra vez el parloteo de JunMyeon, el cual parecía más un discurso que una verdadera disculpa.


—Hablamos después, ¿sí? Ahora mismo no tengo ganas de escucharte.


—¿Estás en el club?


ChanYeol miró a su alrededor con expresión cansada—. ¿A esto le llamas club? Parece más un prostíbulo.


—No llames así a mi inversión, ChanYeol.


—Oh. Menuda mierda de inversión, JunMyeon. Felicidades.


Cortó la llamada otra vez y tiró el teléfono sobre la mesa, haciendo que este se deslizase por la superficie, pero no llegó a caerse.


—Jodido Kris —refunfuñó entre dientes.


Aunque ChanYeol no sabía si la verdadera culpa era del rubio o de JunMyeon por desconfiar de su socio.



|•••|



Después de tres semanas en las que JunMyeon no se apareció ChanYeol de verdad empezó a creer que el hombre se fugó del país por alguna mierda ilegal. Y no importaba quién le preguntase, pero ahora mismo ChanYeol tenía a su mejor amigo como el primero de la lista a las personas más odiadas por su persona.


Al menos encontró algo bueno entre todo ello, como aquella pareja melosa que trabaja detrás de la ventana, la cual denominó astutamente HunHan, ya que aún no sabía cuál de los dos era LuHan y cuál SeHun. Además, otra cosa que consideró interesante fue ese pequeño hombre que estaba ahí delante de él moviendo frenéticamente uno de sus pies mientras tenía lápiz y libreta en mano, esperándolo para tomar su orden.


—Vamos, señor Park. ¿Me dirá algún día qué desea para tomar? 


ChanYeol sonrió de solo escucharlo y ver su cara de fastidio. Esa era su principal entretención en ese lugar.


—Hazme un espectáculo erótico de estriptis, Baek. —Sonrió ampliamente al ver el rostro fruncido del otro tipo.


Sí, ya tenían hasta la confianza para hablarse como amigos, aunque estaba claro que no se podía escapar ningún ChanYeol demasiado alto de entre los labios de BaekHyun.


El hombre se acercó con grandes zancadas aún con el rostro fruncido y ChanYeol se sorprendió cuando el otro se sentó sobre su regazo—. Bien, señor Park, aquí me tiene. Ahora dígame qué desea ordenar.


ChanYeol pasó confianzudamente una mano por el torso del mesero hasta situarla en su cintura y se acercó más a él—. ¿Qué tal tú saltando sobre mi polla?


El contrario tuvo que tomarse un tiempo antes de contestar—: Dios, ChanYeol. Te pasaste con esa —susurró el chico con diversión mientras lo volteaba a ver.


—¿Tú crees?


BaekHyun rio con fuerza y se levantó de su regazo—. ¿Pedirá algo o no, señor Park? 


—Solo tráeme una bebida, por favor. Mañana debo trabajar.


BaekHyun escribió con rapidez en su libreta mientras sonreía—. Vuelvo en un segundo.


—¡Te espero! —gritó mientras el otro se iba y lo oyó reírse de nuevo.


La mayoría del tiempo ChanYeol se la pasaba de forma aceptable, aunque eso jamás se lo diría a JunMyeon. BaekHyun era simpático y ambos se relacionaban demasiado bien, aunque ChanYeol seguía sintiéndose extraño, como si BaekHyun lo cautivase, y no sabía qué tan bueno era eso considerando la situación en la que estaban.


—Bien, señor Park. Aquí tiene su orden. —El chico dejó una lata de refresco frente a él.


—Gracias —dijo mientras abría el objeto y luego de tomar un trago se volteó hacia el chico—. ¿No quieres sentarte a tomar algo conmigo?


—Ya sabe que no puedo, señor Park.


ChanYeol hizo un puchero, aunque ya sabía de eso.


—Baek —lo llamó en un murmuro y el aludido elevó una ceja mientras lo veía. ChanYeol en seguida desvío la mirada a la lata recién abierta y bebió un trago antes de hablar—, ¿y si compro tu tiempo?


Hubo un momento de silencio y él no se atrevió a elevar la mirada hasta que lo escuchó responderle—: ¿Está loco, señor Park? No soy un chico de compañía, sino un simple mesero.


Desvió la mirada con urgencia, pensando que quizás lo molestó con su comentario. De igual forma, el hombre se mantuvo ahí, mirándolo demasiado burlón.


—Claro. Lo siento si te ofendí —musitó a la vez que volvía a bajar la mirada hacia su bebida.


Se levantó de la mesa de repente, sobresaltando un poco a BaekHyun, quien lo miró con confusión. Con rapidez y desespero tomó la chaqueta de su traje.


—¿Te vas?


—Me siento muy avergonzado como para quedarme. —Fue sincero y luego no tuvo más remedio que morderse la lengua para contener un poco la molestia que sintió consigo mismo.


—¡Hey, ChanYeol! —Miró al chico y se encontró con que este se mordía el labio, al parecer por llamarlo por su nombre de una forma tan audible—. No te vayas. Aún es temprano.


