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D'slove [Yoonminkook] por knvlchan

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Yoongi abrió la puerta de su departamento dejando la chaqueta tirada en el suelo. Miró al pelinegro que aún se estaba quitando los zapatos y lo tomó de la mejilla con fuerza. Lo empujó a la pared besándolo con gran intensidad, beso que el chico respondió con la misma o mayor energía.

 

Levantó sus brazos a la pared, con una mano acarició su zona sobre el pantalón haciendo que el pelinegro dejara escapar un suspiro. Aunque a Jungkook no le gustaba mucho la idea de ser sometido por lo que con su cuerpo empujó al pelimenta al sillón donde cayó entre risas.

 

–Te quieres hacer el duro ¿eh? –Dijo desabrochándose algunos botones de su camisa.

 

La piel blanca de Yoongi hacía contraste con la piel de Jungkook. Ante su imagen el pelinegro tragó saliva para acercarse a su cuello y devorarlo con firmeza. El mayor hizo su rostro hacia atrás dejando que este lo guiará con sus besos.

 

–Será más cómodo en mi cuarto.

 

–Creí que nunca lo dirías –Sonrió en su cuello.

 

Yoongi sentía el cálido aliento del chico en toda su piel provocando algunos choques eléctricos. Cuando llegaron a su cuarto, el mayor lo aventó a su cama quedando sobre Jungkook y aprisionándolo con sus brazos.

 

Buscó su boca para calmar la sed que tenía de sus labios y mordió con suavidad el inferior porque quería sentir la carnosidad del mismo. Jungkook apretó las cobijas, abriendo las piernas al mismo tiempo.

 

Con sus manos buscó la parte baja del pelimenta sintiendo la erección sobresaliente de su pantalón. La tocó con suavidad abriendo su bragueta mientras el mayor lo seguía llenando de besos en su cuerpo.

 

–Hay algo que me gustaría intentar contigo –Susurró en su oído.

 

Yoongi sonrió ante su iniciativa y dejando que el menor lo guiara. El pelinegro terminó de desabrochar la camisa del mayor permitiendo la vista de su piel blanca. Cuando la tocó sintió que ambos tenían temperaturas muy diferentes.

 

Mientras que él era muy caliente de piel, la de Yoongi por el contrario era muy fría. Cuando ambas se tocaban era una sensación que nunca había sentido con otra persona. Era algo muy provocador por lo que siguió acariciando parte de su abdomen por un buen rato.

 

Yoongi procedió a quitarle la deportiva a Jungkook para observar sus músculos bien delineados, acariciando su piel tan suave y tersa. Siguieron besándose por otro rato más, chocando sus lenguas y jugando como si fuesen dos látigos intentando tomar el control.

 

Ambos estaban agitados porque la fuerza del beso era más fuerte de los esperado, se separaban para respirar para volverse a unir porque sus labios se habían convertido en la adicción del otro.

 

Jungkook se sentó en la cama quedando Yoongi frente a él. Con cuidado desabrocho su bragueta bajando su ropa interior para que pudiera ver su miembro a todo su esplendor. El pene de Yoongi era rosado y bastante grande, el glande se veía en su punto perfecto pues ya contenía el líquido pre-seminal que lo lubricaba haciéndolo ver más apetecible.

 

El mayor no quería dejar pasar más tiempo y recostó al menor para quitarle los pantalones que traía. Tomó sus caderas jalando los pantalones y deslizándolos fuera de su cuerpo porque comenzaban a estorbar para lo que harían.

 

Jungkook volvió a levantarse para mirar al mayor y robarle un beso más porque necesitaba sentir la lengua de este delinear la suya. Tomó su mejilla con una mano mientras que con la otra agarró su miembro para apretarlo con fuerza. Hacía círculos con su dedo en el glande mientras que con la lengua simulaba una penetración en su lengua.

 

–Acuéstate –Le ordenó al pelimenta.

 

Yoongi obedeció ante su petición y se acostó en la cama esperando que el menor hiciera más solicitudes pero no fue así. Jungkook se sentó sobre él dándole su espalda, por lo que el pelimenta notó el tatuaje que tenía en la espalda. Era la primera vez que veía un tatuaje tan tentador en el cuerpo de alguien.

 

El pelinegro se acomodó de tal manera que su miembro quedó sobre la cara de Yoongi mientras que la suya estaba en la del pelimenta. Jungkook lamió su labio inferior porque anhelaba probar aquella delicia frente suyo.

 

Lo mismo era para el mayor porque mordió su labio cuando vio su paquete quedar frente a él. No resistió la tentación pues comenzó a acariciar la punta de su miembro de forma circular con sus dedos provocando que el menor moviera un poco sus piernas.

 

Sin embargo esta fue la señal para que Jungkook también comenzara con su labor en el miembro de Yoongi. Lo masturbó con suavidad y tocando los testículos de este mientras sentía como la lengua del mayor jugaba con su propio miembro.

 

Yoongi lo chupaba de arriba hacia abajo probando diferentes caminos para después concentrarse en la parte superior de su pene y lamerlo en círculos. A veces lo hacía más rápido mientras que otras veces prefería aplicar una presión diferente con su lengua.

 

El menor se sentía en la gloria cuando Yoongi jugaba de esa manera con su miembro pero tampoco quería quedarse atrás. Se metió la extensión completa del pelimenta en su boca para comenzar una serie de subidas y bajadas intentando abarcar todo. Con una mano acariciaba sus testículos mientras que con la otra se apoyaba para la parte que su boca no alcanzaba a tocar.

