Habían pasado dos años desde que comenzaron a vivir juntos. Jimin no tenía ganas de salir por lo que se encontraba escuchando música a todo volumen, moviendo sus caderas al unísono de la canción y con el vestuario que acostumbraba a utilizar. El mayor aún no había llegado a casa porque había salido con algunos amigos del trabajo a celebrar el aumento de uno de ellos.
Pronto se oyó como la puerta se abría y el menor enseguida se imaginó a quien se debía el ruido. Bajo el volumen de su celular para escuchar mejor al ahora, pelimenta que acaba de entrar a la cocina.
–Creí que habías ido con tus amigos a celebrar –Preguntó mientras se sentaba a comer un sándwich de cajeta que él mismo se había preparado.
–Así es pero me aburrí. Prefiero estar en casa –Se sentó también en la mesa.
Jimin se disponía a tomar otra mordida de su sándwich cuando el mayor lo tomó desprevenido para morder lo que traía en la mano y después quitárselo descaradamente.
–¡Es mío! ¡Yo lo preparé! –Se quejó el ahora, pelinaranja.
Yoongi simplemente lo miro con esa mirada que siempre le daba. Seria como si quisiera decir algo más pero al final nunca se atrevía a hacerlo. Terminó de mascar lo que traía en la boca y se levantó del lugar.
Fue a sentarse al sillón para prender la tele un rato. No paso mucho tiempo y Jimin fue a buscar un lugar cerca de él. Se acurrucó en una de las esquinas del sillón trayendo consigo un plato con otro sándwich.
–Vas a dejar moronas –Lo miró mientras ponía una mano sobre su barbilla.
–Como si me importara –Bufó el menor.
Yoongi cambiaba de canal sin decidir por elegir alguno. Esto comenzaba a desesperar al pelinaranja porque cuando empezaba a interesarse por algo el mayor le cambiaba al instante.
–¿¡Vas a dejar un puto canal o no!? –Gritó.
–No sé. No encuentro algo interesante –Rodó los ojos.
–Entonces dámelo. Yo si encontré algo –Se acercó hacia él.
Yoongi se hizo hacia el otro lado de la esquina. Evitando cualquier contacto físico con el pelinaranja. Cosa que el menor entendió como juego porque se acercó todavía más a él.
–No sé como mierda te soporto –Bufó en un intentó de arrebatarle el control.
Yoongi hizo su cuerpo hacia atrás y el menor se subió encima de él. El pelinaranja impulsaba sus caderas para alcanzar el control que el chico tenía atrás de él. Las movía hacia arriba y hacia abajo provocando que el mayor mordiera un labio por lo que estaba sintiendo.
Jimin se dio cuenta de la situación y pronto comenzó a moverse juguetonamente. Intentando alcanzar el control sin siquiera tratar de hacerlo realmente. Le estaba gustando la sensación de que su amigo estuviera coladito por él y lo reflejará en esa pequeña erección que crecía cada vez más con sus movimientos.
–Park, déjame en paz. Me estoy incomodando –Confesó el mayor un poco acelerado.
Con una mano tomó la cintura de Jimin intentando alejarlo de él pero fue imposible. Porque Jimin nuevamente se impulsó con mas fuerza sobre su paquete. Yoongi no aguantó la sensación y gimió un poco.
–Así que te pongo duro ¿Eh? –Sonrío burlonamente.
–Cállate –Susurró Yoongi cerrando sus ojos y haciendo hacia atrás su cabeza.
Al menor no le importaba tener un acostón con su amigo mientras las cosas se quedaran de esa manera. Por supuesto que desconocía los sentimientos que este tenía sobre él. Así que empezó a mover su caderas suavemente sobre la erección del mayor. Cerró los ojos en el proceso y su mejillas se tornaron de un color rojo.
–Jimin, detente –Suplicó Yoongi con los ojos todavía cerrados.
–No quiero, verte así también me puso duro –Resopló.
Yoongi soltó el control y agarró las caderas del menor para comenzar un vaivén más lento. Su pantalón le apretaba demasiado y sentía que pronto explotaría. Sabía que estaba mal cruzar aquella línea con Park pero no podía evitar hacerlo. Tenía tiempo que lo deseaba, y si él mismo chico parecía estar de acuerdo, entonces perdería su control.
Sin embargo Yoongi no sólo lo deseaba físicamente, sino que también estaba interesado sentimentalmente en el menor y cruzar esa línea podría ser doloroso para él en un futuro.
Había sido siete años desde que lo conoció por primera vez. Cuando ambos entraron a la universidad y sus clases las tenían compartidas. Por supuesto que al principio todo había sido normal pero con el tiempo y las conversaciones que tenían fue incrementando el cariño que le tenía al menor.
Cariño que se transformó en amor, no obstante, nunca intentó nada porque el chico solo se acostaba con las personas sin buscar una relación seria. Ese era el juego de Park, salir durante las noches buscando alguien a quien ligarse y tener una noche divertida.
De acuerdo a lo que sabía Yoongi, nada ni nadie había logrado que entrara a su corazón y él era la única persona que lo conocía a la perfección.