—Es aburrido estar aquí —mintió mientras veía hacia otro lado y rogó que las luces del local tapasen su sonrojo.


—¿Entonces por qué vienes? —ChanYeol se giró a mirarlo al notar el tono hosco con que le habló—. ¿Porque estás interesado en mí?


ChanYeol alzó una ceja—. No estás para nada acomplejado, eh, Baek.


El aludido lo miró con el ceño fruncido, pero no le dijo nada.


Tomó todas sus cosas antes salir de ese asqueroso lugar porque para ChanYeol seguía oliendo a sexo, drogas y alcohol, aunque con el paso de los días eso dejó de importar porque era BaekHyun quien estaba allí dentro, solo él para esperar la llegada del señor Park.


BaekHyun lo vio salir por la puerta principal y azotar esta, sintiéndose repentinamente desanimado.


—Baek, ¿qué le pasó a tu señor Park? —preguntó SeHun desde lejos con un suave tono pícaro.


El aludido se acercó hasta la ventana—. Creo que no funcionó lo que dijeron —susurró mientras agachaba la cabeza y jugaba con la esquina de su delantal.


—¿Cómo que no funcionó? ¿Qué le dijiste exactamente?


Se removió incómodo sobre su lugar y miró a la pareja—. No soy como ustedes. ¿Cómo pude siquiera pensar que su plan funcionaría? 


—Hey, no intentes ofendernos. Que tu chico guapo no te preste atención no es nuestra culpa.


BaekHyun le sacó la lengua con enfado a SeHun.


—Solo pensé erróneamente que él estaba interesado en mí —gruñó a la vez que lanzaba contra la mesa su pequeña libreta en las que anotaba los pedidos.


La pareja guardó silencio un momento.


—Lo siento, Baek —susurró LuHan, quien definitivamente era el más cuerdo de los otros dos.


—No importa, en realidad.


Una vez que levantó la cabeza se encontró con el ceño fruncido de los dos chicos, aunque estos parecieron más preocupados que nada.


—La próxima de seguro te pidiera una cita, Baek.


El susodicho entre intentos de sonrisas solo logró hacer una mueca para después acabar agachando la cabeza mientras tiraba de una de las esquinas de su delantal.


Ya llevaban tres semanas esperando una cita.



|•••|



—Baek, es hora de cerrar —avisó Kris cuando lo vio sentado en una de las sillas del club mientras miraba hacia la puerta.


—¿Hoy de nuevo no vino?


BaekHyun suspiró y se encogió de hombros luego de darse la vuelta a la vez que aparentaba mostrar indiferencia—. ¿Acaso no es mejor que deje de venir y ya?


Todos se voltearon a mirarlo, hasta Kris que cerraba las puertas principales del local.


—BaekHyun. —lo regañó el más alto mientras se acercaba—. ChanYeol es un cliente VIP aún cuando lo único que compra en este lugar son bebidas, así que deberías respetarlo.


—No solo compra bebidas... —susurró con diversión el chico que estaba detrás de la barra.


—¿Qué quieres decir? —preguntó SeHun con el entrecejo fruncido.


—Tao... —advirtió Kris a la vez que se acercaba al chico y este se encogió de hombros hacia SeHun.


—Lo siento, pero el jefe hizo callar.


Todos guardado silencio a pesar de que había particularmente uno de los empleados que quería abrir la boca para soltar algún chiste picante. A BaekHyun le quedó dando vueltas el hecho de que quizás Park ChanYeol sí usaba su estúpida tarjeta dorada para algo más que comprar bebidas, quizás algo que tenía que ver con drogas, la barra de estriptis o las jodidas habitación que estaban detrás de la puerta roja.



|•••|



—¡BaekHyun! —llamó ChanYeol una vez que vio al chico caminar por entre las mesas.


Este le dirigió una mirada y luego dejó los vasos que llevaba en la bandeja sobre la mesa correspondiente.


—Así que ahora sí te apareces. —BaekHyun se cruzó de brazos y se puso delante de la mesa en donde se sentó.


Transcurrieron tres días y ChanYeol por fin fue al local. Su vergüenza pasó un poco, así que ya tenía cara para mirar al mesero.


—Lo siento, BaekHyun. Yo... En verdad... —ChanYeol suspiró y se levantó de la silla mientras tomaba una bolsa que dejó debajo de la mesa.


—¿Y ahora a dónde vas? ¡Termina de hablar!


A pesar de los gritos del mesero el alto pasó por su costado y se dirigió hasta la oficina de Kris. BaekHyun se quedó de pie ahí, altamente ofendido porque ChanYeol se fue sin más.


—Lo acabo de ver.


Miró su costado para encontrarse a LuHan, quien lo miraba con las cejas fruncidas por la preocupación. Incluso SeHun lo observaba así, con pena. Se dio media vuelta y a pasos grandes llegó al baño del personal, ingresó y luego de cerrar la puerta con seguro se sentó sobre la tapa del inodoro. Tomó el delantal desde el borde y lo apretó con fuerza mientras intentaba contener lo que fuese que estuviese sintiendo.


