-Jisung Pov-
Mire aburrido como mi madre arreglaba el moño de mi camiseta. Tuve que alzar un poco el rostro para mirarle la cara, ella tenia aquella mirada de concentración. Solté un suspiro.
–Madre, creo que ya esta bien. –Dije tratando de alejarla un poco, ella soltó una carcajada–
–Lo siento mi niño. Es que estoy mas nerviosa que tu.
Mi madre vestía su uniforme de enfermera y su cabello recogido. Ella es una mujer muy bella, en realidad la poca belleza que tenia se la debía a ella, pero desde que mi padre había muerto hace un par de años ella se centraba mas en su trabajo y menos en su imagen. Lo cual algunas veces me ponía un poco triste, pero ese es otro tema.
–No estoy nervioso, madre. –Mentí mirándola de reojo–
En ese momento tome el morral y me lo coloque encima, trate de huir de mi madre bajando las escaleras rápidamente.
Lo siento por no haberme presentado antes, soy muy olvidadizo. Mi nombre es JiSung, Parck JiSung, tengo trece años , acabo de salir de la escuela y hoy es mi primer día en mi nuevo instituto. ¿Apoco no es divertido?. Nota el sarcasmo.
Bien, si estoy un poco nervioso, no te voy a mentir. No conozco absolutamente a nadie en este nuevo instituto ni nada por el estilo. Gracias a los cielos no conocía que ninguno de mis compañeros fuesen a ir a aquel instituto, igual si alguno de ellos fuera no cambiaria en nada porque todos me caen mal. Y no, no es juego, en serio todos me caen mal.
Aun con todo el rollo del nuevo instituto trato de mantenerme tranquilo.
–¿Estás seguro que no quieres que te acompañe? –Pregunto mi mama ya llegando a mi lado–
–No ma. Estaré bien ¿Si?. –Le di un abrazo rápido– Ya me tengo que ir o se me hará tarde, igual a ti.
Pude sentir como ella suspiraba , yo no quería ponerme sentimental en aquel momento así que decidí irme lo mas rápido posible.
–¡Llámame en la noche! –Grito ella–
–Te lo prometo– Le dije sonriendo para cerrar la puerta–
Camine rápidamente hasta la parada de buses que quedaba cerca de mi casa, no quería que mi mama se arrepintiera y le dieran las ganas de acompañarme al nuevo instituto, lo cual seria un poco vergonzoso y no me digan que no. Llegue y me senté en la banquilla, odiaba ser tan pequeño puesto que mis pies quedaban guindando. Solo me limite a esperar allí el autobús que me llevaría al nuevo instituto.
Mi madre me había inscrito en le instituto “Neo Culture Technology”, este era un instituto solo para hombres y según las lenguas de las personas uno de los mejores de mi ciudad. La verdad me daba igual donde tendría que estudiar, en cualquier lugar siempre seria el mismo chico enano aburrido, claro que tuve que fingir emoción cuando mi madre me dio la noticia, me gusta verla sonreír.
¿Ya les dije que mi uniforme es una total mierda?. Es una miserable camisa de botones color gris -como mi alma- con un moño azul oscuro , unos pantaloncillos marrones mas arriba de las rodillas y unas medias altas blancas. Era tan aburrido como yo.
Si, soy demasiado aburrido. No tengo algún talento, algo que hacer o que me haga diferente a los demás, no canto, no dibujo, no soy manitas, bueno. Soy aburrido con el tiempo se darán cuenta.
No tardo mucho en que el autobús llegara, fue bastante rápido, entre pague mi asiento y me senté junto a la ventana. Y allí voy, hacia el instituto, hacia mi destino. La verdad, en el fondo , muy en el fondo, espero hacer amigos, unos amigos de verdad, nunca tuve unos, es que como les dije las personas me caen mal. Sacudí un poco mis cabellos negros, era muy pronto para preocuparse de esas cosas, aparte que tampoco quiero ilusionarme.
El autobús se detuvo en la parada del instituto y baje rápidamente. El frente era de un color negro con dorado, algunos chicos entraban en el instituto , algunos animados y otros con fastidio.
Entre en el viendo todo a mi alrededor. Algo que note inmediatamente fue que algunos chicos utilizaban pantalones largos y otro pantaloncillos, maldije a mi madre internamente por hacerme usar pantaloncillos cuando también se podía utilizar pantalones largos. Seguí caminando hasta que vio un tumulto de chicos al frente del instituto como tal.
