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El internado Omega de Domino por MizaiTan

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Solo un par de días después que Ryo llegó al internado las noticias de que “el gobierno secuestraba omegas” comenzó a plagarse por el país, los casos de padres escondiendo a sus hijos comenzaron a ser un pan de cada día. Aún faltaba un mes antes del ingreso de las clases y los reclutamientos comenzaban a ser cada vez más forzados.

“Después de una exhaustiva investigación por parte de agentes de la policía se descubrió que una pareja que se había mudado recientemente a Tokio escondía a su único hijo omega de 16 años”

Un chico rubio que en esos momentos terminaba su desayuno, hacia mala cara mientras escuchaba la noticia y veía cómo esos agentes entraban a la casa de la familia a llevarse al niño a rastras, mientras sus padres rogaban que no lo hicieran.

-¿Qué demonios les pasa? Ya ni se si es por beneficio a los omegas pero en serio que parecen solo secuestros para mi.- Dijo el chico mientras se levantaba a lavar los platos.

Al terminar fue directamente a uno de los armarios a tomar un sobre de hierbas para preparar su té semanal. Miró el sobre un poco sin energía y suspiró.- Aunque no me guste, supongo que ahora más que nunca lo necesito.-

Se preparó su brebaje y salió corriendo para no llegar tarde a la escuela. En la entrada unos chicos le saludaron mientras otros se apartaban de su camino. Nada de eso le importaba hasta que pudo divisar a su pandilla, corrió directamente hacia allá.

Un castaño se acercó junto a un chico de larga cabellera y atuendo un poco extravagante.- ¡Joey, hermano! Pensé que no vendrías a tiempo hoy.- Le dijo el chico castaño.

-Claro que no idiota, no ves que hoy van a volver a hacer esa estúpida lista de asistencia.- El rubio miró al director que se asomaba, mientras todo el alumnado lo miraba con odio, por hacerlos ir un sábado a la escuela a un mes de entrar a clases.

Tristán, el chico castaño, se acercó a su amigo y le susurró al oído - ¿Tomaste “la medicina” antes de venir? – Con una mirada algo preocupada.

Joey suspiró y asintió.- Yo quería revelar la verdad el año siguiente cuando estuviésemos en segundo, cuando me sintiera respetado.- Cerró los ojos y apretó los puños.- No es justo.

Duke Deblin, el otro chico se acercó a su lado y puso una mano en su hombro.- Solo son unos tres años más. Ya después lidiaremos con lo que venga – Duke empezó a empujar levemente a Joey para que avanzara.

Dentro de la escuela todos los alumnos se dirigieron al gimnasio, donde el director junto con un especialista y 5 agentes del gobierno dirigían una conferencia sobre las nuevas leyes planteadas para el programa de protección a Omegas, y sobre dar información de “Omegas fugitivos”.

Tenían que pasar por un chequeo de cuerpo completo para determinar los olores de los estudiantes. Hace dos semanas que habían comenzado con los chequeos y exitosamente habían detectado a todos los omegas de la escuela. Pero el chequeo debía ser igualmente hecho para asegurar.

Al terminar la charla se dirigieron a los puestos médicos colocados en cada salón de clases. Joey fue puesto de segundo en la fila justo detrás de Tristán.

Con el castaño simplemente fue necesario que llegara y firmara, puesto que su olor delataba que era un alfa. Cuando fue el turno de Joey él tuvo que sentarse y fue puesto en un aparato que determinaba hormonas, ya que su falta de olor lo hacía derivarse a un beta.

No era la primera vez que lo ponían en ese aparato, pero nunca dejaba de estar nervioso. Sin embargo no lo demostraba, ponía una cara de burla mientras algunos compañeros de pandilla miraban y también tenían burla en su cara.

-Ni siquiera hace falta que lo pongan en esa cosa, es obvio que no es un debilucho omega – Dijo uno de ellos y luego todos se comenzaron a reír.

