Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Jugando con fuego por Ale Moriarty

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Espero disfruten de este capítulo. Yo ame escribirlo.

Capítulo 2. Fuego A

Y como dije con anterioridad… el tiempo dejo de existir en el momento en que posé mis ojos sobre ese chico que era menor que yo.

En ese instante donde observaba el cielo como si fuera la obra de arte más inspiradora que jamás visualice, sentí como cada una de las preocupaciones, de los miedos y de las cosas negativas de mi vida se desvanecían en ese lapso de tiempo… como si este chico desconocido fuera una medicina de acción rápida.

Llegue a la conclusión de que si pasaba mis días a su lado… incluso una pequeña mota de polvo sería fascinante ante mis ojos y aquel pensamiento me asusto levemente.

¿Por qué era optimista en este instante?

Toda mi vida me la había pasado combatiendo con el realismo de esta vida, sabiendo que la felicidad era algo que siempre me visitaba rápidamente y se iba con mucha más velocidad, la alegría no duraba demasiado y había aprendido a lidiar con ello… pero ahora llevaba un buen rato sintiendo un entusiasmo continuo… ¡esto parecía un sueño!

Empecé a dudar de la situación… ¿era real o una fantasía?

—   Ryo-san ¿desde cuando eres el presidente del comité disciplinario?—la pregunta me confundió y mire de reojo a Youichi notando que sus ojos estaban fijos en mí.

¿Ahora mismo yo era mucho más interesante que las nubes? Algo en mi estómago se revolvió y me cuestioné si esta sensación era la que describían en los libros cuando se hablaba de enamoramiento.

¿Pero estaba yo enamorado? Tenía una larga lista de conquistas y de personas que sufrían de amor por mí, pero nunca les comprendí. Estar en una relación solo funcionaba para saciar mi deseo sexual pero cuando esa llama se extinguía, mi necesidad de esa persona también lo hacía.

Pero con Youichi… existía una atracción que parecía una especie de embrujamiento.

Tal vez solamente estoy caliente porque no he tenido sexo en un buen rato” intente justificarme.

—   Desde primer año

—   ¡Wow! Entonces durante todo este tiempo has tenido que actuar como un alumno ejemplar, eso debe de ser duro

—   ¿Por qué crees que he actuado?

Mi voz salió algo demandante con aquella pregunta y parece que le tome por sorpresa ya que su mueca fue realmente encantadora por lo que me contuve de reír.

¿Hace cuánto tiempo no reía libremente?

Después de unos segundos noté como me analizaba detenidamente y me quede quieto, esos ojos parecían los de un felino y comencé a pensar en cosas absurdas como ¿Qué clase de rostro estaba haciendo en ese instante? ¿Qué tanto miraba? ¿Qué pensaba de mí?

Al final sonreíste levemente y cerraste los ojos, te diste la vuelta y volviste a mirar las nubes.

—   Llámalo intuición… pero no creo que estés en ese puesto porque así lo decidieras, se nota en tu mirada que es un fastidio ¿o me equivoco?

¿Desde cuándo era un libro abierto? ¿Cuánto más podía descubrir de mí con solo mirarme con esos enormes ojos?

Estaba atemorizado de aquel monstruo que se disfrazaba de algo hermoso.

—   No te equivocas

Silencio.

La azotea se inundó de silencio y ahora mismo esa comodidad que había disfrutado me estaba acojonando porque escuchaba los latidos de mi corazón junto con la trayectoria de mi sangre acelerándose por cada parte de mi cuerpo.

—   Ryo-san es más interesante cada minuto que pasa… me alegra haberte encontrado el día de hoy, creo que nos llevaremos demasiado bien.

No Youichi… en realidad el que estaba agradecido de haberte encontrado el día de hoy era yo, a pesar de que tuviera un revoltijo de emociones… estaba deseando hundirme en cada cosa que te involucrará.

—   Deja de decir cosas estúpidas

—   De acuerdo~ señor presidente

Y reí, y reí… y reí. Nuestras risas se mezclaron con la suave brisa de esa mañana de abril.

Y ese día descubrí que tal vez el fuego era en realidad de color verde, verde como el brillante cabello de Kuramochi.

*********

Después de aquel encuentro todo marcho fluidamente, como si fuera destinado a ser.

