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Un inesperado encuentro por silent enigma

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-¡Dulce o truco!

Varios niños gritaban a través de la puerta de roble de aquella residencia que era el actual hogar de los vengadores. Esos héroes que pudieron solucionar sus problemas y terminar de nuevo juntos como un equipo a pesar de que desde la guerra habían pasado 6 años.

 

-¡Wanda! ¡De nuevo hay mocosos en la entrada!

 

-Sam…Ya te he dicho que no se les dice de esa manera

 

-¡Pero si eso son! Solo vienen y piden dulces…ni siquiera reparan en quienes somos

 

-Ya cállate y entrega los dulces – La chica le arroja la fuente de caramelos al moreno y éste a regañadientes va y sale para ver a los “mocosos” disfrazados-

 

-¡Woo! ¿Pero que tenemos aquí? Un zombi, un Brujo, un pequeño diablo y ¡Oh! ¡¿Acaso te has disfrazado de Falcon?¡ Eso es genial, por eso te ganas más dulces que el resto.

 

-¡Eso no es justo! – Los demás niños pusieron sus quejas pero el vengador hizo oídos sordos-

 

-Sam...-Un rubio se asomó por la ventana mirando de manera reprobatoria-

 

-Agg ¡Que aburridos! – Terminó por entregar la misma cantidad a los pequeñines y se metió a la casa- Solo quería motivarlos a que tengan mejor gusto.

 

-Pero no de esa forma...sólo quieren dulces en esta fecha

 

---

 

-¡Ya solo queda esta avenida!

 

-Has recogido muchos dulces este año… ¿No es así Peter?

 

-¡Sí! Estoy seguro que papá los querrá comer conmigo este año ¿Tú también estarás ahí Tía Pepper?

 

-Por supuesto que sí, y después comeremos helado viendo tus películas favoritas junto al Tío Rhodey.

 

-¡Viva!

 

El lujoso auto se detuvo al inicio de aquella urbanización donde un pequeño castaño bajaba enfundado en su traje de Iron Man, que era una réplica exacta de la de su papá.

 

-Peter te estaremos esperando aquí, recuerda tener cuidado

 

-Sí Tía – El pequeño agitó su mano a modo de despedida para luego empezar a tocar de casa en casa-.

---

 

-Se ve que hay mucho alboroto allá afuera… ¿No crees Steve? – La viuda quien se encontraba recargada sobre el mesón de la cocina observaba por el enorme ventanal- Quien diría que los pequeños monstruos escaparían hoy

 

-Jaja Nat… -En ese momento el timbre de la casa se dejó oír-

 

-¡Vaya! Llegó su turno de entregar dulces señor Capitán – El rubio sonrió cogiendo el bol lleno de caramelos para ir hacia la entrada-.

 

-¡Dulce o truco!

 

Pudo escuchar la chillona voz infantil y no dudó en sonreír mientras abría la puerta, más su sonrisa se congeló al ver a un pequeño usando un traje de aquel súper héroe que se alejó de su vida hace mucho tiempo y que aun extrañaba a horrores, su mente no dudó en hacerle recordar aquellos ojos café tan alegres y ése cabello castaño alborotado que muchas veces él mismo despeinó con sus manos.

 

-Señor…Dulce o truco – La voz del infante sacó al mayor de sus cavilaciones e hizo que lo mirara-

 

-Ah… Perdona – Sonrió llenando la cestita que llevaba el niño- veo que tienes un disfraz muy bonito y moderno… ¿te gusta Iron Man?

 

-Sí, es el mejor súper del mundo aunque ya no usa su armadura, pero eso es mejor ya que así puede pasar más tiempo conmigo – miró su cestita y sonrió- ¡vaya! ¡Muchas gracias! ¡Son muchos! – se disponía a abandonar la entrada pero el rubio le detuvo-

 

-Espera… - El chiquitín le volteó a ver- Dijiste que así pasa más tiempo contigo… ¿Te refieres a Iron Man?

 

-Si, ya como no está salvando al mundo porque ya no le necesitan, ahora puede jugar conmigo todo el día – el infante sonrió a través de su máscara-

 

-Entonces…eres cercano a Iron Man…

 

-Por supuesto ¡Porque él es mi papá!

 

Aquella respuesta dejó “congelado” al rubio y más cuando el niño se quitó su máscara revelando esos ojos y el cabello tan idénticos a ése egocéntrico genio llamado Tony Stark.

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4 Meses después de la Guerra Civil

 

-¿Estás segura que no hay rastro de él? ¡No han buscado bien!

