Faltaba poco para terminar la semana.Pero eso poco importaba, la aguja se clavaba en la suave tele, uniendo la mano del osito. El caballero de Cáncer veía detenidamente el trabajo que llevaba a cavo , y Shura observaba con atención a su camarada.
-¿Desde cuando coces?- no estaba enterado de que aquel cangrejo supiera hacer esas cosas.
-Hace tiempo, ¿Te sorprende?- pregunto dando la ultima punteada al remiendo.
-Un poco, no pensé que supieras hacer ese tipo de cosas.
Cáncer subió su mirada y dijo- Y se hacer muchas mas.
La forna en qué lo dijo desagrado a Shura, pues a este nunca le gusto que el menor usara ese tono tan seductor. Le molestaba porque sabía que Death solo lo hacia para provocar.
-No hagas eso-ordeno tajante.
-¿Hacer que?- pregunto, extrañado por el cambio en la voz de Shura.
-Sabes que no me gusta que hales con ese tono.
Cáncer sonrió de manera ladina-¿Por que te molesta tanto?
-Porque sí- contestó. El enojo en el décimo custodio era evidente.
El de cabellos azules se levanto, caminando de forma provocativa-Esa no es una respuesta. Dime querido Shura...¿Que te molesta en realidad?
El mayor evito la cercanía del otro.-Me molesta que no te valores, que le des tampoca importancia a tus acciones...
-¿Te importo tanto?- preguntó, mientras tomaba la mano de Shura.
-No debería importarme, pero aun recuerdo nuestra promesa de amistad- No sabía si soltar la mano que trataba de entrelazarse o si era mejor unirlas de una vez por todas. ¿Debería tratar de quedarse junto a Cáncer?... No lo sabía con seguridad, después de todo Death parecía feliz junto a Aioria y Aioria no seria capaz de lastimarlo. Pero Aioria era algo inmadura quizás no podría lidiar con la actitud del cangrejo.
Solo él lo conocía en realidad, solo él leía su máscaras y por ende solo el podía ahuyentarlas.Aferro con fuerza la mano morena y de un tirón acerco al Italiano a su cuerpo. Le levanto el mentón y lo contemplo por unos segundos, para finalmente unir sus labios con los del menor. DeathMask que se encontraba totalmente sorprendido por aquella actitud se dejo llevar por un momento,recordando una promesa que se escuchaba lejana;pero que aun permanecía presente.
Al no ser rechazado el de la décima casa decidió hacer aquella caricia mas cercana, liberando su mano para posarla en las caderas del de cabellos azulados, y este para sentirse mas a gusto puso sus manos en el pecho de su acompañante.El mayor se sentía tan bien,la cercanía de la que podía disfrutar, una que dejo de lado hace mucho...por el miedo, la angustia de destrucción, la que podía crear si sus emociones se salían de control.
Pero no tenia tiempo para pensar en ella ahora, sus bocas se unían y se separaba para repetirse en intervalos infinitamente satisfactorios.El español sentía como su cuerpo comenzaba a arder, pero no tomaba este cambio en su cosmos...Y fue en ese momento que su temor se cumplió. El sonido agudo que emitió el Italiano logro sacarlo de su estado de satisfacción.
-¡Death!,¿Estas...estas bien?-pregunto angustiado, sin saber aun lo que había echo.
-Yo...-El moreno tomo la mano de Shura, que se había clavado en su cadera,atravesando su piel.
Al notar eso los ojos oscuros temblaron ¿Como había pasado?, trato de tapar la herida con su mano, mientras pensaba que podía hacer para curarlo,no tenia los implementos necesarios en su templo...Pero en la quinta casa estaba Aioria, y el podía curarlo.
Tomo en brazos al Italiano y comenzó a decender las casas, sintió de nuevo una mano que se cerraba contra su pecho,esperaba que Aioria si estuviera en Leo.
Aunque el tiempo en el que fue cagado por Shura fue corto lo disfruto mucho, se sentía tan bien estar cobijado por otro, sentir que no debía estar a la defensiva, siendo capa y espada.
Al llegar a la quinta casa se encontraron con su guardián, que con gran rapidez fue a ayudarlos, colocaron al Italiano en el sofá que se encontraba en las estancias privadas del templo.
-¿Que sucedió?-pregunto el León.
Después de ese comentario Shura se levanto dispuesto a irse, peo la mano de Cáncer tomo la suya.
-Shura...-Le pedía con sus ojos que no se marchara, que se quedara con él.
-Lo lamento...no puedo hacerlo, no puedo quedarme. Lo mejor...lo mejor es que te quedes con Aioria-Se soltó del agarre y salio del lugar.
