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Adicción por Suu-chii

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Notas del capitulo:

Bueno, hace mucho que no subo ningún fanfic, pero me he decidido a subir este después de un tiempo de tenerlo. Me apena subirlo porque ya no están los protagonistas en el grupo, pero me gustaría compartirlo con vosotr@s 

Kris estaba sobre mi, no sabía exactamente como habíamos terminado así. Besaba, lamía, chupaba y mordía con gula mi cuello y, con desesperación, me quitaba la camiseta.

-Aah, Kris...- jadeaba casi sin darme cuenta, pronunciando su nombre en susurros. Sentí como su mano se colaba por mis pantalones traviesa, curiosa. Tocaba mi pene por encima de los bóxers, casi con cariño. Si antes ya estaba excitado lo que sentía en ese instante era indescriptible.

-Tao, no sabes cuanto te deseo- gemí al escuchar esas palabras, la voz de Kris me parecía lo más excitante de este mundo, y más en este contexto.

No sé deciros en que momento me quedé totalmente desnudo gracias a sus manos, tampoco en que momento me cogió el miembro y empezó a acariciarlo de arriba a abajo, esta vez sin esa molesta prenda de por en medio. Por mi boca salían ruidos que no sabía que podía hacer pero que excitaban de sobremanera a Kris, cuyo miembro, atrapado en esos estrechos vaqueros que llevaba, se rozaba una y otra vez contra mi pierna.”

 

Toc, toc, toc. Unos golpes en la puerta me alarmaron. Cerré rápidamente el escrito taoris que tenía abierto y como pude pregunté quien era.

-ZiTao, la cena ya está lista, ve saliendo ya- y ahí estaba la voz de Kris, grave y ronca, como siempre. Tranquilicé mi agitado corazón y asentí a sabiendas de que no podía verme.

-Ahora salgo, gege.

-No tardes- acto seguido se alejó de la habitación, haciéndome suspirar. Revisé que había cerrado el fanfic y me levanté, comprobando que mi erección se había bajado. Salí de la habitación y me dirigí a la cocina, donde ya todos estaban sentados en la mesa. Me senté en el sitio de costumbre y sonreí al plato que estaba en frente mía.

-¡Huele delicioso!- exclamé en seguida.- ¡Buen provecho!- las risillas de mis compañeros inundaron mis oídos, acostumbrados a mi forma de ser.

-Buen provecho- contestaron todos empezando a comer. No me quedé atrás y pronto me había terminado la cena.

-¿A qué hora tenemos que despertar mañana, gege?- pregunté volteándome hacia Kris.

-Sería bueno que a las 6 am sonarán los despertadores, ZiTao. A las 8:30 tenemos que estar en la agencia, tenemos ensayo hasta las 11 y a las 12:30 tenemos una entrevista que durará aproximadamente media hora. Podemos comer y descansar hasta las 4 y a las 5 deberíamos estar de nuevo en la agencia. A las 7 tenemos que estar en un programa de televisión- finalizó suspirando al ver las caras cansadas que todos habíamos puesto, encogiéndose de hombros.- Lo siento chicos, es lo que hay. Lo bueno es que pasado mañana lo tenemos libre para poder hacer las maletas.

-¿Las maletas? ¿Nos vamos?- preguntó con curiosidad Lay. Todos suspiramos con resignación.

-Si Lay, lo dijimos la semana pasada, ¿te acuerdas?

-Ah si, cierto. A Corea, ¿no? Lo siento chicos, se me había olvidado.- Reí por su pésima memoria y me levanté con el plato en la mano.

-En ese caso es mejor que me vaya a dormir.

-Buenas noches- contestaron al unísono. Me esforcé en contestarles lo mismo y, tras dejar el plato en el fregadero, me aseé y me dirigí a la habitación que compartía con LuHan. Me puse el pijama y me metí en la cama, cogiendo el móvil para buscar de nuevo el fanfic que leía anteriormente. Bajé la página hasta donde lo había dejado, continuando con la lectura de inmediato.

