En HOMRA
Mikoto estaba en su habitación tumbado en su cama con los ojos cerrados aparentemente durmiendo, anna entro el cuarto y se sentó al borde.
- No iras a verlo mikoto?
- No es necesario. Además se vería raro que de repente fuera a verlo, como si fuéramos amigos.
- Pero una vez lo fueron, incluso algo mas.
- Anna - le dijo mikoto en tono de advertencia - El pasado es pasado y él dejo muy en claro las cosas.
Anna bajo la mirada, quería que mikoto y reishi fueran felices, a mikoto no le había importado que reishi fuera un alfa y lo amó pero reishi rechazo todo avance, diciendo que no estaría bien visto por que debían, preocuparse de lo que la sociedad dijera si ellos se amaban. No lo entendía todavía.
También le gustaría que saruhiko y misaki lo fueran. Si ella pudiera hacer que todos fueran felices..
Con Munakata.
-capitán esta seguro de que deba salir hoy, creo que es mejor que se quede mas tiempo en el hospital.
- Estoy bien awashima-kun además descansaré un tiempo en casa.
Seri le mando una mirada de que no le creía mucho.
- Como si no supiera lo adicto que es al trabajo.
- Creo puedo encargarme..
- Ni lo piense capitán, no le dejare tocar ningún trabajo así sea solo papeleo. - le interrumpió awashima.
Munakata suspiró sabia que no importaba cuanto dijera la mujer no iba a ceder.
- Pero y lo de rey incoloro..
- No se preocupe nosotros nos encargaremos, no dejaremos que se salga con la suya mucho menos después de herirlo.
- Entonces lo dejo todo en tus manos y en las de fushimi-kun.
Él confiaba en ellos así que no había problema, además awashima era una alfa que imponía mucho y los soldados le tenían mucho respeto.
Esa misma mañana usando sus influencias como rey azul y líder del Scepter 4 salio del hospital mucho antes de lo esperado. Salio con mucho cuidado y con algunos de sus miembros del Scepter 4 custodiándolo llegó a su casa sin problemas. Awashima le asignó algunos soldados para vigilar la casa en caso de que el tipo decidiera atacar otra vez.
Una vez en el silencio y tranquilidad de su cuarto se puso a pensar en los ocurrido, le alegraba haber podido salvar a totsuka-kun, esperaba que a raíz de esto la relación entre ambos clanes mejorara.
Escucho toques a las puerta y pensando que sería algún soldado dio el permiso de pasar.
- Adelante
Se llevo una sorpresa al ver pasar a totsuka-kun junto a mikoto y anna que lo saludaron.
- Vaya que sorpresa.
- Lamento interrumpir su descanso. - anna se le acerco con totsuka y mikoto se quedo en la puerta.
- Oh no pasa nada, y que bueno que te encuentras bien tatara-kun.
- Vine para agradecerle lo que hizo por mi king blue.
- No te preocupes era mi deber.
- reishi mejorate pronto. - dijo anna entregándole un presente.
- gracias anna.
- heh no te preocupes anna mala yerba nunca muere verdad munakata?.
- hmp ciertamente, tú eres un muy buen ejemplo de ello. - mikoto rió suavemente.
- awashima y fushimi-kun se están encargando de encontrar al atacante pero creo que deberías quedarte en homra totsuka-kun, por tu seguridad.
- Nosotros nos haremos cargo de eso, preferirá que ustedes los azules se alejaran de esto.
- Creo que eso debería decirlo yo, dado que fui quien salio herido. Pero ya que estas interesado en encontrarlo te propongo una tregua, suoh.
- Por que debería aceptar?
- los dos clanes buscamos lo mismo, a él. Además podría ser una oportunidad para hacer las pases.
- ahh lo de la tregua esta bien, pero que quede claro munakata esta ciudad solo necesita un alfa: Yo. Así que si quieres que dejemos de pelear tendrás que rendirte ante mi.
- eres imposible realmente. - suspiro.
- mikoto. - totsuka lo miro reprobatoriamente y cruzo los brazos. Mikoto le sostuvo la mirada luego de un tiempo suspiro rendido. Para nadie era un secreto que totsuka era el omega de mikoto, aunque a él le doliera así eran las cosas y así debían ser.
- esta bien haremos la tregua y nuestros clanes no pelearan nuevamente - dijo con cansancio y resignación.
- perfecto. - sonrió complacido, era muy interesante ver como el gran alfa suoh mikoto cedía ante un omega, gracioso incluso.
- esa sonrisa que estas poniendo me da escalofríos.
Rió suavemente.
- les invitaría a tomar té pero me temo que no puedo pararme mucho de la cama, no debo hacer esfuerzos.
- no se preocupe, solo vinimos a agradecerle, no es cierto mikoto - le dio una sonrisa suave.
- si.. Gracias por salvar la vida de totsuka, te debo una.
- creeme que lo recordaré.
Fue el turno de mikoto de reir suavemente. Una vez se despidieron salieron de la casa.