Kuramochi fue asignado al mismo salón que el maldito de Miyuki y le pedí a los Dioses que nunca antes les recé que no se hicieran cercanos, pero al parecer aquellas divinidades decidieron negar mi deseo ¿tal vez por falta de fe? De cualquier forma Youichi y Kazuya terminaron entablando una relación que podría catalogarse de “rara amistad”

Los alumnos de primer año resultaron ser chicos normales, a excepción de Sawamura Eijun que parecía una bola de energía es decir, el completo polo opuesto de Furuya Satoru quién tenía solamente la energía suficiente para respirar.

Mi hermano menor se unió a ese dúo contradictorio para ser el mediador de tan diferentes personalidades. Youichi se adaptó rápidamente a la escuela y me alegre de ello pero a la vez sentí un ácido que se quedaba estancado en la boca de mi estómago.

Pasaban los días y tan solo podía hablar con él cuando me lo topaba en los pasillos o cuando concordábamos en la azotea. Nunca antes me había fastidiado ser el presidente del comité disciplinario pero al no tener el suficiente tiempo para pasarlo con Youichi, todo lo demás me amargaba la existencia.

Ahora el tiempo era mi enemigo.

—   Deberíamos de salir a perder el tiempo un día de estos ¿no lo crees Ryo-san?

Me quede estático por un segundo ¿acababa de leer mi mente? Youichi siempre decía lo correcto en los momentos donde me ahogaba de estrés.

—   No estaría nada mal…

—   ¡Entonces es una cita!

Reíste y dijiste aquello como una broma infantil, pero en el fondo de mi corazón, desee empezar a creer aquella mentira.

Ser realista estaba pasando a formar parte del pasado.

Y me frustré, porque lograbas estimular a mi completo ser para que actuará de forma diferente a lo planeado.

**************

Era sábado y llegué dos horas antes del horario de la cita, la noche anterior había estado tan entusiasmado que el insomnio se hizo mi compañero. Cuando salí tan temprano de casa mi madre y Haruichi me vieron con un rostro preocupado.

¿Las ojeras debajo de mis ojos eran tan horribles?

Maldecí a cualquier Dios supremo que amaba ponerme en situaciones patéticas frente a Kuramochi y me resigné, no llegaría tarde a mi encuentro con él… aun cuando iba más temprano de lo acordado.

Miraba a las personas caminar de un lado al otro en aquel enorme centro comercial. Algunos sonreían, otros se miraban aburridos, algunos terminaban discutiendo y muchos otros parecían distantes.

¿Cómo nos llegaríamos a ver Youichi y yo juntos?

Últimamente tenía preguntas estúpidas que rondaban mi cabeza y me cuestionaba seriamente desde cuándo había conseguido esta habilidad desastrosa.

—   Te doy cinco yenes por tus pensamientos~

Alce mis ojos y vi esa resplandeciente sonrisa que me aturdía como si fuera un sismo. Le sonreí de regreso y me felicite a mí mismo, desde el primer día de nuestra reunión me había hecho un profesional en sonreír desde el fondo de mi corazón.

—   Dame un millón de yenes y lo pensaré

—   Eh~ de seguro no estabas pensando en nada importante

Mire de reojo tu expresión de berrinche y decidí que sería mejor seguir fastidiándolo al respecto.

—   Oh… entonces no debe de ser nada importante como lo deduces, vayámonos…

—   … ¡Ah de acuerdo, tu ganas! Me mata la curiosidad

—   ¿Qué es lo que quieres comer?

—   ¡Eh Ryo-san, siempre eres así! ¡No me dejes con la duda!

Cada momento a tu lado me hace profundamente feliz pero con cada gramo de alegría comienzo a sentir el doble de miedo

¿Cuál es la fecha de caducidad para esta clase de diversión?

¿Cuánto tiempo te quedarás a mi lado?

¿Qué siento por ti?

Desde que te conocí comencé a hacerme tantas preguntas que jamás me cuestione y esto me frustra mientras más avanza el tiempo. Estar del lado de la parte interesada es un sentimiento tan agridulce que me hace sentir lástima de todas las personas que lastime, porque ahora soy yo el que sufre.

—   ¿Ryo-san estás bien? ¿Acaso tienes tanta hambre que estás a punto de desmayarte?

—   ¿Ah? Deja de decir tonterías… vayamos a un puesto de Ramen a comer algo… es por aquí

Decidí guiar a Kuramochi y evite ser obvio ante mi inevitable atracción, ya ni me empeñaba en negarla… pero controlaba las brasas que querían propagarse por todo mi cuerpo.