—Es un idiota —se dijo a sí mismo una vez que estuvo un poco más calmado.


A BaekHyun le gustaba ChanYeol, le parecía atractivo y simpático. Además, estaba seguro que era difícil encontrar chicos así, especialmente en ese lugar.


Gruñó al escuchar los dos puños sonando contra la puerta del baño y posteriormente la voz de SeHun—. Baek, ¿por qué te encerraste?


—Déjame solo —dijo con la esperanza de que el chico lo dejase en paz.


—BaekHyun, abre la puerta. Te necesito. —Se asustó al oír la voz de su jefe e inmediatamente se levantó, mirándose brevemente en el espejo para arreglar su aspecto.


No hizo esperar más a su jefe y se apresuró en quitar el seguro de la puerta, encontrándose de inmediato con el ceño fruncido de Kris, el cual lo tomó con fuerza del brazo para arrastrarlo por el pasillo y así llevarlo hasta la sala principal.


—Tienes cliente.


—¿Disculpe? 


Sin obtener ningún tipo de respuesta fue lanzado contra un duro pecho que lo hizo desorientarse por unos segundos, incluso el portador de aquella anatomía tuvo que afirmarlo para que no cayese debido al tropezón.


—Detrás de la puerta roja. —BaekHyun pudo ver de reojo como el dedo de Kris apuntaba hacia el temible lugar.


El hombre con el que chocó lo tomó por uno de los brazos con cuidado y él recién pudo percatarse de quién se trataba, aunque no fue sino hasta que estuvieron detrás de la puerta roja cuando pudo hablar.


—¡¿Qué haces?! ¡Suéltame!


—Baek, no grites. Soy yo, ChanYeol.


—Sí sé quien eres —gruñó mientras camina a tropezones por detrás del hombre—. ¿A dónde me llevas?


—Pagué por tu tiempo, Baek —susurró el otro con diversión mientras abría una de las puertas del pasillo.


—¿De qué hablas?


ChanYeol hizo pasar a BaekHyun y luego cerró la puerta detrás de él. Una vez que prendió la luz se volteó a mirar al más bajo con los ojos abiertos y de inmediato se sintió mal porque el mesero pareció asustado.


—No me mires así —murmuró y tomó a BaekHyun de la mano con suavidad para sentarlo en la cama, dejando después a su lado las bolsas que llevó consigo—. Solo quiero ver una película contigo.


El chico lo miró con el ceño fruncido y ChanYeol le hizo un gesto con la cabeza para que mirase la bolsa, encontrándose así con una cantidad de bebidas, dulces y comida chatarra. BaekHyun alzó el rostro para mirarlo sorprendido y él se sacó la mochila que siempre llevó en la espalda para dejarla sobre la cama.


Era sábado y ChanYeol no tuvo que ir a trabajar, por lo cual andaba con unos pantalones negros de jeans que se le apegaban a las piernas y un suéter de color verde limón.


—¿Vamos a ver una película? —Se mordió el labio inferior con nerviosismo y se sentó al lado del camarero—. Pero tengo que trabajar.


—No te preocupes por eso. Pagué por tu tiempo.


BaekHyun abrió la boca entre ofendido y sorprendido—. Si crees que debido a esto voy a saltar sobre tu polla, tú...


—No se trata de eso, BaekHyun —dijo interrumpiéndolo, aún sonrojado por lo anteriormente mencionado—. Pedí tu tiempo porque sé que debes trabajar y que nunca tomarías algo conmigo aunque te lo pidiese. Puedes tomarlo como quieras, pero no vamos a tener sexo.


—¿Qué quieres decir? ¿Qué necesito tu polla?


—No te pongas a la defensiva. —ChanYeol se permitió gruñir con su voz un poco más ronca de lo normal, asustando así al castaño, aunque este pareció más excitado que otra cosa. De igual forma, BaekHyun decidió tomarse un tiempo para respirar a profundidad y calmarse.


—Bien. ¿Entonces qué película planeas ver?


ChanYeol sonrió y abrió la mochila para sacar de su interior una computadora—. En realidad no estoy muy seguro de cuál te gustaría ver, pero tengo unas cuantas aquí.


BaekHyun no veía una película desde hace meses. El trabajo ya no le daba nada de tiempo como para malgastar, por lo que la pasó bien ahí mientras estaba acostado en la cama a un lado de ChanYeol, ambos rozando sus brazos mientras metían sus manos dentro de las bolsas abiertas de comestibles para echarse algo a la boca.


BaekHyun juraría que nunca antes la pasó tan bien en ese lugar, incluso considerando que se quedó dormido a mitad de la película.


ChanYeol cerró el computador una vez que confirmó que BaekHyun estaba realmente dormido. Lo acomodó mejor en la cama y se dispuso a ordenar las cosas. Aún tenía tiempo con BaekHyun, ya que lo "pidió" hasta que se terminase su turno aquel día, por lo que se acostó a un costado del chico una vez que ordenó todo y lo tapó mejor con las mantas antes de que él mismo se quedara dormido debido al sueño.



|•••|



ChanYeol se vio obligado a despertar cuando sintió que algo se apegaba demasiado a él, acalorándolo. Al abrir los ojos se encontró con la tierna imagen de BaekHyun descansando sobre su pecho con un puchero entre los labios mientras mantenía un fuerte agarre en torno a su cintura. Él no desaprovechó el momento y trazó pequeñas caricias sobre el rostro del chico, quitando así los mechones de pelo que se posaban sobre su rostro.


