–Puedes quedarte a vivir un tiempo aquí. Por mí no hay problema –Sonrió.
Mientras hablaban en la cocina del mayor, Jimin buscó un lugar pero al ver que las sillas estaban ocupadas terminó por sentarse en la mesa. Traía un short que hacía notoria sus piernas bien trabajadas a la perfección y una camisa de tirantes que también reflejaban los brazos marcados y un poco de su pecho.
Yoongi tragó saliva ante esa imagen. No quería ser tan obvio pero sus ojos recorrían su cuerpo por completo. Tenía ganas de tirarlo en aquella mesa y penetrarlo con fuerza, sin embargo procuraba recordarse de manera constante que eran amigos y debía controlarse.
–Gracias. Solo será un tiempo –Le devolvió la sonrisa.
–No te preocupes, no te voy a violar en la noche –Respondió juguetonamente.
–No creía que ibas a hacerlo –Se burló.
Jimin bajo de la mesa en un salto quedando peligrosamente frente a él sonriéndole con una coquetería natural. Una maldita sonrisa que era demasiado seductora para el propio bien del mayor. La fragancia que usaba Jimin entró por su nariz y terminó aspirándolo con firmeza.
–Ese será tu cuarto –Señaló un cuarto que parecía vacío.
–Entiendo –Lanzó otra sonrisa y el mayor aventó con un dedo su frente para alejarlo.
–Eso dolió –Se quejó el .
–Como si me importara –Bufó.
Entró a la habitación y efectivamente solo había una cama. A partir de ese día viviría con el pelirrojo por lo que debía aprender a controlar sus propios deseos. Desde que lo vio en la cocina tenía muchas ganas de cogérselo ahí mismo. Apagó las luces cuando sintió que Jimin había entrado a su nueva habitación.
Acarició su abdomen bajando lentamente a su zona. Rozó por fuera del pantalón y sintió como ya se encontraba dura. Metió con suavidad su mano en el interior. Se sentía caliente y su miembro palpitaba con sus toques.
Primero rozó con sus dedos lentamente pero luego no soportó más y bajo sus pantalones. Sacó su miembro y comenzó a subir y a bajar lentamente con su mano. Se imaginaba que el cuerpo de Jimin estaba en su miembro. Sentía como el líquido iba lubricando poco a poco toda su extensión.
Dio algunos saltos después de seguir moviendo su mano con una velocidad constante. Cuando la imagen mental de Park llegó a su clímax, Yoongi también lo hizo. El líquido blanco quedo en su abdomen y en su mano. Se levantó hacia el baño para limpiarse del desastre que había hecho.
Enjuagó rápidamente y después se sintió culpable. ¿Cuántas veces se había masturbado por su culpa? Aunque no podía evitarlo porque Jimin le atraía muchísimo. Además, estaba consciente de que debía aprender a controlar aquellos impulsos ya que ahora vivirían juntos.
Los primeros meses fueron normales. Él único problema era que la mayoría del tiempo Jimin tenía la costumbre de llegar tarde a casa después de haber follado con alguna persona.
–¿Hoy no harás nada? –Preguntó el mayor que entraba con una bolsa llena de comida.
–No tengo muchas ganas de salir hoy. Me quedaré en casa –Se recostó en el sillón encogiendo las piernas.
La prenda favorita de Jimin una camisa de tirantes junto a unas bermudas demasiado cortas. Algo que ponía mucho al rubio pero que el menor aún desconocía.
–Como quieras –Evitó mirar aquella imagen que le proporcionaba el menor.
–¿Trajiste algo de comer? –Gritó desde la pequeña sala.
–Ramen, ¿gustas? –Le preguntó el mayor.
Jimin no contestó y simplemente se levantó de su lugar. Encontró al rubio aún preparando las cosas que le pondría a su ramen. Tomó uno de los paquetes que había comprado y también lo abrió.
–Si vas a comer ayúdame con esos cebollines –Señaló el mármol donde se encontraban los ingredientes.
El menor se dirigió hacia el lugar para comenzar a picar.
–No puedo cortar bien esto –Se quejó intentando cortar el cebollín.
–Es porque eres muy idiota –Argumentó el mayor.
