Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

PARECIDO por Mariela

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

HOLIS

JEJEJ

CORTO PERO BUENO, EL PROXIMO ESTARA MEJOR.

NO OLVIDEN OCMENTAR

A LEER!

ASESINATO PARTE 2

 

Un hombre leía el periódico en completo shock desde su oficina. En la primera plana se encontraba la fotografía de un hombre ensangrentado, en cuyo encabezado decía-“Victima de intento de violación termina asesinado por su atacante”-, y en la esquina derecha inferior de la foto podía leerse claramente el nombre de Aioros de Wyvern. La noticia aseguraba que el joven había aparecido muerto en las escaleras del hotel, y que, según los detectives a cargo del caso, todo apuntaba a un posible intento de abuso sexual, pero que aún había que esclarecer algunos detalles antes de dar por cerrado el caso. Sin embargo,   por cada línea que leía el corazón se le partía en pedazos y una horrible sensación de pérdida lo invadía. Era como si se ahogara y tuvo unas inmensas ganas de llorar.

 

Pero, ¿Por qué ¿ ¿Por qué la muerte de un total desconocido le causaba tanto dolor? ¿Por qué sentía que lo conocía? ¿Qué significaban esas ganas de llorar al ver la fotografía del chico con el rostro deformado? ¡¿Qué?!

 

Saco su teléfono y marco un número. Tenía que saber la verdad, tenía que saber que era lo que sucedía y solo una persona podría ayudarlo.

 

-Detective privado, Kardia de Escorpio. ¿Quién habla?

 

-Kardia.

 

-¿Capricornio? Vaya, vaya, que sorpresa-dijo con burla-No sabía que seguías vivo, yo pensé que después de tanto tiempo sin vernos ya habías estirado  la pata, hasta pensé en ir a dejarte flores, jeje.

 

-Kardia, por favor-murmuro con nostalgia. Solo así, su amigo comprendió que era algo serio.

 

-¿Qué ocurre Cid?

 

-Necesito tu ayuda.

 

OOOOO

 

Despertó cerca de las once del mañana, y al ver lo tarde que era, se levantó de un salto, y tan pronto como se arregló, salió de su departamento para dirigirse a la estación de policía. Estaba seguro que su amigo Albafica se molestaría por dejarle todo el trabajo durante la mañana, pero ciertamente estaba demasiado cansado anoche como para evitar quedarse dormido, solo esperaba que su capitán no lo despidiera por eso.

 

Llego y fue directo hacia el escritorio del de cabellos celestes, quien lo recibió con una mirada fulminante.

 

-Ya era hora de que aparecieras, ¿en dónde estabas?

 

-Lo siento, me quede dormido. ¿Qué tenemos?-pregunto sentándose frente a él.

 

-Bueno, mientras tú dormías yo me encargue de analizar los interrogatorios que se hicieron a los empleados, ninguno estaba despierto a esas horas, así que no vieron ni escucharon nada al igual que los huéspedes.

 

-Típico.

 

-Lo sé, pero una sirvienta encargada de limpiar las recamaras dio información valiosa para el caso. Su nombre es Seraphina, y ella aseguro haber visto a Saga de Géminis entrar a su habitación con Aioros inconsciente en sus brazos, testimonio que fue respaldado por Marín, además de que el servicio de ballet asegura que Wyvern ya venía así desde el auto, uno sin matrícula de hecho.

 

-Que conveniente.

 

-Exacto. También revise las cámaras de seguridad-dijo accediendo a su computadora-Lamentablemente no encontré mucho, nada que no nos hayan dicho ya, y sabes que la cámara del piso donde se hospedaba la pareja estaba volteada, por lo que no capto nada, pero halle algo-giro la pantalla para que su compañero la viera, y reprodujo el video-Una de las cámaras del pasillo que se conectaba a ese, logro captar el momento exacto en que Saga de Géminis volteaba la cámara, y observa detenidamente lo que llevaba en su mano.

 

-¿Una llave de mecánico?

 

-Así es.

 

-Entonces, ¿ese hombre es Saga?

 

-Por supuesto-regreso la pantalla a su lugar y luego de buscar en sus archivos, volvió a mostrársela a su compañero-Saga de Géminis. Tiene 28 años y trabaja en el área de ventas de la revista “Tauro”, la revista de deportes más importante en Grecia. Está casado con Aioros de Wyvern desde hace dos años, y viven juntos en un pequeño departamento cerca de la revista donde trabajan. Si prefieres profundizar en su vida, te diré que es huérfano de nacimiento, fue recogido por el Orfanato Santuario y, unos meses después, adoptado por Aspros de Géminis y Asmita de Virgo. Sus padres fallecieron a los 16 años, y vivió con su abuelo desde entonces, el cual murió hace apenas cinco años.

