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Little Preety Life °|KatsuDeku|° por Aiden Gytany Feli Cane

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Notas del fanfic:

mucho tiempo cerca de la radio de mi madre me hace daño :v pero ñe esto es lo que me salio para un concurso en el que solo obtuve un voto pero no me quejo, eso es lo que me gusta de escribir puedol hacer todo lo que quiera pero siempre sabe que tan buena soy.

bueno si les gusta esta bien por mi y por ustedes si no pues bien servidos amigos nwn dejen sus comentarios de odio que aqui yo los leo todos sin discriminar

Notas del capitulo:

Lessons In Love - Level 42

Cuando Katsuki descubrió el engaño de su novio no hizo nada. Sorpresivamente para alguien con un carácter tan impulsivo e instintivo como el, no hizo nada.

Estaba soleado en una tarde de agosto, el conducía por una carretera de doble sentido con el radio encendido, una canción de “The police” lo acompañaba. Iba solo, pensando sobre los recientes problemas del trabajo, una mala elección en la imagen de su compañía de cereales les había costado un 75% de las ventas para el infortunio de compañeros y el mismo era la segunda vez que un proyecto había caído gracias a la imagen animada portadora del producto ¿cómo mostrar la cara en la oficina después de semejante fracaso? El aún no se convencía de que el problema estuviera entre sus grupos de encuestados o los propios diseñadores gráficos que eran incapaces de crear una imagen perfecta de lo que proyectaban ambas partes, la empresa y los encuestados. …l podía ver potencial en ese extraño cereal con figuras de puños y explosiones con diferentes colores, lo veía y era cierto.

Hundido en la luz roja de sus problemas apretó el volante, caliente bajo sus manos, duro forrado de cuero liso, negro y brillante. Mantuvo los ojos en la defensa del auto frente a él, un tsuru gris sin placas el unic0o rasgo que lo diferencia de los miles de vehículos iguales. De algún modo eso le hizo pensar en sí mismo, la vida que llevaba a hasta ese día, la complaciente imagen del hogar para dos que había creado se plantó en la parte fuera de automático de Katsuki, francamente parecía aburrida simple y común no precisamente lo que le hubiera gustado podía juzgarla como buena y mala obteniendo al final que parecía más buena qué mala. Solo lo parecía. Tenía libertad de salir con Izuku los fines de semana y comida caliente cuando volvía a casa, espacio para pensar en sus asuntos, sexo satisfactorio e internet disponible. Todo en orden. Desagradable, tranquilo y dulce orden. Un poco de caos es lo mínimo que podría pedir, solo un poco, una minucia.

Su normal rostro ceñudo era su imagen de serenidad ante la repentina aparición de un vehículo conocido en la calle aledaña al carril contrario. Estacionado y vacío se encontraba. Detuvo la marcha estando cerca de golpear al Tsuru detenido por el semáforo en rojo que no había notado, la fuerza en la velocidad lo tiro de frente de forma violenta previendo el golpe por el cinturón de seguridad que lo aferro al asiento causándole una rozadura en el cuello donde su piel estaba descubierta. Dolió, algo que simplemente sentía mas no le daba atención, tenía los ojos y la mente enfocados en la parte trasera del coche, el Volkswagen modelo 2010 gris que había comprado para Izuku cuando se mudaron juntos, mayormente lo usaba para salir a comprar materiales para sus pequeñas maquetas, salidas casi nulas a la ciudad en auto, salidas frecuentes a pie en la zona suburbana donde vivían para comprar víveres y pagar servicios públicos. Izuku era alguien que salía para disfrutar la brisa, respirar aire, ver personas y disfrutar las vistas cosas que según el quitaba andar en coche. Argumento acertadamente dicho.

La fría y desastrosa calma en su ceño fruncido se quedó aun viendo a Izuku llegar al auto envuelto en un abrigo marrón que llegaba como vestido hasta sus rodillas, aire afuera le movía el cabello descontrolado teniendo los ojos en el suelo, ambas manos en los bolsillos del abrigo. Venía con una mueca de desconcierto y dolor que ocultaba o intentaba hacerlo, parecía melancólico también alguien aquejado por una pena que le dolía en el fondo de su existencia, pero tambien en sus ojos, ojos que Katsuki no pudo ver, había diversión, falta de arrepentimiento.

