-¿Cómo estas hoy Minseok?- un hombre con bata blanca le pregunto al chico pelinegro que estaba sentado frente a él.
-Bien, supongo.
-Me dijeron que la gente te tiene miedo Minseok.
-Lo sé.- el chico comenzó a jugar con las pulseras de su muñeca, desinteresado.
-¿Sabes quién te tiene miedo?
-Joonmyeon.
-Él es… ¿Tu hermano menor?
-Sí.
-Y ¿Por qué te tiene miedo tu hermano?- el chico dejo de jugar con sus pulseras para mirar al hombre directo a los ojos.
-Porque le hago daño, lo lastimo y mucho.
-Me podrías comentar ¿Cómo lo lastimas?- el hombre se sentó correctamente manteniéndole la mirada al pelinegro frente a él.
-Eso es fácil.- sonrió ladino.- le entierro agujas o simplemente lo golpeo, pero hay veces que no puedo hacerlo porque mis padres me encierra en mi cuarto por las noches.
-¿Tienen miedo de que lastimes mucho a Joonmyeon?
-Sí.
-Y ¿Lo harías Minseok?
-Sí.
-Ya veo… Y ¿Qué harías? O ¿Cómo lo harías?
-Lo apuñalaría con algún objeto.- el doctor analizaba todos los movimientos del chico y también sus expresiones faciales, pero le sorprendía que se mantuviera tan serio en su relato.
-¿Por qué por las noches?
-No me gusta la noche.
-De acuerdo. Bueno, eso es todo por hoy Minseok.- ambos se levantaron de los sofás.- te estaré esperando la próxima semana, ahora vamos a fuera que tu madre debe estar esperándote.
Ambos salieron de la oficina encontrándose con la madre de Minseok. Está al verlos se acercó rápidamente a ellos.
-Doctor Oh, ¿Cómo está progresando mi hijo?- la angustia se podía ver reflejada en el rostro de aquella mujer.
-Lamento decirle que no es mucho el progreso, pero para la próxima semana le tendré un informe señora Kim.
-Muchas gracias.- la mujer abrazó al doctor y luego tomo del brazo a su hijo.- Hasta la próxima semana.
-Adiós señora Kim, adiós Minseok.- el chico no respondió y solo corrió la mirada.
La mujer junto a su hijo de 17 años; Kim Minseok, salieron de la consulta rumbo a su casa que no se encontraba tan lejos de aquel lugar.
-Hijo ¿Qué te dijo el doctor Oh?
-Nada interesante.
-Sabes que hacemos esto por tu bien, no es normal que agredas de esa manera a tu hermano, a los demás chicos o incluso a los animales. Necesitas ayuda psicológica hijo.
-Esto no me ayudara en nada, ¿Por qué no simplemente te deshaces de mí? Después de todo Joonmyeon y yo no somos tus verdaderos hijos.- la mujer detuvo su andar y tomo con ambas manos la cara del chico.
-Sabes que tu padre y yo los consideramos nuestros hijos a pesar de que no hay lazos sanguíneos. Tu sabes que yo no puedo tener hijos, pero el destino los puso en mi camino esa vez que los encontré a ambos cuando eran tan solos unos niños, no me arrepiento de haberlos adoptados Minseok así que no vuelvas a decir que me deshaga de ti.
-Está bien.
-Tranquilo.- besó su frente.- saldremos de esta juntos.
Siguieron caminando en silencio, el cielo poco a poco se volvía más oscuro dando a entender que ya era tarde. Llegaron a una pequeña casa y al entrar vieron al padre de Minseok sentado viendo la televisión, la cual apago al verlos.
-¿Cómo les fue? ¿Qué les dijo el doctor?
-No muy bien, dice que Minseok no ha progresado mucho.- el hombre suspiro en desilusión.
-Minseok, no nos daremos por vencidos, yo sé que podrás mejorar.- dio pequeños golpecitos en el hombro de su hijo y luego lo abrazo, pero no fue correspondido.
-Minseok, ve a ponerte el pijama en lo que yo preparo la cena.- el chico sin decir nada subió lentamente las escaleras y al llegar al pasillo del segundo piso se encontró con Joonmyeon; su hermano menor de 15 años. Este al verlo se apartó de su camino y desvió su mirada asustado.
Minseok simplemente sonrió de medio lado y siguió su camino a su habitación. Ya dentro de esta, se dejó caer al suelo y abrazo sus piernas escondiendo su cabeza en medio de estas.
Se quedó en esa posición unos minutos para después levantarse, acercarse a su ventana y la abrirla. Una pequeña ave se paró en el marco de la ventana y antes de que pudiera volver a volar, él la agarro con sus manos.
El ave, desesperada en escapar, picó la mano de Minseok causándole una herida. Él la miro detenidamente y luego con una mano libre abrió su cajón sacando de la parte del fondo de este una caja donde tenía todas sus agujas. Presiono el ave contra su escritorio para inmovilizarla y comenzó a darle varios pinchazos con la aguja que había tomado, al ver como pequeña ave sufría decidió dar fin a su dolor y dejando la aguja de lado tomó su tijera y de un rápido movimiento la clavó en el pequeño animal, causando su muerte.
Al quitar la tijera incrustada del cuerpo del animal, su sangre comenzó a esparcirse por el escritorio. Y antes de que pudiera seguir manchando, la arrojo por la ventana. Tomo un trapo cualquiera limpiando sus manos y luego el escritorio. Salió de su habitación y fue al baño para poder lavar como corresponde sus manos y quitar todo rastro de sangre, tomo el mismo trapo y lo mojó un poco para también poder limpiar del escritorio la sangre seca.