–Los de primer grado por aquí –Decía un chico de cabellos castaños con una potente voz–
Me acerque hacia los otros chicos los cuales murmuraban cosas entre si emocionados, hice una mueca. Ya todos me caían mal.
¿Ven de lo que hablo?. Soy bien asocial.
–Bueno chicos. –Volvió a hablar el chico– ¡Bienvenidos a NCT!. Yo soy Johnny , el presidente estudiantil. Mi deber es darle las reglas básicas. Primero , se prohíbe la entrada de drogas, armas y sustancias alcohólicas al instituto. Segundo, esta prohibido ir hacia las canchas durante la hora de receso. Y tercero y por favor no cometan nunca ese error, ¡No vayan a quejarse con el Director!, cualquier queja que tengan solo vengan a donde estoy yo que con gusto los ayudare.
Oi todo en silencio, los chicos a mi alrededor murmuraban cosas emocionados. Rodé los ojos y vi al tal Johnny ese examinando a cada uno de nosotros con una sonrisa. Parecía un niño pequeño eligiendo un dulce, créanme cuando les digo que sentí un poco de miedo al ver al sujeto así.
–Ahora, síganme. –Dijo este yendo al frente–
Todo el grupo lo siguió , quede atrás muy rápido, todos se adelantaban. Odio ser tan pequeño, de tantas cosas que pude haber heredado de mi padre, heredo su altura pequeña. Tuve que estirarme un poco para ver a donde los llevaba el presidente estudiantil. Llegaron a una sala con un gran escenario , parecía una de esas salas de teatro que habían en cualquier instituto. Allí estaba todo el instituto viendo a un sujeto que estaba parado con un micrófono en el escenario. La sala se veía como una mancha gris , una mancha gris triste.
El tal Johnny les hizo señas al grupo para que se sentaran. Un poco incomodo trate de pasar entre los asientos y luego de maldecir internamente una docena de veces me pude sentar en uno.
–¡Y aquí llegan los de primer curso! –Dijo el tipo del escenario resonando su voz en todo la sala de una forma molesta– Muchas gracias a Johnny, su presidente estudiantil.
Ahí fue cuando entendí que aquel tipejo era el director.
–Que idiota. –Escuche que dijo un chico que estaba sentado delante de el–
–¡Solo espero que este año sea satisfactorio para ustedes, así que mucha suerte alumnos!. ¡Den lo mejor de ustedes!
Todos los alumnos soltaron una queja en coro para luego aplaudir aburridamente, excepto Johnny que aplaudía enérgicamente con una sonrisa. No tenia que ser adivino para saber que aquel chico era un chupamedias de primera.
Vi a mi alrededor, todos comenzaban a salir, me queje muy alto. Me levante y con la misma incomodidad que entre, me salí de aquel lugar.
–¿Por qué carajos hacen estos asientos tan juntos?-Murmure–
Le agradecí al cielo cuando pude salir de aquella sala, se estaba ahogando en tanto gris. Gire la cabeza, ya no sabia a donde debía ir. Mierda .
–¡Los de primer año, sus aulas están por acá! –Grito de nuevo Johnny, haciendo que me dieran ganas de vomitar–
Vi por el pasillo contrario al de Johnny como los chicos se iban. Note inmediatamente como un chico cargaba en su mochila una pelota transparente y como esta al chocar con alguien se callo. Camine rápidamente y la agarre, adentro de aquella pelota había un muñequito negro con un gran lazo rosa , ¿Quién carajos guinda esto de su mochila?. No acostumbro a ser una buena persona, pero algo dentro de mi dijo que devolviera aquella extraña pelota.
¿Ya les dije que el uniforme es una mierda, no?, todos los chicos lucen exactamente igual. Con mucha dificultad encontré al chico ya que tenia una mochila verde. Camine rápidamente y le toque la manga de la camisa, el chico era mas alto que yo.
–Disculpa. –Dije y el volteo–
Tenia el cabello marrón y ojos mas rasgados de lo normal. Me miro extraño.
–Se te callo esto. –Le enseñe la pelota transparente y el chico abrió los ojos sorprendido–
–¡Oh dios mio es Suzy!. –El chico agarro rápidamente la pelota y se la pego al pecho– ¿Se me había caído?
¿Acaba de llamar a aquella cosa Suzy?.
Asentí en silencio. El chico agarro con fuerza la pelota transparente y me dio una inclinación lo que me hizo sonrojarme un poco, ah , me sentí avergonzado que decirles.