 

-Steve cálmate…

 

-¡¿Cómo me pides eso?! ¡No he sabido nada de Tony desde el incidente de Siberia! Han pasado 4 meses desde que lo vi…

 

-Desde que le dejaste herido Steve…

 

-Nat…necesito buscarlo y más ahora que dices que lleva un mes desaparecido del mapa…

 

-No lo harás Steve…si lo haces te encarcelarán

 

-¡Pero Tony está allá afuera llevando a nuestro hijo dentro de él!

 

Natasha había llegado a Wakanda para llevar la última información acerca del gobierno sobre los “renegados” pero también llevaba noticias para cierto rubio que en cada viaje de la rusa a New York le pedía que le informara de Tony. En sus manos llevaba un pequeño sobre que debía de entregárselo a su amigo, se trataba de una ecografía que el castaño se había realizado un mes atrás, antes de que le dejara un mensaje diciendo que no le buscara, que el necesitaba encontrar paz en su interior para poder encontrar una nueva forma de seguir adelante, aunque razón más poderosa que el pequeño que crecía dentro de él era imposible, de eso ya un mes en donde no sabía nada de su amigo ni del Teniente Coronel Rhodes, ni siquiera de Visión.

 

El rubio había quedado impresionado de saber del embarazo del castaño, pero luego se sintió más culpable de lo que ya se sentía al sacar cuentas y deducir que durante la guerra, Tony ya estaba embarazado, aunque Natasha le calmó diciendo que el bebé se encontraba bien, hasta la última ecografía que pudo conocer de mano del castaño, aun así Steve estaba desesperado por encontrar a su moreno y arrastrarse si es posible para que le perdonase y le dejara cuidar de él y de su pequeño hijito que venía en camino, pero las cosas nunca salen como uno quiere, Steve sabía que si salía de Wakanda sería arrestado por el gobierno y sus oportunidades de encontrar a Tony estarían muertas, pero el saber de Tony solo, con los estragos de la guerra, sabiendo de los temores del castaño, de sus pesadillas, de sus vicios, estaba temeroso de que algo le pasara y por consecuencia a su bebé.

 

-Steve…entiende, solo ha pasado un mes…te aseguro que te mantendré al tanto de todo, seguro que pronto aparecerá para presentarme a mi querido sobrino porque quiero que sepas que desde ahora ese pequeñín será mi consentido

 

Pero eso nunca sucedió, cuando los renegados fueron libres de regresar sin cargos, Steve no descansó ni un segundo buscando a su moreno por todos lados, contactaba con los amigos cercanos al genio, con la empresa, incluso pidió ayuda a SHIELD pero nunca encontró  nada, sintiéndose miserable de haber echado a perder toda su felicidad por proteger al único hombre que le quedaba de su vida pasada de la manera equivocada…de haber hablado, de haber aclarado todo con cabeza fría, nada de esto estaría sucediendo.

 

-Señor… ¿Está bien?

 

Steve volvió en sí una vez más observando al menor ahora con más atención, notando los oscuros ojos del pequeño que le recordaban con locura a los ojos de su millonario, sin poder evitarlo abrazó al pequeño con fuerza, sintiendo como su alma descansaba un poco de todo el remordimiento que había estado sintiendo todo éste tiempo

 

-¿Señor?  -la vocecita de Peter hizo sonreír a Steve que apartó al pequeño de su cuerpo suavemente y luego le despeinó –

 

-Lo siento pequeño…es que…me recordaste a alguien muy especial para mi…dime… ¿Vives cerca de aquí? ¿Has venido con tus papás? – Tal vez sonaba desesperado pero tenía que saber si Tony se hallaba cerca, una ansiedad invadió su cuerpo el solo pensar que tal vez pudiera ver a su amado después de tantos años sin saber nada de él

 

-No, vive con mi Tía Pepper…papá está trabajando pero para cuando llegue a casa le esperaré con mis dulces y el los comerá conmigo ¡Hacemos eso todos los años!

 

-Ya veo…y también los comes con tu mamá… ¿No? –tenía miedo de la respuesta, el que Tony haya rehecho su vida con alguien más le daba pánico-

 

-No, yo solo tengo a mi papá y mis tíos –Bueno Steve pudo respirar de nuevo tranquilo- Oiga señor…

 

-Dime Steve…-le sonrió-

 

-Steve… ¡yo me llamo Peter! Este…ya tengo que irme, mi tía me está esperando y debo llegar a casa para esperar a mi papá

 

-Claro, claro…ve…ahm…Peter… ¿Me permitirías abrazarte una vez más?