¿Cuánto tiempo podría ser capaz de manipular estas llamas?

¿Dolería si me quemaba?

Era mejor no preguntarme cosas que no sabía su respuesta, al menos por ahora quería disfrutar de mi momento a solas con Youi…

Mis pensamientos fueron detenidos al ver dos brillantes cabelleras castañas dentro del restaurante de Ramen ¡Miyuki Kazuya y Sawamura Eijun! ¿Qué mierda hacían en este lugar?

Intenta darme la vuelta para salir de aquel lugar ya que no quería interrupciones de ningún tipo… ¡este era mi momento a solas con Youichi y no dejaría que el bastardo de Miyuki y el chico enérgico de primero me arrebataran mi momento de gozo!

—   Hey Ryo-san ¿sucede algo? ¿por qué deseas marcharte tan pronto?

Y mi cara dio de lleno contra los hombros de Kuramochi… ah, la esencia que emanaba su piel era algo tentadora, sacudí mi cabeza ante mis ideas y negué con la cabeza

—   No sucede nada pero será mejor…

—   ¡Kuramochi-Senpai! ¡Onii-san!

Maldito Dios que parecía entretenerse con mis desgracias, ahora mismo quería ir a comprarme todos los artefactos de la suerte que existieran en una tienda de brujería, porque mi maldita fortuna estaba podrida.

.

.

.

.

.

Al final acabamos ocupando las dos sillas restantes en la mesa de cuatro de Sawamura y Miyuki. Yo terminé al lado del imbécil que usaba gafas y Kuramochi quedo frente a mí sentándose a un lado de aquel chico menor que parecía un pequeño perro.

Habíamos ordenado y esperábamos pacientemente nuestra comida, estaba callado observando como interactuaba Kuramochi con el pequeño enano a su lado y una clase diferente de fuego comenzó a arder justo donde tenía mis manos provocando que las apretará con fuerza.

“Ryou-chan, los celos son una parte muy fea que todos poseemos. Son tan poderosos como un desastre natural, si se hacen más grandes y fuertes… son capaces de destruir todo a su paso.”

Celos.

¿Acaso yo estaba sintiendo eso? Me refugie tanto en el temor de conocer que era amar o querer a alguien, que ahora que estaba en una situación como esta dudaba y demandaba respuestas para todo.

La mesera coloco los platos en nuestros respectivos lugares y yo solo pude ver como la risa de ese mocoso con apariencia de canino se mezclaba con la de Youichi, y me asqueé y lo odié… y me maldije por ser tan frágil.

Un repentino temblor perturbo mi reflexión lamentable y gire mi rostro para encontrarme con la expresión de un Kazuya que jamás imaginé ni en mis sueños más bizarros.

Tenía una mirada que brillaba con sed de sangre y sus nudillos se habían puesto tan blancos de lo mucho que oprimía sus puños.

Los dos nos estábamos consumiendo en el fuego de los celos y si mi combustible me provocaba más… estaba seguro que lograría generar un incendio.

.

.

.

.

.

Al final ni disfrute mi Ramen, su sabor era tan ácido que podía competir con el vómito. Sentía como cada uno de mis dientes se agrietaría de tanto apretarlos… hoy había pasado de ser el mejor día de mi vida a uno de los peores.

Sawamura Eijun estaba en la lista de las personas que más aborrecía en el mundo, justo debajo de Miyuki Kazuya.

—   Ryo-san…

—   ¿Ah?

Jadee sin poder evitarlo y alce mi rostro para toparme con los enormes ojos preocupados de Eijun y Youichi… ¿acaso me miraba tan lamentable por observar a mi plato de comida como si fuera lo más asqueroso de mi completa existencia?

Que patético era.

Me quería clavar los palillos en mi frente para perder la conciencia.

—   ¿Acaso tú Ramen sabe mal Onii-san?

—   No… ya estoy lleno

—   Mmm~ eso es raro, hace media hora tenías hambre

Sí, porque hace media hora estábamos solos y solo quería estar a solas contigo ¡imbécil de mierda!

—   ¿Acaso no puedo perder el apetito cuando se me antoje? Deja de intentar leer mi mente Youichi

Estaba molesto, enfadado, iracundo, cabreado, enojado y demás sinónimos que se asemejaban a la ira.

Quería regresar el vídeo de mi vida hasta donde se me había ocurrido la estúpida idea de comer en este restaurante.

Yo mismo me había saboteado.