—Hhmm... —BaekHyun se acomodó sobre él aún con los ojos cerrados y restregó la mejilla contra su pecho.


ChanYeol sintió tanto calor que se vio en la necesidad de sacarse al contrario de encima para intentar quitarse el suéter.


—BaekHyun —lo llamó en un susurro, pero el chico no despertó, aunque sí se separó de él para rodar sobre la cama. ChanYeol rio con suavidad una vez que se sentó sobre el colchón para sacarse la prenda.


—¿Por qué te estás desnudando?


Dio un pequeño salto por el susto y se volteó con una sonrisa para mirar a BaekHyun antes de acostarse otra vez en la cama.


—Tenía calor.


El chico no le dijo nada y solo volvió a pasar uno de sus delgados brazos en torno a su cintura, apegándose a él para luego volver a posicionar la cabeza en donde la tuvo en un principio. Lo volvió a ver ahí, con los ojos cerrados y completamente deseable ante sus ojos. Ese chico le atraía tanto... Y fue casi inevitable, ni siquiera tuvo que pensarlo mucho o armarse de valor para acercarse lentamente al otro, sintiéndose también un poco irrespetuoso porque ChanYeol iba con la fiel intención de robarle un beso y lo hubiese conseguido si no fuese porque los maravillosos ojos de BaekHyun se abrieron con curiosidad. Sin embargo, no se detuvo y el chico tampoco hizo algún indicio de golpearlo o algo, así que ChanYeol aprovechó su oportunidad e hizo chocar sus bocas en un beso demasiado torpe como para tener más de veinticinco años. Incluso se quedaron así unos segundos, ambos quietos y con los ojos apretados fuertemente porque aún no sabían si obtendrían una respuesta positiva del contrario o no, pero sí fue así. BaekHyun fue el primero en moverse y se arriesgó con todo, pasando la lengua de inmediato por sus labios en una necesidad extraña de que lo besase con más pasión, con más fuerza y brusquedad. Y ChanYeol lo hizo, incluso llegó a subirse sobre el chico mientras le acariciaba la piel de las caderas que se escondía por debajo de su camisa blanca con negro, la cual salió completamente de su sitio habitual que era por debajo del pantalón.


—ChanYeol —lo llamó BaekHyun deseoso entre besos, recibiendo de inmediato un gruñido de su parte que lo hizo vibrar—, dijiste que no me querías sobre tu polla.


—Yo nunca dije eso.


ChanYeol tomó al chico de la cintura y se dio vuelta sobre la cama para subirlo sobre sus caderas, cortando así el apasionante beso. BaekHyun lo miró desde arriba con la respiración agitada y en un estado completamente desaliñado, ante lo cual ChanYeol lo encontró más guapo que nunca.


—¿Entonces sí puedo saltar sobre tu polla?


ChanYeol se mordió el labio inferior deseoso y movió las caderas hacia arriba de manera involuntaria, sacándole así un gemido al camarero.


—¿Qué es esto, Baek? ¿Una invitación a que te folle?


Esa vez fue el turno del contrario de morderse el labio—. ¿Qué pasa si digo que sí?


ChanYeol se sorprendió y tuvo que tomarse un tiempo para pensar en su respuesta—. ¿Eso quiere decir que me das paso libre?


Se apoyó en sus codos para quedar más cerca del chico, obteniendo de inmediato que el contrario se dejase caer sobre su pecho para ocultar el rostro en su cuello. ChanYeol dedujo enseguida que el contrario se sentía avergonzado.


—ChanYeol, yo... En verdad... —BaekHyun se volvió a sentar correctamente sobre sus caderas, pero esa vez bajó la cabeza para intentar ocultar su sonrojo—. Me atraes... o me gustas. Aún no lo sé.


Él se acomodó mejor sobe la cama aún con el cuerpo de BaekHyun sobre el suyo y sonrió enternecido hacia el chico—. Tú igual me atraes, BaekHyun.


El aludido levantó la cabeza hacia él para mirarlo con las cejas alzadas—. ¿Hablas en serio? —ChanYeol se mordió el labio inferior antes de asentir—. Eres sexy, ChanYeol.


Rio con suavidad y tomó a BaekHyun por las caderas para acomodarlo mejor sobre él, dejando así su espalda recostada en el respaldo mientras sentía los dedos juguetones del contrario recorrerle el pecho.


—Tú igual lo eres, BaekHyun.


El chico se acercó hasta él para besarlo y ChanYeol estuvo dispuesto a toquetear un poco más al contrario, pero sintió su celular sonar. Apenas se separó de BaekHyun se encontró de inmediato con el rostro fruncido del chico. Buscó con la mirada el celular y tuvo que pedirle permiso al contrario para levantarse de la cama y así tomarlo desde el interior de su mochila.