Al rubio no le gustó el comentario – Cállense y no se burlen de los omegas, creo que he dejado claro eso – Dijo de forma firme, haciendo que incluso los alfas se quedaran callados. Una de las enfermeras que era una chica omega le sonrió en agradecimiento.

El chequeo terminó más rápido debido a que Joey mostró un liderazgo impropio de un omega. Había algo que no le gustó a enfermera omega sobre un desbalance hormonal, pero lo atribuyó a que un beta mandara a un grupo de alfas.

El examen terminó para todos y luego la pandilla conformada por 25 hombres, alfas y betas, se fuera a un restaurante de comida rápida. La pandilla era una de las más conocidas en los barrios bajos de Tokio. Y si no la conocías puede que te sorprendieran algunas cosas:

1. Joey era el líder y Tristán su mano derecha. Es decir, un beta lideraba mientras el alfa solo era el segundo al mando. No era el orden natural de las cosas.

2. Joey lideraba como un alfa e incluso era prácticamente invencible en peleas, ganando su posición después de una pelea con el anterior líder.

3. Eran reconocidos por defender a los omegas en las calles oscuras de Tokio, no es muy divertido encontrarte con ellos una noche mientras acosabas a un omega.

4. Cualquiera Alfa que tratara de desafiar a Joey por ser un beta debía enfrentarse a este último. Nadie había logrado arrebatarle la posición.

5. Todo alfa de la pandilla se comportaba en presencia de Joey

Joey se sentía mal por el examen y solo Tristán y Duke lo entendían, dándole miradas de consuelo.

Tristán y Duke son sus amigos más cercanos en la pandilla y fuera de ella. Tristán era un alfa y Duke un beta. Son las dos únicas personas por fuera de su familia y su médico de confianza que sabían su secreto.

Casi nadie lo sabía, incluso personas tan cercanas como Makoto, un amigo alfa de la pandilla que estaba a cargo después de Tristán y él.

Nadie sabía que en realidad él no era un beta.

 

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Joey nació Omega y su hermana, dos años más joven también. Vienen de un matrimonio entre su madre omega y su padre alfa. La omega lidió con un mal matrimonio, donde su esposo la pasaba borracho y perdiendo sus empleos, al punto de no saber qué hacer; ya que sus padres la criaron para para ser una ama de casa, no para trabajar.

Ella se aseguró que su hijo Joey de sólo 5 años no se sintiera inferior por ser un omega masculino ya que no quería que le pasara lo que le pasó a ella de tener un inútil alfa como esposo; siempre le habló de proteger a su hermana no importando su género secundario, y aunque un omega debía ser sumiso a los alfas no significaba doblegarse si no tenían la razón. En un principio fue duro, ya que la misma naturaleza de nacer omega hace casi imposible negarse, además de estar socialmente mal visto.

A pesar de sus creencias su esposo no estaba en contra de criar así a su hijo, ya que él también quería que su hijo no se sintiera privado de nada por ser omega, además que no quería tener prácticamente dos nenitas en casa por hijos.

Sin embargo la mujer omega no aguantaba más el matrimonio, sentía que su esposo no trataba bien a sus hijos ni a ella misma, así que quiso hacer algo que actualmente se promueve pero no en esa época: Divorciarse. Era mal visto para un omega hacer eso. Ella lo pensó por un tiempo y cuando Joey tenía 6 años se decidió.

En un principio Carl Wheeler se negó, así que el juzgado no le prestó atención a la omega, ni siquiera un abogado quería tomar el caso. Pasadas una semanas, como caída del cielo, se proclamó una ley en la que un omega podía separarse si tenía los argumentos necesarios para defenderse, y ningún juzgado podía negarse a escuchar.