Se acercó por su espalda y tomó las manos del menor.
–Se supone que se hace así –Le susurró en su oído.
El pelirrojo escuchó atentamente mientras dejaba que sus manos fueran guiadas por el mayor. Yoongi se moría por besar el cuello del chico ahí mismo pero contuvo su propio aliento para no cagarla ahí mismo.
Park hizo a un lado la tabla donde estaba cortando la verdura y se sentó en el pequeño espacio que había hecho.
–Odio hacer estas cosas Yoongi –Le dijo aún sentado.
El rubio se acercó a él mirándolo recriminatoriamente, sin embargo luego de unos segundos se perdió en la mirada de Park. El chico mordió sus labios observándolo sin decir ni una palabra, y el mayor sin pensarlo mucho se acercó hasta quedar a una distancia demasiado corta.
Inconscientemente se acercó a sus labios, en un intento para besarlo pero Jimin movió su rostro antes de que él pudiera hacer algo. Ninguno dijo nada después de aquel intentó fallido del rubio.
Luego de un rato, Jimin lo abrazó por la espalda haciendo que el corazón del rubio se estremeciera por completo.
–Yoongi, te quiero mucho –Le susurró disculpándose de alguna manera.
–Idiota –Respondió el mayor.
El pelirrojo saltó de la mesa y se fue de la cocina.
–Me rindo. Iré a comprar afuera. ¿Quieres algo? –Le preguntó.
–Ya no tengo hambre. Dormiré un rato –Le contestó antes de salir también de la cocina.
–Como quieras –Respondió el menor poniéndose los zapatos.
El chico se retiró del lugar tomando una chamarra que era del mayor y salió del pequeño departamento que ambos compartían. Yoongi se sentó en la mesa frustrado por lo que había pasado. Tomó el cabello entre sus manos mientras resoplaba recordando mentalmente que mierda había intentado hacer con el chico.
Después de aquel incidente, los siguientes días Jimin regresaba más tarde de lo normal y al mayor no le costaba imaginarse el motivo ni lo que hacía durante ese rato que pasaba afuera de su departamento.
…
El pelirrojo todavía se encontraba encima de la chica aunque no le faltaba mucho para llegar al orgasmo. Dio unas cuantas estocadas más y se corrió por completo dejando hasta la última gota en el condón. Estaba exhausto por toda la actividad sexual que había hecho, así que se levantó para ducharse y sentirse más limpio.
–Creí que ibas a querer otra ronda Park –Lisa gritó desde la habitación aún recostada en la cama.
Ignoró aquella voz y siguió duchándose tranquilamente los restos de sudor que habían de ella y de él. Cuando terminó de bañarse recogió todas sus cosas.
–¿Te vas? –Preguntó la chica con una cara de decepción y acercándose a él mientras le acariciaba un brazo seductoramente en un intento de retenerlo.
–Lo siento preciosa –Se acercó y le dio un beso en la frente mientras acariciaba su parte baja.
Lisa le ponía mucho pero por hoy había sido suficiente. Ayer había sido un día exactamente igual con Momo por lo que el joven no se sentía tan necesitado después de todo.
Salió de la habitación sin voltear hacia atrás. Era usual que hiciera este tipo de cosas, a Jimin no le importaba su sexo mientras pudiera sentir el placer de tocar un cuerpo ajeno. Llegó a casa completamente cansado, aventó sus cosas en el suelo y se quitó los zapatos que también aventó por ahí.
–¿Otra vez fuiste a buscar problemas? –Sonó una voz desde el interior de la sala.
–Algo así –Contestó el pelirrojo.
Sabía perfectamente quien era la persona que le estaba jodiendo en esos momentos. Ahí estaba Yoongi sentando en el sillón y jugando con el control de la televisión.
–Estoy cansado –Resopló mientras se sentaba junto a él.
–Obviamente, si cada noche sales y al día siguiente te vas a trabajar –Dijo mientras cambiaba de canal.
–Entiendo, no necesitas regañarme, me voy a dormir que ya es tarde –Se levantó del lugar.
–Igual yo –Dijo mientras apagaba la televisión.
Efectivamente, este era un día normal para Park Jimin.