—¿Hola? 


—ChanYeol, te pasaste del tiempo límite con BaekHyun. Baja ahora o te cobraré por el tiempo extra —gritó Kris desde el otro lado del auricular.


Le envío una mirada a BaekHyun, sabiendo que este también alcanzó a escuchar. Cortó de inmediato la llamada.


—¿Cuánto pagaste por mí? —preguntó sorprendido el chico y ChanYeol se apresuró en ponerse el suéter.


—Lo que ganaste en estas dos últimas semanas —confesó entre risas mientras se ponía los zapatos, pero solo se encontró con la expresión molesta de BaekHyun.


—No era necesario que pagaras tanto por mí —gruñó el camarero a la vez que se bajaba de la cama y buscaba sus zapatos—. Simplemente me hubieses pedido una cita, idiota.


—¿A quién le dices idiota? —preguntó, haciéndose el ofendido—. Recuerda que soy un VIP.


—ChanYeol, ahora ya no importan esos términos entre nosotros. Sé que estás loco por que me mueva sobre tu polla.


Sin darse cuenta ChanYeol ya estaba con la boca abierta mientras veía como el castaño se dirigía hasta la puerta de la habitación moviendo un poco sus caderas, dejándole una perfecta vista del redondo trasero antes de salir por completo de la habitación.



|•••|



Al cabo del transcurso de unos días más las cosas se calmaron, aunque esa extraña experiencia que tuvieron siguió reproduciéndose en sus cabezas y la tensión sexual estaba más notoria que nunca antes. sin embargo, ambos aparentaban que nada ocurría delante de los demás.


—¿Necesita algo, señor Park? —preguntó el muchacho cuando estuvo delante de él.


—¿Puedes traerme algo de comer? 


—Oh. Bueno... —BaekHyun se giró hacia la barra y luego lo volvió a ver—. En realidad no hay nada verdaderamente comestible en este lugar.


—¿Qué quieres decir? —ChanYeol notó de inmediato que el chico hablaba en serio y que no era nada de sus respuestas con doble sentido o algo así.


—Puedo traerte comida, pero no te recomiendo pedirla. —El chico lo miró mientras se mordía el labio inferior y ChanYeol se sentó correctamente en la silla mientras se desabotonaba los dos primero botones de la camisa, de repente sintiéndose ahogado.


—Está bien. Entonces no te preocupes. —Miró hacia los papeles que tenía en la mesa y suspiró. Estaba muerto de hambre y la revisión de su caso no le permitió comer correctamente ese día.


Cuando llevó una mano hacia una de las hojas que estaban esparcidas en la mesa para tomarla se encontró con una pequeña barra de chocolate, de inmediato alzó la vista para encontrarse a BaekHyun sonriéndole tímidamente.


—La compré antes que empezara mi turno.


—Pero es tuyo —susurró ChanYeol mientras tomaba el paquete.


—Puede quedárselo. —Miró atentamente como el chico le sonreía y luego le hacía una pequeña venia antes de irse.


Aquella barra de chocolate salvó la noche de ChanYeol y fue por ello que a la próxima noche que asistió al club se aseguró de comprar algo antes de llegar al edificio.


—¿Dónde está BaekHyun? —preguntó al chico-depila-cejas que estaba al otro lado de la ventana.


—BaekHyun tiene un cliente —susurró distraídamente SeHun mientras miraba la computadora, recibiendo de inmediato un pisotón por parte del otro chico que lo acompañaba.


—¿Un cliente?


LuHan le asintió aparentemente apenado y luego suspiró—. Lo más probable es que se desocupe dentro de poco.


ChanYeol asintió por respeto y luego se alejó hasta aquella mesa circular que acostumbraba usar. Vio el pedido de comida que dejó sobre la mesa y suspiró con fuerza, poniendo así ambos codos sobre la superficie para luego sostenerse la cabeza, pegándose unas cuantas veces con el puño cerrado como un completo demente.


Esperó bastante en realidad. Tenía hambre, muchísima. Se aseguró de no comer nada porque quería cenar con BaekHyun, por estúpido que sonase. Mientras tanto no hizo más que mirar el lugar, entreteniéndose en observar a Kris desde lejos mientras coqueteaba entre intentos fallidos con el chico detrás de la barra.


—¿Se le ofrece algo? —Esa vez cuando levantó la cabeza no se encontró con BaekHyun.


—Tráeme el Menú Rojo, por favor.


El chico le asintió y se fue sin decir nada más.


En cuanto ChanYeol tuvo en sus manos la carpeta de cuero sintético la abrió con un poco de miedo, ahora estando seguro de lo que había dentro. Unicamente por curiosidad unos días atrás le pidió una copia del contrato a Kris, ya que perdió la suya. Fue allí cuando se encontró con aquello, el Menú Rojo. ChanYeol se rio bastante cuando se enteró qué era; un simple menú como el de los restaurantes, aunque en vez de tener comida y sus precios tenían a las personas que trabajaban allí, aunque no todas, sino aquellas que trabajaban desde la puertaroja hacia adentro, en las habitaciones.