 

Cuando Jungkook sintió que se iba a venir aumentó su ritmo en la boca del mayor esperando que el también se encontrará en la misma situación que él. Estaba en lo correcto porque Yoongi sentía que no soportaría mucho y apenas era una mamada lo que el pelinegro le estaba proporcionando.

 

–No creo aguantar mucho –Jadeó el menor.

 

–Ni yo –Contestó el mayor.

 

No paso mucho cuando ambos se vinieron al mismo tiempo.

 

Jungkook recibió la dosis del pelimenta y chupo toda la extensión de su miembro para no dejar escapar ninguna gota. El sabor era justo como lo había imaginado o mejor, no pudo evitar relamerse intentando degustar nuevamente aquel ácido tan exquisito.

 

Yoongi hizo lo mismo, apretó el miembro de Jungkook esperando que saliera más líquido saboreando cada gota y esparciéndola por toda su boca para conservar el sabor el mayor tiempo posible. Su sabor era ácido pero dulce, caliente pero frío a su contacto. Era un sabor perfecto.

 

Cuando el pelinegro se recuperó de la actividad volvió a estimular el miembro de Yoongi porque el juego aún no había acabado. Su lengua era la llave perfecta porque el pene del pelimenta despertaba nuevamente con cada lamida que daba.

 

Después se bajo del mayor y se puso en cuatro alzando su trasero lo más que pudo. Yoongi entendió el gesto sonriendo ante la imagen que el chico le estaba ofreciendo. De su mesita de noche sacó un lubricante untándolo en toda su extensión, puso un poco del líquido en la zona del pelinegro.

 

Tomó sus caderas para penetrarlo con fuerza y ambos gritaron al unísono. El menor se sentía tan apretado. Movía sus caderas intentando igualar el ritmo que el mayor proporcionaba y mientras él, se encontraba viendo a la perfección su tatuaje.

 

–A-ah… Se siente bien –Se quejó el menor.

 

–Y te haré sentir mejor –Jadeó Yoongi.

 

El mayor movía sus caderas cada vez más rápido y sentía en cada estocada que hacía la entrada tan apretada del menor. Sentía como su pene era aprisionado por aquellas paredes y carajo, se sentía tan jodidamente bien.

 

El único ruido en la habitación era el de su cuerpo chocando contra el trasero de Jungkook.

 

El pelinegro recargó su cabeza en la cama tomando las cobijas entre sus manos y dejando escapar algunos sollozos. Yoongi aumentó sus estocadas porque sentía que estaba a punto de llegar. Ambos gemían por el placer que sentían pero era inevitable cuando era tan delicioso para ambos hacerlo.

 

–Tus toques me tienen loco –Chilló el menor.

 

–Tu cuerpo es el que me tiene loco –Susurró el pelimenta.

 

Esta vez hizo más profundas sus estocadas haciendo que el menor se moviera de la cama también. Cuando no soportó más se vino dentro del pelinegro dejando que algunos rastros de semen se escurrieran de su trasero.

 

Con su mano tomó un poco de su líquido y lo esparció en todo su trasero porque le gustaba ver como su líquido cubría su trasero. Su respiración era agitada y estaba recuperando el aliento pero Jungkook se volteó antes de que lo hiciera.

 

Lo empujó una vez más en la cama y lo tomó de las piernas. Esta vez era su turno.

 

Se mordió el labio inferior al ver al mayor tan frágil ante su presencia. Tomó parte del lubricante que tenía en su mesita y lo untó en su miembro. El mayor no dijo nada porque ahora ya le gustaba la idea de ser sometido por el pelinegro.

 

El resto del líquido lo untó en su entrada dilatándolo con rapidez. No espero mucho tiempo para jalar nuevamente sus piernas y abrirlas a todo su esplendor. Observo su agujero con deseo y metió su extensión en el chico.

 

Cerró los ojos cuando lo hizo y oyó como el mayor había lanzado un gemido cuando se la metió completa.

 

–Me gusta sentirte todo apretado –Apretó sus labios.

 

–Igual que tú –Respondió el mayor.

 

Jungkook sonrió ante el alago y comenzó una serie de estocadas en su cuerpo sin detenerse. Fue aumentado de velocidad haciendo que el pelimenta se retorciera sobre sus cobijas y gimoteara cada que lo hacia. Aumentó todavía más sus ritmo haciéndolo más profundo chocando sus testículos en el trasero de Yoongi.

 

El pelimenta podía sentir que lo hacía muy profundo y no podía dejar de sentirse tan bien ante sus toques. Se masturbó su propio miembro que pedía ser tocado pero Jungkook lo retuvo porque él mismo lo haría.

 

Cuando sintió que estaba a punto de llegar aumentó también el ritmo de su mano para que Yoongi también lo hiciera. Sintió que sus piernas temblaban y dejo que el líquido fluyera fuera de él provocando que las sabanas del mayor se mancharan. Cosa que el pelimenta no notaba porque estaba ocupado viniéndose en la mano del menor.

 

Se retorcía en la cama haciendo que el líquido mojara la mano del chico por completo. Cuando se recuperó observó como Jungkook se chupaba los restos del líquido blanquecino con una mirada sonriente.

 

–Ya veo porque a Park le gustas tanto –Cerró los ojos riendo.

 

–No te quedas atrás, eres demasiado bueno en la cama –El pelinegro sonrió.

 

–Entonces, ¿te gustaría intentar otra ronda conmigo? –Preguntó sugerentemente,

 

–Ni siquiera tienes que preguntarlo –Dijo el mayor atrayéndolo a su regazo de nuevo.


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