Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sus ojos por Dark_Huntress

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Fanfic Participante del concurso #SuperhusbandsHalloweenContest.

Organizado por el grupo Stony y la pagina 

https://www.facebook.com/SuperhusbandsInfinity/?fref=ts

Si les agrada la historia, les pedire su apoyo con un voto por alli. Gracias. 

Notas del capitulo:

Espero les guste esta historia y les saque más de una emoción.

Sus ojos me fascinaban, me tenían loco, adoraba sus ojos.


Por supuesto Anthony era un ser al que admiraba desde que le conocí, gran inteligencia y belleza mezcladas en él. Sobra decir que era un encanto. Le miraba día y noche como un enamorado sin atreverme a hablarle siquiera, quería ser parte de su círculo, pero no pertenecía al tipo de gente con el que se relacionaba.


Éramos como agua y aceite de tan distintitos, aun así yo deseaba diluirme en él. No me importaba que fuese un chico al igual que yo y de tener una relación el rol a tomar con él tampoco me habría importado.


Lo miraba de lejos oculto bajo alguna revista o mi block de dibujos y lo dibujaba buscando que cada detalle fuese perfecto, que se pareciera a él, al grado de sentir la misma emoción de cuando lo miraba, pero nunca logre quedar satisfecho. Sus ojos no me quedaban iguales, no lograba capturar toda esa llama que mostraban, esa belleza tan sensual y tierna de su mirar. Esos ojos similares a los de los cervatillos, toda pureza y dulzura, sus ojos de Bambi.


Por supuesto, no era lo único que le miraba, muchas veces me vi fascinado por su genial trasero, el segundo protagonista de mis dibujos, debo reconocer que este sí, que me salía bien y me dejaba babeando de lo suculento que se veía.


—Anthony Eduard Stark te amo.


Susurre con los ojos cerrados, mientras descansaba bajo un árbol.


— ¿Qué amas de mí?


Escuche que me respondiera, entonces temblé, ni siendo el más popular de la escuela por ser el capitán del equipo podía librarme de los nervios y el sonrojo de estar frente a quien me gustaba y menos después de que me oyó decir te amo. ¡Qué pena! me negué a abrir los ojos y le respondí.


—Todo.


—Que aburrido.


Dijo él sentándose a mi lado, yo seguía con los ojos cerrados.


— ¿Cómo sabes que soy Tony y no otro tendiéndote una broma? Si no abres los ojos ¿Cómo puedes saber?


Suspire y me atreví a tomar su mano, él no me la arrebato.


—Amo tu voz, tu aroma, tu piel, amo tu encanto, tu genialidad y sarcasmo. Tú nobleza y fragilidad, amo tu mirada y tus ojos que muestran cada emoción que sientes, se refleja todo en ellos, amo todo de ti.


No mencione por obvias razones, lo mucho que me fijaba y amaba su dulce culo. Lo sentí temblar un poco, él apretó mi mano y luego la soltó.


—Lo siento, no puedo sentir lo mismo, cap, no tengo emociones, no me las dieron al crearme, sólo imaginas verlas en mis ojos.


—Tony...


—Yo no soy humano, fíjate en alguien más.


Él se levantó entonces y se alejó de mí dejándome confundido.


En los días sucesivos, él fue percatándose más de mi presencia, a veces me dedicaba una sonrisa.


Era un viernes cuando finalmente me arme de valor para hablar con él, estaba por terminar el mes de septiembre y había comenzado el otoño, el clima era algo fresco, pero agradable, me acerque a él y le sonreí.


—Hola Stark ¿me recuerdas?


—Me acosas a diario Rogers, claro que sé quién eres, pero ya te dije pierdes tu tiempo conmigo.


— ¿Por qué? ¿Por qué somos dos chicos?


El negó con la cabeza.


— ¿Es porque somos de clases sociales distintas?


—Es porque yo no soy humano.


Repitió y se alejó de nuevo. No entendía su respuesta, si no era humano ¿que era?


