Se levantó bastante temprano y ya se encontraba preparando el desayuno. Yoongi salió semi-adormilado y se veía cansado. Esta vez Jimin no tenía música en su celular ni bailaba al tono de una.
–¿Hoy no hay música? –Preguntó confundido.
–No. Hoy no hay música –Afirmó el menor.
Yoongi fue al refri y se sirvió un vaso de leche.
–Por mí no hay problema. Incluso puedes poner esa de todos lo días –Tomó la leche.
Sus labios se ensuciaron de la leche y cuando estaba a punto de lamerlos Jimin se acercó a limpiarlos con su dedos para después chuparlos. Estuvo a punto de hacerlo con su propia lengua pero se contuvo. Aún no tenía en claro que relación existía entre él y Yoongi. Sabía a la perfección que su amigo se sentía exactamente de la misma manera pero no preguntaría nada por miedo.
–Hoy es cereal –Se sorprendió.
–Sip, hoy es cereal –Dijo en un tono infantil.
–Es raro en ti. No te gusta el cereal –Sonrió.
Ambos lo sabían, Yoongi amaba desayunar cereal pero Park siempre preparaba el desayuno. Era un acuerdo que tenían entre ellos, uno hacia el desayuno el otro hacia la comida. Además Jimin siempre lograba lo que quería y nunca había hecho cereal en la mañana porque no le apetecía.
Comieron el desayuno que Jimin había preparado. Yoongi observó el cuello del menor para ver si había algunas marcas de lo que habían hecho anoche y sonrió con satisfacción cuando vio que efectivamente algunas marcas sobresalían de su cuello.
–¿Qué tanto miras? ¿Te gustó? –Se burló.
Pero al instante se quedo en silencio. La había cagado totalmente. Es cierto que debía existir un tipo de atracción entre ambos para ser amigos o mejor dicho para hacer lo que habían hecho el día anterior. Para que uno se excitara ante la presencia del otro. Y además el menor no sabía si esa atracción podía transformarse en algo más que amistad.
La sonrisa de Yoongi se borró cuando dijo eso. Miró su cereal y siguió comiendo como si no hubiese escuchado nada. Sabía que él solo era un acostón como los que tenía durante las noches. Porque a diferencia de los otros, él tenía más privilegios porque vivían en la misma casa y se conocían desde hace algunos años.
–No quise decir eso… Yo aún no se que es lo que quiero –Confesó el menor.
–No importa. Yo tampoco lo sé –Afirmó el pelimenta.
Lo que era una completa mentira porque él gustaba del chico desde que lo conoció. Sin embargo su último comentario le daban más derechos al mayor. Si Park no sabía que eran, entonces al menos estaba considerando algo. ¿Cierto?
–Ese tal Jeon… ¿Por qué tan obsesionado contigo? –Preguntó el mayor.
El momento había llegado. Quizás antes se hubiera negado a contestar pero ya se habían acostado dos veces y él había mencionado que aún no sabía que era lo quería. Eso le daba todo el derecho del mundo de saber la historia a su mejor amigo.
–Es mi ex –Contestó mirando a la nada.
Recargó su mano en la barbilla. Últimamente era algo que se había vuelto costumbre.
–Park, pero tú nunca has tenido una relación seria –Objetó el mayor.
–Fue antes de conocerte. Lo conozco desde que éramos niños y duramos cuatro años. No tuvo final feliz y mi vida se fue a la mierda después de eso –Confesó.
Era la primera vez que hablaba con alguien del tema y también era la primera vez que sentía que su corazón se desahogaba.
La información fue procesada lentamente en la cabeza de Yoongi. Siete años de conocerlo y era la primera vez que escuchaba una historia así. Pensó que esa era la persona que rompió su corazón e hizo que las relaciones nunca las tomara en serio. Es más, propiamente Jimin nunca había tenido una pareja después de aquello.
–Él fue importante en tu vida –Miró su cereal.