El semáforo cambio a verde, alguien corría para encontrarse con Izuku, una demandante bocina del auto tras el reclamaba avanzar. El ya no pudo verlos mientras se alejaba por la calle, al final solo vio que el otro le agarro el brazo a Izuku cuando iba a entrar al coche. Las dudas sobre lo poco que vio se quedaron hasta la tarde cuando volvía a casa, ahí un aroma de Udon llego una vez abrió la puerta. Izuku estaba en la cocina sin el rostro gastado y depresivo de la tarde, sin el abrigo cubriendo su cuerpo, con los ojos cínicos quejumbrosos que no había visto. Ese era su novio.

Un poco del amor de Katsuki le mantenía ese título viendo como Izuku le mostraba rechazo a sus palabras mientras cenaban. Podría fácilmente ignorar todo eso, hacer como que no veía que Izuku parecía ya no quererlo pero cuando rechazaba sus caricias en la noche realmente podría decir que dolió. En si a ese hombre tan increíblemente déspota como lo era el nunca le preocupo tomar por la fuerza lo que quería, en eso incluido Izuku, sin embargo esta vez diría que respeto los deseos del otro , solo podría ser pues realmente estaba hirviendo por su propio ego caído gracias a todo lo que su pareja estaba empezando a mostrarle, Cambiado mecánicamente por estas sensaciones tuvo que preguntar y tuvo que hacerlo sin la delicadeza normal para este hombre.

A la mañana como siempre se vistió, después de tomar un baño. Izuku había preparado desayuno metido en ese papel adorable y hogareño mientras se bebía un café. Café marrón claro y espumoso, muy dulce para el gusto ajeno, pasaba por su garganta cada trago después de saborear lo dulce en cada parte de su boca y lamia sus labios cada que pasaba el trago. Su mano noblemente acomodada sobre la taza transparente con grecas en el borde, parecía tan frágil, humana. Ese aroma de la dulzura junto a la amargura, fuerte, atrayente era como Izuku, y para Katsuki era el mismo Izuku.

La gracia erótica que ponía Izuku cada vez que tomaba un sorbo era tal como un embrujo y una invitación para besarlo, ser más rudo y salir del estándar mañanero que se mantenía a sí mismo. Ese pequeño foco de pasión lo guio directo a besarlo. Sus labios dulces por la azúcar excedida en el café la calma con que Izuku se quedaba quieto mientras era besado. Volvió a preguntar -¿Sí o no?- Izuku se quedó quieto de frente enfrentado con los ojos rojos de Katsuki. Fuerte y con demanda pedían respuesta de los labios ajenos escudriñaba sus ojos buscando ese brillo, el pequeño brillo del chiquillo que conoció.

Entonces sus ojos dejaron esa pequeña falsedad siendo cínicos, arrepentidos, depresivos –Si.

Katsuki tomo el maletín al lado de la puerta, sus llaves y salio para meterse al coche y arrancar. Izuku se quedo en el silencio después de ese “si”, el café dejado de lado en la mesa, su dulzura era amarga y el cinismo en los ojos era amable. Un pulso de dolor le llego al corazón. La dureza de los labios de Katsuki seguía pegada a los suyos sin valor ahora.

Enciende la radio y otra vez “the police” lo acompaña, pasa la misma calle donde vio a Izuku huyendo de su amante, aún tiene la quemadura del cinturón, un auto gris frente a él y la aledaña está vacío. Por un momento se pierde mientras transita las calles ya sin destino, la radio aturde su capacidad de pensar mientras “Gotye” sustituye a “The police”, luego “Depeche mode”, “Level 42”, acaba escuchando a “Duran duran” escuchando antes el ruido fuera de las voces de la radio, fuera de la realidad, se siente perdido viendo las señales continuas y el asfalto negro donde baila la luz que refleja. Los autos le pasan de frente y por los lados, gente camina frente al auto solas o acompañadas, distraídas o atentas, desespera, desespera tanta paz, esa calma de la vida, desespera y solo quiere algo de caos, solo un poco, una minucia más. La ventanilla se parte a trozos, el parabrisas se cuartea y rompe del lado del conductor, la puerta se dobla sobre su costado, el plástico se parte en puntas una le pasa por el riñón y sigue avanzando mientras los trozos de vidrio vuelan hasta su cara cortan su piel. El auto se destroza en el costado donde una camioneta imprudente a alta velocidad lo golpea rueda por la calle hasta que se mantiene sobre el toldo, volteado por completo, la fricción lo frena de a poco.

