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Te soñé por Ale Moriarty

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Notas del fanfic:

Este fanfic es parte de una recopilación de drabbles, viñetas o oneshots de las parejas MiSawa y RyoKura del anime/manga Daiya no ace, basados en canciones de mi elección.

Notas del capitulo:

Mixtape MiSawa & RyoKura


1. MiSawa


Advertencias: Posible Ooc.


Anime/Manga: Daiya no Ace


Pareja: MiSawa (Miyuki x Sawamura)


Palabras: 1,333 –oneshot-


Canción utilizada: Soñé de Zoe https://www.youtube.com/watch?v=HJqlA_HTEU8


Aclaraciones: Estos serán una serie de fanfics que pueden ser viñetas, drabbles u oneshot dependiendo de mi inspiración, puede que se basen completamente en canciones o sea solo metafóricamente, eso ya dependerá de mi imaginación.

Te soñé.

Despertaba de nuevo con el sudor frío bajando por sus sienes y mojando tanto su cuello como su pecho. Su respiración era agitada y su corazón estaba amenazándolo con salir de su caja torácica.

Se apretó la garganta para verificar si seguía dormido o ya estaba de vuelta en la realidad, finalmente tomó una enorme bocanada de aire y cerró los ojos lentamente intentando volver a la calma.

Era otra noche donde tenía esos sueños que clasificaba como “raros y absurdos” donde los protagonistas eran él y el idiota de Sawamura y donde la trama principal era…

—   Maldita sea…—siseó frustrado golpeando con su puño cerrado el colchón debajo de él, estas situaciones lo estaban perturbando a un nivel que iba más allá de su comprensión.

“¿Por qué de entre tantas personas tiene que ser ese imbécil?” se cuestionó enojado y cansado, todos en el equipo se habían dado cuenta de las ojeras bajo sus ojos y Miyuki acusaba que el causante de aquello era el estrés por ser el nuevo capitán, como si esa fuera la verdadera razón.

Tal vez su irritación no eran solo los sueños donde Eijun era el actor estelar, sino el efecto que estos causaban sobre su cuerpo, el dolor punzante de la erección bajo sus sabanas era la prueba irrefutable de que esa podía ser una posibilidad indudable de su molestia.

Suspiró pesadamente y se giró levemente intentando que su colchón no rechinará, no quería ser delatado. Dio una rápida ojeada a sus compañeros de habitación, Kimura y Okumura estaban plácidamente dormidos… era la información que necesitaba.

Ahora mismo era el momento indicado para satisfacer su necesidad.

Metió la mano bajo sus pijamas y sintió la dura erección contra su mano, ahogó el jadeo que se quería escapar de su boca, tenía que terminar con su agobio lo más rápido que pudiera, sería una desgracia que sus compañeros lo atraparan en aquella situación tan bochornosa.

¿Cuántas noches había tenido que masturbarse debido a los sueños sobre Sawamura? Había decidido dejar de contar desde la quinta vez. Esto ya era absurdo.

Deslizó sus dedos hasta la base de su pene y estrujo su falo con algo de rudeza, quería sentirlo a profundidad para terminar lo más rápido posible. Cerró los ojos y comenzó a recordar el sueño de esa noche.

Mejillas carmesí, sudor esparcido por toda la piel morena, una voz que usualmente le hablaba de forma grosera en ese instante había sido tan dócil debajo de su tacto y aquello provoco que le hirvieran sus entrañas con un apetito que solo había sentido por el béisbol.

Miyuki Senpai”

Ah ¿su voz sería así de suave mientras clamaba por mas atenciones en su cuerpo? Los vaivenes en su propio pene se hacían más rápidos mientras la imagen visual se fortalecía en sus memorias.

Siempre he querido que me hagas esto…”

“Y yo siempre he querido hacértelo” pensaba mordiéndose tan fuerte el labio que estaba seguro que lo cortaría.

Sintió como el escalofrío que le avisaba que su clímax llegaría empezaba a descender por su espalda, mordió con más fuerza su labio y enseguida el sabor férreo de la sangre se apoderó de su gusto.

Entonces de repente la imagen de su gran debilidad invadió sus pensamientos, esos ojos, aquellos brillantes ojos color miel que lo habían esclavizado desde que conocía al menor.

—Ah…—ni él mismo pudo contener el gemido que desbocó de sus labios, agradeció a cualquiera de los dioses que se apiadaba de él, que sus compañeros estuvieran dormidos como rocas o que al menos fingieran estarlo.

Estiro la mano hacia donde tenía unos pañuelos -que se habían convertido como en una tercera extremidad en estas últimas noches- y utilizo uno para eliminar los residuos de otra desvelada a causa de su pitcher –fastidioso- enérgico.