–Umh, bueno, ya me tengo que ir, un gusto, adiós. –Dije rápidamente mientras salía corriendo hacia donde se habían ido mi grupo–
–¡Oye niño gracias, te debo una! –Oí que grito el mismo chico, pero no voltee–
No tarde mucho en encontrar de nuevo al grupo, Johnny les estaba indicando los salones del primer grado. Me busco en la lista y entre en mi salón.
No paso gran cosa en aquella clase, paso lo que sabia que iba a pasar.
Entre, me senté saque mi cuaderno, me presente, me volví a sentar y ya. Agradecí cuando sonó la campana y por fin pude salir de aquella habitación tan aburrida.
Llegue al comedor, era un espacio bastante grande, como dos canchas de básquet juntas, habían como cuatro docenas de mesas con banquillas repartidas por todo el lugar. Casi todos estaban en grupos, los de primer grado se habían agrupados todos juntos en tres mesas. Aun habían mesas vacías, lo cual era absurdo. Me dirigí primero a la cafetería a comprar mi sándwich de queso y una coca-cola, también compre chicles de mora, por si acaso.
Me senté en una de las mesas vacías, y abrí mi coca-cola, amaba la coca-cola. Estaba apunto de darle una mordida a mi sándwich, el cual lucia delicioso, pero algo me quito la luz. Mire hacia delante y allí estaba un tipo alto, créanme, era súper alto. Media como dos metros queseyo. Era un gigante.
–Oh pero mira que tenemos aquí. Un niñito perdido.
Su cabello era marrón oscuro y tenia una mandíbula cuadrada. Aquel tipo trataba de asustarme, pero no. Lo mire con mi típica cara de poker y le di un mordisco a mi sándwich.
–¿No vas a decir nada pequeña lagartija? –El chico soltó una carcajada– ¿Acaso quieres una lección de bienvenida?
–No, pero gracias por la propuesta. –Dije con una sonrisa fingida–
Mala, muy mala decisión aquella.
Sentí como era levantado por la camisa y me encontré con la cara de aquel chico muy cerca de mi. Sus ojos eran casi negros, bien , ahora si me sentía un poco intimidado.
–¿Te haces el graciosito niñito?. ¿Sabes lo que hago con los niños que se hacen los graciositos?.
–Suéltalo Kris, el esta conmigo.
El chico volteo su cara y con una mueca me soltó haciendo que cayera de culo a la banca , y que mis nachas dolieran. El tal Kris ese soltó un gruñido, me miro con odio y se alejo.
Mire a quien había salvado mi trasero.
¿El chico de la pelota de plástico?.
Este se sentó al frente de mi con una sonrisa gatuna.
–No tuviste que haberte sentado solo, a Kris le gusta molestar a los niños nuevos siempre–Dijo el chico alzándose de hombros. Me di cuenta allí que no era coreano– Por cierto, mi nombre es ChenLe. No dejaste que me presentara esta mañana.
–Si, umh, lo siento. –Me rasque mi brazo– Soy JiSung. No tuviste que hacer eso yo..
–Nel. Recuerda que te dije que te debía una–Se rio un poco– Además, fuiste muy valiente enfrentándote al Kris. Me caíste muy bien, por ello te enseñare lo que tienes que hacer para sobrevivir en esta porquería.
–Sabia que era una porquería. –Dije y ambos reímos–
–Chino, ¿Dónde carajos estabas?. Te estaba buscando por todo el comedor.
¿Otro mas?. Dirigí mi vista hacia el dueño de aquellas palabras encontrándome con un chico mas alto que yo –como todos en este instituto- , ojos pequeños y una nariz prominente. El me miro y luego miro a ChenLe, hizo esto como tres veces mas.
–Estaba aquí con nuestro nuevo amigo JiSung , narizota.–Dijo ChenLe haciéndole gestos al mas alto para que se sentara–
Algo inconscientemente se removió dentro de mi. Oh dios mío, me había llamado amigo.
El recién llegado se sentó y me dirigió una sonrisa.
–¿Nuestro nuevo amigo, eh?. Un gusto JiSung, soy Jeno.
–El fue el niño que te dije que rescato a Suzy esta mañana. –Dijo ChenLe animadamente como un niño pequeño– Iré a comprarme unos churros, ya vuelvo, no me extrañen.
