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PARECIDO por Mariela

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CAPITULO 2: Desaparición.

 

Escuchaban atentamente su relato. Aquel hombre frente a ellos parecía lucir tan tranquilo a simple vista, pero en su mirada se reflejaba el dolor que estaba sintiendo en ese momento, y el cual, se esforzaba por ocultar.

 

-Entonces, ¿me ayudaran?-pregunto al terminar.

 

-Cid, soy tu amigo, y por eso debo ser sincero contigo-tomo una manzana y la mordió-Cuando me llamaste para pedir mi ayuda creí que sería algo interesante, pero me siento decepcionado porque resultó ser una mierda.

 

-¡Kardia!-lo reprendió la de cabellos lilas.

 

-Es la verdad amigos, digo, yo creo que Cid está exagerando. Su esposo debe andar por ahí, no sé, divirtiéndose o follando con alguien, y si es así, no te preocupes, Capricornio. Hay muchos más en el mundo.

 

-¡¿Cómo te atreves a decir eso de mi esposo?! ¡No te permito que le faltes el respeto!

 

-Ya, ya-hizo un gesto con su mano, restándole importancia-Sé que es difícil de aceptar ahora, pero con el tiempo, y un buen trasero que tomar, se te pasara.

 

-¡Es que no lo entiendes, idiota!-palmeo el escritorio con fuerza-Nadie lo entiende. Él no se habría ido así como así sin decirme nada, contestaría mis mensajes, y habría llegado a casa a dormir. ¡¡Mi esposo simple y sencillamente no habría desaparecido a no ser que le pasara algo!! ¡Y tengo un mal presentimiento sobre esto! Anoche solo lo vi salir corriendo tras una llamada, y me estoy desesperando con esta situación.

-Cálmese por favor, señor Cid-dijo Sasha, tomando su hombro en señal de apoyo-Todo estará bien, se lo pro…

 

-¡Sasha!-la interrumpió el otro, provocando que ambos lo miraran desconcertados-Escucha viejo, solo por ser mi amigo voy a ayudarte. Sé que estas desesperado,  y la jodida policía te pide esperar 42 horas para hacer caso a tu denuncia, pero eso sí, te costara mucho mis valiosos servicios, así que espero que puedas pagarlos.

 

-¡Pagare lo que sea necesario si lo encuentras!

 

-¡¿Ah?! ¡¿Cómo te atreves a dudar de mis talentos?! Claro que lo encontrare, pero antes-cerro los ojos y cruzo los brazos-¿Hay algo más que quieras contarme?

 

-¿Eh?-entonces recordó que Kardia lo conocía mejor que nadie, y que era imposible ocultarle su incertidumbre, por lo que prefirió ser honesto-En realidad sí. En las últimas semanas, él había estado actuando de forma extraña. Trabajaba hasta muy tarde, realizaba llamadas constantemente, y revisaba su celular todo el tiempo como si esperara que alguien lo llamara. Además, de que parecía estar decaído y triste todo el tiempo.

 

-¿Le pregunto lo que sucedía?-indago la de cabellos morados.

 

-Sí, pero solo me dijo que cuando llegara el momento me lo diría, que necesitaba arreglarlo primero.

 

-¿En qué dice que trabajaba?

 

-Era enfermero.

 

-¿En qué hospital?

 

-En el Hospital General de Atenas, durante el turno de día, aunque a veces tomaba guardia en la noche.

 

-Ya veo.

 

-Eso es todo Cid, ya puedes irte. Déjanos esto a nosotros, te prometo que pase lo que pase encontrare al menos su cadáver-rio con burla.

 

-Adiós Kardia-se levantó y salió de aquella pequeña, pero decente oficina.

 

-¡¡Auch!!-se quejó al sentir el golpe con la revista en su cabeza-¡¿Y ahora qué te pasa mujer?!

 

-Nunca puedes tomarte nada en serio, ¿verdad, Kardia?-dijo sollozando.

 

-¿Qué?

 

-¡Como puedes ser tan cruel para decirle eso al señor Cid! El espera que encontremos a su esposo, no que hallemos su cadáver como si fuéramos a encontrarlo muerto.

 

-¡Es una posibilidad, Sasha!