—   Es suficiente…—gruñó entre dientes y lanzó el papel usado a un basurero que tenía cerca.

Mañana volvería a estar de malhumor, eso era seguro.

.

.

.

.

.

Todos los pertenecientes al equipo de béisbol de Seidou caminaban alrededor de Miyuki como si esté estuviera rodeado de minas, tenían miedo de pisar una y que debido a ello explotarán la poca paciencia de Miyuki.

El capitán los había hecho correr el doble de lo usual y ahora estaban entrenando con un ambiente lleno de un aura oscura ¿Qué demonios había fastidiado de tal forma al cátcher?

Incluso Furuya quien era demasiado denso ante los cambios de humor de Miyuki se andaba con cuidado de no enfadarlo más, no quería que le diera la negativa para atrapar sus lanzamientos.

Pero había una persona en el equipo, una sola… que no podía importarle menos el cambio de humor radical de Kazuya, y ese era Sawamura Eijun.

—   ¡Miyuki Kazuya atrapa mis lanzamientos!

Todos los que escucharon la petición soltaron un chillido que parecía salir de una película de suspenso y voltearon a ver la reacción de su capitán quien estaba ignorándolo como un profesional.

—   Miyuki Kazuya, Miyuki Kazuya, Miyuki Kazuya ¡sé que me estás oyendo! —repetía con euforia, ignorando que cada vez que pronunciaba el nombre del castaño este sufría un revoltijo de emociones en sus adentros

—   ¡Sawamura! ¿acaso eres ciego o eres un completo idiota? ¡Cállate! —le tapó la boca Kuramochi deteniendo una inminente explosión.

Miyuki tenía sus brazos cruzados mientras observaba a los demás integrantes practicar pero tenía su antebrazo totalmente ceñido por sus uñas, estaba controlando sus instintos primarios de lanzarse sobre Eijun y cumplir sus fantasías.

Cuando la voz de Eijun cesó, pudo volver a respirar y calmarse un poco… se hizo un juramento rápido, si ese imbécil volvía a fastidiarlo con lo de los lanzamientos le daría su merecido.

Todo era su culpa.

Y de repente su vista soleada fue remplazada por ese par de ojos que al verlos directamente en el ahora y no en sus sueños… eran mucho más seductores e instigadores. Tragó saliva con dureza y gruño.

—   Deja de joder Sawamura, ve a practicar con alguien más—intento sonreír como le era habitual cuando molestaba al menor pero en su lugar una mueca perturbadora se formó en su cara.

—   ¡Ah, Miyuki Kazuya está poseído! —bramó el pitcher provocando que los que fingían no prestar atención soltaran risas que luego ahogaron con tos fingida

Una leve marca de cólera se situó en la frente de Kazuya y hasta Eijun pudo darse cuenta que aquello era una señal de que debía retirarse. Pero no se iba a rendir tan fácilmente.

—   Miyuki Senpai… por favor, quiero que tú atrapes mis lanzamientos… por favor

Y le arrojó el hechizo sin ningún aviso previo. Los ojos del cátcher se hicieron tan grandes que podía jurar que se le saldrían.

—   De acuerdo—de repente el humor del amargado capitán cambio drásticamente que incluso Kuramochi sintió unas ganas enormes de vomitar ya que no sabía si todo lo del “capitán resentido” había sido una enorme estafa o no.

—   ¡¿De verdad?! —chilló emocionado pero a la vez con incredulidad

—   Claro… pero los atraparé después de la práctica, estando los dos solos

—   Eh~ pero para eso falta mucho tiempo Miyuki Kazuya…

—   Será un entrenamiento especial ¿acaso no te interesa? Ni Furuya tiene ese trato—se inclinó para susurrarle aquello verificando que el oído súper sónico de Satoru no fuera capaz de procesar sus murmullos

—   ¡Wah entonces si quiero! —voceo con total alegría mientras iba de regreso con los demás integrantes.

Al ser dejado solo, alzo la vista al cielo y miro el resplandeciente sol… y una sonrisa curveo sus labios. Ese día era el indicado para traer a la “vida” aquellos sueños que le habían acosado por días…

Era el momento adecuado para comprobar si no solamente los ojos de Eijun eran de miel, quería saber si aquellos labios que soltaban palabras descorteces y ese cuerpo que se ejercitaba constantemente eran igual de dulces que su mirada.

Él mismo había descubierto como curar su insomnio y malhumor, y la pócima de su sanación era apetecible tanto como para devorar hasta la última gota.

Fin.

 

 

 

 

 

Notas finales:

¿Reviews? Esperaré sus comentarios gustosa :)

Ojala fuera de su agrado.


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