 

-Sí, no hay problema…pero si me das más dulces

 

-Todos los que quieras –el rubio sonrió enternecido abrazando una vez más a aquel niño que era su hijo, su pequeño niño, su corazón estaba gozando de alegría, al soltarlo le dio lo prometido al pequeño, llenando al tope la cestita que cargaba, se despidieron y el pequeño caminó rumbo a donde lo esperaba su tía, sin saber que aquel rubio había decidido a seguirle sin ser descubierto…no iba a perder a su familia ahora que la había encontrado

---

 

Se hallaban en las afueras de New York en una enorme mansión que gritaba Stark por donde la vieran, el pequeño bajó alegre del auto llevando todos los dulces que había recolectado esa noche, su tía le ayudó a acomodar todo una vez entraron a su hogar, faltaba poco para que su padre regrese del trabajo y Peter quería todo listo para su papá. Mientras un rubio había estacionado su motocicleta unos metros lejos de aquella casa, estaba nervioso, asustado, su corazón palpitaba con fuerza pero no se rendiría, no ahora que estaba tan cerca de recuperar lo que era tan importante para él.

 

Media hora después un auto deportivo se acercaba hasta aparcar en la entrada de aquella mansión, Steve sonrió con alegría al ver a su pequeño moreno bajar de aquel auto, llevaba un regalo en sus manos, y se detuvo un momento mientras hablaba con alguien por el móvil, Steve sin perder tiempo se dirigió donde Tony que estaba distraído terminando su llamada telefónica, cuando se dispuso a guardar el móvil en sus bolsillos sintió una presencia tras de él así que volteó y al hacerlo el alma se le fue del cuerpo, las cosas que tenía en la mano se cayeron al suelo y sus ojos no daban crédito a lo que veían

 

-Hola Tony…

 

El castaño abrió la boca para decir algo pero no podía articular palabra alguna, todos estos años no había podido ni querido olvidar al rubio, aún lo amaba como idiota pero le dolía mucho la traición que recibió de su parte, pensó que nunca lo volvería a ver, y mejor así, su vida estaba siendo normal, estaba criando a su hijo de manera normal…su hijo, su pequeño hijo Peter…que también era hijo del Capitán

 

-¿Qué haces aquí?... ¿Cómo me encontraste?

 

-Yo…-No sabía ni que decirle, ¿Qué había seguido a su hijo luego de que éste tocara la puerta de su cada pidiendo dulces? Sí claro, como si le fuera a creer…

 

-¡Papi! –Peter que había escuchado el llegar del auto de su padre salió corriendo para recibirlo pero se detuvo al ver al rubio- ¿Steve…?

 

Tony abrió sus ojos con sorpresa ¿Cómo diablos su pequeño sabía de la existencia de aquel hombre? ¿Cuándo lo había conocido? ¿Cómo? ¿Dónde?  Estaba seguro que su cabeza iba a explotar

 

-Pete… ¿acaso conoces a éste hombre?

 

-¡Sí! ¡Él me ha dado muchos dulces cuando fui a pedirlos con la Tía Pepper! ¿Acaso me trajiste más dulces Steve?

 

-Eh…yo

 

-No Pete de hecho el Señor ya se iba

 

-Tony…

 

-Nada…Rogers, por favor vete –tomó la mano de su hijo para darle la espalda e ingresar a su casa-

 

-Tony al menos no me lo niegues…no a él…-Ante esas palabras el castaño se detuvo, cerró sus ojos con fuerza para no perder los estribos con su pequeño a su lado-

 

-Peter amor, entra a casa, iré después –el pequeño acató la orden de inmediato pero le dirigió una última mirada a Steve y a su Papá antes de entrar- No tienes derecho a reclamar nada Rogers…

 

-Tony por favor…también es mi hijo

 

-¡Nunca! ¡Peter no tiene más padre que yo! ¡Tú perdiste ése derecho desde que clavaste tu escudo sobre mí! Peter no te ha necesitado y no te necesitará nunca porque yo me encargo de darle todo el cariño que necesita…Tú no perteneces aquí Rogers…así que vete

 

-No puedo Tony…por dios no sabes cuan arrepentido estoy…te busqué Tony…siempre lo he hecho…sé que me equivoqué, que te di la espalda de la peor manera, estaba cegado por no perder a la única persona que me conectaba a mi pasado…que no me di cuenta que estaba perdiendo lo más hermoso de mi presente…tú

 

A este punto el castaño ya estaba derramando las traicioneras lágrimas, tenía tanto por decir, tanto por gritar, pero también había esperado por tanto que el rubio le diera una disculpa, aún soñaba con su traición pero también había sueños donde recordaba los momentos felices junto a su capitán, sabía que Peter tenía derecho de conocer a su otro padre, pero tenía miedo de que el rubio le hiera de nuevo y no iba a permitir que Peter sufra por culpa de alguien que lo abandona al primer instante

 

-Ya es tarde…yo ya no siento lo de hace tiempo…Peter no sabe nada de ti…y es mejor que siga así…

 