 

-¡Pero tampoco tienes que ser tan cruel!

 

-¡Ni tú tienes que ser la doctora corazón! Sabes que me fastidia los sermones, y ahora, vámonos-ordeno, levantándose de su silla para dirigirse a la  puerta-Tenemos trabajo, y entre más pronto iniciemos  mejor.

 

La de cabellos morados solo suspiro y camino detrás de su compañero. Sabía de antemano que discutir con Kardia era inútil, así que prefirió dejar las cosas así y concentrarse en su trabajo, un asunto que le parecía por demás precipitado.

 

Ambos condujeron hasta el hospital donde trabajaba Sísifo e inmediatamente pidieron interrogar a algunos de sus compañeros.

 

Claro que las técnicas de Kardia eran algo agresivas, y eso provocaba que muchos de los enfermeros salieran huyendo de ellos, aunque eso no lo detuvo. Alcanzo a uno y lo tomo por la camisa para estrellarlo a la pared, empezando a interrogarlo a pesar de que el pobre enfermero no podía responder a ninguna de sus preguntas, no solo porque estuviera asustado sino también porque realmente no sabía nada de Sísifo, pero eso no parecía importarle al de cabellos azules.

 

Estaba a punto de sacar su revolver cuando una voz reclamo su atención del otro lado del pasillo.

 

 -¡Detectives!-ambos se volvieron para encontrarse con un joven de cabellos verde y apariencia femenina-Mi nombre es Shun de Andrómeda, me dijeron que investigan la desaparición de Sísifo, y creo que yo les puedo ayudar.

 

-Al fin-soltó la camisa del enfermero, y este de inmediato se alejó aterrado de ahí-Más vale que nos tengas algo bueno, me estoy cansando de oír estupideces de los ineptos del hospital.

 

-Síganme, por favor.

Ambos detectives caminaron detrás del de cabellos verdes, y lo siguieron hasta su consultorio, donde Shun se dispuso a contarles lo que sabía.

 

-Soy el Detective Privado, Kardia de Escorpio, y la enana es mi compañera Sasha Kido, díganos lo que sabe sobre Sagitario.

 

-¡Kardia!-lo regaño la de cabellos morados.

 

-Es un placer conocerlos, detectives. Bueno, Sísifo y yo no éramos tan cercanos, nos conocíamos por medio de mi pareja Hyoga, quien era un amigo suyo, pero lo poco que supe de él fue que tenía un pasado algo oscuro, y no por medio de malas lenguas sino por Hyoga, y hace un mes se dio un incidente con él, que lo dejo en mala posición para los demás.

 

-¿Incidente?-Kardia frunció el ceño.

 

-Si-suspiro-Verán, el director encontró a Sísifo discutiendo con un chico en la entrada del hospital, y fue una disputa algo fuerte según me contaron.

 

-¿Sabe sobre que discutían?-indago Sasha.

 

-No, yo no estuve presente. Lo único que puedo decirles es que parece que se trató de algo personal. Escuche que Sagitario estaba llorando, y que el joven estaba furioso, creo que incluso lo golpeo un par de veces. Tuvieron que ser separados por seguridad.

 

-Comprendo. De casualidad, ¿usted conoce la razón por la que Sísifo trabajaba hasta muy tarde últimamente?

 

-¿Tarde?

 

La mirada de confusión que el doctor les dirigió los extraño por completo.

 

-¿De qué hablan? Sísifo no había estado  trabajando hasta tarde, de hecho, era todo lo contrario. En estas últimas semanas se habían ido a casa muy temprano, casi parecía que miraba el reloj hasta que daba la hora para marcharse.

 

-¿Qué?

 

-Ahora que lo pienso, fue desde que tuvo ese incidente-dijo distraídamente mirando hacia el techo.

 

-Ya veo. En tal caso, doctor Shun, ¿podría decirnos el nombre de ese chico?

 

Shun negó con la cabeza.

 

-Lo siento, pero no dijo su nombre. Además, creo que había venido a consulta y no se nos permite revelar información de nuestros pacientes.

 

-De acuerdo. Al menos, ¿podría conseguirme  con sus colegas una descripción del sujeto? Hare un retrato con lo que logren decirme-pidió la de cabellos morados, sacando un libro de dibujo de su bolso y un lápiz.