Luego decidí que eso no era importante, lo amaba y me daba igual si era un alíen. No cedí y continúe admirándolo de lejos y dibujándolo, pero decidí pasar a la acción. Cada que podía dejaba uno de mis dibujos en su escritorio, una flor o un dulce, le dejaba un cursi verso o una nota en forma de corazón que decía "Te amo" total, era algo que él ya sabía.


Un día él me cacho justo en el momento de dejarle el acostumbrado regalito.


—¿No vas a renunciar a tu intento por conquistarme?


—No—Admití sonrojado, pero sonriente.


—Muchas chicas hermosas te desean.


Me encogí de hombros, lo sabía, pero no tenía ojos para ninguna.


— Me gustas tú


—Steve yo no soy...


—Ya lo dijiste, no me importa si eres un vampiro, hombre lobo o tampoco si eres un Wendigo y decides comerme, de hecho quiero ser tu cena.


Sonreí coqueto y él me sonrío a su vez divertido, amo sus sonrisa hace que sus ojos brillen y se vean más hermosos.


—Capi, estás loco, no creía que fueras así.


— ¿Así cómo?


—Tan lanzado, que pudieras hacer esos comentarios picantes, el romanticismo a lo antiguo va más contigo eres muy caballero, si hasta pareces de los años 40.


— ¿Acabas de llamarme anticuado? —Me queje divertido.


—Admite que tienes modales de abuelo.


—Oye nunca me sentí tan ofendido.


Bromee con un gesto de indignación, él se echó a reír.


—Permíteme al menos ser tu amigo.


—Okay.


Y así inicio nuestra relación, efímera, mágica y de alguna manera eterna. Porque nunca olvidaré a Tony Stark.


Miro hacia el cofre y las lágrimas bañan mis mejillas, ya no hay rastros del horror que sentí al ver el contenido, sólo dolor, vacío y nostalgia.


Desde ese día Tony y yo pasábamos casi todo el tiempo juntos, comenzamos a sentarnos uno al lado del otro y a comer en la misma mesa de la cafetería. Comer, de hecho él no lo hacía, o al menos no una dieta normal, sobrevivía a base de agua, te o café. Muy de vez en cuando añadía una dona de chocolate.


— ¿No serás un Ghoul? —Comente en cierta ocasión.


—No.


—Deberías alimentarte mejor, estas muy delgado y bajito. No creces.


—Pero así te gusto.


—Touche.


A la salida me hubiera gustado caminar a casa junto con él y de ser posible sostener su mano, pero no se podía ya que todos los días le iban a buscar en un elegante automóvil negro.


—Joven Stark, Hoy iremos al taller antes de ir a la mansión. Su padre quiere hablarle.


—De acuerdo Jarvis.


Dijo muy formal, pero parecía triste.


—Jarvis... ¿Es sobre eso? ¿Mi tiempo? —Pregunto acongojado.


—No lo sé señorito, pero usted ha cambiado, antes no tenía emociones.


—Hay alguien, él me hace sentir, no sé porque, pero lo hace, es raro. —Tony se tocó el pecho. —


Aquí me duele, eso no había pasado antes, duele cuando no estoy con él, duele cuando pienso en mi condición, duele cuando dice que ama estos ojos.


—Tony...


El chofer le miro con pena, según sabia ese hombre era más bien el mayordomo de los Stark, pero siempre pasaba por Tony a la escuela. Él se veía compungido. Ninguno de los dos sabía que yo estaba escuchando oculto entre las ramas de un árbol. Toda esa plática se me hacía muy sospechosa, quería interrumpir y preguntarles, pero el sentido común me obligo a quedarme quieto en mi escondite.


—Vamos Tony, Howard espera, debes contarle esto a él también.


—No, él piensa que soy un fracaso más en vías de extinción, más tarde seguramente lo volverá a intentar, pero si él se entera de esto va a sufrir, no quiero que sufra y quiero que se detenga. Hay algo que tienes que prometerme Jarvis...


Fue lo último que escuche. Tony abordo el auto y se marcharon, así que me quede con la duda de a que promesa se refería.