Ahora trabajaban juntos en la misma compañía. Eran compañeros de trabajo y también de vivienda. Pero sobretodo, seguían compartiendo esa línea de amistad que Yoongi tanto había cuidado.
Los movimientos de Jimin cada vez más sugerentes sobre su cadera hicieron que el mayor olvidara por un momento todos los contras que tenía si aceptaba ese encuentro sexual, y termino perdiendo el control.
–Joder Park, me pones demasiado –Soltó un suspiro.
Jimin se movía cada vez más rápido. El calor comenzó a subir por su cuerpo y sentía que quemaba. Su piel era una ola de calor así que procedió a quitarse la camisa, el mayor al verlo comenzó a ayudarlo para quitársela por completo.
Observó su tersa piel, suave y que brillaba con la luz de la habitación. Park tenía los músculos dibujados a la perfección y Yoongi los acarició suavemente. El menor se acercó a darle un beso al pelimenta. Primero fue lento, para después hacerle una pequeña mordida en el labio inferior.
El mayor abrió su boca para dejar pasar la lengua del joven. Jimin no tardó mucho para hacerlo, primero delineó su boca y luego el interior de ella. Yoongi ya se encontraba acariciando su cuerpo con necesidad.
Jimin seguía moviéndose suavemente sobre el cuerpo del mayor. Tomó las caderas del pelimenta para tomar un poco más de impulso y siguió explorando el interior de sus labios. Ambos jugaban con sus lenguas en un pequeño vaivén. El ritmo era perfecto, ni muy rápido ni muy lento.
Yoongi se desabrochó la camisa que aún traía puesta. El menor observó su cuerpo blanco como la nieve. Tenía deseos de marcarla por completo, primero acarició del pecho hasta su abdomen. Se acercó a una tetilla del mayor y la mordió con firmeza.
El pelimenta gimió una vez más. Park mientras seguía jugando con su lengua mientras acariciaba su otra tetilla con la mano. Yoongi movía las caderas para sentir la erección de ambos chocar.
–Quiero sentirte por completo –Musitó con una voz rasposa.
–Yo también –Dijo Jimin con una sonrisa lamiendo su labio inferior.
Ambos se bajaron el pantalón para quedar completamente desnudos. Jimin volvió a subirse arriba del chico pero ahora sintiendo su cuerpo a la perfección. El calor que ambos emanaban hacían que todo se sintiera tan placentero.
Yoongi acercó dos de sus dedos a la boca del menor y manteniéndola abierta para observar como su lengua jugaba con ellos. El menor obedeció a la orden dejando que un hilo de saliva resbalara.
Después comenzó a estimular su entrada mientras Jimin con una mano masturbaba el miembro del mayor.
–Joder, si sigues de esa manera me voy a correr antes de metértela –Se quejó Yoongi.
Jimin sonrió ante el comentario y siguió haciendo lo suyo. Yoongi daba círculos sobre la entrada del pelinaranja y simulando tijeras para estimularlo más.
Después Jimin tomó el miembro del mayor y lo dirigió a su entrada. Ambos gimieron al mismo tiempo cuando sintieron que había entrado por completo.
–Estás muy apretado –Dijo haciendo su cabeza hacia atrás.
Tomó los pezones del pelinaranja acariciándolos con las yemas de sus dedos. Jimin se movía sobre el mayor una y otra vez. Ambos cerraban los ojos y el pelinaranja podía sentir como los testículos del chico chocaban en su trasero.
–Yoonie más rápido –Suplicó Yoongi.
Jimin entonces aumentó su velocidad haciendo que el mayor sintiera como la penetración se había hecho más profunda.
–¿Te gusta como me muevo? –Preguntó Jimin.
–Joder, me encantas –Confesó el pelimenta.
Jimin volvió a sonreír ante sus halagos. Seguía moviéndose con firmeza en el interior de Yoongi.
Yoongi sentía que se desvanecía con tantas sensaciones que le proporcionaba. No era mentira que ya tenía tiempo imaginando algo de esta manera.
El mayor comenzó a masturbar el miembro del menor haciendo que se estremeciera por completo al sentir los dedos largos y blanquecinos en su parte.
–Estoy a punto de venirme –Dijo Yoongi con la respiración entrecortada.
El pelinaranja aumentó su ritmo. Él también estaba a punto de venirse. Cuando sintió que no aguantaba más su cuerpo completo comenzó a temblar y expulsó aquel líquido blanco que se derramó encima del estómago del mayor.
Se detuvo un poco para dejar que su cuerpo sintiera las sensaciones completas, esperó a tranquilizarse para continuar. Yoongi no quería esperar y terminó tomándolo de la cintura para aumentar la velocidad y poder venirse.
–Espera… ngh Yoonie–Se quejó Jimin.
Por fin Yoongi se vino y algunos rastros de semen escurrían del interior del menor. Yoongi temblaba y jadeó cuando por fin saco todo el líquido de su interior.
–Eso fue… Fantástico Jimin –Suspiró el mayor.
Park se recostó sobre él y se quedó dormido junto a él.