 

-Claro-acepto sonriente.

 

Kardia se mantuvo al margen de la situación, mientras analizaba el caso. Sísifo había estado saliendo temprano   de su trabajo, pero llegaba demasiado tarde a casa, en las últimas semanas se había comportado ansioso con su celular, y ajeno con su esposo, estaba nostálgico sin razón aparente, y todo había comenzado tras la discusión con un desconocido en el hospital. ¿Qué era lo que estaba ocultado? ¿Qué hacía después de salir de trabajo? Había algo más en este misterio, y por lo tanto, el siguiente paso era investigar a Sísifo de Sagitario.

 

OOOOO

 

Degel termino con su trabajo al caer la tarde, y se dirigió a la estación para informar a su capital sobre el caso Wyvern, quien lo recibió apenas supo la razón de su visita. Al parecer, había estado esperando su informe.  El de cabellos verdes le conto todo lo que hasta ahora se tenía sobre el caso, incluyendo la información que recién había obtenido, mientras el caballero solo lo escuchaba atentamente sin interrumpir su relato.

 

-Entonces, es muy probable que Saga de Géminis sea el asesino, ¿no es así?

 

-Sí, capital-asintió.

 

-Ya veo-suspiro, entrelazando los dedos sobre su escritorio-¿Alguna idea sobre el porqué lo hizo?

 

-Por mi parte si-contesto Degel, colocando un sobre frente a Dohko-Tenemos otro sospechoso, su nombre es Aioria de Leo.

 

-¿Leo?-tomo el sobre y leyó los documentos que contenía-¿Un estudiante de leyes?

 

-Exacto. Aioria de Leo es estudiante de leyes en la Universidad Privada de Atenas, tiene 18 años, y al parecer, es hijo del primer matrimonio de su padre Sísifo de Sagitario con Heracles de Leo, el mafioso que dominaba la parte oeste de Atenas.

 

-¿Qué tiene que ver en el caso?

 

-Bueno, entrevistando a los compañeros de trabajo de Aioros y Saga, me entere que este chico frecuentaba mucho a Géminis, especialmente cuando Aioros entraba a fin de ciclo, cuando tenía más trabajo. Investigando más a fondo pude entender la razón de sus constantes visitas.

 

-¿Y cuál es?

 

-Saga y Aioria son amantes-soltó, observando a su jefe alzar una ceja como si esperara que le dijera eso.

 

-Así que Saga le era infiel a su esposo.

 

-Me costó dinero hacer que los empleados que los vieron en actividad romántica me lo confirmaran. También contacte a un amigo cercano de Géminis; Hasgard de Tauro, quien me revelo que Saga conoció a Aioros en su trabajo e inmediatamente se enamoró de él, se hicieron cercanos, luego pareja, y al final, se casaron. Dijo que Saga realmente creía amar a su pareja, hasta que un día cualquiera se topó con Aioria de Leo, y se dio cuenta que lo deseaba. Lo cual, trajo como consecuencia que la chispa con su esposo se apagara tan rápido como había empezado, y corriera a saciarse en los brazos de Leo para revivir esa pasión que tanto necesitaba. La diferencia era…

 

-La diferencia era que a Aioria si lo amaba-lo interrumpió Dohko-De él, si debió enamorarse  y por lo tanto, buscar separarse de Aioros sin perder un solo centavo, pues supongo que se habían casado por bienes mancomunados. Nada sencillo, ¿cierto?

 

-Cierto. Un juicio brindaría la oportunidad de ganarlo todo o perderlo todo, y ciertamente tenia las de perder. No quería arriesgaste, y la única solución que pudo encontrar fue…

 

-Deshacerse de Aioros.

 

-Muy estúpido y desesperado en mi opinión, pero no tiene lógica  con la escena del crimen. ¿Por qué llevarlo a un hotel para asesinarlo? ¿Por qué intentar abusar de él, si ya no lo deseaba? ¿Y porque destrozarle el rostro con una llave de mecánico? Envenenarlo era más sencillo, empujarlo por un balcón y hacerlo pasar por accidente o solo dispararle y desaparecer el cuerpo, al fin que Aioros no tenía familia y nadie podría darse cuenta de su desaparición.