ChenLe se levanto y le revolvió al cabello a ambos. Sonreí adentro de mi, aunque por afuera siguiera comiéndome mi sándwich de queso. Jeno volteo a mirarme,
–¿Así te ganaste su cariño? –Pregunto divertido Jeno a lo cual asentí–Oye, no te sientas incomodo.
–Lo siento, es que no soy de muchas palabras. –Dije un poco apenado–
–Ya me di cuenta, tranquilo. Caíste en las mejores manos de NCT –Dijo Jeno quitando su pulsera y jugando con ella– ¿Cuántos años tienes?
–Tengo trece. ¿Y tu?.
–Tengo dieciséis. ¿Eres nuevo? –Asentí– Adivino, Kris te estaba molestando.
–Amh, si, el tal Kris ese.
Jeno seguía jugando con su pulsera, me di cuenta de que eran de huesos redondos con cuencas negras. Me antoje de una de esas.
–Siempre hace lo mismo.
–Me paso una vez en el colegio, le di al tipo en los huevos.
Confesé alzándome de hombros. Había sido cuando tenia diez años, un niño de ultimo grado trato de quitarme mi dorito, le di una patada en los huevos, llamaron a mi madre, fue un drama. Pero nadie trataba de quitarme mi dorito y salía sin nada.
–¿Hablan de huevos? –Llego ChenLe con sus churros , Jeno se estiro y le quito uno. El Chino me ofreció uno a o cual acepte–
–Deja de ser tan puto. –Jeno se rio comiéndose su churro–
–Ah, de esos huevos. –El chino hizo una mueca–
–Si quieren puede tomar de mi coca-cola –Ofrecí. ChenLe tomo un poco, luego se lo paso a Jeno–
Jeno dejo un momento su pulsera para tomar de la bebida, ChenLe volvía a comer su churro con alegría.
La verdad es que si me caían bien, no tan bien, pero no tan mal como todos. Quizás si podía socializar son ellos.
–Odio los primeros días de escuela, todos parecemos un gran vomito de pájaro. –Opino el mayor viendo el comedor. –
–Justamente estaba pensando lo mismo. –Se le unió ChenLe–
–A veces es lindo ser un vomito de pájaro. –Dije aguantando la risa–
Me dio un ataque de risa repentino contagiando a ChenLe y a Jeno. Nuestra risa paro cuando la campana sonó avisando que el receso había terminado. Los mire y ellos se estaban secando unas lagrimas gracias a la risa.
–Bueno. Ya es hora de irnos. –Dije un poco desanimado–
–Tranquilo pequeñin.
ChenLe se levanto y sorpresivamente me abrazo.
Sin mentirles, me sentí muy bien, nunca nadie había hecho algo así.
–Espéranos a la salida en la entrada.
Dijo Jeno revolviéndome el cabello, si fuera otra persona me hubiese molestado pero sentía que con ellos era diferente, que iba a ser diferente. Ellos se despidieron de mi muy animadamente.
Me dirigí de nuevo a mi aula para ver la siguiente clase. De nuevo no paso mucho, solo leimos algunos libros y nos mandaron a investigar sobre uno temas.
Al salir de clases camine hacia la salida. Allí se encontraba Jeno pegado de la pared mascando chicle de mora, el mismo que yo había comprado en la cafetería, a su lado estaba ChenLe el cual estaba jugando con su DS verde el cual tenia brillitos, el también estaba mascando chicle. Jeno fue quien se dio cuenta de mi llegada y me sonrió. Su sonrisa era hermosa, de verdad, hacia que sus ojos casi ni se vieran.
–Ya llego el pequeñin. –Aviso el haciendo que ChenLe levantara la vista de su DS con una sonrisa–
–¡Hola JiSung! ¿Quieres ir a jugar a la sala de juegos? –Pregunto–
–Uhg, chicos no traigo tanto dinero yo..
–Shh, nosotros tampoco. Ven, camina .
Me había gastado todo en la cafetería y no había traído mas dinero. ChenLe y Jeno parecían despreocupados, el mayor paso un brazo por encima de mi hombro y otro por el hombro de ChenLe.
–Los padres de ChenLe tienen una sala de juegos. Siempre vamos allí gratis.