Al día siguiente Tony no vino a la escuela y me quede preocupado, le estuve enviando mensajes y le llame a su celular con insistencia, pero nada. Parte de mi deseaba plantarse en su casa y verificar que estuviera bien, pero sabía que sería muy exagerado, a lo mejor se lo tomaba a mal. Aunque yo no podía suprimir el mal presentimiento que tenía.


Esa noche no dormí nada, rodé en la cama una y otra vez haciendo un lio en las sabanas y llevando las almohadas al piso a cada rato al patearlas involuntariamente. Fueron nervios, angustia preocupación y un incesante calor lo que me mantuvieron en vigilia toda la noche.


Fui a la escuela como siempre, aunque trataba de disimular mi semblante agotado.


Al ver a Tony todos los estragos que la noche pasada hicieron en mi pecho, corazón y rostro desaparecieron. Corrí hacia él lo aferre contra mi pecho en un abrazo profundo.


—Me tenías preocupado. —Dije nada más soltarlo.


—Lo siento Steve, salí con mi padre, olvide mi cel y cuando volví...Mi batería se descargó, así que...Lo siento.


—No pasa nada amor. —Le abrace de nuevo disfrutando la sensación.


—Nos están viendo.


Murmuro apenado y le deje de momento. Estábamos en clase cuando mi mejor amiga Nat se acercó junto con Wanda.


—Necesito ayuda Steve.


— ¿Qué paso?


Ella comenzó a jugar con uno de sus rulos rojos, de forma sexy como siempre solía hacer y comenzó a contarme.


—Veras Wanda y yo estábamos platicando sobre la fiesta de Hallowen de la academia, le decía que quería disfrazarme de Viuda negra, y ella me comento que de bruja, pero lo hicimos en clase. El profesor Coulson nos oyó y nos mandó a la dirección, así que terminamos castigadas.


—Fury dijo que tenemos que organizar toda la fiesta, nos designó Comité Duo de organización, pero solas no podemos, el lado bueno es que ahora sabremos que será una fiesta excelente, pero lo malo es que es mucho trabajo.


—Pensamos que podrías ayudarnos.


—No sé chicas.


Dije dudoso y ambas hicieron pucheros.


—Anda Steve acepta. —Nat sonrió maliciosa. —Además así veras más a Tony.


— ¿Qué? —Dijimos a coro los dos.


—Ayúdanos también Tony, así veras más a Steve. —Añadió Wanda.


Ambas sonreían como el gato que se comió al ratón, ¿o era al canario?


Tony y yo nos miramos y sonreímos tontamente el uno al otro, al parecer era obvio que había atracción entre nosotros, así que aceptamos.


—Una fiesta de disfraces típica con todo y casa embrujada es lo mejor. —Comente. Obviamente imaginándome a Tony disfrazado de criatura sobrenatural, o más bien quizá revelando su verdadero yo a través de un supuesto disfraz, además que fantasee un poco de imaginarlo asustándose y cayendo a mis brazos en la casa embrujada, cosa tonta ya que él seria parte del montaje de la misma.


—No, eso está muy trillado, hagamos mejor un apocalipsis Zombie, es lo de moda. —Dijo Natasha.


—Que tal una fiesta temática de Silent Hill. —Propuso Tony.


—Naaa hagamos una fiesta temática, pero de Poe, con todo y cuervo. —Sugirió Wanda.


Los cuatro discutimos largo rato para terminar poniéndonos de acuerdo y comenzar a preparar las cosas. Faltaban dos semanas para la fiesta que sería el 30 de octubre, ya que el verdadero día de Hallowen cada quien tenía sus propios planes.


Tony se sentía feliz, estaba más animado que nunca y eso se notaba en el brillo de sus ojos y esa sonrisa que nunca abandonaba su rostro.


No pude verlo el fin de semana, pero el recuerdo de su sonrisa y su chispeante mirada me mantuvieron alegre. El lunes volvería a verlo, odiaba los lunes, pero de pronto me dije que podía cambiar de perspectiva, por ejemplo no sólo vería a Tony, si conseguía eso que llevaba mucho tiempo deseando, sin duda las cosas cambiarían.