Ella demandó y logró encontrar un abogado, se determinó el divorcio y ella estaba dichosa, sin embargo su felicidad fue corta ya que el Sr. Wheeler quería la custodia de sus hijos. Ella trató todo lo que pudo, diciendo que como omega era su deber criar a sus hijos. Pero él por ser alfa fue suficiente argumento para los jueces, ya que ellos tenían su apellido. Se decidió entonces que para dejar en partes iguales cada padre se quedaría con un niño. Ella estaba destrozada, cuando solo pudo quedarse con Serenity.

-Te lo pido, por favor, no vas a ser capaz de cuidarlo. Me necesitas para eso

-¡Patrañas! Soy perfectamente capaz, además su custodia me pertenece.

-Hagamos algo, tu te quedaste con la casa asi que yo conseguiré una casa cerca para poder verlo.

-Ya la vendí

-¡¿Qué?!

Descubrió que Carl había comprado una casa en los barrios bajos de Tokio, para poder quedar con dinero de la casa y seguir con apuestas y bebidas. Ella trató que alguien le prestara atención, pues su hijo sería llevado allí y ella no podía comprar en ese barrio por el bien de su hija. Pero nadie hizo nada. Así que con el dolor de su alma ayudó a su bebé a empacar.

-Mamá yo no quiero – Lloraba su pequeña hija de 4 años mientras abrazaba a su hermano, él también llorando – No quiero vivir lejos de Joey.

-No hay nada que hacer.- Ella abrazó a sus dos hijos. Luego de un rato se alejó y tomó a Joey por los hombros.- Joey, no olvides todo lo que te he enseñado – Joey asintió – Hazle caso a tu padre. Yo iré a verte siempre que pueda.

El pequeño rubio miró al suelo mientras las lágrimas corrían. Ella las limpió tanto como pudo.

-Mírame, quiero hagas algo por mí. Va a ser nuestro secreto, ¿Entiendes? – Joey le asiente mientras la miraba – Ya hablé de esto con tu padre y él estuvo de acuerdo, pero prométeme que no le dirás a nadie-

-T-Te lo prometo – Dice muy caído por separarse de su mamá. Aunque su expresión cambia a una de duda cuando ve unos sobres de un té que no conocía.

-Te voy a enseñar a hacer algo que no es correcto – Ambos niños la miran con sorpresa.- Niños, ¿Qué es lo que yo opino sobre los omegas?

-¡Que tienen valor! – Dice Serenity

-Exacto, pero ya saben que no todos piensan igual. Y donde tú vas es muy peligroso, no quiero que nadie te lastime porque piensen que eres débil.- Ella los miró y los abrazó otra vez – Estoy orgullosa de nacer omega porque pude traerlos al mundo sin problemas, pero yo sé que serlo es una gran desventaja.- Joey saca un poco la cabeza del hombro de su mamá para poder verla.

-¿Qué significa eso, mami?

Deja de abrazarlos para levantarse y tomar un vaso de agua y luego volver a agacharse.- Joey, esto que tengo aquí son unas hierbas muy especiales, te ayudan a camuflar tu olor - Roció el sobre en el vaso de agua ignorando las miradas asustadas de sus hijos – Sólo debes ponerlo así y tomarlo, sabe muy bien y el efecto dura una semana, así que nunca debes olvidar tomarla.

-P-Pero no entiendo, ¿Es tan malo lo que soy? – Joey empezó a llorar, así como Serenity que no alcanzaba a comprender lo que decía su mamá.

-Joey –Dice una voz en el marco de la puerta a lo que todos en la habitación voltean – Donde vamos es un lugar que la gente piensa que puede aprovecharse fácilmente de los omegas, quiero que mi hijo sea fuerte y se pueda defender.

Carl cruza los brazos, mientras su exesposa vuelve a mirar a su hijo – Joey, solo será por el tiempo que consideres correcto. Tú nos entenderás cuando estés allá.

Y vaya que lo entendió, al llegar  tuvo que aprender a la fuerza a defenderse, incluso sin tener un olor tuvo que aprender las normas rudas de las calles.