 

-Que desafortunado. ¿Y qué me dices de Aioros?

 

-Aioros de Wyvern-paso el archivo siguiente-Fue abandonado en un contenedor de basura por su padre biológico, y recogido por el orfanato Giudecca, a cargo de Radamantys de Wyvern. Ese hombre es muy difícil de tratar, ¿ sabes?

 

-¿Por qué lo dices?

 

-Porque me costó insultos y ofensas recibidas para hacer que me permitiera acceder a su base de datos-frunció el ceño con molestia-Saori Kido no tuvo ningún problema para facilitarme la información de Saga, pero ese imbécil parecía tomarme por traficante de personas, si lo hubiera tenido enfrente lo habría encañonado  por su osadía.

 

-Está bien, cálmate.  Ahora dime, ¿Qué más sabes sobre Aioros?

 

-Que nunca fue adoptado, paso toda su vida en Giudecca hasta cumplir la mayoría de edad. Estudio gracias a la familia Wyvern que pago su educación, tiene 22 años y trabaja como editor en jefe en la misma revista de Saga. Ahí debieron conocerse.

 

-Vieron que sus historias eran parecidas y comenzaron a salir tiempo después.

 

-Buena teoría.

 

-Sin embargo, aún no sabemos de dónde la saco.

 

-¿Qué cosa?-pregunto desconcertado.

 

-La llave con la que seguramente ataco a su esposo anoche.

 

-Bueno, aún faltan los resultados de la autopsia, pero supongo que tienes razón. Si ninguno de los dos trabajaba en un taller mecánico, suena ilógico que la tuviera, y siendo editores dudo que tuvieran tiempo para atender sus autos ellos mismos. Además, de que el auto que el ballet describió aún no ha aparecido.

 

  -Disculpen-dijo un oficial llegando a donde se encontraban-Detectives, un hombre acaba de llegar. Dice que fue llamado por usted, señor Albafica, sobre el caso Wyvern.

 

-Está bien, llévalo al cuarto de interrogatorios. Iré en seguida.

 

-Sí, señor-se retiró.

 

-Bueno Degel, tenemos trabajo. Andando, que ya es hora de que colabores en esto.

 

-Sí.

 

Ambos se pusieron de pie, y el de cabellos verdes se dispuso a seguir a su compañero, pero algo en la pantalla de la computadora llamo la atención. La fotografía del castaño, pues esta no se parecía del todo al cuerpo que habían encontrado. Quizás eran ideas suyas, quizás fue tomada cuando era más joven, o quizás…algo no encajaba con la persona que habían visto anoche. ¿Qué demonios sucedía?

 

OOOOO

 

Entraron, y se sentaron delante del de cabellos azules, observándolo con dureza y seriedad, lo cual intimidaba de cierta forma al vendedor.

 

-¿Qué sucede, detectives? ¿Por qué me llamaron aquí?

 

-Antes que nada, gracias por venir, Saga. Soy el detective Albafica de Piscis, y mi compañero es Degel de Acuario. Tenemos que hacerle unas preguntas sobre su esposo Aioros de Wyvern- respondió Albafica.

 

-¿Aioros?-exclamo sorprendido-¡¿Dónde está?! ¡¿Qué sucedió?! ¡Por favor, díganme que está bien!

 

Ambos hombres fruncieron el ceño con ira ante la hipocresía de ese hombre, no era posible que cometiera un crimen tan cruel contra su esposo y que ahora fingiera demencia. ¡Era el colmo!

 

-Él está muerto, Saga.

 

-¿Cómo…?-se quedó sin aliento y su corazón se detuvo.

 

-Aunque supongo que eso ya lo sabía, los periódicos no tardaron nada en dar a conocer la noticia.

-Yo no leo periódicos…

 

-Bueno, así fue.

 

-No es verdad.

 

-Lamentamos su perdida. Lo asesinaron en el hotel “El Zodiaco” anoche.

 

El de cabellos azules abrió los ojos por completo, y luego suspiro con alivio como si se quitara un gran paso de encima, acto que desconcertó a los detectives.

 

-Qué alivio. Si lo asesinaron ahí, entonces no es el. Debieron confundirse de persona.