No podía hacerlo, no podía quedarse con el, si con un beso lo corto de esa forma...no quería pensar que pasaría con caricias mas intimas.
Cuando se marcho, Aioria miro al guardián de Cáncer.
-No se que sucedió...pero se que pronto mejoraran las cosas con él-puso su mano en la herida, aunque no era grande esta si era un tanto profunda-Escucha...te curare con mi energía, pero necesito que te relajes.
El cangrejo asintió, poco después sintio la cálida mano de Aioria sobre su piel, pero ni siquiera el cosmos del sol podía lograr que dejara de pensar en Shura.
Y en la décima casa un recuerdo invadía a su guardián....
Shura se escondía de tras de un árbol. Con sus brazos rodeando sus piernas. Tratando de controlar su llanto, ¿ Acaso ese era su destino? ¿ Había nacido para matar? Sentía que su entrenamiento lo transformaba en un acecino...no en un caballero.
¿ Eso deseaba Atena?, llenar el santuario con maquinas de matanza. Aun le dolía haber lastimado a aquellas personas...fue su primera misión como caballero dorado.
Shura solo era un niño, tenia diez años...y ya cargaba con muertes.
Sintió una extraña energía, lo asocio con su sentimiento de culpa. Y como si aquel ser lo recriminara. Capricornio comenzó a defenderse.
-¡No fue mi intención!, ¡ No quise lastimaros!....fue un accidente...accidente.
- No te estoy acusando de nada, ¿ Por que te defiendes?- un niño de cabellos azules se acerco a él, podía notar por sus ropas que aun no portaba una armadura.
-Vete- ordeno, limpiándose el rostro- regresa con tu maestro.
-Pues no se va a poder- se sentó acompañando a Shura- esta algo muerto- rió ante su propio comentario, el Español lo acompaño en su risa, lo que el otro dijo no le resultaba graciosa, pero el niño tenia una risa contagiosa.
--¿ Que pasara con tu entrenamiento?
--Ya lo termine, solo espero que llegue el día de mi prueba.
-Ya veo...¿ Cual es tu armadura?
-Cáncer- respondió.
Shura se sorprendió, por lo que él había escuchado. Los guardianes de Cáncer eran tétricos y malévolos, pero ese niño tenia unos ojos tan brillantes... de un azul oscuro.
-¿ Por que llorabas?-- pregunto el moreno.
-No puedo decírtelo- le avergonzaba confesar que había perdido el control de su ataque.
-¿No puedes o No quieres?- miro con mas atención al niño de cabellos oscuros.
-La verdad es que no quiero-bajo su mirada, entonces vio que el niño se levantaba, creyó que se marcharía, pero el moreno se sentó al otro lado. Mirando su mano derecha con atención.
Cuando Shura noto que él niño iba a tocar su mano la aparto. Desde que había obtenido a excalibur, no deja que nadie le tocara esa mano...no quería cortarlos.
El futuro custodio de Cáncer sonrió, tomo la mano de Shura y acomodo la palma de este en su mejilla, cerro los ojos, e inclino levemente el rostro- Te llamas Shura...¿ Verdad?-Aun sostenía la mano de capricornio, pero ahora lo veía a los ojos.
Shura estaba feliz, desde que hirió a su maestro con su mano derecha, trataba de no tocar a nadie con ella, con su pulgar acaricio la mejilla morena.
-Si, ¿ Como te llamas?
-Me llamo Selas- Cáncer había dejado de sostener la mano de Shura, la caricia duro unos segundos, finalmente Shura pregunto.
-¿Como sabes mi nombre?
-te he observado desde que llegue ha Grecia, tu recibiste tu armadura hace poco...¿ Verdad?
-Si-respondió el niño, no se había dado cuenta de que lo estaban observando.
-Pues dentro de poco recibiré la mía...pensé que podría acercarme a ti...por ser los mas recientes en entrar.
-Entiendo, ¿ Por que no me hablaste antes?
-Eres muy esquivo-respondió el italiano- parecías estar enojado todo el tiempo. Pensé que lo mejor seria darte un tiempo.
-Entiendo...eres un poco extraño- comenzando con esa familiaridad con que lo trataba.
- Y con los años me pondré peor.
Shura sonrió aunque de manera leve...los años, ¿ Cuantas otras vidas se verían cercenadas por su espada?
Aunque le doliera tendría que enfrentar su destino, su estrella no era solo de mala suerte. El destino había puesto ante él al caballero de Cáncer no sabia cuanto duraría su amistad, pero disfrutaría día a día de la compañía de ese niño.