 

-Quizás primero trato de asustarlo para que firmara la separación de bienes sabiendo que no podría con su conciencia después.

 

-No, no fueron así las cosas-una tercera voz se unió a la conversación, y al voltear se encontraron con Albafica y su pareja en la puerta.

 

-¿Por qué  lo dices, Albafica?

 

-Porque tengo pruebas que aseguran la estancia de Saga en el bar durante la hora de muerte de la víctima.

 

-¿Cómo dices?-exclamaron Degel y Dohko al mismo tiempo.

 

Albafica se volvió hacia el de cabellos azules que miraba todo con fastidio y molestia.

 

-Diles lo que me contaste, Manigoldo.

 

-Argh.

 

-¡Manigoldo!

 

-Ya, ya, carajo, como jodes Alabafica-dijo molesto por ser arrastrado por el de cabellos celestes a esa tontería-Bueno chino y francesito, ese tal Saga y su noviecito Aiocos estuvieron…

 

-¡Aioros!

 

-¡Es lo mismo!-rodo los ojos-Ese par de tortolos estuvieron anoche en mi bar, y no por poco tiempo que digamos.

 

-¿Cuánto, entonces?

 

-¡¿Cómo se supone que voy a recordarlo, francesito?! No es como si estuviera al pendiente de todo lo que hacen los clientes. Lo único que sé es que llegaron a las 9:45 pm y que estuvieron de calientes en la pista de baile.

 

-¿Algo más?

 

-Bueno, después de un rato se cansaron y volvieron a la barra-frunció el ceño y cruzo los brazos repentinamente-El idiota casi inicia una pelea para que le indicara el baño.

 

-¿Qué paso con Aioros?-pregunto Dohko.

 

-Creo que se quedó en la barra, y luego…-alzo la vista al techo haciendo un esfuerzo por recordar-Luego atendí a los clientes, y para  cuando volví mi mirada a los tortolitos, el idiota había vuelto del baño, pero vestía diferente.

 

-¿Cómo que vestía diferente?

 

-Sí, quizás se cambió de ropa o que se yo. Pero no parecían muy cómodos, de hecho el idiota  estaba presionando a Aiobos…

 

-¡Aioros!

 

-Sí, sí, Aioros. Para que bebiera su trago, en lo personal eso no me parecía interesante, aunque me llamo la atención que después de eso, salieran del bar con el chico inconsciente en los brazos del idiota.

 

-¿Recuerdas a qué hora fue eso?

 

Como a las 10:58, pero no tardaron mucho afuera, ya que después los vi regresar a la pista por el pasillo del baño.

 

-¡¿No dijiste que habían salido?!

 

-Hey chino, bájale a tu tono que tampoco soy tu pendejo para que me des órdenes.

 

-Manigoldo, solo dile lo que quiere-intervino por primera vez Albafica.

 

-Bien, bien-miro al pelirrojo-Espero una disculpa formal por mi colaboración, chino idiota. Si, dije que salieron, pero tal vez entraron por la puerta de atrás ya que a los cinco minutos volvieron a la pista por el pasillo de los baños. Aioros se veía bien, ambos, así que supuse que se habían arreglado. Estuvieron divirtiéndose hasta las 4:30 de la madrugada.

 

-¿Estás seguro de lo que dices?

 

-Claro francesito, los recuerdo porque casi hacían sexo oral en la pista, creí que se desnudarían ahí mismo.

 

-Está bien, ya puedes irte-dijo el capitán.

 

-Oh, claro. De nada, chino de mierda. No hay ni un “gracias” para quien tuvo que madrugar  para ayudar en la investigación-dijo con sarcasmo, dirigiéndose a la salida.

 

-¿Madrugar?-Albafica frunció el ceño-¡Son las cuatro de la tarde, Manigoldo!

 

-Eso es madrugar cuando pasas la noche entera atendiendo ebrios, cielo. Por cierto, espero una cogida muy dura esta noche por mi valiosa ayuda.

 

-¡Manigoldo!

 

El de cabellos azules solo rio con burla y salió de la estación sin prestar atención a los reclamos de su pareja.

 

-¡Ese idiota!-gruño el de cabellos celestes, para luego volverse hacia su superior y su compañero-¿Qué opinan de esto?

