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D'slove [Yoonminkook] por knvlchan

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–N-no lo sé… Yo quier… –No terminó la frase.

 

Jungkook se abalanzó hacia su rostro y lo tomó con suavidad de la mejilla.

 

–Te haré recordar lo mucho que me necesitas –Finalizó antes de fundirse en un beso.

 

Al principio Jimin se negó pero frente al pelinegro era débil. Su corazón latía con fuerza cuando le hablaba con esa voz tan masculina. A pesar de que su esencia fuera la misma, evidentemente habían muchas cosas del menor que habían cambiado.

 

Su voz, su presencia más masculina y por supuesto su forma de ser. Había un Jeon que era completamente diferente al Kookie que solía ser. Al mayor le gustaba el cambio pero su corazón aún tenía dudas de si estaba haciendo lo correcto.

 

Cuando sintió el beso del menor dejo que las emociones fluyeran. Disfrutaría el momento y después arreglaría sus asuntos pendientes. De esta manera se entregó completamente ante el chico frente a él.

 

Abrió su boca para dar paso a la lengua del menor, dejó que la delineara con firmeza y ambas lenguas se encontraran para jugar como solían hacerlo. Era el sabor que durante mucho tiempo había extrañado, desde su aliento hasta el calor que emanaba.

 

Todo Jungkook le provocaban un sentimiento de calidez y el sentimiento de volver a casa después de mucho tiempo. Saboreo cada parte de Jeon abrazando la lengua del menor con solidez mientras buscaba con la mano tomar el cuerpo del pelinegro.

 

Jeon también deseaba hacerlo por lo que tomó los cabellos del mayor entre sus dedos y formar más estabilidad ante sus besos. Después fue bajando hacia su barbilla y luego a la oreja del pelinaranja. Con la lengua dibujo un camino imaginario en esta última provocándole cosquillas al mayor.

 

–Siento cosquillas… ¿Dónde aprendiste eso? –Se quejó entre risas.

 

–No creo que necesites saberlo. Tú solo disfruta –Le susurró.

 

Su voz fue grave cuando lo dijo provocando nuevamente un cosquilleo en su interior. Cerró los ojos y apretó los labios cuando sintió el aliento de Jungkook cruzar su oreja. Apretó la camisa del pelinegro ante sus besos y movía la cabeza de un lado a otro.

 

El menor entonces tomó con mayor firmeza el agarre que tenía para evitar que el pelinaranja siguiera moviéndose. Después hizo una ligera mordida en la oreja que aún seguía besando para ahora dirigirse a la clavícula del mayor.

 

Lamió en círculos su piel dejando que el sabor entrara en sus papilas gustativas. Apretó sus dientes dejando que el menor siguiera haciendo estragos en su interior.

 

Lanzó un suspiro que no había podido contener, y posteriormente suaves gemidos salieron de su interior. La boca se entreabría y entrecerraba con suavidad e hizo su cabeza hacia atrás para darle más espacio.

 

Jungkook metió las manos en la playera del mayor para entonar un camino en toda sus piel mientras seguía succionando y haciendo círculos en el cuello. Se separó de él para ver la imagen que estaba provocándole al pelinaranja para después sonreír de lado. Hace tiempo quería ver al chico sometido ante sus toques y hoy por fin era el día que lo vería.

 

–¿Qué sucede? –Preguntó el mayor entrecortadamente.

 

–Nada, es que eres hermoso –Respondió con franqueza.

 

Se quitó el suéter que traía e hizo lo mismo con la chaqueta y la deportiva que Park traía. El cuerpo del mayor ahora estaba trabajado a diferencia de cuando se habían conocido.

 

Los brazos estaban bien definidos, marcados desde los bíceps hasta su antebrazo. El pecho también lo estaba y podía notar que había unos pequeños abs formados en su cuerpo. Acarició su cuerpo como si se tratase de una pintura esbozando líneas sin sentido.

 

Jungkook tampoco se quedaba atrás, se desabrochó la camisa que traía con una mano para verse más masculino frente a Park. Fue desabotonando con lentitud los primeros tres botones y se acercó nuevamente al mayor dejándolo confuso.

 

Jimin podía notar que el cuerpo del pelinegro también estaba trabajado e incluso se podría decir que más que el suyo. Sin embargo el menor no se había desabrochado la camisa al completo y le era difícil saber que tanta era la diferencia. Tragó saliva porque quería ver los cambios que tenía pero sus planes se vieron arruinados cuando lo recostó en el sillón.