Pasó las páginas con apremio y no se detuvo hasta cuando llegó a la letra B, pasando ahora las hojas con cuidado. Entonces lo vio ahí, una pequeña foto en una de las esquinas donde salía sonriendo, pero sin mostrar los dientes, junto a su nombre, edad y actividades a ofrecer. A pesar de que ChanYeol pidió un tiempo con el chico hace unos días nunca se imaginó que este realmente estuviese en ese menú para que todo hombre que quisiese lo pudiese pedir.


—Señor Park... —susurraron con la voz temblorosa.


A ChanYeol le tiritaron las manos y tuvo que hacer un sobreesfuerzo para levantar la mirada y observar a BaekHyun.


—Traje comida —murmuró una vez se levantó de la silla. BaekHyun lo observó desde el otro lado de la mesa con el rostro contraído por la preocupación—. Puedes... Puedes comerla, es para ti. Por el chocolate de ayer.


Rápidamente desvío la mirada hacia la bolsa y no esperó ni un segundo más para tomar la chaqueta de su traje y salir de ahí.


—Señor Park —lo llamó el chico, pero él simplemente continuó y no se detuvo hasta que estuvo dentro de su auto.


—No voy a volver más a tu club de mierda —dijo una vez que JunMyeon contestó la llamada.



|•••|



Los siguientes días ChanYeol no fue al club y se quedó en casa, sintiéndose de repente demasiado triste por estar solo en su sofá mientras sentía los lengüetazos de su perra mojarle la cara. Para ChanYeol aquello siempre fue vida, sentirse en familia, fue su diario vivir y ahora se le hacía extraño volver a estar ahí. Se dijo a sí mismo que solo era cosa de volver a acostumbrarse, que ahora tendría otra vez sus preciadas horas de descanso. Sin embargo, no pudo controlar el sueño por más que quiso y se pasó toda la noche girando sobre su colchón mientras intentaba imaginarse distintas estupideces dentro de su cabeza, mientras intentaba no pensar en BaekHyun, en la manera triste en que lo miró cuando él se fue.


Luego del paso de los días se vio obligado a ir al club cuando recibió una llamada de JunMyeon diciéndole que llegaría y lo esperaría en el local para que le devolviese su preciada tarjeta dorada. ChanYeol le gritó que se jodiera y que fuera a buscar la dichosa tarjeta a su departamento, pero su compañero de trabajo le gruñó como nunca antes y le dijo que tendría su recompensa lista una vez fuese. Ahora prácticamente le daba igual la recompensa, pero ChanYeol aun así se bañó ese día y se subió a su fabuloso auto para dirigirse al club.


—¿Podemos terminar rápido con esto? —preguntó una vez salió del auto, encontrándose de inmediato con JunMyeon que bajó del suyo.


—¿Por qué estás tan molesto? ¿Qué pasó?


Suspiró con fuerza, pero no contestó y simplemente se apoyó sobre su vehículo. Sacó su billetera y del interior de esta la tarjeta dorada. Volvió a meter la mano en el bolsillo, aunque esta vez para sacar la credencial, pasándole luego ambas cosas a JunMyeon.


—¿Me puedo ir ya? —preguntó con urgencia y su amigo se cruzó de brazos con el rostro fruncido luego que guardase las cosas dentro de su bolsillo.


—Necesito que firmes la cancelación del contrato.


ChanYeol gruñó y se cruzó de brazos mientras se enderezaba—. Te demoraste más de cuatro putos meses en volver, JunMyeon, y aun así me sigues molestando. ¿Acaso no puedes dejarlo así como está?


—Sabes que esto tiene que ver con temas legales, ChanYeol.


—Ya tienes bastante mierda ilegal allí dentro, ¿qué más da un puto contrato? 


JunMyeon descruzó los brazos y caminó hasta él aún sin cambiar la expresión de su rostro.


—¿Sucedió algo? —Desvió con rapidez la mirada hacia el otro lado de la calle para no mirar a su amigo—. ChanYeol —lo llamó en modo de advertencia y él suspiró.


—Creo que me gusta un chico —susurró con los ojos cerrados y escuchó la suave risa de JunMyeon sonando alegre y armoniosa entre el silencio del estacionamiento.


—¿Y eso qué tiene de malo?


ChanYeol abrió los ojos con lentitud y miró al contrario—. Está dentro del Menú Rojo.


Pasaron unos cuantos segundo donde ninguno de los dos dijo algo y solo se quedaron mirando.


—ChanYeol... —terminó por musitar JunMyeon y él mostró un intento de sonrisa.


—Está bien. —Asintió y luego apuntó con la barbilla hacia el local en una indicación muda para que se fuese y encargase de lo que debería.


—ChanYeol, puedo regalarte una noche. ¿Qué dices?


—¿Estás loco? Esas cosas no son lo mío?


JunMyeon lo miró con los labios apretados, pero asintió—. Iré dentro entonces. —El contrario se encaminó hacia la entrada del lugar, deteniéndose a tan solo unos pasos—. Después hablaremos sobre cómo devolverte el favor.


