Una Dulce Venganza
Quizás no todo había resultado como queria, pero que le iba a hacer, después de todo Sasuke -aun siendo un genio- no era bueno en todo, como el creía...
Corrió tan rápido como podia, un intenso rubor invadia sus mejillas, y lentamente pequeñas gotitas saladas se posaban en su rostro. Seguramente llegaría tarde. Si mal no recordaba tenia clase con el profesor Orochimaru.
-Mierda... - Mascullo enfadado. Aquel profesor lo tenía en la mira y era seguro que esta vez si lo castigaría. Era bien sabido por toda la escuela que aquel profesor con apariencia seria y formal, era un depravado, incluso habia testimonio de alguno que otra chica -o chico- que lograba llevar a su oficina después de clases.
-Joven Naruto - Orochimaru bajo sus gafas oscuras y miro desinteresado al chico, mientras fingía dulzura en su voz. Una gota de sudor le recorrió la espalda al joven rubio - , gracias por el honor de su presencia en esta clase, supongo que debo sentirme honrado, ¿Verdad? - su mirada era espeluznante. El pobre chico puso cara de espanto y temió por su vida...
Desde la parte trasera del salón Sasuke lo miraba, serio paso la mano por su cabello. En la escuela "Konoha", era bien sabido por todos, que aquel rebelde y misterioso chico nunca, de los nunca miraba a nadie, más de lo necesario. Pero ahí estaba, sorbiendo cada parte del chico. Su cabello rubio alborotado. Su tipico traje naranja, tres marquitas en cada lado de la cara... y si, con más valor y coraje de los que muchos pudieran presumir.
Según pudo percibir parecia que a ese chico le gustaba la mala vida, ya que siempre llegaba tarde. De hecho le parecía un poco bobo e infantil, pero habia algo en el que le atraia muchisimo, no sabia que era ese algo pero desde hacía unos dias se había prop, uesto descubrirlo, fuera de la buena manera, o inluso... mala...
Después del castigo impuesto por el profesor, se dejó caer en el asiento con cansancio, resoplo por quinta vez dándose cuenta que por todo el alboroto le había tocado sentarse hasta atrás. Inadvertidos pasaron los minutos, y noto algo realmente extraño, una intensa mirada se posaba sobre el. Sin dudarlo volteo a todas partes pero no encontró al susodicho, así que lo ignoro. Esta vez trato de concentrarse en la aburrida clase, pero de nuevo lo invadió esa sensación de ser observado, volteo nuevamente… y nada… todo comenzaba a ponerse muy raro.
Aquel jueguito continuo, hasta que fastidiado decidió encararlo. Demonios, Sasuke Uchiha lo miraba intensamente. Quizás las otras veces que había logrado percatarse de aquella sensación la había ignorado, o quizás se había hecho el desentendido, pero esta vez ya sobrepasaba el descaro.
Torció la boca un tanto molesto, es que no lograba concentrarse, esa miradita emanaba un aura para nada inocente.
—¡Bastardo! —Mascullo entre dientes, no solo lo miraba con descaro, sino que no le importaba que todas sus compañeras de clase, en cada oportunidad que tenían, le lanzaban notitas amenazantes—. Mierda… —se comenzaba a desesperar, aquello lo ponía demasiado nervioso.
Sasuke se mantenía en lo mismo, el plan era simple: lo miraría con descaro absoluto y luego le mandaría guiños, y si era necesario…
Besos, ese completo idiota le lanzaba besos, ahh… y muy sensuales. Todas aquellas jóvenes lo mataban con la mirada. Todo esto ya sobrepasaba la presión que podía soportar, comenzó a sudar y su cara adquirió un completo color rojo. El chico sonrió de lado, aun enojado se veía lindo. Naruto hizo un esfuerzo por tranquilizarse, arrugando en su mano las estúpidas bolitas de papel, hasta que…
—¡DEJA DE MIRARME PERVERTIDO! —Se dirigió hasta el asiento del pelinegro y se colocó frente a él, fulminándolo con la mirada. Apenas sus ojos se encontraron quedo enganchado, aun estando frente a frente ninguno de los dos cedió, pero su mirada y el maldito hecho que se mordía los labios lograron ponerlo nervioso. Así que desvió su rostro y esta vez se dirigió al resto del salón.
—¡DEJEN DE AMENZARME, MALDITAS! —grito a los cuatro vientos, ante la mirada de susto que ponían todos. El profesor Orochimaru lo miro con furia y le saco del salón mandándolo directamente a su oficina.
Sasuke sonrió al ver como Naruto salía del salón, tal como había planeado…
Naruto salió frustrado, arrastraba su mochila con pesadez mientras bufaba enojado, y como no estarlo si ese maldito bastardo… se estaba relamiendo los labios con la lengua mientras le hacía gestos sugestivos.