 

Jungkook estuvo jugando un rato con su boca y acariciando suavemente el cuerpo del mayor cuando se detuvo sin previo aviso. Park intentó acercar su rostro para seguirlo besando pero el joven opuso cierta resistencia, lo que de cierta marcaba quién era el que mandaba en el acto.

 

Repentinamente el pelinegro lo cargó entre sus brazos, Jimin al verse en aquella posición se sonrojó por completo e intentó bajarse pero ciertamente el chico era considerablemente más fuerte que él por lo que fue imposible lograrlo por mucho que lo intentara.

 

Jeon lo llevó a su cuarto, lugar en el que había dormido hace algunas noches y recordaba a la perfección. Lo aventó en la cama y antes de que este replicara se subió encima de él dejando entrever un poco de su hombro por la camisa que se había desacomodado.

 

Desabrochó su pantalón y sacó el tesoro que tanto buscaba. Lo observó unos segundos antes de tocar con su lengua la punta de su miembro. Acción que hizo que Jimin se retorciera en la cama apretando los dedos de sus pies y enredándolos con la cobija.

 

Chupó su extensión desde la punta hasta el inicio de sus testículos con lentitud y sin perder la mirada hacia Park. Quería que lo viera lamer su miembro y no perdería detalle de lo que estaba haciendo. El mayor sintió la mirada tan profunda y lasciva que le estaba proporcionando.

 

Volvió a recorrer su miembro del otro lado antes de meterlo en su boca por completo. Tomó los huevos de Jimin y comenzó a masajearlos con fuerza pero de manera lenta. El líquido preseminal era ácido pero a diferencia de antes, ahora ese sabor ambos lo disfrutaban.

 

Algo de su saliva escurría de sus labios al chupar toda su extensión y también un poco de su líquido. Aumentó su ritmo, a lo que Jimin respondió jalando los cabellos del pelinegro y abriendo más sus piernas.

 

Comenzó a mover sus caderas inconscientemente tomando impulso con el agarre que tenía de la cabeza del menor y este hizo algunas arcadas ante su fuerza.

 

–Eres muy impaciente –Se separó limpiando con la mano derecha sus labios rojos.

 

Se desabrochó los botones restantes con una sola mano y se quitó la camisa dejándola caer de la cama. Cuando lo hizo por completo dejó entrever que su cuerpo también estaba trabajado. Justo como había pensado el mayor, su cuerpo y el de él estaban en niveles diferentes por lo que tendría que ponerse a trabajar más para estar a su altura.

 

Después Jungkook se mordió el labio inferior y comenzó a desabrochar su propio pantalón para dejar a relucir lo suyo. La imagen que le había dispuesto Jimin había sido suficiente para que Jeon estuviera listo en cualquier sentido.

 

Metió dos de sus dedos a la boca y observó al pelinaranja mientras lo hacia. Con su lengua bosquejo una penetración en sus dedos y con la otra mano se acariciaba su miembro. Jimin se masturbaba ante su imagen lentamente, sin perder detalle del chico frente a él.

 

Jungkook después se acercó a gatas para buscar sus labios. El mayor sabía a dónde iba a parar la cosa, en el pasado siempre había sido el activo pero parecía que Jeon quería cambiar los papeles. Sin embargo Jimin no tenía muchas ganas de contradecirlo porque quería sentir por primera vez al pelinegro en su interior.

 

Movió las caderas para sentir el tacto palpitante pero Jeon lo detuvo. Con sus dedos acarició su entrada provocando que el mayor se estremeciera ante su toque. Jimin levantó las caderas porque Jeon lo estaba volviendo loco con el contacto entre pieles, el calor, el ruido de sus cuerpos y el de la cama al mover sus pies entre las sabanas.

 

Cuando estaba lo suficiente estimulado, el menor dirigió su miembro a la entrada. Lo metió con lentitud para sentir las paredes apretadas de su compañero. Con los ojos cerrados lamió su labio superior y luego su labio inferior de la misma manera en la que metió su miembro en Jimin.

 

Apretó sus labios cuando entró por completo porque sintió el calor del pelinaranja en toda su extensión. Tomó las caderas del mayor y levantó sus piernas haciendo que se enredaran en su cintura. Puso sus dos brazos en los hombros del mayor y buscando su mirada nuevamente para sonreírle de esa manera que él solo sabía hacer.

