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November is Multishipper por Leana

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Notas del capitulo:

Ayer me equivoqué y publiqué sobre otra pareja :v creo que los turnos extensos son una puta mala idea. Pero bueh, ya lo he arreglado xd

Haizaki me gusta, cabello gris y mala actitud. Aunque esas trenzas feas que le hicieron fue una mala idea –shora-. Nijimura, oh, ¡su voz! Ese chico es un amor, pero es tan estricto y adora a esa tropa de idiotas de Teiko. Papi Niji :v Así que esto salió un poco extraño, melancolía, amor y algo de lemon. Y me gusta.

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Nijimura x Haizaki: “Quizás fuera la soledad lo que lo orillaba a tener esos sentimientos por su Senpai, por un chico. Fuera lo que fuera, sus emociones ya se habían desbordado, desatando aquella situación.” 

 

 

 

La cura a la tristeza es el olvido

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Nijimura se iba a Estados Unidos porque su padre estaba siendo tratado allá. Había ido a despedirse de Haizaki a su casa, pero, ¿Cómo es que habían terminado así?

Haizaki apenas podía lidiar más de dos pensamientos, con las piernas abiertas y Nijimura deslizándose en su interior suavemente, una y otra vez. Mierda, cómo dolía. Era su primera vez y estaba ahí, dándosela sin quiera dudarlo.

Estaba enamorado de Nijimura desde hacía mucho, todo culpa de sus mimos y preocupación, que aunque fuera estricto, era el único que se preocupaba por él. Sus padres separados y su madre que trabajaba todo el día, dejándolo solo durante semanas completas cuando iba a visitar a su actual pareja. A su padre no le importaba mucho más.

Quizás fuera la soledad lo que lo orillaba a tener esos sentimientos por su Senpai, por un chico. Fuera lo que fuera, sus emociones ya se habían desbordado, desatando aquella situación.

Esa tarde Nijimura entró a su casa y le dijo que se iría, pero no podía hacerlo sin despedirse. Haizaki trató de fingir que aquello no le importaba, sonrió socarrón y le deseó suerte, pero que no lo fastidiara con sus mierdas sentimentales. Entonces las lágrimas cayeron, gruesas, sin previo aviso. Nijimura lo abrazó con fuerza y al alejarse lo besó.

Un toque del cual no pudo alejarse, no pudo detenerse. Se suponía que él era el experto, pero Nijimura lo estaba devorando, boca abierta y lengua húmeda, frotándose con descaro, entrando y saliendo, robándole algo más que el aliento.

En ese momento estaba sobre su cama, el colchón chirriando por el vaivén y las sábanas en el suelo. Si bien el azabache había sido delicado en un principio, el placer había terminado por nublar su razón.

Haizaki se mordió los labios, no queriendo sonreír ante la ironía. Se podía imaginar a sí mismo como una virgen, gimiendo y quejándose por el dolor esporádico, queriendo más. Le arañó la espalda cuando lo sintió más adentro. Mierda, él había vivido eso, ya le había quitado la virginidad a una chica antes, quizás debió ser más delicado. Ah, todo era tan confuso.

—Haizaki… Haizaki… —jadeaba Nijimura, mirándolo a los ojos, con una gota de sudor resbalando por su nariz.

El muy maldito sí que lo estaba disfrutando.

El ángulo cambió cuando el azabache se arqueó contra sus caderas y rozando un punto en su interior que lo hizo soltar un gemido alto mientras temblaba. Haizaki se asustó por momentos, pero Nijimura no le dio tregua, volviendo a enterrarse en el mismo ángulo anterior.

Se iba a correr, Haizaki se iba a correr en cualquier momento. Pero no era la sensación propia de un orgasmo ya vivido, era como si su pene quisiera soltarlo todo, explotar hasta vaciarlo por completo.

—Hazlo de nuevo, mierda, me voy a correr —jadeó Haizaki, lamiendo los labios y sujetándose en los brazos del otro.

Nijimura sonrió ladino y Haizaki no tuvo tiempo de decir nada mordaz, porque Nijimura se movía a un ritmo firme y ya no hubo nada en su mente más que el abrumador placer.

El dolor venía esporádicamente, pero la sensación de placer lo instaba a soportarlo.

Por fin se corrió, un chorro constante que humedeció su abdomen mientras Nijimura le besaba la frente sin dejar de moverse. Mierda, que no era una chica, pero el pensamiento se hundió en su mente cuando lo sintió aún más caliente, Nijimura temblaba entre sus piernas, también había acabado.

Haizaki enterró la cabeza en la almohada y perdió la noción del tiempo, el cuerpo le dolía y dormitó un rato.

Sintió la mano de Nijimura acariciar sus cabellos y abrió los ojos, encontrándose con esos orbes de un gris oscuro. Presintió lo que venía, después de todo, aquello era una despedida.

—No te metas en problemas Haizaki, porque cuando vuelva, tu trasero sufrirá. Mucho.

Haizaki sonrió alzando una ceja, apoyándose en una mano para poder verlo desde más arriba.

—Quizás sea el tuyo el que sufra, Nijimura. No creas que todo se mantiene igual con el tiempo —respondió con voz ronca y sintió el peso de sus palabras.

Porque quería que el sentimiento que Nijimura tenía por él se mantuviera a pesar del tiempo y la distancia. Pero él no era ingenuo y no vivía de falsas esperanzas o deseos imposibles.

Cuando Nijimura cruzó la puerta y le dio un último beso de despedida, Haizaki supo que podría hundirse de nuevo en su soledad y buscar consuelo en chicas ocasionales. Alguna pelea quizás, un poco de sangre y dolor.

Porque ese era su escape, porque así podría olvidar que alguna vez entregó su corazón, su ser por completo.

 

 

Notas finales:

Sus reviews siempre son amados...

Besos de gato~


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