El beso fue lento. La gente comenzaba a verlos pero a ninguno le importó. Tomó sus mejillas con ambas manos y acarició suavemente sus labios con los suyos. Mordió su labio inferior como acostumbraba a hacerlo pero le llegó un ligero sabor a sangre cuando lo hizo.
Jimin se retiró del beso y se limpió la sangre que había salido de sus labios. Temía que se diera cuenta que había sido provocado por la mordida que Yoongi le había dado anoche. Sin embargo Jeon lo atrajo nuevamente porque no se imaginó que había sido por eso.
Lamió la sangre que tenía con suavidad y después su lengua busco cobijo en la boca del mayor. El chico permitió que entrara a su boca de manera lenta y premeditada. Entonces Jeon delineó lentamente cada parte de su boca como si estuviera rememorando el sabor y su textura.
Cuando ambas lenguas se encontraron se abrazaron como si se hubieran extrañado todo ese tiempo. Jungkook se puso incómodo por la posición en la que estaban y se separó de él. El pelinaranja lo miró confundido pero después vio como el chico se movía de su lugar para sentarse junto a él continuando lo que habían detenido.
Tomó su cintura con delicadeza y volvió a buscar aquellos labios que tanta falta le hacían. El cabello de Jungkook olía bien, su tacto se sentía caliente y se sentía protegido cuando lo abrazaba de esa manera.
El pelinegro le dio unos pequeños besos a Jimin en los labios, después en la nariz y en la frente. Al final volvió a su boca porque sentirla se había vuelto una adicción para él. Jimin estiró sus brazos y los escondió entre la chamarra del menor y su playera. Tomó su cintura y dejo que sus manos descansaran en ese lugar.
–No tienes idea de cuanto te extrañé –Se separó de su cuerpo.
–Lo mismo que yo –Sonrió el pelinaranja.
Ambos se tomaron de la mano y fueron al pequeño parque que había sido testigo de sus caricias, besos y hasta de algo más tiempo atrás.
–No recordaba tu número y me arrepentí años por no hacerlo –Le dijo el menor.
Aún tenían las manos aún entrelazadas, Jimin entonces se recargó en su hombro y escuchó como el menor hablaba.
–En el caso de Hana, fue a visitarme para disculparse de lo sucedido sin embargo durante su visita se desmayó y la llevamos al hospital –Dijo recordando la sensación de miedo que tuvo ese día.
Jimin se estremeció al escuchar la historia. La chica se veía completamente sana en sus recuerdos pero se imaginó que sus celos lo habían cegado en aquella época.
–Al día siguiente me fui a Japón y seguí manteniendo contacto con ella. A los pocos meses dejó de contestarme y al final sus padres me explicaron que había fallecido –Apretó el agarre del mayor.
Jimin lo miro porque a juzgar por su mirada de seguro era la primera vez que contaba esa historia.
–Me agradecieron por darle felicidad los últimos momentos de su vida –Finalizó.
–Eso suena bastante cruel –Confesó el mayor.
–Lo es pero tampoco podía hacer nada. Fui su primer amor y le dije que ya tenía pareja. Sentí mucha lástima por ella cuando todo pasó durante su estancia en el hospital –Contestó.
Jungkook siempre le había dicho la verdad pero él todavía no se había atrevido a desmentir la relación que había entre Yoongi y él.
–Mi papá vigilaba a las personas que me rodeaban después del incidente. No era libre y cometí muchas estupideces durante el camino –Habló.
–¿Cómo cuales? –Preguntó el mayor.
–Ya te darás cuenta –Sonrió –Mejor cuéntame, ¿quién es Yoongi?.
Otra vez el momento de la verdad había llegado. Podía mentirle a cualquier persona menos a Yoongi o a Jeon porque ambos eran muy importantes en su vida.
–Es mi mejor amigo. Lo conocí cuando entré a Universidad y entramos a trabajar en la misma compañía –Acarició el dedo índice del menor –Tuve algunos problemas y terminé mudándome con él –Miro su rostro expectante –Se supone que sería por un tiempo pero acabamos por acostumbrarnos el uno al otro –Bajo su mirada.
