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D'slove [Yoonminkook] por knvlchan

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Notas del capitulo:

Esto es unos años atrás

Hace 9 años

 

El día se veía muy apagado. Algunas nubes se asomaban peligrosamente en el cielo. Parecía que pronto caería una tormenta pero dos jóvenes aún se encontraban riendo en una pequeña banca.

 

–Eres muy suave –Dijo Kook acurrucándose en el pecho de Jimin.

 

–Y tú muy calentito –Contestó el mayor abrazándolo con más fuerza.

 

Ambos tenían las manos entrelazadas viendo como algunos niños jugaban frente a ellos. Se encontraban en el parque en el que acostumbraban a pasar la mayor parte del rato debido a que en ese lugar no había mucha gente o alguien conocido que pasara por ahí.

 

–Tengo ganas de besarte –Reclamó el menor con un gesto juguetón.

 

–Yo también –Sacó su lengua contestó el otro chico.

 

Lo tomó de la mano con suavidad caminando hacia una pequeña casita que se encontraba debajo de una resbaladilla. Ambos se sentaron como niños pequeños en el juego esperando que nadie más los viera.

 

El mayor acercó su rostro al del pelinegro tomándolo con firmeza. Kookie cerró los ojos al acto dejando que Jimin llevara las cosas a su propio ritmo. Tomó su mejilla con delicadeza y juntando sus labios lentamente.

 

Jungkook dejo entreabierta su boca para que el mayor besara con suavidad su labio inferior. Cosa que el castaño hizo, pues los tocaba con cariño y lentitud. Ambos tenían los ojos cerrados cuando lo hicieron. Como Jimin quería sentirlo todavía más tomó la cintura del pelinegro y lo atrajo más hacia él.

 

El menor también se acercó más al cuerpo del castaño y lo abrazó de su cintura. Jimin sacó su lengua con delicadeza esperando que lo dejara entrar por completo. Cuando el pelinegro sintió su lengua abrió su boca poco a poco dejando pasar la lengua del mayor.

 

Ambos fundieron sus lenguas chocando con suavidad la una con la otra. El mayor intentaba recorrer toda la extensión del menor con delicadeza. Delineando cada parte de su cavidad como si de un pintor se tratase.

 

Pronto unas gotas de lluvia cayeron del cielo chocando con el suelo. Al principio eran suaves pero casi al instante se transformó en un aguacero. Caían con rapidez haciendo que las demás personas corrieran a buscar un refugio.

 

Sin embargo los dos chicos seguían uniendo sus bocas como si de una despedida se tratase. Jimin podía sentir el aliento del menor entrar a su ser, también sentía el calor que desprendía de sus manos y la suavidad que este chico le proporcionaba.

 

Después lo empujó con suavidad hacia el suelo quedando encima del joven. Sonrió mientras aprisionaba las muñecas del pelinegro.

 

–¿Aquí? –Preguntó contrariado.

 

–Nadie nos verá. Está lloviendo –Señaló con su cara la lluvia que caía fuera de la casita.

 

Jungkook se echó a reír sonrojándose por completo. Miró también la lluvia dejando entrever sus blancos dientes.

 

–Me haces cometer mucha locuras –Sonrió.

 

Jimin solo contestó con una expresión llena de felicidad y buscando los labios del menor. A pesar de que el mayor quería ser serio, Jungkook sonreía por las cosquillas que este último le provocaba con algunos movimientos.

 

–Kookie, hoy estás muy sensible –Suspiro en su cuello.

 

–Lo sé, es tu aliento. Es demasiado cálido –Cerró sus ojos.

 

El mayor cambió su jugada, comenzó dando pequeños besos por la garganta hasta la parte inicial de su pecho. Jungkook sintió como las cosas se estaban poniendo más serias así que cerró los ojos dejando que el mayor recorriera con suavidad su cuerpo.

 

Es como si su lengua escribiera una poesía en el cuerpo de Jungkook. Era suave al hacerlo, buscando que el menor se sintiera bien y al mismo tiempo aspirando su aroma.

 

–Hueles muy bien –Suspiró.

 

Kook asintió con su cabeza y tocó los cabellos del castaño para jugar con ellos mientras él seguía besándolo en el cuello. Después el mayor buscó su mirada nuevamente mientras acariciaba la parte baja del menor.

 

Jungkook jadeó cuando sintió la mano del mayor apretar su paquete con lentitud. Cerró los ojos volteando su rostro para disfrutar de los toques que hacía. Jimin entonces levantó su playera para comenzar a besarlo desde ahí. Fue desde la parte baja de su abdomen subiendo con calma y acariciando sus laterales.

 

Después el castaño se levantó y tomó de las caderas al menor jalándolo con fuerza. Fue bajando el pantalón con todo y ropa interior para encontrar la erección prominente del chico.

 

Jungkook se tapó el rostro por la vergüenza que sentía al estar tan vulnerable frente al mayor. Aunque no era la primera vez que lo hacían, si era la primera vez que lo hacían a plena luz del día. A veces iban a su casa o a la del mayor a “dormir” pero justo cuando los demás dormían realizaban el acto.

 

–Eres hermoso –Volvió a sonreír.

 

–¿Eso crees? –Preguntó ruborizado y cubriendo sus labios con la mano derecha.

 

Jimin lamió dos de sus dedos antes de responderle.

 

–Eso creo –Buscó sus labios nuevamente.

 

Esta vez comenzó acariciar su entrada con suavidad mientras seguía besándolo. Jungkook comenzó a sollozar nuevamente pero el mayor no lo dejaba porque aún seguían fundidos en el beso.