No pudo recibir educación formal omega, además que trabajaba ya que su padre no colaboraba con el dinero, incluso se ponía violento. Había veces que se preguntaba si su papá recordaba que él era un omega. Aunque sinceramente hablando, había veces que lo olvidaba a excepción de las hierbas y el celo.

Estúpido celo.

Venía cada 4 meses puntual. Aunque el té le ayudaba al camuflar el olor de las hormonas omegas aun presentaba su celo, debía ser muy precavido ya que este dura alrededor de tres días, así que debía coordinarlos bien para que nadie se diera cuenta de sus ausencias tan periódicas.

Desde joven ingresó a una pandilla donde le enseñaron a luchar y allí conoció a Tristán. Ambos tuvieron un desacuerdo ya que a Tristán no le gustaba la actitud de Joey de mandarle aun siendo un alfa, e incluso ignorar el llamado alfa.

El llamado alfa es una especie de orden impuesta por un alfa, se hace casi imposible negarse a ella, ya que la naturaleza alfa es de dar órdenes y de los betas y omegas obedecer. Sin embargo no era correcto usarlo.

Por alguna razón Joey, que ya era más fuerte de mente, ignoraba el llamado, quizás como efecto secundario de la medicina que ignoraraba con fuerza llamados hormonales. Ambos pelearon y Joey ganó, ganándose el respeto del castaño.

Ambos se volvieron mejores amigos desde entonces. Por un pequeño error de Joey, cuando ambos tenían 10 años, Tristán se enteró de que su amigo es un omega. En un principio se enojó y estuvo a punto de contarle a sus líderes. Aunque luego de ver la cara de súplica del rubio, una que nunca había visto y que no quería que tuviera, lo repensó.

-Está bien, hagamos algo. Si me derrotas en una pelea aun siendo un omega me quedo callado.

Ambos pelearon, y aún más rápido que antes Joey volvió a ganarle.

No hablaron por un tiempo, y aunque su secreto estaba a salvo, Joey no se sentía bien.

Ambos volvieron a hablarse cuando Tristán emocionado se acerca un día a decirle que había encontrado algo increíble que estaba seguro que envidiaría. Su alma gemela, un chico beta llamado Duke Deblin.

Duke discutía mucho con Joey pero se llevaban bien. Joey reconoce que se asustó cuando Tristán le confiesa que le había contado a Duke de “su situación”.

-No me molesta, allá tú lo que hagas. Y no te preocupes, no diremos nada, ¿Verdad?

Joey se sentía dichoso de ahora tener con quien desahogarse y contar lo duro que era llevar una vida con una actitud alfa, olor beta, y corazón omega.

 

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-¡¿Tu eres el famoso Joey Wheeler?! Pero que enano eres – Se burlaron algunos chicos de otra escuela, que se notaba que eran de los nuevos reclutas.

Algunos chicos de la pandilla se levantan, con apariencias algo intimidantes. Incluso algunos clientes del restaurante voltearon a ver a los pobres chicos que habían osado a decir tal cosa.

-¿Tienen algo que decir, mocosos? – Dice Makoto poniéndose delante de Joey que aun tomaba su malteada como si nada pasara.

-Hemos escuchado algunas cosas de ti del jefe, pero no me pareces tan intimidante.

Joey terminó su malteada y también se levanta, haciendo una seña para que todos se apartaran y ver directamente a los dos chicos. Sonrió burlón - ¿Quieren probar?

Solo pasaron quince minutos en lo que Joey ya limpiaba sus manos después de dejar ambos tirados en el callejón al lado de la cafetería.

 

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Todo se fue al desastre a solo seis días antes de entrar a clases para todo Japón. En la guarida de la pandilla, un cobertizo de varias habitaciones en una calle solitaria, algunos miembros se reúnen mientras que tomaban alcohol y fumaban antes de la llegada de Joey.

-Francamente, si no fuera por lo aterrador que se pone a veces, me encantaría caerle a Joey

-Cállate, idiota. ¿Quién sabe en qué líos te meterías por eso? No sabemos lo que podría pasar si haces eso.- Le dijo un beta que terminaba su bebida.