Así que me arme de valor y le pregunte a la hora del receso.


—Tony... ¿puedo besarte?


Él se sonrojo al momento.


— ¿Aquí? ¿Ahora? ¿Un beso en la mejilla?


—Sí, aquí y ahora, pero un beso aquí. —Dije posando un dedo sobre sus carnosos labios.


—Yo...


—Entiendo si no quieres...


—Quiero, pero no aquí, siempre he querido mi primer beso en mi lugar especial.


¿Oí bien? Dijo que sí quería, y más aún que sería su ¡Primer beso! Eso me calentó al momento y esperando no sonar muy desesperado respondí.


—Muy bien, ¿En dónde?


Él sonrió enigmático y se acercó a susurrar en mi oído.


—Te veré aquí a las 5, entonces te lo enseñare y...


Se sonrojo de nuevo, así que termine la frase.


—Y allí te besaré, excelente, tenemos una cita. — Le dije sonriendo, luego añadí. —Me vestiré de etiqueta y te traeré rosas.


—Tonto, además mis flores favoritas son las orquídeas.


—Pues una orquídea será.


—Son caras. —Advirtió en tono jocoso.


—Ya sé, por eso será una y no la docena.


—Una me va bien, la atesoraré.


Me guiño el ojo y se levantó para ir a su clase, hice lo mismo, pero no logre concentrarme el resto del día, sólo añoraba la hora de poder besar a Tony.


Al salir de la escuela fui a una florería para comprar la flor, me decidí por una orquídea rosa que me pareció preciosa por ser similar al bello tono del sonrojo en Tony.


Cuando llegue a mi casa la pase largo rato buscando lo mejor de mi guardarropa, lo más elegante posible y me reprendí por decirle que iría de etiqueta. Cuando finalmente di con el conjunto correcto corrí a la ducha para un baño en el que tarde más de lo normal, me esmere en mi aspecto, quería impresionarlo y el espejo me devolvió una imagen satisfactoria. Llegue cinco minutos antes de la hora citada, no tuve que esperar mucho cuando Tony apareció en la limosina en la que siempre viajaba. Su mayordomo Jarvis me saludo y me invito a pasar al elegante vehículo para llevarnos al lugar especial de Tony.


—Me alegra mucho que el señorito Tony al fin tenga alguien especial.


Dijo el hombre haciendo que Tony se sonrojara.


—No es que este solo , se lleva muy bien con Rhodes y Banner, pero creo que contigo hay más.


Comento y no pude evitar sonreír, y recordar que al principio no había sido fácil monopolizar el tiempo de Tony y apartarlo de su dúo de amigos, los cuales ahora sólo nos lanzaban algunos abucheos cuando iba a buscarlo a la hora del receso o al salir de clases.


Jarvis nos dejó en el bosque, Tony le dio indicaciones de volver por nosotros en tres horas.


—Dos, mañana tiene clases señorito Anthony.


—De acuerdo — Dijo él con un mohín y el mayordomo se retiró.


Tony entonces me mostro lo que parecía una escalera hecha de piedra y ambos subimos hasta llegar a una planicie elevada.


— ¡Wow, que hermosa vista!


—Este es mi sitio favorito, la vista es hermosa y es un lugar relajante, me gusta sentir el viento, mirar el cielo y ver la puesta del sol, la salida de la luna y las estrellas, es curioso que me hayas pedido un beso justamente hoy, hoy que tenía pensado venir aquí porque en una hora comenzara una lluvia de estrellas, quiero que me beses en ese momento.


Mi corazón casi se detuvo ante semejante declaración, pero asentí sonrojado y entregue a Tony la flor que le había llevado.


—Vaya, Vaya, Steve así que quieres seducirme con sensualidad extrema. Déjame decirte que funciona.


—Te dije que te traería una, espero que te guste.