–¿No seria un poco abusivo? –Pregunte arrugando mi entrecejo–
Los tres caminábamos animadamente por la acera. ChenLe me había dicho que no importaba, que por ir de vez en cuando sus padres no quebraban. Mientras íbamos avanzando ellos iban hablando tonterías sin cesar y yo opinaba de vez en cuando. Yo soy un chico de pocas palabras por lo cual siempre incomodaba a las personas, pero a ellos no parecía importarles, parecía que lo entendían. Ambos me trataban bien y hacían preguntas para que me incluyera en la conversación. Ya me estaba encariñando con ellos.
Caminamos algunas cuadras hasta llegar a un establecimiento con un gran cartel rojo de colores al frente. Había visto el establecimiento algunas veces que iba a comprar algo al centro de la ciudad pero nunca le había prestado la mínima atención. Mis nuevos amigos sonrieron y yo no pude evitar hacer lo mismo cuando vi que las luces se reflejaban en sus ojos.
–¡Taran! –Exclamo ChenLe–
El chino comenzó a exhibir el establecimiento modelando de un lado a otro haciéndonos reír. Jeno me dio un codazo y los tres entramos.
Casi se me cae la mandíbula al ver la cantidad de juegos que había. No recordaba la ultima vez que había entrado a un sitio como ese, pero si se que fue hace mucho tiempo. Las luces de cada juego parpadeaban alumbrando todo, había algunos niños corriendo de aquí para allá con sus padres. Otros hacían ruidos raro mientras jugaban.
Jeno y ChenLe se acercaron a la caja donde había un chico con una linda cara atendiendo, yo los seguí. La verdad es que era el menor y el mas bajo de el trió, mi cabeza llegaba al hombro de ChenLe y la cabeza de ChenLe llegaba a la boca de Jeno. Nos veíamos graciosos había que admitirlo.
Volviendo al tema. Donde estaba al chico de la caja , atrás habían muchas cosas, no pude reparar en todas ellas, habían llaveros, peluches, fotos, accesorios , y mas, cada uno tenia un numero abajo. Asumí que aquellos eran los premios.
–¿Qué tranzas? –Dijo el chico de la caja riendo viendo al par para luego fijarse en mi– ¿Y quien es este lindo niño?
–Que onda Bacon, este es nuestro nuevo amigo JiSung. –Me presento ChenLe con una sonrisa– Pequeño, este es el encargado de esta sucursal, Baekhyun o Bacon.
–Umh, Hola–Dije levantando una mano–
Baekhyun soltó una risita y se estiro un poco para apretar una de mis mejillas . Jeno le dio en la mano negando con la cabeza.
–Dejalo Baek, el es un niño especial. –Jeno me miro con cariño y me sonroje un poco– Danos treinta fichas, hoy daremos un gran maratón.
Baek asintió y saco de abajo un tarro con muchas monedas de oro, no pude evitar acercarme a verlas de cerca tal cual niño pequeño. Oi como ChenLe le murmuro a Jeno que era muy tierno a lo cual me volvi a sonrojar. Baekhyun saco exactamente treinta monedas de aquellas y se las dio a Jeno. Este las metió en su bolsillo e inclino la cabeza hacia Baek.
–Ya es hora. ¿Con que comenzaremos primero?
**
No recordaba cuando había sido la última vez que me había divertido tanto , de verdad, habíamos probado cada una de las maquinas traga fichas de aquel lugar. Había jugado a una donde se tiraban las pelotas , yo gane en ese. Había jugado otro donde un ratón tenia que comer mucho queso, ese lo habia ganado ChenLe. En fin , habíamos jugado muchos mas , consiguiendo muchísimos tickets.
En ese momento estábamos jugando un juego que incluía pistolas donde había que matar a unas babosas que aparecían en la pantalla. Jeno y yo llevábamos casi el mismo puntaje, variaba muy poco, ChenLe gritaba cuando yo o Jeno le quitábamos alguna babosa.
Jeno tenia una sonrisa en el rostro, ChenLe seguía gritando arrugando su entrecejo. Yo tenia un poco la lengua afuera , una malacostumbre mía.
En una de esas babosas vi una super pequeña dorada, le dispare y la pantalla se puso negra para luego aparecer la palabra “Winner” en rojo brillante en ella. Los tickets comenzaron a salir de una manera descontrolada, mi boca se abrio un poco sorprendido, habia ganado.
–¿¡Mataste a la Babosa que vale 250 puntos?! –Chillo Jeno indignado–
–¡Gane yo! ¡Por fin gano algo en mi vida!. Gracias, gracias a mi mama, a mi papa, a mi abuelita, a bob el constructor, a barney , a las figuras andantes, a las hormigas , a-
–Ya wey, párale. Ha sido lo mas largo que has dicho pero ya.