 

Se movió lentamente en el interior del pelinaranja haciendo que este apretara las cobijas de la cama. Sin embargo Jeon tomó sus manos dirigiéndolas a su espalda para continuar con su movimiento.

 

Jimin no pudo evitar pero enterró sus uñas en el menor por las sensaciones que estaba sintiendo. Además verlo cerrar los ojos de esa manera tan provocadora, levantando su mirada y dejando que de su boca salieron unos pequeño jadeos no era tampoco la mejor manera de evitarlo.

 

El cabello del pelinegro ahora se veía mojado producto del sudor que también recorrían sus mejillas. Justo como en el pasado, sus mejillas se habían tornado rosadas lo que indicaba que él también lo estaba disfrutando.

 

Por otro lado, Jimin también gemía ante sus movimientos y seguía rasguñando su espalda. Enterrando sus uñas y apretando las piernas que aún tenía enredadas en su cuerpo. Intentaba mover las caderas pero Jeon hacía lo suficiente por ambos por lo que en cierto sentido parecía innecesario.

 

Apretó su trasero haciendo que Jeon exhalara ante su movimiento. Notó que le gustaba por lo que siguió haciéndolo unas cuantas veces más. Llegó un punto en el que el hombro de Jeon estaba cerca de su boca y la tensión hizo que lo mordiera. Su piel era suave y caliente además el aroma que desprendía era dulce.

 

Jimin no necesitaba nada en ese momento. Tan solo tener a Jeon en su interior lo hacia sentir completo. El momento era sólo para ellos dos y él lo disfrutaría al máximo. Las palabras no eran necesarias entre ellos porque con sus miradas lo decían todo.

 

Era la gran diferencia entre sus anteriores ligues y Jeon.

 

Sin embargo la mirada de Yoongi apareció en su mente… Quizás era la única excepción, porque junto a él las cosas también eran exquisitas.

 

Jeon buscó nuevamente sus labios, sacándolo de sus pensamientos, el menor sentía que aquella boca se había convertido en una adicción los últimos días. Eran rosados y gruesos justo como las mejillas de Jimin, cosa que lo encendía mucho. Mordió su labio inferior como le gustaba hacerlo.

 

–Me voy a venir –Le susurró.

 

Aumentó sus estocadas hasta que no lo pudo aguantar más y se vino. El líquido blanco escurría del trasero del pelinaranja de manera muy provocadora. Tomó un poco de ese líquido blanquecino esparciéndolo en toda su zona y rodeando su esfínter en círculos.

 

Sin embargo el mayor aún no se había venido por lo que se acercó a su miembro para continuar con su anterior trabajo. Con una mano lo acariciaba mientras que con la otra lo masturbaba. Después metió su extensión en la boca haciendo subidas y bajadas cada vez más rápidas.

 

El pelinaranja comenzó a temblar porque estaba a punto de llegar al clímax. Se vino en la boca del menor y algo de su líquido escurrió de su comisura derecha. Antes de que las gotas cayeran sacó su lengua para comerse hasta lo último que Jimin le había ofrecido.

 

Antes de que él mayor pudiera recuperarse, Jeon se levantó de la cama. La luna se reflejaba en la habitación porque las cortinas las tenía corridas. Cuando se dio la espalda, Jimin vio un pequeño tatuaje en la parte baja de su espalda de diseño tribal.

 

–Jeon… Lo que ibas a mostrarme ¿de casualidad es ese tatuaje? –Preguntó con los ojos entrecerrados.

 

–Sí, cuando me hice este tatuaje lo hice pensando en alguna clase de rebelión hacia mi padre –Sonrió antes de cerrar las cortinas.

 

–¿Pensabas llevarme a la cama desde un inicio? –Cuestionó.

 

Después cruzó los brazos con un enojo fingido.

 

–¿En serio te ibas a negar? –Jungkook levantó una ceja.

 

–No… Pero me haces sentir que soy un fácil –Se quejó.

 

Jungkook se acercó a él y acarició su barbilla.

 

–Cariño, eres un fácil cuando se trata de mí –Besando el lugar que había acariciado.

 

–Te odio Jeon Jungkook –Se acostó en su cama.

 

–¿Así? Pues yo más –Lo abrazó.

 

Entonces Jimin se acurrucó en su pecho buscando su mano para que ambas quedaran entrelazadas. Jungkook besó su cabeza y al poco rato se quedó dormido. El pelinaranja observaba su rostro con una sonrisa y estaba a punto de irse a dormir cuando recibió un mensaje de Yoongi.

 

¿Vendrás a casa?


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