—Una orquídea de este color, significa seducción extrema en el lenguaje de las flores. Sabes yo también te traje una flor a ti, No sé cuál sea tu favorita, pero quería decirte algo especial así que te traje esta.


Dijo entregándome una Dalia violeta.


— ¿Qué significa?


—Te lo dejo de tarea, búscalo. —Sonrió traviesamente.


Platicamos amenamente un buen rato y después observamos el inicio de la lluvia de estrellas, las mejillas de Tony se tiñeron de rosa, exactamente el color de la orquídea que le lleve. Ambos supimos que era el momento así que levante su mentón para besarlo y deposite un suave beso en sus labios. ¡Fue la gloria, el éxtasis, el ensueño y la alegría! Nunca antes sentí nada como eso. Lo que debió ser un beso tenue se convirtió en un apasionado y ardiente chocar de labios.


Vimos la lluvia de estrellas tomados de la mano y cada tanto nos besábamos buscando unir nuestras almas y corazones como nuestros labios. Fue hermoso.


Bajamos cuando el tiempo se acabó, ambos teníamos sonrojos en la cara y los labios hinchados, obviamente Jarvis supo lo que estuvimos haciendo, pero no nos reprendió, por el contrario sonrió disimuladamente y palmeo el hombro de Tony. Parecía feliz con la situación.


Nada más llegar a casa me puse a buscar el significado de la flor que me dio Tony. Honestamente quede conmovido y aún más enamorado de él si era posible.


Después de aquella cita los días pasaron volando, pero dejándome lleno de bellos recuerdos, Tony y yo estábamos más unidos que nunca, nos besábamos y acariciábamos a cada rato. Tuvimos citas y salidas con amigos.


En la escuela ya todos sabían que éramos pareja. Algunos lo aceptaron bien, a otros les pareció mal y nos abuchearon, pero nos dio igual. Estábamos felices pues pasábamos mucho tiempo juntos, en clase, en las actividades del comité o solos en el lugar especial de Tony.


Él nunca más menciono eso de no ser humano, así que casi había olvidado el tema , pero con la noche de Halloween cerca no pude evitar recordarlo, me preguntaba si sería buena idea preguntarle ahora que éramos pareja. Pero por otra parte no quería ponerlo triste o darle pretexto para alejarse de nuevo. No ahora que había ganado su amor y era completamente feliz.  Además estaba algo nervioso, por que Tony y yo acordamos que después del evento tendríamos nuestra primera vez y eso nos tenía emocionados.


Todo estaba listo, el salón de la fiesta lucia estupendos decorados y juntos admiramos el resultado de nuestro duro trabajo. Mañana finalmente sería el evento.


— Hicieron un excelente trabajo. —Dijo Banner, el mejor amigo de Tony y novio de Natasha.


— ¿De quién fue la idea? —Pregunto Clint que entro al salón con su novio Pietro.


—Pues...De Tony.


Dijimos sonrientes. Al final no hicimos ninguna de las ideas propuestas en un principio, si no que Tony hizo otra propuesta. Una fiesta al estilo de Tim Burton, a todos nos encantó la idea, pues la mayoría éramos fans de sus películas.


Los decorados incluían posters, figuras colgantes, maniquís disfrazados y efectos especiales. Bueno que Tony tuviera una cartera gorda y las chicas mucha creatividad. Además de Tony había otro inversor y ese era Thor, un tipo genial, salvo que salía con dos personas a la vez su novia Jane y su hermanastro Loki. Él se declaraba abiertamente bisexual, lo que no estaba mal, lo que si lo estaba era que fuese un infiel.


— ¿ Sus disfraces irán con la temática? —Pregunto Rhodes. — le dijimos que ya vería.


Al día siguiente cuando Tony paso a buscarme en la limosina estaba radiante de felicidad. Se veía asombroso con su disfraz del joven manos de tijeras, lucia sexy como siempre, además él había añadido un toque extra a su disfraz haciendo una versión vampírica incluyendo una capa y unos colmillos. Me encanto como se veía, por mi parte llevaba un traje de Jack, usaba una máscara que simulaba el rostro calaverico del personaje. No añadí ningún toque extra, pero Tony me coloco una diadema con orejas de gato, así que era un Jack orejón.


