–¿Cómo te sientes? –Preguntó el pelimenta.
Se sentó junto a la cama dejando una bolsa con algunos dulces y otras cosas que había comprado en la tienda de conveniencia.
–Mejor, ¿y tú? –Mordió sus labios.
–Mejor –Acarició su cabeza.
–Creo que pronto me darán de alta –Cerró sus ojos.
–Ya veo –Acarició sus labios.
Volvió acercar los labios del menor y este cerró los ojos cuando lo hizo de manera natural. El pelinaranja recibió el toque de sus labios como una bienvenida, porque tanto él como Yoongi lo necesitaban.
Los besos de Yoongi eran casi tan necesarios como los de Jungkook. Sin embargo, no eran los mismos, cada uno tenía su toque especial y adictivo. El mayor besó con delicadeza la boca del pelinaranja, acariciando con su lengua todo su interior como si intentara construir una imagen mental de ello.
Sin embargo, mientras lo besaba saltó a su mente el recuerdo del pelinegro teniendo un orgasmo frente a él. Imagino aquel cuerpo tembloroso y lleno de sudor, provocado por los toques que él le había hecho. Intentó olvidar ese pensamiento, concentrándose en el chico que tenía entre sus brazos, que aún lo besaba melosamente.
El suero ya lo habían retirado de su sistema, por lo que solo necesitaba descansar un poco más antes de ser dado de alta.
–¿Así que tenemos una hora? –Preguntó el menor.
–Sí, porque aún hay documentos que tienes que revisar –Explicó el mayor –Así que le pedí a las enfermeras que te dejasen descansar un rato en lo que lo hacíamos.
–¿Pero es una hora, no? –Volvió a cuestionar el chico.
–Sí Jimin, después de eso serás libre de este lugar –Manifestó el pelimenta.
Jimin se acercó hacia él haciendo a un lado los papeles que tenía en su mano e intentando atraer su mirada hacia la suya. Yoongi rápidamente comprendió la situación, abrazó su cintura y con una mano tocó sus omoplatos rozando sus dedos con delicadeza.
–Jimin, ¿estás seguro que puedes resistirlo? –Dijo con una mirada un tanto preocupada.
–No te preocupes por mí Yoongi –Mordió sus labios –Hacerlo en un hospital es una de mis fantasías así que ya me he masturbado varias veces en esta habitación de sólo imaginarlo –Lo miró seductoramente –¿No te gustaría probar conmigo?
El mayor mordió sus labios cuando vio como el chico desabrochaba la bata que tenía dejando ver su cuerpo marcado. Los golpes que había recibido ya casi habían desaparecido por completo y su rostro ya tenía mejor aspecto a comparación de los últimos días.
Yoongi acarició su abdomen porque no había manera en que dejara de disfrutar de aquella escultura con vida. Renunciando a sus pensamientos sobre la noche compartida con aquel pelinegro atractivo o los sentimientos tan fuertes que tenía por él pelinaranja se dejó llevar. Jimin intentó acercarse más hacia él y Yoongi subió las piernas en la cama para que mejor se sentará sobre él.
Lo besó con firmeza dejando que sus bocas chocaran con suavidad la una con la otra. Yoongi lo abrazó de la cintura haciendo que el mismo movimiento de sus besos bajaran la bata poco a poco.
Cuando ya la tenía a la mitad solamente sujeta por los antebrazos del chico, el pelimenta acarició sus mejillas nuevamente. Jimin le sonrió y terminó abrazándolo haciendo que este último aspirara su fragancia.
Yoongi se desabrochó la camisa que traía puesta y lo empujó suavemente en la cama besando desde su clavícula, hasta cuello para finalizar en su boca. Finalmente se quitó la camisa, para tener más libertad en sus brazos y levantó el mentón del pelinaranja para continuar con el beso.
Jimin tocó las caderas del mayor intentando bajar sus pantalones pero sintió un poco de dolor cuando lo hizo. El pelimenta al notar su expresión, tomó sus manos, las beso con delicadeza para proceder a bajarse los pantalones con todo y ropa interior. Metió dos dedos en la boca del chico, haciendo que este jugueteara un rato con ellos para después dirigirlos a su entrada esperando que la estimulación no tomara tanto tiempo.