-¿Para qué decirnos mentiras, ah? Todos sabemos que él es una belleza rubia – Dijo un alfa grandulón mientras reía – En un principio cuando lo vi de lejos parecía un omega, pero ahora no parece para nada uno.- Seguía riéndose.

-Además ¿qué acaso los omegas no son hogareños? El jefe no parece nada de eso – Dice el anterior beta.

En eso llega Makoto y también se sienta.- Hey, ¿De qué hablan?

El grandulón le da una palmada en la espalda mientras se sigue riendo, ignorando la cara que le dio Makoto en respuesta – De lo caliente que es nuestro líder.

En eso Makoto se sonroja y toma un cigarrillo.- La verdad ya saben que él me gusta, y si lo sigo es por eso.- Le da una larga calada a su cigarrillo.- Pero yo soy un alfa y él a pesar de ser un beta tiene tendencias alfa, francamente no me lo imagino en la cama. Y yo no pienso hacer de sumiso de nadie.

Se hizo un silencio cuando de repente todos se echaron a reír a excepción de Makoto.- La verdad te pega más a ti ser de sumiso que el líder – Se ríe el primero que habló en la conversación.

Makoto se sintió ofendido por su orgullo alfa, así que comienza a pelear con ellos. Entre tanto Joey llega a la guarida y entra a una habitación especial para él, hace poco venia de ver al médico y de darle nuevos sobres de té, ya después de un tiempo su madre le dio el contacto para que él se encargara de todo.

Dejó los sobres y unas documentaciones en una de las gavetas del escritorio y salió de allí a buscar a Tristán.

Pasados unos minutos un chico entra buscando a su líder en la habitación, es uno de los nuevos que ingresó a la pandilla.- Líder, ¿Está por aquí? Es sobre una nota de la secundaria Fuji – No lo ve en la habitación pero ve algo de desorden en la habitación.

Le han dicho varias veces que una de las reglas es no entrar si Joey no está, pero él no puede evitar querer entrar a ordenar y de paso a curiosear un poco. Así que con todo el descaro entra, en un principio ordena un poco y luego se pone a ver en las repisas cosas que le llaman la atención, como las cartas de amenazas antiguas, fotos con el grupo, pesas a un lado de la habitación. Y luego ve el escritorio.

Mira a ambos lados para ver si no será pillado, y luego se sienta en el puesto del líder.-Ustedes idiotas, hagan esto. Yo no tengo tiempo.- Dice imitando a Joey y luego se rie un poco. Gira un poco en la silla hasta que se golpea con la punta del escritorio, tropezando algunas cosas

-¡Agh! Demonios.- Luego puno ambas manos en la boca esperando que nadie lo haya oído. Mira hacia abajo y ve que la última gaveta se abre revelando unos papeles y unos sobres extraños.-¿Qué será esto? – Toma los sobres y no ve nada en ellos, luego toma los papeles y los lee.

Afortunadamente estaba sentado cuando lo hizo, sino hubiese caído al piso.

Esto no podía ser. Toma uno de los papeles y sale corriendo por los pasillos, en una de las habitaciones logra ver a varios miembros y allí al líder. Tomando una respiración decide enfrentarlo.

-¡Líder! – Dice en el marco de la puerta, donde puede ver que se encuentran Joey, Tristán, Duke, Makoto y 6 miembros más.

-¿Qué pasa? – Responde Joey

-¿Qué demonios significa…

No alcanzó a terminar antes que uno de los miembros lo golpeara y lo hiciera caer al suelo.- Mas respeto con tu forma de hablar.

Pude ver las caras no tan felices de todos y por un momento dudó de hablar, pero luego se determinó y se puso de pie. Incluso rezó por dentro - ¿Po-Por qué habría de hacerlo? – Tomó el papel que tenía en la mano y lo enderezó enfrente de su cara para que todos lo vieran.