 

-Kris... Más, por favor...- supliqué mientras movía mi pierna contra su miembro, intentando hacerle enloquecer. Mis manos se movían ansiosas sobre su espalda, tratando de buscar más contacto con su piel. Busqué los labios ajenos con los propios y le besé de forma hambrienta, desesperado.

-¿Qué quieres, pequeño?- me preguntó lamiendo mis labios sin cesar de mover la mano sobre mi miembro.

-A ti, te deseo a ti, por favor...- su otra mano se movió automáticamente hacia mi trasero, tanteando con los dedos hasta dar con mi entrada. Sabía que iba a doler, pero le necesitaba en mi interior ya. Presionó mi entrada hasta dar metido un dedo, sacándome un gemido de incomodidad, pero no de dolor.”

 

-Oh, Tao. Pensé que ya dormías- di un salto en la cama, sobresaltado por la presencia de Luhan, quien rió algo incrédulo.- ¿Qué diablos haces que te has llevado tal susto?

-Nada, nada. Ya estaba por dormirme...- intenté tranquilizarme, Luhan no tenía porque sospechar. Apagué la pantalla del móvil y lo dejé sobre la mesa.- ¿Ya vas a dormir tu también?

-Si, buenas noches pequeño.

-Buenas noches Luge- contesté cerrando los ojos. Al parecer esta tampoco sería mi noche. Poco después cerré los ojos, no enterándome de nada más hasta que la alarma sonó a la mañana siguiente.

Abrí los ojos despacio, parpadeando para intentar acostumbrar mis ojos a la luz que mi compañero ya había encendido.

-Yah Luge... La podrías haber dejado cerrada hasta que me despertase...- me quejé frotando mis ojos mientras me incorporaba en la cama.

-No te quejes tanto y levántate. Tenemos muchas cosas que hacer hoy- asentí de acuerdo e hice lo que me había dicho, dirigiéndome directamente al cuarto de baño y quejándome al darme cuenta de que ya había alguien.

-Puedes pasar, Tao. Yo ya termino- mi cabello se erizó al oír la voz de Kris al otro lado de la puerta. Sacudí la cabeza en negación y respondí tartamudeando al principio.

-N-No pasa nada, esperaré...- murmuré pateándome internamente por aquél fallo. No debía comportarme como un adolescente enamorado o me pillarían. Recé porque no se hubiera dado cuenta y esperé a que saliera del baño. La sonrisa que me dedicó al salir del baño me dejó planchado en el sitio, se había dado cuenta... Carraspeé y le deseé buenos días antes de entrar casi corriendo en el baño.

 

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Había superado la prueba. Pasé la mañana sin más accidentes, lo cual era bueno porque la mañana era cuando más susceptible estaba por la falta de sueño, así que, superada la mañana la tarde no tenía porque ir para nada mal.

Me relajé tras la comida, me senté en el sofá y cerré los ojos, estirando mis piernas fuera de este. Sentí que alguien se sentaba a mi lado y sospeché por el tacto que era Kris. Mi cuerpo se tensó con levedad, pero no le presté mucha atención y pronto volví a calmarme.

Claro que, esa calma no duró mucho tiempo, pues al cabo de un rato noté como una mano se posaba sobre mi muslo. Abrí los ojos, pero Kris no me miraba. Eché una mirada alrededor para comprobar que no había nadie y los volví a cerrar, intentando no pensar en la mano que ahora se movía con lentitud sobre mi pierna. Debía controlarme o tendría una erección solo por ese toque. Sus dedos se paseaban desde mi rodilla hasta casi mi cadera, haciéndome sentir incómodo. Abrí los ojos dispuesto a averiguar que se le había pasado por la cabeza, pero cuando lo hice me quedé confundido, no había nadie a mi lado. Me incorporé en el sofá y carraspeé al darme cuenta, no sin cierto reparo, que me había quedado dormido y que todo aquello había pasado en mi sueño. No había nadie en la sala y no había indicios de que alguien hubiera estado allí en, por lo menos, una hora.

-ZiTao- oí la voz de Kris al asomarse por la puerta del comedor, provocándome un ligero sobresalto.

-¿¡Es que acaso quieres matarme!?- exclamé exageradamente, llevándome una mano al pecho, provocando la sorpresa de Kris y, posteriormente, su carcajada.

