*POV Camila*
– ¡Zorra! –Escuché que me gritaban mientras trataba de huir. Había un grupo de gente a mí alrededor, todos estaban gritando cosas, yo sólo cerraba los ojos y trataba de subirle a la música desde los audífonos, pero era inevitable por más alta que estuviera aún escuchaba los gritos de mis “compañeros”.
–Hey, te esperas. –Me dijo Jack quitándome los audífonos bruscamente y sosteniéndome la muñeca tan fuerte que pensaba que me la iba a romper.
– ¿Qué quieres? –Respondí cortante, no quería que me hicieran más daño, ya había pasado muchos meses desde que comenzó todo esto.
-¿Me tratas con tanto cariño? –Sonrió dulcemente, conocía esa sonrisa, con aquella sonrisa me decía cosas lindas, con esa sonrisa me tomaba de la mano, con esa sonrisa me decía que me amaba. Me pregunto si todo ese tiempo la sonrisa fue una simple mentira como lo que hoy me muestra. – ¡¿Después de que me engañaras con mi mejor amigo y que te acostaras con medio instituto?! –Casi lo gritó, quería que todos escucharan, quería humillarme mucho más de lo que ya había hecho en veces anteriores.
Me quedé callada, no había hecho eso, pero ya estaba tan casada de explicarlo a millones de personas que sólo me llamaban mentirosa, hasta mis amigos se fueron de mi lado por lo que al principio eran simples rumores que Jack había creado, ahora era una sombra gigante que me perseguía día a día.
– ¿No me vas a responder? ¿Ya admites haber hecho todo eso? ¡Mírame! – Agarró mi cabello y lo tiró para atrás y así yo lo mirará a la cara, no era la primera vez que lo había y dudo que sea la última. – Mira en la zorra que te has convertido, nunca debí haber salido contigo. –Acarició mi mejilla lentamente para luego darme una bofetada fue tan fuerte que caí al piso, miré a mi alrededor, ya no había tanta gente como antes, pero la que estaba ahí sólo lo aclamaban y me seguían gritando zorra, puta, suicídate, basura. Pasaba la gente por el pasillo y sólo miraban y susurraban para luego seguir su camino.
Cerré los ojos fuertemente, y me repetía una y otra vez que era una pesadilla, pero al abrir los ojos sabía que él estaría ahí con sus ojos que antes sólo reflejaban amor y ahora sólo reflejaban odio puro.
Hace unos meses
– ¿Cómo esta mi hermosa dama? –Jack sonrió y besó mi mano cuando lo había ido a abrazar. Nunca había estado en una relación antes y él es tan amable, quizás no esté enamorada de él, pero me gusta mucho, me gusta el cómo me trata y la forma en que me mira, además era atractivo, era mucho más alto que yo, tiene unos hermosos ojos azules en los que te podrías perder por horas y horas, era sumamente blanco y tenía un cabello tan negro que parecía carbón y era amable, creo que eso es lo que lo hace más atractivo.
–Muy bien. –Besé su mejilla, yo no estaba a poner nombres cariñosos, aún se me hacía muy extraño. – ¿Y dónde es la fiesta? Sé que este muy emocionado por ella, así que me puse linda para ti. – Me había vestido con una blusa blanca que no me llegaba al ombligo, unos jeans negros rasgados en las rodillas y unos zapatos de tacón negros también.
–Ya me di cuenta, estás hermosa… ¿Y desde cuando ocupas eso? –Señaló mis zapatos con una sonrisa. – Que yo sepa no te gustan mucho –Río bajo y besó mi cabello.
–Te dije que era algo especial y también lo hice porque quería parecer menos baja a tu lado, pero como que es imposible –Suspiré e hice un pequeño puchero, al poco tiempo de que lo hice el me dio un dulce beso en los labios, no pude no sonreír ante eso. – Tú igual estás muy guapo.