–Y las mordidas fueron provocadas por él, ¿cierto? –Preguntó.
Jimin se ruborizó cuando lo escuchó.
–Sí. En realidad nos hemos acostado dos veces. Un día antes de que llegaras –Tragó saliva antes de continuar –Y ayer –Confesó.
–Mmm… Supongo que la tengo difícil –Contestó.
–¿Difícil? –Cuestionó.
–Ese chico esta bueno y me lo quería tirar –Exclamó.
Jimin se retiró de su hombro y lo miro con desprecio. El chico solo se burló de él sosteniendo su estómago de tantas risa que le había provocado su reacción.
–Tonto. Eres tú al que me quiero tirar –Se rió otra vez –Aunque él no esta nada mal –Guiñó un ojo pícaramente.
Pero Jimin seguía haciendo un puchero. Sus mofletes los había inflado por completo y tenía los brazos cruzados.
–En serio. No te he podido olvidar –Confesó.
–Pero ya no soy el mismo de antes –Suspiró.
–Quizás pero yo tampoco. Estoy enamorado de mis recuerdos pero este nuevo Park me provoca intriga –Tomó otra vez su mano.
Ambos entrelazaron sus dedos y acarició suavemente su pulgar.
–Además tu esencia debe seguir siendo la misma –Sonrió mirando al cielo y cerrando sus ojos.
A lo que Jimin también contestó con una sonrisa y apretando su mano.
–Me acosté con él, ¿no estás enojado por eso? –Preguntó contrariado.
–Todavía no somos nada. No podría molestarme por eso –Suspiró.
–Tengo que ir a casa, Yoon de seguro ya preparó la comida –Se levantó del asiento.
–¿Yoon? Supongo que será mas difícil de lo que creí –Sonrió mostrando sus blancos dientes.
Jimin tragó saliva. Se despidió de él y fue directo a su departamento. Jungkook se quedó un rato en la banca con los ojos cerrados. ¿No estoy siendo muy fácil frente a él? pensó Jimin.
Entró al departamento y vio que Yoongi tenía dos tazones de ramen preparados. Lo usual porque el mayor no era de estar preparando comida más elaborada.
–¿Arreglaste algo con él? –Preguntó mientras se sentaba.
–Algo así –Tomó unos palillos.
Ambos comenzaron a comer el ramen que había preparado el mayor. Debido a que Yoongi era el único que podía hacer un ramen tan delicioso.
Recibió un mensaje que iluminó su pantalla por completo.
Este es mi número.
JK
¿Cómo conseguiste este número?
No es difícil cuando conoces
al dueño de la compañía ;)
Entiendo…
Ven en la noche
Tengo algo que mostrarte
Miro de reojo a Yoongi. Esto se estaba volviendo cada vez más confuso. Quería ir pero también quería mantener su propia dignidad.
Estaba siendo una mierda con la única persona que lo había tratado bien durante años. Mordió su labio y después siguió comiendo.
–¿Por qué tan afligido Jimin? –Preguntó limpiándose la boca con una servilleta.
–Jeon quiere que vaya en la noche –Agachó su cabeza.
El corazón de Yoongi se estremeció porque sentía que cada vez el pelinaranja se alejaba más de él.
–No veo el problema… ¿Aún lo quieres? –Pregunta.
–No es eso –Se quejó.
–¿Entonces que mierda quieres Park? –Con un tono de voz molesto.
–Yoongi, fue nuestro error –Elevo su tono de voz –No necesito que me estés regañando por lo que hago o no hago –Replicó.
–No lo hago. Lo único que quiero es estar contigo pero eres demasiado cabezota para darte cuenta –Objetó –O más bien, siempre lo has sabido pero finges no hacerlo –Se levantó de la mesa.
Park entonces se quedo solo en la mesa. Había hecho mierda una amistad por un viejo amor.