—Grrr… —gruño mientras maldecía su nombre en voz alta—. ¿Qué rayos le pasaría a ese idiota? —se preguntó, si bien conocía a su compañero desde hacía algunos años él nunca se había comportado así con el, al menos en público. Por fuera el chico mantenía su semblante siempre serio, el ceño fruncido y su mal carácter, esas eran cosas que lo distinguían de entre los demás. Pero cuando llegaban a estar solos, es decir, cuando ellos iban a visitar a su amigo Kiba. Secretamente coqueteaba con el, y por qué no mencionarlo, aquello le gustaba, aunque nunca lo tomaba enserio. Por lo que su mente pensó en un millón de excusas para explicar lo anterior mas no conseguía una realmente coherente.
—Quizás tomo algún tipo de droga, o estaba borracho… noo eso sería imposible Jajaja… —pauso—, jajajaja de hecho fue bastante gracioso, parecía un verdadero pervertido… —sonrió ampliamente, mientras caminaba por aquel pasillo rumbo a su castigo.
—Eso es lo que piensas… —Naruto volteo asustaba, ahí parado frente a el estaba el perverso genio Sasuke. Su cara era de terror absoluto, la voz del ojinegro era aterradora—. Mmm… en verdad pensé que eras más inteligente… —sin más se acercó a su rostro y acaricio un pequeño mechón de su cabello.
—T-u… t-u… a que te refieres —Naruto temblaba ligeramente, acto que aprovecho el muchacho para acercarse a el, acorralándolo entre su cuerpo y un casillero. Sin más preámbulo lo tomo la barbilla alzando su cara, ante aquel acto Naruto se tensó y sus mejillas se colorearon de rojo. Podía sentir la respiración de Sasuke sobre sus mejillas, inexplicablemente cerro los ojos, esperando…
—Mmm… Ahh ahh, aburrido… que decepción me has dado Naru, pensé que esto sería más interesante, pero ya veo que no —el pelinegro dio media vuelta y se marchó dejando al rubiao pasmado, solo y confundido en aquel pasillo, mientras desaparecía entre los demás alumnos que salían de sus aulas.
Naruto se tiro al piso suspirando, todo aquello la había trastornado, rio como maniaco y se quedó sentado en el piso, incluso olvido que tenía que dirigirse a la tan temida oficina del Profesor. Todos los que pasaban por ahí lo miraban curiosos, mientras en los pasillos se corría el rumor de lo pasado en la clase de Orochimaru. Sus demás compañeros se acercaron a el con furia pero una mano amiga la tomo del brazo y la levanto llevándosela corriendo.
—Kiba, espera ya no puedo correr —Un chico castaño dejo de correr y miro a Naruto con sonrisa pícara…— ¿Qué? ¿Por qué me miras así? No me digas que… —la sonrisa del muchacho aumento.
—Lo que paso, es que fui espectador de todo, y no pude evitar mirar en que acababa aquello, Jajaja. Sasuke te lanzaba esa miradita mientras tú te sonrojabas y las demás mujeres del salón querían mata…
—No es verdad, yo no me sonrojaba, solo estaba molesto, eso es todo —cerro los ojos indignado, y se cruzó de brazos. Kiba rio aún más fuerte.
—Es que todo eso fue muy divertido, no sabía que tuviera un amigo tan ardiente, Jajaja… como para tentar a Sasuke Uchiha —Naruto lo miro fastidiado y le dio la espalda.
—Entonces dices que no soy lindo —el chico se trono los dedos amenazante…
—No, yo no dije eso, solo que… —Kiba cerró los ojos, pero cuando pensó que iba a recibir un buen golpe por parte de su amigo, le sorprendió verse solo en aquel pasillo.
El pánico se reflejó en sus ojos, frente a el los amarillentos ojos de su profesor lo miraban. No supo descifrar que querían trasmitirle, se sentía sumamente aturdido y aunque el siempre fue un chico muy valiente, aquello lo paralizo. Solo fue consiente de ser tomado de la muñeca, cuando él lo acerco a su cuerpo, ante el acto quiso escapar, pero algo la detuvo…
El sonido de un vidrio roto la alerto, frente a el Un Orochimaru enfurecido gritaba a los estudiantes que habían roto el cristal de su ventana, mientras jugaban Futbol. Aprovechando la distracción una mano desconocida tomo a Naruto del brazo obligándola a salir de la lúgubre oficina. Corrieron sin control hasta llegar a uno de los jardines más alejados.
—Rayos, porque tanto salvajismo —Naruto sobaba su brazo enrojecido por el fuerte agarre—. Para la otra es un poco más delicado Kiba.