—   Toma

Y de repente tu gentil voz alejo a mis demonios, escuche como los platos se arrastraban y junto a mí quedaba tu Ramen a medio comer, estaba impactado ante el significado de aquella acción.

—   De seguro mi comida sabe mejor que lo que escogiste, después de todo tengo buen gusto

Y sonreías de nuevo, dejándome desarmado como siempre.

—   Sawamura ¿quieres cambiar de plato? —escuche que a la lejanía Miyuki incitaba al menor a repetir la misma acción que Youichi

—   ¡No Miyuki Kazuya! ¡Consigue tu propia comida! ¡Eres un aprovechado!

Mala día para ti Miyuki, la suerte estaba de mi lado y aprovecharía cada gota de ella.

Porque este Ramen aun si fuera del sabor que más odiaba, ahora mismo era un deleitable manjar, un regalo que jamás olvidaría.

**********

Nos despedimos de los otros dos después de que nos dijeron que irían a buscar a Furuya y a mi hermano Haruichi, al parecer los dos habían preferido comprar algunas cosas que ir al restaurante.

En este momento no me interesaba lo que mi pequeño hermano hiciera, solamente no quería volver a encontrar otra distracción.

—   Fue un buen lugar para comer Ryo-san ¿Cómo lo descubriste?

—   oh, una ex…

Me quede a media frase intentando procesar qué clase de mierdas salían de mi boca ¿acaso amaba perjudicarme a mí mismo? Quería golpearme contra la pared.

—   Sí que eres popular ¿eh? Debiste de haber tenido centenares de novias… aunque eso es obvio, eres un hombre muy apuesto

—   ¿Qué?

—   ¡Argh! ¡En el buen sentido!

Seguiste parloteando, lo más probable es que intentabas excusarte de tus palabras pero no quería escuchar palabras evasivas.

Estaba contento de oír tu opinión sobre mí… al menos referente a mi aspecto.

—   Yo creo que tú eres…—comencé a hablar intentando abrir mi corazón pero de nuevo volví a ser interrumpido

—   ¡KURAMOCHI YOUICHI! AL FIN TE ATRAPAMOS CHITA, NO TE ESCAPARAS DE NUESTRAS GARRAS

—   HERISTE A NUESTRO LÍDER, TE ROMPEREMOS LAS PIERNAS

Los gritos ensordecedores provenían de unos malditos punks que estaban sentados en el centro de la plaza del enorme edificio comercial, sus aspectos concordaban con el estereotipo de los yankees que aparecían en las películas de esa temática.

—   Mierda… son demasiados

Al observar a mi alrededor pude contar al menos unos 10 chicos y noté como uno de ellos hablaba por su celular ¿estaba pidiendo refuerzos? Esta situación se había puesto peligrosa y lo peor era que llamábamos demasiado la atención.

—   Ryo-san… tan solo…

Estaba pensando qué clase de movimientos usaría para contraatacar cada una de las agresiones de esos bastardos, que ni siquiera le puse atención a Youichi hasta que una cálida mano hizo contraste con mi temperatura corporal tan baja.

¿Youichi estaba constituido de calor? Era la única respuesta posible ante el ardor que me contagiaba.

—   ¡…Sígueme!

Y un jalón agresivo me arrastró con fiereza, intenté seguirle el paso a Kuramochi pero me sentía como una gran carga, ahora comprendía el porqué de su apodo de yankee, era tan rápido como un maldito guepardo.

El ambiente en el centro comercial se había transformado en un caos y muchas mujeres gritaban pidiendo a los guardias que se hicieran cargo de la situación.

De repente el agarre en mi muñeca pasó a ser de mano y por consiguiente una fuerte descarga recorrió mis extremidades dejándome turbado por algunos segundos.

“Cuando conoces a tu desgracia, sientes chispas eléctricas que te provocan espasmos donde nunca creíste tenerlos”

Querida madre ¿sería electrocutado si continuaba sujetando está mano? Ya no podía diferenciar si mi agitación se debía al esfuerzo físico por correr o al esfuerzo mental por fingir que no deseaba esto.

Nos detuvimos cerca de un pasillo y recobramos algo de oxígeno, ya no podía continuar más… después de no dormir adecuadamente, sentía como quería desmayarme por 24 horas seguidas.

—   ¡VAMOS A ENCONTRARTE Y A MATARTE KURAMOCHI!

Los perros seguían ladrando ¿en serio no podía ocuparme de ellos? Me enfadaba escuchar esas groserías contra Youichi.