 

-Que este caso se enreda cada vez más-respondió Degel, cruzando los brazos-Si lo que dice Manigoldo es cierto, y ellos estuvieron ahí hasta las 4:30 de la madrugada, nada de esto tiene sentido. A esa misma hora, tú y yo ya estábamos pensando en retirarnos de la escena del crimen donde supuestamente, Aioros había sido asesinado.

 

-Eso no es todo, si salieron a las 10:58 pm y regresaron 5 minutos  después, ¿Por qué a las 11:25 estaban registrándose en el hotel?

 

-No pudieron estar en dos lugares al mismo tiempo-dijo Dohko-Quizás tu novio los confundió con otras personas, sabes que le gusta beber aun cuando trabaja.

 

-Nunca ha bebido tanto como para confundir a una persona con otra, y tampoco mentiría en un caso de asesinato.

 

-Pues tampoco los trabajadores y registros del hotel. Existen pruebas que apuntan a que estuvieron ahí, pruebas contundentes, así que una de dos: o tu novio estaba muy borracho o, quien quiera que estuvo en el hotel con la víctima esa noche, no dio su verdadero nombre ni el de su acompañante.

 

-Sin embargo, las cámaras de seguridad muestran a Saga en los pasillos de su habitación-dijo Degel.

 

Los tres se quedaron en silencio, analizando la situación.

 

-Tengo una teoría-ambos voltearon hacia el de cabellos verdes-Hagamos un reconocimiento facial al cuerpo y una toxicología de paso.

 

-¿Por qué? –pregunto Albafica.

 

-Porque creo que la persona que tenemos no es quien pensábamos.

 

-¡¿Qué?!

 

-La clave puede estar en Aioria de Leo. Es hora de hacerle una visita.

 

OOOOO

 

Después de terminar el retrato, agradecieron la ayuda al compañero de Shun, y salieron del hospital para llevar el dibujo con un contacto de Sasha, Yuzuriha de Grulla, alguien con los medios y la posición necesarios para encontrar el expediente de dicha persona, aunque les advirtió que tardaría un rato encontrarlo ya que no deseaba que sus superiores la despidieran por sus acciones ilegales. Mientras tanto, Kardia y Sasha regresaron a su oficina para esperar los resultados.

 

-¿Qué haces, Kardia?-pregunto la joven al verlo tan sumido en la computadora.

 

-Investigo a Sísifo.

 

-¿Para qué? Se supone que tú y el señor Cid, saben todo de él, ¿no es así?

 

-No lo suficiente-dijo con seriedad-Mira, encontré algo sobre ese imbécil-le mostro la pantalla para que la viera.

 

-No lo llames así, Kardia-dijo acercándose a él.

 

-Eso es lo que es, solo lee lo que dice su expediente. Sísifo de Sagitario escapo de casa a los  trece años, y vivió en las calles desde entonces. Conoció a un secuestrador muy buscado por la policía a los quince años, con quien follaba en las noches.

 

-¿Quirón de Centauro?

 

-Exacto-mordió su manzana-Quirón murió en un tiroteo con la policía al años siguiente, y cuatro años después se casó con Heracles de Leo, con quien tuvo a Aioria de Leo.

 

-Así que un poderoso criminal que dominaba la parte oeste de Atenas.

 

-Claro-sonrió-Creo que al bastardo le gustaba la adrenalina, mira que follar con un secuestrador y un mafioso es señal de que le gustaba el sexo masoquista, ¿no crees?

 

-¡Kardia!

 

-Ya, ya mami, solo digo la verdad-volvió a morder su manzana-Como sea supongo que ya sabes lo que le paso a Heracles, ¿no? Después de que muriera balaceado, las otras familias tomaron su parte de la ciudad y acabaron con las ramas de la familia Leo, excepto con su hijo.

 

-Sísifo debió ocultar su existencia y esconderse hasta que dejaran de buscarlo.

 

 -Y poco después, se casó con El Cid, a quien por cierto, se le olvido contarle sobre sus ex amantes  criminales. Extraño, ¿no te parece?