—¡Señor Park!


ChanYeol se sintió estremecer de solo escucharlo y en seguida sonrió con suavidad, después de todo él no sabía cuál era la verdadera razón por la que BaekHyun hacía lo que hacía, no tenía por qué concluir cualquier tipo de cosas, podía equivocarse. Sin embargo, eso no lo hizo sentir mejor.


—Señor Kim —saludó el recién llegado a JunMyeon con un poco de asombro. La mirada de BaekHyun pasó desde ChanYeol a JunMyeon unas cuantas veces.


—BaekHyun —lo nombró JunMyeon con suavidad y luego le dirigió una mirada rápida a ChanYeol. Hizo un último gesto con la cabeza antes de irse hacia el interior del local.


—Pensé que no volverías —murmuró BaekHyun con suavidad, quizás también con algo de temor.


—No me hables con tanto respeto. Puedes decirme ChanYeol desde ahora. —Sonrió y metió ambas manos dentro de los bolsillos delanteros del pantalón de su traje.


—¿Ah? —BaekHyun dejó escapar una risa nerviosa.


—Ya no soy cliente VIP. 


El chico frunció el ceño y se movió nervioso sobre sus pies, quizás dudando si acercarse un poco más o no—. ¿Fue por lo que pasó conmigo?


—¿Qué? No, no es nada de eso. —ChanYeol movió frenéticamente las manos delante suyo antes de sonreír levemente y susurrar—: Solo vine a ayudar a JunMyeon.


—¿El señor Kim?


—Sí, somos amigos y compañeros de trabajo.


BaekHyun al parecer se sorprendió porque lo miró con la boca levemente abierta y a él se le hizo extraño que lo observara de aquella manera, como si estuviese triste.


—¿Entonces no volverás más?


ChanYeol negó con la cabeza, pero intentó sonreír—. Estos sitios no son mi estilo.


—¿Así que yo no soy tu estilo? ¿Qué fue sucedió entre nosotros entonces?


BaekHyun se mordió con fuerza el labio inferior, pero luego relajó su expresión. El hombre agachó la cabeza y empezó a jugar con sus propias manos mientras ChanYeol aún estaba ahí, apoyado en su carísimo auto que se encontraba en el estacionamiento del lugar.


—¿En qué trabajas? —Frunció el ceño ante la repentina pregunta de BaekHyun.


—Soy abogado.


El chico repitió lo que dijo entre murmullos mientras asentía, aún con la vista fija en el pavimento—. Tan inalcanzable. —Lo escuchó susurrar.


—¿Qué dijiste?


—¿Ah? —BaekHyun levantó la cabeza alarmado y pestañeó repetidas veces, como si estuviese desorientando—. Yo-o bueno... —El chico cerró los ojos y dio un suspiro antes de continuar—: Me gustas de verdad y siento tanto arruinarlo aquel día. No malentiendas lo que sucedió, por favor.


—BaekHyun... —susurró ChanYeol y el aludido se acercó más a él con manos temblorosas, con inmensas ganas de explicarse.


—Es verdad que aquel día tenía un cliente y que estoy en el Menú Rojo, pero nunca fui más allá con un chico. —ChanYeol frunció el ceño con confusión y el contrario suspiró—. Esa es una de mis reglas; no... sexo directo. O sea... yo...


—Lo entiendo, BaekHyun. No te molestes explicándomelo.


—Pero no quiero quedar mal delante de ti porque de verdad me parecer atractivo y me gustas, maldición.


ChanYeol notó de inmediato que el contrario se pondría a hablar aún más y a pesar de que a él le encantaba la voz de BaekHyun realmente tenía ganas de hacerlo callar, de besarlo. Lo tomó de las mejillas y se agachó lo suficiente como para tocar sus labios, empezando así el beso, el cual fue lento al principio, pero luego BaekHyun lo tomó con fuerza por el traje y lo obligó a acercarse más, entonces ChanYeol realmente no se contuvo de besarlo con ganas. Lo terminó apoyando sobre su propio auto, colando una de sus piernas entre las ajenas mientas lo besaba y se atrevía a restregarte contra él.


—¿Podemos... entrar a tu coche?


—Por supuesto. Debemos hacerlo. —ChanYeol no quiso que aquellas palabras sonaran tan directas y demandantes, pero lo hicieron y al parecer a BaekHyun no le molestó, ni siquiera cuando lo terminó acostando sobre los asientos traseros y él se irguió sobre su cuerpo.


—Soy virgen. —Se quedó quieto en su lugar—. P-Puedes pensar que es irónico, pero realmente nunca he tenido relaciones sexuales con un hombre.


—Oh, claro. Estamos en mi auto, deberíamos buscar un lugar mejor.


Lo escuchó reírse con suavidad mientras empezaba a enredar los dedos en su cabello—. No importa si es aquí —susurró el chico sobre sus labios, pareciéndole demasiado sexy—, lo importante es que lo hagas tú...


ChanYeol lo interrumpió con un gruñido al restregarse contra él, algo que hizo casi sin poder evitarlo.