La cara de Joey y de sus dos amigos fue de sorpresa. Tristán trató de tomar el papel pero ya era muy tarde. Todos los demás veían con asombro como el chico señalaba las palabras “omega” y “recetas del celo”, junto con el nombre de Joey. El castaño alcanzó a empujar al chico mientras Joey se acercaba y lo alzaba para llegar a su rostro.

-¡¿De dónde demonios sacaste eso?! ¿De mi escritorio? – El chico se asustó, nunca había visto tal cara de enojo en el líder, ni menos dirigida a él.

-Joey, ¿Qué significa esto? – El rubio dejó caer al chico para voltearse y ver la cara de enojo de todos.

-¿Cómo demonios pasó esto? ¡¿Ser comandados por un omega?!

Joey entrecierra los ojos mientras mira con rabia, algunos se atemorizan con esto y dan un paso atrás. Ni en sus sueños más locos Joey pensó que así se enterarían.

-Sí, soy un omega, bastardos – Dice firme, aunque por dentro estuviese muerto de miedo. Toma uno de los bates que estaban sobre la mesa y golpea una de las botellas – Si tienen algo que decir adelante, creo que he demostrado que no les tengo miedo.

Todos se quedaron detenidos pensando que hacer, incluso el chico se sentía arrepentido de haber hablado. Uno de los alfas se puso enfrente – No se los demás, pero yo estuvo de acuerdo en seguirte siendo beta, asi que ahora no me importa si eres omega.

Joey asiente y ve a los demás, a pesar de lo que todos digan él no es invencible y sabe que no podrá con tantas personas al tiempo ni menos que ese sentimiento amargo que le recorria por dentro de que traicionaba a su propia naturaleza al rebelarse asi.

Pronto vio como todos asentían de poniéndose de lado de Joey. Él se relajó ya que se pudo evitar algo trascendental.

-¿Tú también tienes algo que decir? – Makoto negó rápidamente. Joey asintió y luego los vio a todos.- ¿Algo más que objetar?

- ¿Por qué nunca nos dijo, líder? ¿No confía en nosotros?

Joey suspira mientras ve como todos asienten de acuerdo.- No dije porque sabía que esto pasaría. Y mas les vale que callen esa boca porque se arrepentirán de no hacerlo.

Con eso Joey se retira asustado por dentro, con Tristán apoyando su brazo alrededor de sus hombros.

 

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Cuando llegó a la guarida al día siguiente, después de terminar su trabajo de medio tiempo, tuvo un ataque de ira con lo que vio en su escritorio, flores, chocolates e incluso condones. Tiró todo al piso.

-¡¿Quién demonios trajo todo esto?!

El grandulón del día anterior pasaba por ahí junto a dos más y sonrieron – En realidad casi todos, Joey

-¡¿Qué?!

Y el día continuó así, todos le hablaban de forma diferente, e incluso un idiota tuvo el descaro de sonrojarse en su presencia.

-La verdad es que siempre me has gustado, y me uní a ti por eso. Por favor acéptame – Se inclinó uno de los chicos betas nuevos mientras le daba una flor.

Joey sintió un tic en la ceja ¿Qué demonios estaba pasando? – Solo por curiosidad, ¿Por qué me lo dices ahora?

-Oh, pues porque ahora sé que eres un omega, y bueno eso cambia todo.

Escuchó tonterías como esa todo el día, además de bromas pesadas como su gaveta llena de condones. Aunque él no se dejó y vencía a cualquiera que se atrevía.

En la tarde cuando ya se iba a otro trabajo unos 4 alfas de la pandilla lo emboscaron antes de salir.

-¿Por qué tan solo, líder?

-¿Quiere que lo acompañemos?

Joey apretó los puños.- No me hace falta, conozco el camino.