-Ay Tao, que ocurrencias... ¿Qué hacías para llevarte tal susto?

-Joder, me acabo de despertar...- refunfuñé, acomodándome en el sofá.

-No te acomodes tanto y vístete que en media hora tenemos que irnos a la agencia- me fijé en la hora y asentí al darme cuenta de que eran ya las 4, por lo que me levanté del sofá y fui hacia mi habitación, sin poder saber que, una hora atrás, Kris había disfrutado de las reacciones que sus caricias provocaban en mi cuerpo.

 

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Cuando llegó la hora de viajar a Corea, no sé como me las arreglé para sentarme junto a Krisge, quien, como siempre, cogió sus auriculares y cerró los ojos tras asegurarse que estábamos todos bien colocados. Lay y Luhan se sentaron a nuestra izquierda, mientras que Xiumin y Chen iban montando escándalo justo delante nuestra. Suspiré suavemente y me permití observar el bello rostro de mi gege por unos segundos antes de sacar el ebook donde me había descargado el fanfic que estaba leyendo y me apoyé contra la pared del avión por si a Kris le daba por abrir los ojos y mirar lo que había en mi pantalla.

 

Solté un jadeo al sentir como metía un segundo dedo en mi y me mordí el labio, evitando soltar un gemido ante los movimientos de sus dedos en mi interior. Moví una mano hasta dar con ella el pecho del mayor, acariciándolo con ansias sin apartar la vista de la ajena.

-Dios, si... Más...

No protesté cuando su tercer dedo se incrustó en mi, pero si que gemí alto, sabiendo que estábamos solos en el departamento y nadie podría oírnos. [...]”

 

Para cuando conseguí terminar el fanfic ya estábamos a punto de llegar a Corea. Cerré el escrito y me aseguré de eliminarlo antes de suspirar y echarle una rápida mirada a Kris, quien todavía dormía. Ahogué un quejido en mi garganta y calculé el espacio que tenía para pasar sobre él y poder ir al baño sin despertarle.

-¿Tao?- caí sentado sobre las piernas de Kris cuando mi nombre pronunciado por los labios de Luhan, despertando al primero y haciendo que el segundo se sorprendiera.

-¡Auch! ¿Tao? ¿Qué pasa?

-¡Nada!- exclamé inmediatamente, levantándome deprisa de sus piernas y andando a paso apresurado hasta el baño del avión, suponiendo que ambos chicos tras de mi intercambiaban una mirada confundida.

Esperé sentando sobre el WC de aquél baño hasta que mi erección bajó, suspirando por no haber podido aliviarme y mojándome la cara con agua antes de salir de nuevo hacia mi asiento, al cual pude acceder fácilmente ahora que Kris estaba despierto.

-ZiTao, me preocupa tu actitud...- oí que decía a mi lado en voz baja, procurando no alertar a los demás. Fruncí el ceño y desvíe mi mirada hasta la ventana del avión, haciendo un gesto con la mano para restar importancia a sus palabras.

-No creo que este sea un buen lugar para hablar, YiFan- dije simplemente, sabiendo que su respuesta sería un asentimiento de cabeza.

 

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Cuando llegamos a Corea ya había una van esperando por nosotros, por lo que nos metimos en esta esperando llegar al piso que compartiríamos con el resto de integrantes de EXO. Mientras llegábamos, el mánager se dispuso a contarnos como nos las arreglaríamos allí.

-YiFan, tu te quedarás en la habitación de Kyungsoo y Jongin, Luhan con Chanyeol y Baekhyun, ZiTao se quedará con Joonmyeon y Sehun, y por último, Minseok, Jongdae y YiXing os quedaréis en la habitación de invitados, ¿entendido?- Tras un asentimiento de todos, nuestro mánager se apresuró a continuar.- Mañana tendréis el día libre, pero pasado tendréis que practicar por la mañana con EXO-K para aparecer con ellos en un programa por la tarde.

En cuanto terminó de hablar me volteé hacia Xiumin y Chen para intentar practicar un poco mi coreano hasta que llegáramos al piso, sabiendo que no era el único que quería hacer eso.