—   Lo siento tanto Ryo-san yo no quería meterte en esta situación… en serio me siento tan impoten…

Y esta vez fue mi turno de callar la dulce voz de Youichi. Recordé una pequeña sección que había entre dos de las tiendas que estaban a la vuelta, era tan estrecho que si mis cálculos no fallaban yo y Kuramochi entraríamos perfectamente.

Estreché mis dedos con su mano y sentí como las dos encajaban perfectamente como si fueran piezas de un puzle. Giré y corrí con toda mi energía restante hasta aquel mini callejón.

—   Rápido Youichi… este es el único lugar donde podemos escondernos, sígueme—le exigí y noté como se atraganto con su saliva al escucharme tan imperativo.

Entre con poca dificultad pegando mi cuerpo a la pared para deslizarme hasta el fondo ya que no quería que nos visualizaran tan fácilmente. Era una buena idea en mi cabeza pero…

Después llego la catástrofe.

Youichi entró con dificultad en ese pequeño túnel y cuando llego hacía donde estaba yo, nos estancamos. Nuestros cuerpos estaban tan pegados que sentíamos como nuestras respiraciones se sincronizaban.

¡¿Por qué demonios teníamos una diferencia de estatura de ocho centímetros?!  Quería estar a la altura de sus labios para aprovechar aquella oportunidad que se me daba.

—   Ah…Ryo-san yo…

—   Cállate

Le exigí nuevamente, necesitaba todo mi control y concentración para calmarme ante esta situación que se escapaba de mis manos, incluso prefería una pelea contra 15 adversarios antes que lidiar con mis necesidades sexuales por Youichi.

No soporte más y me deslicé por la pared hasta caer sobre mi trasero pero aquello desequilibró a Kuramochi quien se dejó arrastrar por mí y termino en mi regazo colocando sus manos sobre la pared para minimizar el peso.

—   Ryo-san…

—   Youichi…solo cállate

Estaba intentando poner cada partícula de mi ser en total tranquilidad para evitar cada pensamiento indecente que se cruzará en mi mente. Los últimos días había saciado mi excitación masturbándome hasta llegar al cansancio, pero ahora estaba cumpliendo una de mis miles de fantasías donde frotaba mi cuerpo contra el de Kuramochi.

Mi amada madre… el fuego al que tanto le temía… ¿se divide en categorías? Porque este que comenzaba a incinerarme era del tipo A. Controlable pero despiadado si no se exterminaba.

Comenzaba a sentir como el trasero de Youichi intentaba acomodarse en esta posición tan incómoda. Estaba tan concentrado en no ponerme erecto que trataba de apagar todos mis instintos, pero era inútil… ¡el maldito me estaba provocando! ¿Quería que le rasgará cada una de sus prendas?

—   ¡Deja de moverte de una puta vez! —bramé y todo el cuerpo de encima mío se estremeció con fuerza y Youichi se resbalo encorvándose hasta que su frente choco con la mía.

Su respiración era agitada y su aliento era tan caliente que me carbonizaba el rostro y me generaba impaciencia con cada bocanada.

¿Cuánto podría soportar?

Mis manos estaban a mis costados apretando la mugre del suelo de cemento… quería dominarlas para evitar que recorrieran la piel de este yankee que me ponía loco.

Volví a sentir como el moreno se removía y ahogue el gemido en mi garganta, estaba a punto de maldecirlo nuevamente hasta que escuche un jadeo saliendo de su boca.

Era tan dulce que mi mente exploto y deje de pensar por algunos instantes ¿Qué era esa suave melodía que me embriagaba?

—   Ryo-san…

Su voz sofocada comenzaba a ahogarme en deseo y me quede mudo ¿Cómo podía manejarme tan fácilmente?

—   ¿Qué quieres?

Alcance a preguntarle con dificultad

—   ¿Acaso estás teniendo una erección?

Mierda.

Mierda.

Mierda.

¡Maldita mierda! Mis esfuerzos habían sido en vano y ahora estaba clavando mi miembro erecto cerca del trasero de un estudiante menor que yo

Lo peor de todo es que lo único que tenía en mente era disminuir este calor que me estaba calcinando desde dentro y entendía perfectamente que la única solución a mi sufrimiento implicaba situaciones con connotaciones sexuales hacia Kuramochi.

 

Continuará...

Notas finales:

Espero algún review bondadoso uvu.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).