 

Algunas lágrimas cayeron del rostro del menor porque era muy sensible ante los toques del chico. Se veía completamente sofocado por los toques del castaño y estaba demasiado sonrojado.

 

Jimin limpió las lágrimas que caían del menor mientras seguía jugando con su entrada. Cuando sintió que estaba más dilatada acarició su propio miembro dispuesto a lubricarlo todavía más.

 

–Prometo ser más suave que la vez pasada –Habló con una voz entrecortada.

 

Acariciaba su propio miembro haciendo movimientos constantes y sintiendo el líquido preseminal mojar sus manos. El menor seguía con los ojos cerrados porque no estaba acostumbrado a ver ese tipo de escenas tan explicitas.

 

Gradualmente y sin prisas fue metiendo su miembro en la entrada del pelinegro. Jungkook tragó saliva saliendo más lágrimas de sus ojos. Cuando estuvo dentro espero que el chico se acostumbrara a la sensación antes de moverse.

 

Fue suave porque el menor era muy susceptible a sus movimientos haciendo que las lágrimas cayeran muy fácil de su cara. El semblante del pelinegro era tembloroso y su rostro estaba completamente rojo cuando se movía dentro de él.

 

El castaño no podía resistirse ante esa imagen tan delicada buscando el cuello del chico. Ese su lugar favorito para reposar sus labios porque podía sentir el sabor de su sudor unido al de su lengua al mismo tiempo que aspiraba su dulce fragancia.

 

Acarició el miembro del menor en toda su extensión haciendo algunas bajadas y subidas con la mano. El menor comenzó a sacudirse cuando sintió el tacto de su mano jugar con su extensión.

 

–Creo que no aguantaré mucho –Bufó el pelinegro.

 

Entonces comenzó a aumentar la velocidad de su mano esperando que el chico se viniera. También incrementó la rapidez de sus estocadas para que los dos pudieran venirse al mismo tiempo. Ambos respiraban cada vez más entrecortado y el menor de vez en cuando dejaba escapar algunos gemidos que lo apenaban al instante.

 

Cuando no aguantó más, el mayor se vino en el cuerpo del chico que aún no había alcanzado su clímax. Jimin siguió jugando con su mano en el miembro del chico para que el pelinegro también alcanzara las delicias del orgasmo.

 

Llegó un punto en el que el pelinegro no lo soportó más apretando los ojos y su trasero, sintiendo que se encontraba en otro mundo dejó que su cuerpo segregara aquel líquido blanquecino en las manos del mayor. Se sintió bien cuando sucedió y poco después su cuerpo dejó de temblar.

 

Tenía la respiración muy agitada y el sudor recorría sus mejillas. Miro el rostro del castaño, con un rostro envuelto de mucha vergüenza e intentó cubrirse pero la mano del otro chico lo detuvo.

 

El mayor observó como la mano que no lo sostenía estaba completamente manchada del líquido que el pelinegro había expulsado. La acercó a sus labios pero el chico lo interrumpió antes de que siquiera intentara algo.

 

–Ni te atrevas –Reclamó completamente apenado.

 

El castaño ignoró sus súplicas y por primera vez probó el líquido de Jeon. Era ácido y amargo, no le gustó mucho el sabor pero no quería hacérselo saber al menor. Lamió sus labios el poco líquido que se había derramado en ellos para después sonreírle triunfante.

 

–¡Te lo dije! –Se levantó del suelo.

 

Tomó de la cintura al mayor para mantener el equilibrio y formando un puchero en su cara. Jimin aprovechó el momento para también tomarlo de la cintura, atraerlo a su cuerpo y abrazarlo.

 

Después se sentó en el suelo poniendo al menor encima de él. El pelinegro enredó sus piernas envolviéndolas por toda la cintura del mayor.

 

–Eres muy adorable cuando te pones en ese plan –Besó su barbilla.

 

El pelinegro aún tenía su rostro enojado. Lo miraba molesto pero terminó por reírse cuando el chico comenzó a hacer un camino con sus dedos en la espalda. Terminó acariciando su espalda y delineando su contorno con suavidad.

 

–Para, me das cosquillas –Se quejó entre risas.

 

Lo acercó todavía más a su cuerpo porque deseaba sentir que era suyo y de nadie más. Escaneó su rostro antes de darle otro beso al chico que aún seguía sonriendo. Jungkook lo tomó de las mejillas mientras el seguía abrazándolo desde su espalda.

 

Cuando el pelinegro sintió que el aire se le iba se separó de él, pero Jimin volvió a atraerlo nuevamente hacía él.

 

–Te amo –Dijo Jimin.

 

Jungkook le sonrió. Su corazón palpitaba con fuerza y sentía mariposas en el estómago. Quería contestarle pero tenía mucha pena de pronunciar aquellas palabras. El mayor también se imaginó la misma historia y decidió que mejor le daría otro beso para no presionarlo.

 

La lluvia había parado desde hace mucho. La tierra desprendió su olor característico después de haberse mojado y algunos pajarillos cantaban entre los árboles. Aún no había gente en el parque porque no hace mucho la lluvia se había detenido.

 

Algunos charcos se habían formado en las calles y el frío se sentía en el ambiente. Sin embargo aquellos chicos ignoraban lo que pasaba fuera porque se tenían entre ellos. Su propio calor los hacía sentir cálidos y el momento que habían pasado en ese lugar quedaría en sus memorias para siempre.


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