–No veo el problema… ¿Aún lo quieres? –Pregunta.
Era algo que Yoongi deseaba preguntar desde hace tiempo pero tenía miedo de saber la respuesta. No sabía si estaba listo para escuchar lo que tenía que decir el menor pero aún así tomó el valor para hacerlo.
–Le tengo cariño porque nos conocemos de hace tiempo –Mordió sus labios –Pero lo nuestro paso hace mucho tiempo.
Bajó su mirada a la mesa. Siempre hacia eso cuando se sentía frustrado. La estaba cagando bien y bonito. Durante años había mantenido su amistad entre él y Yoongi pero cuando cruzaron la línea todo se había arruinado.
La primera vez Park lo había tomado como juego, un simple juego de amigos. Sin embargo fue la única vez en su vida que había pensado “tal vez Yoongi está destinado para mí”. Era la única persona que lo soportaba después de tanto tiempo y siempre había permanecido a su lado inquebrantable.
–Entonces no vayas –Le contestó.
Por un momento Yoongi deseaba que aceptara su propuesta. Si era necesario lo cogería ahí mismo o cualquier otra cosa para retenerlo. No deseaba que el menor saliera por esa puerta y lo dejara solo como los últimos días.
A pesar de que estaba acostumbrado a estar solo, tenía muy en claro que los ligues del pelinaranja no eran importantes. Después de que tuvieron relaciones la primera vez, dentro de él crecieron los deseos de tener algo más formal con Jimin. Gran decepción porque él no parecía tener las mismas intenciones.
La segunda vez se llenó de esperanza porque él parecía más confundido de lo usual. De cierta manera habían funcionado las cosas entre ellos pero la presencia del pelinegro le causaba muchas dudas. Ahora verlo de esa manera, un Jimin tan indeciso le daba temor.
–Quiero ir –Confesó.
Yoongi resopló. Miro a Park con desánimo. No lo entendía. Por más que intentaba no podía entender que pasaba dentro de su cabeza. Quería ser paciente con él pero con el paso del tiempo su corazón se destruía cada vez más.
El mismo Jimin no entendía que estaba haciendo. Su cuerpo quería estar con Yoongi pero su corazón con Jungkook pero su corazón también quería estar con Yoongi y su cuerpo también quería estar con Jungkook. Lo suyo había pasado hace mucho tiempo pero aún había rezagos de lo que fue su relación. Por otro lado, Yoongi había sido tan importante en su vida después de muchos años.
–Pero entonces todavía le quieres –Argumentó con desgano.
Confusión.
–No es eso –Se quejó.
Mentira.
Solo se habían besado una vez pero definitivamente ese beso todavía no era algo que se podía definir como amor.
Deseos.
–¿Entonces que mierda quieres Park? –Preguntó evidentemente molesto.
Reflexionó cada una de las acciones que había hecho con Jimin. Es cierto que algunas veces discutían pero al final siempre se habían reconciliado. Yoongi comenzó a culparse porque tal vez nunca tuvo la oportunidad de demostrarle cuánto le quería. Cuando al fin se había decidido Jimin parecía completamente frágil ante la presencia de Jeon.
–Yoongi, fue nuestro error –Elevo su tono de voz –No necesito que me estés regañando por lo que hago o no hago –Replicó.
¿Por qué estaba siendo una mierda con él? La única persona que lo cuido cuando más lo necesitaba. Le molestaba el hecho de que intentará meterse en sus asuntos. Aún estaba confundido, no podía tomar una decisión de la noche a la mañana y creía erróneamente que mientras más pasara el tiempo con alguno, sus dudas podría esclarecerse.
–No lo hago. Lo único que quiero es estar contigo pero eres demasiado cabezota para darte cuenta –Objetó.
Jimin procesó la información que había escuchado lentamente. ¿Desde cuándo ese chico se había enamorado de él? Cerró los ojos y lamió sus labios. Mordió con fuerza el inferior intentando contener sus emociones.
–O más bien, siempre lo has sabido pero finges no hacerlo –Se levantó de la mesa.
El pelinaranja se quedó solo en el lugar. La relación que había formado con Yoongi se había quebrado en tan solo unos instantes. Sin embargo lo que el mayor había dicho era cierto.
Lo notó desde el día que intentó besarlo en la cocina. Después en las miradas que le robaba a escondidas. Sabía que Yoongi lo esperaba durante las noches cuando salía con desconocidos y regresaba a altas horas de la madrugada.
Era cierto, Jimin lo sabía pero lo ignoraba.
Cuando llegó la noche salió de su departamento para tocar el contrario. Jungkook entonces le abrió dejándolo pasar.
Yoongi también lo oyó. El portazo que dio cuando salió de su habitación y cuando salió del departamento. Por primera vez en su vida soltó una lágrima, de las cuales siguieron más.
Era un estúpido por haberse enamorado de una persona así. Y todavía más estúpido por ni siquiera hacer el intento de demostrar que lo quería más que amigos. Era su culpa, no había otra respuesta a ello. Él solo se hundió en un hoyo del que no podía salir. Él y su maldito orgullo.
–Creí que no llegarías –Habló.
–Yo tampoco –Contestó el mayor.
Pasó con la cabeza agachada. Aún se sentía mal por la discusión que había tenido con el mayor. El sabor amargo en su boca y un nudo en la garganta lo tenían inquieto.
Ambos se quedaron en silencio, Park no decía nada. Solamente tenía entre sus manos el té que le había ofrecido el menor.
–¿Qué querías mostrarme? –Cuestionó harto del silencio.
Jungkook le sonrió y se acercó más a él. El contacto hizo que el mayor se pusiera nervioso e intentó alejarse pero fue detenido por él.
–No te haré nada… Creo –Sonrió.
Jimin buscó su mirada. Realmente no estaba de bromas pero la sonrisa que le ofreció el menor lo hacia débil. Jeon siempre había sido la única persona por la cual había dudado o llorado. No existía otra persona que causara tantas emociones en su ser.
–No te ves de buen humor –Se alejó de él.
–Peleé con Yoongi… –Susurró y evadió su mirada.
Jungkook cerró los ojos, sonrió de manera irónica. Apretó sus labios y se quedo pensativo durante algunos segundos.
–¿Lo quieres? –Preguntó.
Jimin tenía dudas. ¿Lo quería? Obviamente lo quería porque habían sido amigos durante mucho tiempo.
–Lo quiero –Respondió.
Jungkook tragó saliva. La siguiente pregunta le dolía aún más que la anterior.
–¿Más que a mí? –Cuestionó.
Jimin se quedó en silencio. ¿Qué es lo que quería? No sabía si el cariño que le tenía a Jeon podía definirse como amor o un simple capricho, una obsesión que todavía no lograba superar. Sin embargo con Yoongi era diferente, los momentos que habían vivido juntos eran más cercanos a su realidad.
Jimin había cambiado. Jungkook también. Sin embargo también lo sabía. Su esencia continuaba siendo la misma.
–N-no lo sé… Yo quier… –No terminó la frase.
Jungkook se abalanzó hacia su rostro y lo tomó con suavidad de la mejilla.
–Te haré recordar lo mucho que me necesitas –Finalizó antes de fundirse en un beso.