Cuando todo estuvo según él, normal, se cambió de ropa a algo más cómodo y se sentó en su cama con la mirada fija en sus manos. No podía entender por qué no sentía nada después de haber matado a un pequeño ser indefenso, no había sentimiento alguno.
Pude que a todos le suene demente, pero a Minseok le causaba cierto placer ver el dolor que causaba en los demás. Escuchar los gritos de súplica, el llanto, el miedo reflejado en sus rostros, dejaba casi satisfecho a Minseok. Y ¿por qué digo casi?, porque su meta es el matar a la persona a la que lastima, pero nunca lo ha conseguido debido a que siempre es interrumpido.
Todos sus raros pensamientos fueron interrumpidos por el grito de su madre que lo llamaba para cenar. Salió de su habitación y bajo al primer piso sentándose en su lugar sin decir ninguna palabra. Todos conversaban alegremente, excepto Minseok, él se encontraba comiendo con la mirada en su plato sin levantarla en ningún momento, ni siquiera cuando le preguntaban algo.
Termino antes que el resto y se levantó dejando el plato en la lavavajilla para volver a subir a su habitación. Se acostó nuevamente en la cama y puso su brazo sobre su cara para taparla de la luz de la lámpara del techo. Aun podía sentir levemente el olor de la sangre y se preguntó el porqué, así que se levantó y se dio cuenta que el trapo seguía sobre el escritorio junto a la tijera que aún tenía sus puntas manchadas. Limpio el objeto con dicho trapo y luego lo tiro a la basura que mañana sacaría.
Se cubrió con el cobertor y se dispuso a dormir, fueron más o menos 15 minutos en que conciliara el sueño. Sueño que no alcanzo a durar más de 2 horas debido a una pesadilla diaria que tiene hace 10 años. Siempre lo mismo, un hombre (más específicos, su padre biológico) abusaba sexualmente de él cuando solamente tenía 7 años, además de golpearlo e insultarlo.
Se sentó asustado y abrazo sus piernas. Como deseaba que solo fuese una pesadilla, pero no, eso en verdad sucedió y su mente se lo recordaba todas las noches. El miedo le bloqueo todo racionamiento y sacó de su cajón la misma caja donde estaban sus agujas y otras cosas más, y tomo una pequeña navaja.
Se levantó de la cama, sacó un pedazo de cuerda que guardaba debajo de esta, y salió de la habitación hacia la de Joonmyeon que se encontraba al lado. Abrió la puerta lentamente y lo vio durmiendo en su cama, se acercó a paso lento hasta quedar al lado de él y tomando el cobertor que lo cubría, despacio se lo quito completamente. Juntó ambas manos del chico y sin despertarlo, lo amarro a la cabecera.
Al igual que con el ave, lo miro detenidamente. Saco de su bolsillo la pequeña navaja y la acerco a la piel expuesta de sus piernas, ya que Joonmyeon estaba con short. Hizo un pequeño corte, Joonmyeon se quejó en sueño. Luego otro más, se volvió a quejar. Ya en el tercer corte despertó y al verse atado y a su hermano a un costado con una navaja en sus manos lo alarmo.
-¿Qué estás haciendo?- Minseok lo miro notando el susto en sus ojos, y le gustó, por lo que no contesto y siguió en lo suyo.- ¡Ahg!- esta vez se quejó más alto ya que Minseok profundizo un poco más los cortes en sus piernas.- Hermano, detente por favor.
Nuevamente no dijo nada, así podía escuchar los sollozos de su hermano. Joonmyeon comenzó a moverse para que su hermano lo soltara y eso lo irritó de sobremanera por lo que en vez de cortar nuevamente su piel, clavo la navaja en su pierna derecha a lo que Joonmyeon grito alto. Quito la navaja y antes de que pudiera volver a clavarla en la otra pierna, su hermano lo pateo haciéndolo caer de espalda al suelo.
-¡Mamá!- tiraba de la cuerda tratando de liberarse.- ¡Mamá!- esperaba que lo oyeran para que lo ayudaran, pero no pudo gritar por tercera vez ya que Minseok se sentó sobre él comenzando a ahorcarlo para que se callara.
Hizo más presión en su agarre con toda la intención de dejarlo sin aire, no le afecto el llanto silencioso de Joonmyeon o sus ojos de súplica. Al parecer estaba funcionando, porque su hermano ya no se movía con tanta desesperación para que lo soltara como antes y ante eso sonrió de una forma perturbadora al estar cumpliendo con su objetivo, matar a Joonmyeon.
Escucho un grito ahogado y luego fue quitado de encima de su hermano. Trato de volver hacia el chico que se encontrada tosiendo desesperadamente, pero su padre lo tenía sujeto contra el suelo y con sus manos en la espalda.
-Minseok detente.- se removió para que lo soltara.- hijo, reacciona por favor.- logro soltar una mano y alcanzo la navaja que se encontraba tirada en el suelo, se dio la vuelta rápidamente y le hizo un corte al brazo de su padre consiguiendo que este lo soltara. Se volvió a levantar y se acercó hacia donde estaba su hermano junto a su madre con la navaja en mano, pero antes de poder llegar a ellos sintió un pinchazo en la curva de su cuello y automáticamente se desplomó cayendo en los brazos de su padre.- con esto podrás descansar, hijo.- luego de eso todo fue negro.