La velada fue amena y divertida puedo decir que la pasamos muy bien como pareja y entre amigos.


Después del evento fuimos a mi casa, debido a que vivía solo Tony pensó que mi casa era el mejor lugar para entregarnos al amor. Un hotel le parecía muy impersonal y la montaña, bueno no era en si un sitio al cual ir a las dos de la madrugada.


Tony lucía un lindo arrebol en las mejillas. Lo admiré extasiado, Se había quitado el maquillaje del disfraz y lucia aún más sexy.


— Estas hermoso.


—Y tú jodidamente sexy cap.


—Lenguaje—Le corregí y él bufo.


—Vamos, rompamos las reglas hoy.


—No será lo único que rompa hoy Tony. —Dije con tono lujurioso.


—Eres un pervertido Rogers, ¿quién lo diría?


—Steve, dime Steve.


—Ok.


Él me llamaba cap, por eso de ser el capitán del equipo, pero yo prefería que me llamase por mi nombre. Nos acercamos mucho el uno al otro para empezar con los besos y el jugueteo previo antes de dar el paso. Fui desnudándolo disfrutando de cada centímetro de piel que descubría. Él era tan bello, delgado de piel morena clara y suave, con ligeros músculos marcándose de forma sexy ¡Por Marvel! Que era perfecto. Se dejó hacer, siempre con una mirada tímida y una sonrisa nerviosa.


—Steve...


Ronroneo y juro que el sonido llego a mi entrepierna.


— ¿Qué pasa amor?


—Quiero verte también.


—Adelante.


Él comenzó a deshacerse de mi disfraz dejando mi cuerpo descubierto, sentí que se me iba el aire, el corazón me brincaba de éxtasis puro al percibir sus suaves caricias, la forma en que sus inexpertas manos tocaban mis pectorales y como se entretenían en la musculatura de mi cuerpo. Recorrió mis bíceps, torso y abdomen, fijo las manos sobre mis caderas y miro fijamente al botón de mis pantalones. Me lo quite en un santiamén junto a la ropa interior y la mirada de Tony se quedó fija en mi miembro.


—Wow, eso me va a doler.


Comprendí que mi tamaño le asustaba.


—No lo negaré, pero seré gentil, puede que duela aunque luego vas a disfrutarlo.


—Siempre eres honesto Steve, amo eso de ti.


Termine de desnudar a Tony y me quede absorto en la belleza de sus muslos, de sus bien torneadas piernas, las caderas estrechas y ese trasero que protagonizaba mis sueños eróticos.


—Te amo.


Susurre, antes de cargarlo para llevarlo a la cama, Tony sonrió dulcemente, fue tan adorable. Una vez en el colchón nos besamos compartiendo lametones y mordiscos. Las caricias fueron prodigas, jadeos y gemidos eran los ecos de la habitación.


Pronto llego el momento cumbre, ambos decidimos que era hora, le di mis dedos para que los lamiera y Tony lo hizo con un erotismo increíble. Además de eso coloque un poco de lubricante en su entrada y le metí suavemente un dedo. Él se arqueo al sentir la invasión.


—Shh, calma, está todo bien.


Dije y moví el dedo lentamente en él metiéndolo y sacándolo hasta que se acostumbró. Tony levanto las caderas indicando que podía aceptar más, así que un segundo dedo hizo su trabajo. Pude sentir sus paredes ceder y ampliarse un poco, pero aun había mucha presión. Comencé un movimiento de tijeras que hizo a Tony gritar y salivar de placer, lo estaba gozando y me alegraba por eso. Un par de minutos después el tercer dedo hacia su entrada. Le sentía más caliente, más dilatado, más exquisito.


—Steve...


—Te amo Tony.


—También te amo, házmelo ya.


— ¿Estás seguro?


—Sí, quiero sentirte dentro, hasta el fondo.