El menor jadeó ante sus toques agarrando las sabanas en respuesta. Cuando sintió que su entrada estaba lista intentó meter con suavidad su miembro en su cuerpo. Yoongi gimió como respuesta cuando logró que entrara por completo, acción que fue repetida por el pelinaranja.
Comenzó una serie de embestidas lentas para disfrutar del momento y de las expresiones de Park a todo su esplendor. El chico se retorcía en la cama dejando que algunas lágrimas salieran de sus ojos y ruborizándose por completo.
Las manos de Yoongi eran frías a su tacto pero se sentía bien cuando tocaban su cuerpo. Era como si fueran un dulce hielo cruzando su piel con delicadeza. El mayor buscó sus labios porque el sabor que tenía Park era único.
–A-ah ah ah –Decía Jimin cuando recuperaba la respiración –Te siento tan duro Yoonie –Le repetía.
El mayor intentó ser más profundo con sus estocadas haciendo que el menor se viniera una primera vez.
–Ah Yoonie… –Se quejó.
Yoongi se mordió el labio porque verlo hablar de esa manera le ponía mucho.
–Aún no me vengo –Le susurró en su oído.
–Mmm… Yoonie –Habló –Te quiero sentir otra vez.
–Como lo desee Jimin –Metió otra vez su miembro.
Empezó a manipular el miembro del menor para despertarlo nuevamente.
–ngh Yoonie… Joder sí –Se quejó.
Otra vez se sentía en el cielo, la entrada de Jimin era tan apretada que su miembro se sentía en otro mundo cuando entraba y salía de su interior.
–Estas tan apretado –Jadeó.
Volvió a aumentar el ritmo de sus estocadas hasta que por fin sintió que su cuerpo no resistiría más y termino viniéndose en el trasero del chico. Manchando las sabanas en el proceso pero a ninguno le importo.
Sacó su miembro con suavidad dejando que el menor se estremeciera cuando su extensión salió de él.
Movió su mano con rapidez para hacer que Park también se viniera, estimulando sus testículos con una mano mientras que con la otra no dejaba que su miembro dejara de sentir aquellas sensaciones.
Después de unos segundo, el menor sentía que estaba cerca de su clímax.
–Yoonie… Y-yo… ah –Dijo antes de expulsar su ser en la mano de Yoongi por segunda vez.
El menor intentaba controlar su respiración, con la boca entreabierta y los labios hinchados. El pelimenta se acercó para robarle un beso más, chocando sus lenguas en un vaivén necesitado.
–Estabas tan apretado –Dijo cuando se separó de sus labios.
El chico cerró sus ojos controlando su respiración.
Se vistieron y estuvieron platicando durante un rato con las manos agarradas. El mayor acariciaba sus dedos mientras el pelinaranja le sonreía con amor. Poco tiempo después Jimin se quedó dormido, por lo que el mayor tomó sus cosas antes de retirarse del lugar.
Afuera del cuarto otra vez estaba Jungkook.
–Dime que no viste nada –Preguntó.
–Siento decepcionarte pero los vi y mejor me fui durante un rato –Sonrió desganado –También los vi platicar.
Yoongi inhalo y exhalo con fuerza antes de continuar.
–Sólo somos amigos –Explicó –Y hacer esto, quizás ya se volvió una necesidad para ambos.
–No sólo es eso –Contestó el menor evitando mirarlo a la cara –Lo de la otra vez… –Siguió hablando con el rostro sonrojado –¿Te gustó?
–Más de lo que podrías imaginar –Confesó –Y podría repetirlo nuevamente.
Los dos chicos se miraban con intensidad, conscientes de que su relación estaba volviéndose cada vez más retorcida, sin embargo no parecían querer detenerse.
–Yo también me siento así –Mordió sus labios –No puedo olvidar la noche que tuve contigo pero… –Fue interrumpido.
–Tampoco puedes olvidar la que tuviste con Park –Completó el mayor.
–¿Entonces por qué nos complicamos tanto? –Preguntó el pelinegro confundido –Si los tres nos atraemos físicamente y quizás de una manera sentimental…
–¿Estás proponiendo que…? –Y esta vez el pelimenta fue interrumpido.
–Así es –Confirmó el menor –Llevemos esta relación de tres y olvidemos esta mierda de elegir, disfrutemos el cuerpo de todos sin arrepentimientos.