 

-No lo creo, Saga-dijo Degel-¿Y porque dice que no es él?

 

-Porque anoche, Aioros y yo estábamos festejando nuestro aniversario en el bar “El Cangrejo”, el mismo lugar donde tuvimos nuestra primera cita.

 

-¿El Cangrejo?-pregunto Albafica sin creerlo.

 

-¿Y qué hicieron después de eso?

-Yo…-se puso nerviosos repentinamente-Yo fui al baño luego de bailar y beber un rato, cuando volví, Aioros se sintió mal y lo lleve a casa.

 

-¿A casa?-arqueo una ceja-¿En serio?

 

-Sí, así fue.

 

Ambos detectives se miraron entre sí.

 

-Saga, lamento arruinar su alivio, pero realmente, el cuerpo que encontramos pertenece a Aioros de Wyvern. Una sirvienta y un amigo suyo confirmaron su identidad. Aioros está muerto.

 

-Eso…eso…-sintió  una gran punzada en su pecho, ahora con más fuerza-No es posible, ¿Qué hacia Aioros ahí? ¡Quiero verlo!

 

-Lo siento, pero eso no es posible.

 

-¡Y yo lo siento por usted, pero tengo derecho a reconocer el cadáver!-palmeo la mesa con violencia.

 

-Disculpe, pero ¿se dio cuenta?-interrumpió Degel-Pregunto lo que hacía ahí como si realmente no supiera en donde había estado, y al iniciar el interrogatorio hizo preguntas similares. Eso no es muy lógico cuando usted mismo digo que lo había llevado a casa.

 

-Bu-Bueno…-ahí estaba el nerviosismo otra vez-¡Ah! Ya lo recuerdo. Cuando volví del baño, él se sintió mal y lo envié a casa, yo me quede un rato más.

 

-Aja, ¿y lo envió caminando? Eran muchas calles, ¿no le parece?

 

-El…¡Dijo que tomaría un taxi!

 

-¿En serio dejo que su esposo se fuera solo a casa a tales horas de la noche en uno de los barrios más peligrosos de la ciudad?

 

-Un lugar muy poco común para festejar un aniversario, ¿no lo crees Degel?

 

-Sin duda, Albafica.

 

-Nosotros no éramos muy precavidos, creíamos en la aventura y el riesgo-los detectives no lo creían-Oigan, sé que suena poco creíble, pero tienen que creerme. ¡En lugar de estar aquí interrogándome deberían estar buscando al maldito que le hizo esto a mi esposo!

 

-Y eso es lo que haremos señor Géminis, no tiene que preocuparse. Por el momento, ya puede irse-Degel miro a su compañero sin entender su actitud, pero no dijo nada-Pídale a un oficial que lo lleve a reconocer el cadáver, sin embargo, no se sorprenda si no logra identificarlo, su rostro está destrozado por su atacante.

 

-…gra-gracias-bajo la vista y salió de ahí lo más rápido que pudo.

 

-Bien Degel, dime que notaste-pregunto, volteando a verlo.

 

-Que estaba en extremo nervioso, no sabía dónde estaba Aioros hasta que se lo dijimos, y es obvio que nos está mintiendo. ¿Y tú? ¿Por qué no le dijiste que tenemos pruebas de que estuvo en ese hotel con Aioros?

 

-Porque solo tenemos eso, pruebas, mas no razones.

 

-¿Razones?

 

-Sí. Razones que hayan impulsado a Saga a matar a Aioros e intentar abusar de él.

 

-Entiendo, dudo que haya sido solo una disputa familiar.

 

-Concuerdo contigo.

 

-Otra cosa, Albafica.

 

-¿Qué?

 

-Perdona, pero ese hombre no parece ser un asesino ni menos se parece a la persona que asesino a Aioros.

 

-Puede estas fingiendo.

 

-Entonces, le alabo ser tan buen actor.

 

-Degel, por ahora concentrémonos en lo demás. Tenemos que interrogar a los compañeros de trabajo de Aioros y Saga, también al encargado del bar.

 

-Está bien-dijo levantándose para salir-Yo me encargo de la revista, y tu ve con tu novio. Nos vemos en la oficina del capitán cuando termines.

 

-De acuerdo, suerte Degel.

 

-Igualmente Albafica.

 

Así cada uno partió a su destino sin saber que, lejos  de aclararse, ese caso se haría más confuso. Todo con el encuentro con otros detectives que pronto se cruzarían en su camino.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).