Era el cuarto día de la semana, caminaba con Aioria por un lugar poco concurrido. Las intervenciones de Banshee eran menos frecuentes.
-Te noto distraído...¿ Todo esta bien?- la forma tan extraña en que caminaba y se expresaba el cangrejo alerto al menor.
-Si... todo esta bien- la respuesta fue automática, como si Cáncer se hubiera transformado en una maquina.
-No parece que estese bien.
Pero en ese momento DeathMask no escuchaba...solo pensaba, "eres mio", esa frase se repetía incansablemente en sus encuentros con Saga, ¿Lo era? , ¿En verdad estaba destinado a estar con Saga?...
Aioria solo veía a su camarada, preguntándose ¿Que tendría tan preocupado al cangrejo?, el león tomo del brazo a Cáncer, pues este no parecía notar que se acercaba a un pequeño barranco. Aquella acción saco de sus pensamientos al Italiano.
-¿Que te pasa?- pregunto con molestia.
-Que me preocupo demasiado por ti- lo libero de su agarre, caminando un poco mas sentándose debajo de un gran árbol.
-No me pasa nada... si llegara a pasarme algo te lo diría- acompaño al león.
-¿Cambiaste de ropa?- Cáncer no variaba mucho su estilo.
-Pues si...deberías hacerlo también.
-Tal vez- algo estaba mal, algo en el Italiano era diferente...el día anterior no lo había visto. Cuando cruzo la cuarta casa la noche anterior nadie lo recibió...tampoco en Geminis.
-¿Que hiciste ayer?- pregunto, dispuesto a enojarse si su suposición resultaba acertada.
-No mucho ¿Y tu?
-Ayer no estabas en tu templo,¿Por que?
- Pero que gatico tan acosador eres- su voz estaba llena de burla, ignorando el enojo de Aioria.
-¿Fuiste con Saga?
-No compre...
-¡No trates de negarlo!
-Mira Aioria- comento con voz seria- no consiento que me grites, no uses ese tono conmigo, ¿ok?
-Si...¿Estuviste con Saga ayer?-bajo el tono de su voz.
El de cabellos azulados asintió, Aioria se paso una mano por el cabello.
-Si amas a Saga ¿ Por que no haces algo para evitar esto?
-Nosotros terminamos nuestra relación, lo de ayer fue...- suspiro dejando en evidencia su frustración- Nada tiene sentido, yo siento que Saga me ama, pero parece que a él le molesta algo.
-¿Le preguntaste alguna vez?
-¡Claro!, pero parece que eso solo lo tensióna mas.
-¿Le contaste lo de tu situación?
-No, no quiero que piense que soy débil.
-Hablemos de otra cosa.
-Perdona por agobiarte siempre con mis problemas, eres muy amable Aioria.
El león sonrió, orgulloso por poder hacer sentir mejor al Italiano.
-¿De que quieres hablar?- pregunto el mayor.
El león lo pensó por un momento, le resultaba un poco difícil pensar en un tema de conversación.
-¿Por que...?- se detuvo pensando bien en lo que preguntaría.- ¿Por que no te gusta tu nombre?
-Mi nombre- no es que no le gustara, solo que en el santuario nunca se interesaron en aprendérselo, y a él dejo de importarle que lo supieran- No es que no me guste, solo que no es algo importante.
-Yo jamas conocí tu nombre, ¿Me lo dirías?-sonrió de manera cálida.
-¿Y si lo adivinas?
-Esta bien, pero si lo adivino me darás un beso.
-¿Que clase de trato es ese?
-¡Dale, di que sí!
-Esta bien, pero si quieres ese beso tendrás un limite de intentos.
-¿Cuantos intentos?
-Si te toma solo tres adivinarlo te lo daré en los labios, pero si te tomas mas te lo dare en la mejilla.
-Esta bien, pero con una condición.
-¿Cual?
-Si adivino en dos intentos te quedaras de nuevo en mi templo.
-Trato echo, comienza.
Miro al guardián, tratando de encontrar en su rostro algún indicio del nombre del Italiano.
-Te llamas...Angelo.
DeathMask se rió-¿En serio?
-Bueno, fue lo primero que se me ocurrió...dame una pista.
-Comienza con una letra-apoyo su mejilla en su mano.
-Me lo pones muy difícil.
-Inténtalo- Aioria se acercaba a él sonriendo como si hubiera descubierto su nombre.
-Lo tengo, es un nombre hermoso como tu...
DeathMask levanto una ceja, ese pobre león era muy gracioso, no estaría nada mal jugarle una broma al Griego.
-Apuesto a que te llamas- se acerco casi rosando los labios del moreno-Dante- con agrado vio como Cáncer se acercaba a él.
Se lleno de alegría, poso su mano detrás de la cabeza de su acompañante y segundos antes de besarle , escucho una risa.
-Pero que gracioso eres-DeathMask se reía del castaño- te propongo algo, te diré mi nombre pero no te daré ningún beso.
-Esta bien- no había ningún problema en que Cáncer no lo besara.
-Me llamo Selas.
-¿Como querías que adivinara eso?
La sonrisa de Cáncer se hizo mas grande. Pero segundos después fue desapareciendo, Aioria se acercaba de manera lenta.
-¿Aioria?- sus labios fueron cobijados por los del menor, que no soportaba mas sin probarlos.
Su mano acaricio la mejilla del mayor acariciándola suavemente con su pulgar. Después de demostrarle al Italiano cuanto lo apreciaba se alejo de él.
El de cabellos azules bajo su rostro pero su voz aun se podía escuchar, firme pero no enojada.
-Te dije que sin besos.
-Si... mencionaste que no me darías ni uno- atrajo a su querido cangrejo, abrazándolo- pero yo puedo darte todos los que quiera.
Si Aioria hubiese visto el brillo cristalino en los ojos azules sus iris verdosos brillarían en esa misma magnitud.
Su espalda reposaba de nuevo contra el árbol, y entre sus brazos descansaba el custodio de Cáncer; mientras el sol se consumía Leo disfrutaba acariciando los cabellos azulados y respirando cerca del embriagador aroma del cuarto custodio.
Cuando la noche arribo cáncer y Leo reposaban en el lecho de este ultimo.
-Creo que a ti te he estado favoreciendo- comento de manera burlona.
-¿Por que?- si era cierto se sentiría sumamente alejado.
-Porque no he dormido ni una sola vez en el templo de Shura.
-Ya veo, ¿Sientes algo por Shura?
-No se, él es mejor amigo...
-Pensaba que tu mejor amigo era Afrodita.
-Pues si- suspiro dejando en claro algo de su frustración-pero Shura siempre estuvo a mi lado.
-Comprendo pero, ¿Que sientes por él?
-No lo se, Shura...me hace sentir seguro, a su lado no tengo necesidad de estar alerta.Creo que por eso siempre me atrapa desprevenido.
Pasado un tiempo los ojos azules se cerraron de nuevo, y Aioria se quedo pensando. ¿En cuantas partes se podría dividir el corazón de Selas? teniendo a Saga y a Shura ¿ Quedaría un espacio para él?
Salio de la cama pensando en algo mas importante, Saga no tenia n la menor idea de lo que sucedía , y eso no era para nada justo.
Cuando llego al tercer templo encendió su cosmos llamado de este modo al guardián de Géminis. Y cuando este fue a su encuentro le dijo:
-Tenemos que hablar- el rostro y en general toda el aura del castaño era totalmente seria.
-¿Sobre que?- no comprendía porque leo fue a visitarlo a esas horas.
-Sobre Selas.