Los chicos nos recibieron con emoción y nos llevaron a cada uno hasta nuestras habitaciones. Dirigí una mirada hacia mi gege antes de seguir a Suho y a Sehun hasta la habitación que no me fue correspondida. Entré en esta llevando las maletas en mis manos, las cuales dejé al lado de la puerta para echarle un rápido vistazo a la habitación.

-¿Dónde dormiré?- cuestioné casi automáticamente al solo identificar dos colchones, mientras Suho me enseñaba donde tenía que colocar mi ropa.

-Oh, es que los colchones para vosotros aún no han llegado. Esperamos que lleguen esta tarde, sino dormirás en mi cama.

-¿Y tu?- cuestioné confundido.

-Conmigo- contestó con total con tranquilidad, como si aquello fuese totalmente lógico, aunque yo no fuera capaz de comprenderlo. Pero pronto mi cerebro colapsó y a mi mente llegó una pregunta que no me atreví a formular en voz alta: ¿con quién dormiría mi gege?- No te preocupes- oí la suave voz de Suho, intentándome tranquilizar,- seguro que llegan hoy los colchones.

Sin embargo, la tarde pasó mientras colocaba mi ropa en el armario y estos no llegaron, por lo que en cuanto cayó la noche me metí en la cama antes de que Suho viniera a la habitación, sabiendo que si se metía en la cama antes que yo, ya no podría dormirme.

 

Desperté bien pronto por la mañana, abrazado a Suho como si fuera mi peluche. Alarmado me separé bruscamente de su cuerpo, haciendo que se despertara confundido.

-¿Tao? ¿Qué pasa?- cuestionó frotándose los ojos, soltando un bostezo después.

-Nada, solo no recordaba haber dormido contigo y me asusté- mentí levantándome a toda prisa, hablando antes de salir casi corriendo de la habitación.- Siento haberte despertado.

Huí de la habitación ante la mirada confundida de Suho, chocando al llegar al comedor con Kris, quien salía de este.

-¡Auch!- exclamé al sentir el golpe contra el cuerpo de mi gege, quien me agarró de los hombros para que no me fuera hacia atrás.

-¿ZiTao? Lo siento, ¿estás bien?

-Si, si... ¿Qué haces despierto tan temprano?

-Estaba preocupado por ti- admitió, apresurándose a aclararlo cuando vio mi expresión de sorpresa.- Sé que te cuesta dormir con otras personas, así que me preguntaba si habías dormido bien.

-Oh si... Bueno, he dormido poco, pero bien- contesté subiendo una mano hasta mi cabeza para frotarme el pelo, sintiendo como la sangre se me acumulaba en las mejillas cuando tomó mi otra mano, arrastrándome hasta la cocina.

-Vamos a desayunar- murmuró una vez llegamos a esta, soltándome la mano para dirigirse a la nevera.

-Oh, ¿no esperamos a los demás?

-No, piensa que tenemos el día libre y a saber a que hora despiertan.

-Cierto...- murmuré sentándome en una de las sillas, observándole preparar el desayuno antes de soltar la pregunta que llevaba un tiempo rondándome por la cabeza.- ¿Con quién has dormido?

-Solo- se giró para ver mi reacción de sorpresa y sonrió levemente antes de explicarse.- Jongin y Kyungsoo durmieron juntos, así que dejaron la cama para mi. ¿Y tu?- cuestionó y, si no llega a ser por que le conozco y sé que es imposible, diría que su voz contenía cierto tono de celos.

-Con Suho hyung.

Kris no me respondió, simplemente terminó de preparar el desayuno en silencio y dejó el mío sobre la mesa antes de sentarse frente a mi, comenzando a desayunar en completo silencio.

-¿Quién murió?- la pregunta de Kyungsoo nos hizo reír a ambos, sacándonos una risa sincera antes de que Kris contestara por ambos.

-Todavía estamos un poco dormidos, no puedes culparnos.

-¿Estáis montando una fiesta sin mi?- cuestionó Xiumin entrando en la cocina al oírnos reír, uniéndose a nosotros en la diversión.