No podía aguantar la emoción , realmente me sentía muy feliz. Comencé a dar saltitos con una sonrisa en mi cara, Jeno al verme me dio un abrazo y comenzó a dar saltitos conmigo, parecíamos retrasados. ChenLe recogió los tickets y los junto con los otros que habíamos ganado en los otros juegos. Tenian aproximadamente como trescientos tickets. ChenLe nos vio y sonrio.
–¿Quieren ir a ver que nos ganamos? –Pregunto el chino–
Nos acercamos de nuevo a Baekhyun el cual nos miraba con las cejas alzadas. ChenLe le entrego los tickets con una sonrisa de ganador, aun Jeno me tenia abrazado, alce la mirada y lo vi con la misma sonrisa. Baekhyun silbo
–Son muchos. –Dijo el encargado tomándolos todos–
–Cuatrosiento setenta , bacon. ¿Qué podemos agarrar?.
Baekhyun señalo unos cintillos de flores que tenían abajo el numero ‘450’ , también señalo un peluche de una oveja rosada que tenia el mismo numero, lo mismo hizo con un collar de color neon pegado al cuello.
Mire a ChenLe el cual tenia cara de pensativo mirando las cosas.
–Oye chancla. ¿No crees que JiSung deba elegir el regalo?. Después de todo el fue el que gano el ultimo juego.
ChenLe me miro analizándome, luego miro los tickets, luego miro a Jeno.
–No.
No sabia si sentirme ofendido o reírme de ello. Opte por reírme a lo cual Jeno me siguió. Baekhyun rodo los ojos. ChenLe por otro lado seguía examinando las cosas.
–¡Ya se!. Dame la corona de flores roja.
Yo , Jeno y Baekhyun arrugamos el entrecejo.
–¿En serio? –Dijimos los tres al unisonó–
–Ya cállense y denme la maldita corona.
Baekhyun le dio la corona y una pequeña chapita con una estrella.
–¿La chapa que? –Pregunte–
–Es por los veinte tickets restantes.
Me distraje viendo la chapa y en un movimiento rápido ChenLe me puso la corona encima. Yo arrugue el entrecejo e hice un puchero mirando hacia arriba.
–¡OMG QUE CUTEEEE! –Chillo Baekhyun aguantándose la nariz–
–Por favor no vuelvas a hacer eso. Sentí que mis sentimientos se movieron adentro de mi–Dijo Jeno aguantándose la cara–
–Sabia que te verías adorable–Aseguro ChenLe–
–¿Es mía? –Pregunte rascándome la mejilla. ChenLe asintió–
–Y la chapita también –Añadió Baekhyun–
–Es un regalo , por nuestro esfuerzo esta tarde. –Hablo Jeno acariciando su pulsera–
Me sonroje, de eso estaba seguro. Era un regalo, mas que un regalo era un recuerdo de aquella tarde. Les sonreí a ambos y ellos me abrazaron.
–Bueno, ya es hora de irnos. No me gusta utilizar tinte de noche –Hablo ChenLe–
No quise preguntar que iba a hacer, solo asentí.
Nos despedimos de Baekhyun y salimos de allí. Aun tenia la corona de flores en mi cabeza , ambos estaban a mi lado diciendo lo adorable que me veía haciéndome sonrojar mas, tenia tanto tiempo que no me sonrojaba tantas veces seguido. Me acompañaron a mi parada en donde agarre autobús, ellos estuvieron allí hasta que me subí a este. Sentado en mi asiento desde la ventilla los vi saludarme alegremente. Sonreí cuando los perdí de vista
Al llegar a mi casa no habia nadie, como se suponía tenia que ser. Mi madre tenia guardia por dos días, asi que no la vería. Subí a mi habitación rápidamente tumbándome en la cama , me quite la corona y mire las flores de un color rojo brillante.
Saque mi celular y tenia unos mensajes de mi madre, ya eran las cinco de la tarde y era un poco tarde. La llame.
–¿Hola mama? –Espere unos segundos–
<¡Mi bebe! –Me recibió ella con su alegre voz–. ¿A estas horas vienes llegando?>
–Si mama. Salí a jugar con unos amigos, perdón por no avisarte.
<Oh, entiendo. ¡Hiciste amiguitos, mira que chulada!>
Mire la corona de flores y no pude evitar sonreír.
–Si ma, al parecer si.