Sonreí y bese la punta de su nariz, con cuidado saque mis dedos de su interior para poder posicionar mi pene contra su entrada y comencé a meter el glande con cuidado. Tony estaba sonrojado y tenía la mirada tan dilatada como su ano. Era sexy verlo, comencé a entrar de poco en poco y él se fue abriendo para mí entre sonidos sensuales y movimientos acompasados, hasta que estuvimos completamente unidos.


Él grito mezcla de dolor y placer, grite también, pero de absoluto placer. Se sentía tan cálido y apretado, era delicioso, no quería salirme nunca. Me quede quieto para no lastimarle y bese sus labios, cuello y hombros al tiempo que le susurraba palabras de amor y confort. Cuando Tony se acostumbró inicio un suave movimiento que seguí con parsimonia, entonces apreté sus pezones y los acaricie hasta endurecerlos, me lleve uno a la boca y chupe, cosa que hizo a Tony prenderse más y pedir más potencia.


Ambos cabalgamos juntos largo rato con movimientos fluidos, rápidos y duros. Él me pedía más una y otra vez y yo estaba orgulloso de dárselo hasta que ambos explotamos nuestro orgasmo al unísono.


Me corrí dentro de Tony llenándolo por completo, él lo hizo sobre su abdomen y me encargue de limpiarlo con mi lengua saboreándolo.


—Te amo. —Le dije y bese su frente. —Espero no haberte lastimado mucho.


—Dolió al principio, pero después ya no y disfrute, estoy bien.


Sonrió y nos besamos una vez más antes de quedarnos dormidos abrazados.


Cuando abrí los ojos Tony no estaba a mi lado, pude notar las mantas desperdigadas por el piso y la huella aun cálida de su cuerpo en la cama, su aroma seguía flotando en el aire, tan delicioso como café con nuez tostada y canela molida. Me levante notando mi desnudes y las marcas de mordidas que me dejo, yo hice lo mismo con él. Note que en la mesita de noche había un mensaje:


"Surgió algo, tuve que irme nos vemos en la noche: P.d Te amo."


Sonriente fui a tomar una ducha y después el desayuno mientras hacía planes para la noche cuando una llamada me saco de la ensoñación. Era Jarvis, su voz sonaba alarmante, había pánico en ella, quería saber si seguía con Tony, cuando le dije que no, se escuchó más perturbado, me dijo que apenas le viera o supiese algo de él le avisara. Cuando pregunte que estaba pasando respondió "Hidra" y después colgó.


Un escalofrió me corrió hasta la medula, había oído ese nombre antes. Una organización terrorista de fama mundial que había cometido cientos de horrores durante la guerra, pero ¿que tenía que ver con Tony? Me vestí a toda prisa y fui a la mansión Stark, en todo ese tiempo marque a Tony con insistencia, pero nada. Una sensación de dejavu me invadió. Cuando llegué pude ver al padre de Tony que por primera vez no parecía el empresario que veía por televisión, sino un loco con los ojos dilatados, la ropa descompuesta y el pelo alborotado. Sangraba en algunas partes manchando sus prendas. Jarvis intentaba curarlo, pero él sólo repetía de forma errática sobre el robo de su creación, sobre lo valioso de la materia prima irremplazable y sobre la muerte de su hijo.


Y al escuchar eso mi corazón se paralizo, el dolor que sentí recorrerme era como mil agujas clavándose una por una. Tony no podía estar muerto. No él...


Cuando oí mencionar a su hijo Arno reaccione ¿Quién carajos era Arno? Tony nunca hablo de un hermano. Comenzaba a calmarme cuando una sarta de disparos cayó sobre la mansión, entonces vi a Tony corriendo en dirección a mí, se veía pálido y tenía varios cables y tubos médicos conectados, se los arranco sin importarle herirse, tomo mi mano y tiro de mi para correr con él. Un hombre de cráneo rojo nos perseguía.


La carrera por el enorme jardín de los Stark se asemejaba a una cacería mortal en un bosque tétrico. De inmediato fuimos rodeados, había gente de Hidra y también guardias de Stark. Empezó la batalla y ambos intentamos alejarnos, pero no conseguimos nada.