-Nunca se nos ocurriría, Xiumin hyung- contesté soltando una pequeña risita, decidiendo cambiar al coreano después de haber hablado con Kris en chino esa mañana.

La mañana transcurrió sin ningún tipo de prisa, y, aunque ese día no pudimos salir de casa, nos lo pasamos muy bien poniéndonos al corriente entre ambos subgrupos. Noté como Kris clavaba la mirada en mi casi todo el rato, queriendo hablar conmigo, posiblemente de lo mismo que quería tratar en el avión, pero lo evité manteniéndome pegado a Sehun y a Luhan.

 

Durante las semanas que estuvimos en Corea me fue fácil evitar a Kris, sobretodo por la cantidad de trabajo y que, al convivir tantas personas juntas, no había ningún momento de intimidad. Pero ahora estábamos de vuelta en China y sabía que no podría alargarlo durante mucho tiempo más, por lo que me pasaba todo el rato pensando en cuales podrían ser mis respuestas a sus posibles preguntas.

De momento estaba consiguiendo bastante bien evitar a Kris con tontas excusas “Ahora no, Krisge, estoy muy cansado”, “Debería darme una ducha, he sudado demasiado”,... Pero sabía que no podrían funcionarme mucho tiempo más, pues hasta el despistado de Lay se había dado cuenta de que esquivaba constantemente a Kris.

Ese día, o mejor dicho, esa noche, esa en la cual Kris me pilló desprevenido, llovía a cántaros, y los truenos que resonaban me hacían sentir muy asustado. Dejé que mi cabeza saliera entre las sábanas y me fijé en la hora. 3:45. Seguro que Kris estaría dormido, o eso quise pensar. Me levante de la cama envuelto en mi manta y caminé a paso lento y silencioso hasta el cuarto de al lado, me acerqué a la cama de Kris y, con cuidado de no hacer ningún movimiento brusco, me metí en un lado de su cama.

-¿Ahora si me buscas?- ahogué un pequeño grito de susto que su voz, seria y dura, me había provocado, agarrándome inconscientemente a su cuerpo.

-... Lo siento- murmuré tras unos segundos en silencio después de despegarme de su cuerpo. Oí como suspiraba y pronto sus brazos se colocaron alrededor de mi cuerpo, rodeándome.

-Dime que te pasa- ordenó. No estaba preparado para órdenes, sino para preguntas, por lo que sus palabras me descolocaron.

-No tengo nada que decir...- mentí finalmente en un susurro.

-¿Por qué me mientes?- insistió.

-No te miento, yo... No me pasa nada, en serio.- Kris se calló, pero era obvio que no me creía. Cerré los ojos, dispuesto a dormir refugiado entre sus brazos, pero algo hizo que los abriera de nuevo de golpe. Sus labios estaban sobre los míos, ejerciendo una suave presión sobre estos. Me quedé inmóvil mientras sus labios se movían sobre los míos, incrédulo, hasta que se separó suavemente para hablar.

-No te quedes quieto, dime que no te he leído mal...- suplicó quedamente, haciendo que le mirara dudoso.- Dime que me quieres, o que al menos sientes algo por mi.

-Te amo- la sangre me subió toda a las mejillas al darme cuenta de las palabras que habían salido por mi boca, pero Kris, más que sorprendido, pareció complacido, pues esbozó una amplia sonrisa antes de volver a atacar mis labios, recibiendo respuesta por mi parte esta vez.

-Ahora, dime que hacías tan pegado al móvil estas semanas- me ordenó en cuanto nuestros labios se separaron. Agradecí infinitamente el estar a oscuras y que no pudiera ver mi sonrojo.

-¡No te diré!- exclamé rápidamente antes de voltearme entre sus brazos para darle la espalda, notando su cuerpo vibrar al reírse.

-Dime.

-No- me negué de inmediato con un gruñido. Me volteó rápido y unió sus labios a los míos impidiéndome protestar. Sonreí contra sus labios y le correspondí.

Tal vez algún día tendría que contarle que tanto leía, pero de momento me conformaría con besarle y escribir mi propia historia a base de besos y caricias.

 

FIN  

Notas finales:

Y hasta aquí el fanfic, espero que os haya gustado, matta ne~. 


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