El cual le dio una mala espina porque a Jimin no le gustaba. De seguro había una historia detrás de ella pero no tenía ganas de saberlo para herirse más. También recordó cuando Jimin entró el día anterior a lado de Jeon. ¿Habrán tenido algo? Estuvieron juntos toda la noche pero no mencionó nada de lo sucedido.
–Lo fue. Pero eso es pasado Yoon –Respondió.
Respuesta que no sabía si lo tranquilizaba o lo ponía más ansioso.
Salieron justo al mismo tiempo que Jeon salía de su departamento. Los menores se miraron a los ojos mientras Yoongi se incomodaba. Hace tan solo unas horas habían compartido el mismo sofá pero ahora el pelinaranja se veía tan lejano de él.
–Buenos días –Sonrió Jeon.
Sonrisa que parecía triste de cierta manera.
–Buenos días –Contestó Jimin.
–Qué hay –Mencionó Yoongi.
Ambos se fueron al coche del mayor. Y Jeon iba detrás de ellos para ir al suyo. Llegaron al mismo tiempo al trabajo. El día fue incómodo para los tres.
A pesar de que Jeon tuviera una idea errónea de la relación de ellos dos, no estaba tan equivocado después de todo. Porque Yoongi se sentía inseguro, hace tiempo había deseado cruzar aquella línea sin embargo después de la aparición del menor su objetivo se veía todavía más lejano que un principio.
Jimin estaba en blanco, su corazón quería correr hacia su primer amor pero también sabía que Yoongi siempre había sido especial con él.
–Jimin ¿Después del trabajo estás disponible? –Preguntó Jeon cuando le llevó unos documentos.
–No lo sé Jeon. ¿Qué necesitabas? –Miro los documentos que recibió.
–Hablar contigo… Como amigos –Lo corrigió en el momento exacto.
–Supongo que puedo hacer un espacio –Respondió con un suspiro.
Yoongi no alcanzó a escuchar su conversación porque hablaron muy bajo. Bajo su rostro porque esto se estaba volviendo más difícil. No creía que amar a Park fuese tan complicado o doloroso.
Al final de la jornada Jimin se acercó a él para decirle que tenía algunas que hacer con Jeon y no iría a casa con él. Se sentía solo y perdido, es decir, siempre lo había sentido pero ahora era algo más profundo.
Los jóvenes se dirigieron a una pequeña cafetería que se encontraba por la zona.
–Estuve con muchas personas pero nadie como tú –Confesó Jeon.
Sorbió un poco de su café esperando la respuesta del menor.
–Supongo que es la misma historia para mí –Sonrió con ironía.
–Nunca te engañé –Objetó con seriedad.
–Al día siguiente fui a buscarte. Me dijeron que no querías verme y en el camino vi a esa chica entrar a tu casa –Confesó.
–No sabía que habías ido a verme. Lo de Ji Soo si lo recuerdo –Explicó.
Jimin cerró los ojos y tomó la taza entre sus dos manos. Miro hacia la ventana y vio que una ligera brizna caía sobre la calle. Algunas personas caminaban apresuradamente cuando se soltó la gran tormenta haciendo que las pocas que caminaban se echaran a correr.
–¡Ni siquiera intentaste llamarme! –Gritó.
Haciendo que las demás personas voltearan a verlos.
–Quisiera volver al tiempo y explicarte cada una de tus dudas porque si lo hago ahora sonará como excusa –Resopló.
–Aún quiero saber que tienes que decirme. Mi vida no ha sido la misma desde aquello –Se quebró su voz.
–La mía tampoco. Yo me sentía lejano ante todo, como si fuese invisible –Contestó.
Jimin dejó que una lágrima cayera de su mejilla. El menor se acercó a él y la limpió con suavidad.
–Sabes Jeon, tú nunca has sido invisible para mí –Dijo tomando su mano antes de que la retirara de su piel.
Jungkook entonces acercó su rostro y lo besó.