—No había tiempo para cortesías, "teníamos" que aprovechar la distracción, ¿No? —Naruto le dedico una tenue sonrisa en agradecimiento —Toma… aquí tienes tu almuerzo, será mejor que te apures, o no te dará tiempo —Kiba le extendió una pequeña mochila azul a su amigo. De reojo vio una sombría figura cerca de ellos—. Sabes, tengo que irme, quede de verme con Hinata, tu sabes… Nos vemos amigo…
Cansado del pésimo día que había tenido mordió su emparedado con ímpetu. Respiro la pacifica brisa fresca que sacudía las ramas del árbol donde se encontraba sentado, por fin un momento de tranquilidad invadió su cuerpo, después de todo era lo único que en verdad había disfrutado de aquel tormentoso día. Se llevó la comida a los labios y la mordió suavemente.
—Eso fue muy sexy… me das a probar —aquella voz apareció detrás de el, cerca de su oreja irritándolo y escalofriándolo.
—No Sasuke, deja de molestar, ¿Acaso no te das cuenta que tu presencia y tus bromitas de mal gusto me irritan? —contesto esta vez sin tartamudear, ni dejarse intimidar. Sasuke la miro pensativo, colocándose justo frente a el.
—Mmm… y yo pensé que te gustaban, con eso de que hacia un rato te ponías rojo, tartamudeabas y temblabas ante mi presencia… veo que me e-q-u-i-v-o-q-u-e —susurro despacito, cerca de sus labios, por segunda vez en el día Sasuke se acercaba demasiado a el, pero a diferencia de la segunda vez no se dejó intimidar.
—Apártate… —lo empujo con una sola mano y lo miro detenidamente—. Sinceramente tenía una opinión muy diferente sobre ti, no imaginaba que fueras tan… 'sensual…' —susurro su mente.
—¿Tan qué…? —el chico enarco una ceja expectante a la respuesta, Naruto volteo su mirada a su almuerzo y mordió una galleta de chocolate.
—Maleducado, si eso era, grosero, irritante, idiota, apático, soberbio, orgu… —no término de hablar porque nuevamente Sasuke se acercó a el y esta vez con su lengua quito una morona de galleta, que reposaba en su labio inferior. Inevitablemente Naruto suspiro y él sonrió arrogante.
—¿Qué estabas diciendo? —Pregunto con interés Sasuke, aun sin apartarse de el ni un instante, es más lo tenía tomado fuertemente de la cintura. Naruto parpadeo confundido.
—¿Qué…? —Debía admitir que todo eso la ponía nervioso, y si, estaba colorado hasta las orejas. De la nada Sasuke se apartó bruscamente de el.
—Jajajaaja… —rio a carcajada limpia, Naruto se cubrió la cara mientras le bajaba el sonrojo— Enserio eres demasiado inocente, al menos deberías agradecer que te salve de ser comida de el profesor Orochimaru.
—No es cierto…
—Te equivocas, quien crees que creo la distracción para que Kiba pudiera sacarte de ese lugar, Cariño. Al menos espero tu agradecimiento.
—Ni muerto…Esta me las pagas —Susurro aterradoramente tranquilo. Interrumpiendo la risa del muchacho lo acorralo entre el y el árbol detrás de ellos. Se acercó lentamente a él, besando suavemente su mejilla. Ante el atrevimiento del chico Sasuke permaneció estático, con los ojos abiertos.
Sintiendo que lo tenía bajo su domino bajo lentamente dando pequeños besos por su cuello, volvió a subir y mordió su lóbulo izquierdo, inesperadamente un ligero quejido se escuchó salir de los labios de Sasuke… Sonrió triunfante, ahora él estaba a su merced.
Inesperadamente se detuvo y miro los profundos ojos oscuros… Sasuke trato de pronunciar algo pero la deliciosa sensación de sus labios siendo invadidos por los de el se lo impidió. La forma en que el lo besaba era exquisita, la deliciosa parsimonia con que movía sus labios lo enloquecía, ni siquiera fue consiente del tiempo en que estuvieron besándose, hasta que Naruto se separó bruscamente de él, observándolo con detenimiento. Sus labios rojos, hinchados y su pelo alborotado.
Nunca imagino que Sasuke pudiera ser tan sensual cuando se lo proponía… lo único decepcionante era que él no besaba como esperaba…
Quizás no todo había resultado como quería, pero que le iba a hacer, después de todo Sasuke —aun siendo un genio— no era bueno en todo, como el creía…
—La venganza nunca fue tan dulce —susurro nuevamente en su oído, y se alejó de él dando media vuelta. Camino dos pasos y luego volteo a verlo— Tu primer beso ¿No, Sasuke? —él no supo que responder ante sarcástico comentario—. Jajajaaja… si…, lo imagine —y se fue de ahí, dejándolo, solo, molesto, frustrado… pero con unas terribles ganas de más...
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