En la casa que había dejado hace tres horas olía a pollo teriyaki, Izuku seguía la rutina aun cuando sabía que pronto seria sacado de esa casa o se iría lo que pasara primero. Recibió una llamada mientras preparaba arroz, dejo las cosas de lado un rato y descolgó el teléfono, era Shoto quien con calma y un poco de diversión hablaba. Todo en calma, todo en paz y luego un caos que creció en el pecho de Izuku mientras le relataba el resto. Dolía lo suficiente para matar y muy poco para morir.

****

El sábado terminaron los velatorios, muchos fueron, otros faltaron por el shock, por el dolor. Izuku estuvo todos los días, nunca lloro, las lágrimas no le corrieron por las mejillas. Parecía no sentirse digno de llorar por el hombre que había engañado vilmente. El corazón partido de Izuku sufría mirando el ataúd, incapaz de levantarse a mirar como lo hacían todos. Hace unos días creyó tener el mundo en sus manos, había elegido las confesiones que haría, las hizo considerando lo mucho que las cosas salían bien en su pasiva vida creyó una vez más todo seguiría así –Izuku – era la señora Bakugo, la madre de Katsuki –todos vamos a salir ya, en un rato vendrán para… bueno ya sabes. Todos creemos que es mejor no ver cuando ocurra, ¿dime que harás?- estaba demacrada, ojerosa y con los ojos rojizos, su piel pálida como la de su difunto hijo estaba más blanca de lo normal. No era un buen día para nadie que conociera al muchacho

-voy a quedarme un rato.- ella asintió se abrazó las manos al pecho y se fue despacio fuera del lugar, su esposo cerró la puerta tras ella dejando a Izuku en el silencio de esa gran habitación adornada con flores y cirios encendidos. Por primera vez desde que había estado ahí se acercó al féretro .Impulsado por la muerte solo pudo decir -…recuerdo cuando te conocí, estaba claro que eras el único para mí. Siempre tenías de algún modo algo que decir cuando las cosas estaban más mal, la expresión tu rostro de algún modo podía hacer que mantuviera la calma. Estuvimos en el London Eye, la primera noche ¿recuerdas? Cuando éramos estudiantes compartimos cuarto, tu compañía era única no como la de otros hombres eras interesante, magnético. Como un sueño y todos sabían. Cuando andabas todos volteaban para mirar, todos paraban de hablar. Fuiste como este mestizo el producto de hombre y perfección, siempre insatisfecho con los logros, molesto y cruel… pero de algún modo termine haciéndote esto… y te amo, te amo.- Guardo sus palabras en el crematorio vacío. Sin eco, sin ruido en el silencio del muerto y su confesión. Dos golpes en la puerta y una frase del encargado “ya es hora” se levantó del banquillo y camino a la puerta, el hombre se había retirado para llamar a sus ayudantes. Soledad del silencio y las últimas palabras de Izuku -después de todo… aun te amo
Notas finales:

(alguien por aqui opina que este niño necesita lecciones de amor :v)

(comentario random para justificar la cancion del one-shot pero es que me gusta tanto como las otras de las bandas que mencione en este cap aunque hubiera sido mejor poner algo de duran dura... no se que opinan ustedes)

(aca el fallo de mi pequeña imaginacion pero la verdad me gusto no para volverse de mis favoritos pero me gusto como quedo tiene mi kokoro y aprobacion :3 pero no es favorito los favoritos los subire cuando los termine y entonces conoceran mi amor incondicional por un one-shot)

 


~Aiden Feli Cane~


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