—Yo solo quería decir que necesitamos algo para que no duela tanto —murmuró BaekHyun con voz ahogada—. Dentro hay lubricante, pero bueno... S-Solo si tú quieres hacerlo, si no... p-puedo ir a buscarlo yo. En realidad...


Lo calló con un beso lleno de sonrisas. A ChanYeol se le hacía tan linda la actitud de BaekHyun.


—Vuelvo en un segundo.



|•••|



—BaekHyun, detente —susurró casi sin voz cuando sintió la mano del chico tantearle la entrepierna.


Luego de que ChanYeol fuese a buscar un poco de lubricante, el cual pidió específicamente a LuHan y SeHun por mandato de BaekHyun, se encontró con el hombre demasiado sonriente mirándolo desde el asiento del copiloto de su auto, pareciendo demasiado sexy.


—No hay nadie en mi casa —le dijo el otro una vez se sentó detrás del volante.


ChanYeol sonrió ampliamente y le lanzó la botella de lubricante para después poner de inmediato el coche en marcha.


BaekHyun le indicó por donde se tenía que dirigir, pero eso no fue lo único que el chico hizo, ya que en realidad se la pasó toqueteándolo, excitándolo y desconcentrándolo de la carretera.


Una vez llegaron al lugar fue mucho más fácil. BaekHyun residía en un pequeño edificio que constituía de unos cuatro pisos y el chico vivía en el segundo. Las escaleras estaban por fuera del lugar, así que no molestaron a nadie cuando subieron, a cambio que hubiesen fastidiado a alguno de los vecinos con ese portazo que dieron una vez entraron a la casa.


Entre tropezones y besos se dirigieron hacia un pequeño cuarto donde había una cama al estilo tradicional coreano. 


Una vez que BaekHyun cerró la puerta y se giró a mirarlo él aprovechó para desabotonarse la camisa lentamente por el simple hecho de querer seducirlo. BaekHyun se acercó y una vez que el más bajo estuvo lo suficiente cerca lo tomó por la cintura para besarlo con dureza, teniendo así el privilegio de escucharlo gemir contra su boca.


ChanYeol nunca antes tuvo sexo con un chico, pero por algún motivo las cosas sucedieron de manera simple y el intentó ser lo más afable posible. Tocó a BaekHyun con cuidado a pesar de que no tuviera la menor idea de cómo hacerlo y se sorprendió de inmediato cuando, luego de un rato, ya se aprendió los puntos sensibles de BaekHyun, aquellos que le encantaba que ChanYeol tocara. Lo acarició con dulzura y se enterró en él despacio y con lentitud mientras escuchaba en su oído la respiración irregular del hombre.


El otro le arañó la espalda, pero a ChanYeol no le importó porque él también le arañó los muslos, le comió a besos el cuello y lo besó entre risas, lamentos y gemidos.


ChanYeol no dejó de gruñir diciéndole lo apretado que estaba mientras BaekHyun gemía excesivamente alto y le exigía que fuera más rápido, que se metiera con más fuerza. Y él lo complació en todo, maldicion. BaekHyun era una persona para complacer, lo notó de inmediato. Ese hombre merecía todo y ChanYeol tenía unas inmensas ganas de darle todo aquello que pidiese.


—Voy a correrme —le susurró BaekHyun sobre los labios y él ansioso asintió.


Ambos tenían los labios rozando los contrarios mientras que por entre estos salían placenteros gemidos que no se escucharon con demasiada magnitud hasta que ChanYeol lo penetró lo suficientemente fuerte como para que BaekHyun se arqueara y gruñese.


Compartieron el orgasmo y fue una situación llena de gemidos obscenos, algo así como un destellar de fuegos artificiales inmorales.


—BaekHyun —lo llamó con voz ronca una vez terminaron y él se acostó a su lado.


—Estuvo genial —confesó el aludido con vos ahogada—. Repitámoslo.


ChanYeol claramente se vio sorprendido, especialmente cuando BaekHyun se subió sobre él.


—¿No estás cansado? —preguntó acariciándole el pelo y BaekHyun le sonrió para después dejarse recostar sobre su pecho.


—Sí lo estoy —susurró mientras tomaba su mano y jugaba con sus dedos.


—Entonces descansa. —ChanYeol dejó un suave beso en la sien de BaekHyun y este se levantó para mirarlo con un puchero.


—¿Ya te irás?


—¿No puedo quedarme aquí toda la noche? 


BaekHyun rio con suavidad y asintió para luego volver a acostarse sobre su pecho, sin soltar aún su mano.


—Desde hoy serás mi novio, ¿escuchaste? Y dejarás de trabajar en ese club.


—Pero ChanYeol... es mi trabajo.


Suspiró y se acomodó mejor sobre la cama, aún con el cuerpo del contrario sobre el suyo—. Entonces solo trabajarás hasta media noche, y definitivamente saldrás del Menú Rojo.


Escuchó a BaekHyun gruñir sobre su pecho en desconcierto, pero apenas se acercó notó de inmediato su sonrisa.


—Está bien, ChanYeol.



Por culpa de JunMyeon



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