Frente a mis ojos pasaron las balas que dieron fin a mi felicidad. Se insertaron en el cuerpo de Tony que se desplomo en mis brazos, me miro amoroso y triste, apenas y alcanzo a rozar mi mejilla con la mano ensangrentada y susurrar un te amo de despedida antes de besarme por última vez y morir en mis brazos.


El grito que deje salir fue desgarrador, lágrimas y sangre bañaron mi cuerpo entero, después todo se tornó oscuro.


Desperté horas más tarde, por un momento creí que había sido una pesadilla, pero estaba en un cuarto de hospital. En la mesa junto a la cama había una carta y una caja de madera, la cual abrí nada más levantarme y dentro de esta había un pequeño cofre que parecía una hielera, en efecto lo era, adentro había mucho hielo y...


—Tony...


De dentro de esa caja me miraban sus ojos.


 


 


Querido Steve:


Si estás leyendo esta carta, entonces yo me habré ido. No sé muy bien cómo, pero ya no estaré a tu lado.


Hay tantas cosas que hubiera querido decirte y muchas otras que hubiera deseado hacer contigo que quizá no pudimos, pero quiero que sepas que te amo y siempre lo hare.


Sé que no debí caer ante ti, ni ser tan egoísta, debí mantenerme firme y lejos. No pude hacerlo, tú me hiciste sentir y deseaba estar a tu lado, me hiciste humano, me diste un alma.


Muchas veces te dije que no era humano, al principio no lo creías, luego tu mente fantasiosa creo muchas posibilidades, no creas que no he visto tus cuadernos, amo los dibujos que haces de mí, aun los pervertidos, pero no resulte ser nada de eso, ni vampiro, ni lobo, ni brujo, ni ángel, ni tampoco un incubo devorador de sexo.


Ciertamente no soy humano, pero tampoco nada mágico o sobrenatural, soy eso sí, algo parecido al monstruo de Frankenstein, porque soy una cosa hecha de ciencia a partir de alguien muerto.


Mi padre Howard en realidad no es mi padre, es mi creador, mi inventor, como quieras llamarle. El cómo bien sabes, es un genio y un millonario. Hace mucho tiempo tuvo un hijo llamado Arno. Él murió desafortunadamente llevando a Howard a la locura. Una noche antes del funeral saco los ojos a su hijo y los mantuvo en buen estado a base de criogenia. Años más tarde, al fin desarrollo el modo de traelo a la vida, intento con robótica y con clonación. Lo intento varias veces. Al principio sus creaciones morían siendo fetos, después alcanzaban una temprana infancia y el último soy yo.


Así es Steve soy un Frankenstein, una criatura hecha a base de adn humano, los ojos de Arno, cables, microchips y otras cosas por el estilo. Mi tiempo de vida fue mayor al de los demás, pero se está acabando, no sé cuánto dure. Por otra parte siendo un experimento no se suponía que tuviese emociones, pero de pronto empecé a tenerlas. Al principio muy tenues, un afecto por Jarvis por ejemplo, por Bruce y Rhodes, pero te conocí y entonces ¡Boom! Algo sucedió y me volví humano, me enamoré.


Por el tiempo que pasamos juntos gracias. Yo soy Anthony Edward Stark. El nombre bajo el que Howard me registro, pero en la bitácora de experimentación soy Mark 32, el último modelo. Le hice prometer a Jarvis que a mi muerte Howard jamás crearía un siguiente modelo, así que le pedí que extrajera mis ojos y los alejara de él. Que los enterrase en donde Howard nunca supiera, pero Jarvis me dijo que te daría esta misión a ti, porque tú me amabas, amabas estos ojos que entonces dejaron de ser los ojos de Arno para ser los míos, para mirarte a ti, Perdón por todo, me hiciste muy feliz, por ti fue una alegría nacer en este mundo. Aunque fuera por poco tiempo conocí el amor y la felicidad en tus brazos.


Tuyo por siempre Tony. ♥


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).