-Tony por favor…tal vez no me des una oportunidad contigo porque sé que te he dañado de la peor forma pero…no me niegues el conocer a mi hijo…es un adorable niño…por favor Tony…me he perdido 5 años de su vida…no quiero seguir perdiendo más tiempo sin conocerlo…quiero que sepa que me tendrá ahí

 

-Rogers…yo…-suspira fuerte y cierra sus ojos-

 

-Solo quiero pasar tiempo con él…si quieres no le digas que soy su Padre, puedo ser su amigo pero por favor Tony…no me mantengas fuera de su vida…quiero demostrar cuan arrepentido estoy por lo que te hice…

 

Y así fue como Tony, pensando más en su pequeño aceptó ese trato con el rubio, le permitió ser un amigo de su hijo, el cual Pete comenzó a adorar pues el tener de amigo a alguien como Steve era genial, los días pasaban al igual que los meses, llegando la fecha del cumpleaños del pequeño Peter. Tony pudo notar que el rubio en verdad estaba arrepentido pues en todo momento no dejaba de intentar hablarle con cualquier excusa y Tony ya no podía seguir ocultando su deseo de quitarle el “castigo” a Steve, nunca dejó de amarlo y nunca lo hará pues Steve era el amor de su vida, y con el tiempo comprendió que de haber estado en el lugar del rubio él hubiera hecho lo mismo, hubiera protegido a su amigo a costa de todos.

 

Así que, unas horas antes de la fiesta de su hijo, citó al rubio para que se vieran en Central Park, cambió a Peter y se lo llevó con él al encuentro con el Capitán quien puntual estuvo ahí.

 

-¡Steve! –Peter al solo verlo corrió a abrazarlo y fue alzado por los fuertes brazos del rubio- ¡Hoy es mi cumpleaños!

 

-¡Hola Campeón! ¿En serio? Vaya eso si es una coincidencia, porque justamente tenía un regalo para dárselo a algún niño adorable – Peter rió al entender que él era el niño adorable y besó la mejilla del rubio cuando éste le entregó su regalo- Espero que te guste

 

-¿Qué se dice Pete? – Tony, quien observaba todo unos pasos atrás también sonreía un poco-

 

-¡Gracias Steve! Papá… ¿Steve puede venir a mi fiesta?

 

-Pete…ven aquí hijo…quiero decirte algo  -el pequeño se acercó ante la atenta mirada del rubio que no entendía la actitud de Tony- Pete…sé que eres un niño muy listo y que seguro entenderás esto y te pondrá muy feliz… ¿recuerdas que cuando me preguntaste por tu “mamá” te dije que en vez de una mamá, tú eras privilegiado en tener a dos papás? Y que tu otro padre se encontraba muy lejos en una misión importante…

 

-Sí, porque era el Capitán América y estaba ayudando a los países más necesitados –respondió con una sonrisa-

 

-Así es…pues…verás, tu papá, ya ha regresado de sus misiones…y…-Tony suspiró no queriendo alargar más las cosas- Pete…tu otro papá es él –señaló al rubio que comenzó a dibujar una sonrisa en su rostro-

 

-Steve… ¿Es mi otro papá? …Entonces… ¿Tú eres el Capitán América?... ¿Mi papá? –Pete quería llorar pero de la alegría, siempre había deseado que las misiones de su papá acabaran, y que pudiese llegar a casa para conocerle, de nuevo corrió a abrazar a Steve quien a su vez lo alzó en brazos llorando también aferrando el cuerpo de su hijo contra el suyo-

 

-Sí pequeño soy yo…soy tú papá…perdona si no te había dicho nada antes…-miró a Tony que tenía una expresión indescifrable-

 

-Yo le dije que guardara el secreto…quería que primero lo conocieras para… para que te sintieras más seguro a su lado

 

-¡Papá! ¡Ya tengo a mi otro papá! –El niño no dejaba de  abrazar al rubio quien a su vez le besaba toda su carita lleno de felicidad- ¿Y ya no te irás de misión? ¿Vivirás con nosotros? –El rubio miró a Tony-

 

-Tu Papá vivirá con nosotros Pete…siempre y cuando no tenga una misión en éste momento

 

-Ninguna misión me mantendrá alejado de ustedes ni un minuto más…-sin evitarlo se acercó al moreno quien algo nervioso le sostuvo la mirada- lo prometo Tony…no te dejaré solo de nuevo…

 

-¿Es una promesa Steve? 

 

-Es una promesa –sonrió al escuchar su nombre salir de los labios ajenos, labios que no dudó en besar y sentirse feliz al ser correspondido por un tímido Tony que internamente se daba valor en decirse así mismo que ésta vez, ambos harían las cosas bien, por el bien de ambos pero más importante…por el bien de su amado Peter.


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