 

-¿Crees que lo hayan encontrado después de tanto tiempo? ¿Qué hayan querido vengarse de el?  Eso explicaría su ansiedad con el celular y su nostalgia. El chico con el que discutió puede pertenecer a una de esas familias, quizás Sísifo no quiso que lastimaran a su hijo y trato de convencerlo de no hablar sobre su paradero.

 

-Usa la cabeza, enana-la miro con seriedad-Tu teoría es buena, pero no explica el lapso de tiempo entre su hora de salida  y la de llegada a su hogar, ni lo que hacía en esas horas. Además, ¿desde cuándo un miembro de la mafia toma  consulta antes de acercarse a su objetivo? Solo alguien verdaderamente idiota lo haría.

 

-Bueno…-se quedó pensativa.

 

-Y lo más importante es que hace 18 años había razones para buscar a Sísifo y deshacerse de él, pero a estas alturas ya no tiene sentido encontrarlo. Sabemos que la familia que domina esa parte de la ciudad ahora son los Garuda, al mando del bastardo de Aiacos, y que su padre fue uno de los que colaboraron para traicionar a los Leo. Uno de sus atentados contra Heracles fue en su boda, pero fracasaron, y para evitar que Sísifo engendrara un heredero, decidieron  apresurar sus planes. Un mes después, balacearon al León en el ataque a su mansión.

 

-Para entonces, Sísifo ya estaba embarazado, pero logro esconderse con su hijo de los Garuda.

 

-Los Garuda son conocidos por su persistencia, y en no dejar cavos sueltos, no pudieron desistir así como así.

 

-Bueno, lo que sea que los haya hecho rendirse, le permitió a Sagitario vivir tranquilo junto a su hijo durante 18 años, y ahora ya no tiene caso encontrarlo. No, cuando su poder ha aumentado considerablemente en los últimos años, y todo rastro de los Leo ha sido borrado de la historia.

 

-Pienso que alguien ayudo a Sísifo a ocultarse de esa familia.

 

-Pienso lo mismo, pero no nos meteremos en eso todavía.

 

-¿Qué sugieres entonces?

 

En ese momento, el celular de Kardia comenzó a sonar, y al ver el número de la llamada, contesto.

 

-Dime que tienes algo, Yuzuriha.

 

-En realidad, sí. Encontré al hijo prodigo, solo que hay un pequeño problema.

 

-¿Cuál?

 

-Busque en la base de datos a alguien que se pareciera al retrato, pero extrañamente encontré a dos personas que coinciden con el dibujo. Te envié sus expedientes por si alguno es a quien buscas.

 

-Sí, ya los recibí-dijo, observando la pantalla de su computadora-Seguro es culpa de Sasha y sus malos dibujos-rio ante el ceño fruncido de su compañero-Gracias por tu ayuda Yuzuriha, nos vemos.

 

-Adiós, Kardia.

 

-¿Qué tenemos?

 

-Bueno enana, al parecer hay dos sujetos que coinciden con el retrato-respondió, revisando la información que había recibido-Uno es su hijo, Aioria de Leo.

 

-Una disputa familiar, quizás.

 

-Puede ser, pero debió ser algo grave para que Leo se atreviera a golpear a su padre.

 

-Tendremos que averiguarlo. ¿Quién es el otro?

 

-El otro es…-abrió el expediente-Un tal, Aioros de Wyvern-se quedó mirando la pantalla fijamente  como tratando de entender algo que no podía creer.

 

-¿Kardia?

 

-Tu encárgate de interrogar a Aioria, yo iré a la casa de Cid  para revisar el cuarto de Sísifo-volvió su vista a ella-Tengo una teoría que no me agrada nada.

 

La de cabellos morados asintió, y salió de la oficina  para dirigirse a interrogar a Aioria, mientras Kardia hacia lo mismo para visitar a su amigo.

 

 

No sabían que en ese preciso momento, dos detectives ya se dirigían al mismo lugar y que era momento que los cavos sueltos comenzaran a atarse.

Notas finales:

HOLA, HOLA, JEJEJE

lamento tarde, de nuevo, pero estoy en vacaciones y...amm, bueno, no hay excusas jejeje

espero actualizar pronto, depende de mi inspiracion, jejeje

gracias por leer y no olviden comentar

muchos besitos

chao, chao


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