Él tenía una camisa azul al estilo leñador, unos pantalones negros, unas converse y en su mano tenía su chaqueta negra.
–Vamos al auto, que si seguimos conversando nos vamos a perder toda la fiesta. – Me llevo de la mano al auto de sus padres, aún no tenía licencia, pero mientras los policías no lo atraparan conduciendo todo estaba bien según él. Me abrió la puerta del copiloto para que entrara y así lo hice, cuando él se subió puso música y comenzó a conducir en silencio hasta la casa de un amigo, en donde ocurriría dichosa fiesta.
– ¿Pasa algo? No es normal que estés tan callado. –Le pregunté cuando ya habíamos llegado, él usualmente hablaba todo el tiempo.
–No tranquila, sólo me dejaste impresionado con tanta belleza. –Despeinó mi cabello y bajamos del auto.
Pasaban las horas y él seguía insistiendo en que tomara más alcohol. Yo no me negaba, puesto a que ya había bebido mucho alcohol cuando estábamos con amigos, era algo normal cuando salíamos. Yo ya veía como todo se movía a mí alrededor y no podía evitar sonreír.
–Amor… –Susurró Jack en mi oído – ¿Cómo te la estás pasando? –Besaba mi cuello, se sentía extraño, pero no me importó.
–Muy… B-bien… –Me reí por la forma en que pronuncié las cosas y alejé un poco a Jack – ¿Y tú?
–La voy a pasar mejor ahora –Sonrío de forma extraña y me besó, el besó también fue muy extraño, el metió la lengua en mi boca y apegó mi cuerpo al suyo, traté de empujarlo pero era inútil. –Ven vamos… –Dijo mientras tomaba mi mano para llevarme a una habitación que estaba en el segundo piso.
–Jack, yo… Yo no quiero ha…Hacer esto –Trataba de liberarme, pero el sólo seguía caminando hasta que abrió la puerta de una habitación e hizo que me acostara en la cama que había ahí.
–Tranquila Mila, te va a gustar, créeme. –Dijo mientras se desabrochaba el pantalón. – Después de todo ya llevamos dos meses, ya es hora de dar el siguiente paso ¿No crees?
Se acercaba lentamente a mí para quitarme la blusa, pero lo empujé – ¡Jack para! Yo no q-quiero. –Dije en voz baja al ver la furia en sus ojos.
– ¿No quieres? ¡Llevamos dos meses! No me he comportado amablemente sólo para que me digas que no quieras ¡Estúpida! ¡Lo voy a hacer quieras o no! –Al pararse se tambaleó un poco debido al alcohol. A esas alturas yo ya estaba llorando, se acercó de nuevo a mí y esta vez me quitó la blusa mientras besaba mi cuello.
Yo trataba de empujarlo, pero era en vano, él había recuperado todas sus fuerzas, traté de frenarlo cuando estaba quitando mis tacones y mis jeans, pero era imposible.
– ¿Este es el baño? –Entró una chica negra y al vernos se veía apenada, pero al ver mis lágrimas comprendió la situación y entró enseguida a la habitación. – ¡Déjala! ¿Qué mierda te pasa? – Lo empujó quitándolo de encima de mí.
– ¿Quién te crees para tratarme así? Esa chica es mi novia y puedo hacer lo que me plazca con ella si quiero ¿Entiendes? –Gritó, se notaba el enojó, hasta su cara se deformó un poco.
–No, no entiendo, lo siento. –La chica me paso mi ropa. – Vístete cariño, es mejor que te vaya a dejar a casa antes de que este de aquí te haga algo.
Yo me vestí rápido mientras ellos seguían discutiendo. Después de unos minutos la chica se cansó de escuchar a Jack y tomó mi mano saliendo de la habitación –Me llamo Normani, ¿Podrías darme tu dirección para llevarte a casa?
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Esa fue la última vez que hablé con la chica y al día siguiente a ese comenzaron los rumores.