Un alfa rubio más alto que él lo detuvo por el brazo – No creo que sea correcto, líder – Tomó su otros brazo mientras Joey trataba de apartarse, estrellándose con otro alfa detrás.- Podría encontrarse con alfas o incluso betas que se quieran aprovechar de usted.

-Siempre te hemos tenido ganas, Joey

Ya esto era el colmo, ¿Ahora tratarían de violarlo o qué? Le dio un cabezazo al imbécil rubio que se atrevió a decirle todo eso y luego con unas patadas y unos puños fue suficiente para al menos dejarlos a los cuatro tirados por el momento, así que corrió mientras le gritaban.

Desde lejos, Makoto vio la escena.

Joey no podía creer que todo lo que había hecho todos esos años se derrumbara solo por ser omega. Apretó los puños con enojo.

Sin embargo nada lo prepararía a lo que pasaría esa noche

 

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Después de trabajar volvió a eso de las 9 de la noche a su casa. Iba cansado de cargar cajas toda la tarde, pero todo su cansancio se le pasa al ver dos autos estacionados fuera de su casa. Él no era estúpido, claro que reconocería esos autos blindados con placas oficiales.

Maldición, quizás alguien lo delató pero quién pudo. Negó rápidamente mientras llamaba a Tristán. Nada de eso importaba, tenía que salir rápi-

-Niño, ¿Eres Joey, no? Ven conmigo – Un hombre vestido de negro puso una mano en su hombro. Joey lo miró, y luego hacia atrás alcanzó a ver a otro. Sabía que no había nada que hacer que obedecer, así que los siguió.

Entraron a su casa donde pudo ver a su padre de mal humor sentado en el sofá mientras otros hombres estaban en varios puntos de la casa. Al verlo su padre se acercó a él y lo tomó del cuello - ¿Qué hiciste ahora, mocoso?

Casi inmediatamente uno de los hombres quitó los brazos del Sr. Wheeler para alejarlo del rubio menor.- Que ni se le ocurra hacer nada contra un omega, señor.- Lo empujó para que todos pudieran ingresar.

-¿Puedo saber qué pasa? – Pregunta Joey mientras en su mente trata de pensar en alguna forma de salir de allí, pero no se le ocurre nada. Apenas y alcanzó a timbrar a Tristán.

Un hombre, alfa por su olor, mucho más alto que Joey se acercó a él.- Hemos requisado su casa, Sr Wheeler.

-¿Q-Que? ¡¿Y con qué derecho?!

-Nos llegó información que había un omega en esta zona que por alguna razón no tenia olor.- Joey suda frio mientras ve que el hombre toma una bolsa con algo que él conocía bien – Y oh sorpresa, encontramos la razón, estas son hierbas ilegales para camuflar el olor.

Joey se sienta en el sofá mirando a otro lado. No tiene caso negar nada. Uno de los hombres se acerca y se sienta en el sofá a su lado.- ¿Por cuánto tiempo has tomado esto? – Joey niega con la cabeza – Dinos por favor, es necesario comenzar una investigación.

-¿Y para qué? ¿Qué tiene de malo ocultar ser un omega? – Dice Joey firme mirándolo. Esta vez el mismo hombre alto de hace poco se le acerca y pone su mano en el hombro

-Porque no es natural que levantes la voz así.

-Es por sus estúpidas reglas que me quise ocultar, no me dejarían trabajar y me harían aprender a ser un ama de casa. ¡Olvídenlo! – Se cruza de brazos.

Todos los ojos van dirigidos al padre de Joey que mira con rabia a su hijo.- ¿A qué se refiere con eso? No me diga que obligaba a su hijo a trabajar.

Es ilegal que un omega menor de edad trabaje, se ve como trabajo forzado. Así que Carl debía pensar algo rápido, él sería mandado a prisión si no resolvía esto, así que sólo se le ocurrió algo, sin dolor ni remordimiento dijo.- Señores, ¿Qué es lo que quieren a cambio de dejar la mayoría de la conversación que tenemos aquí solo entre nosotros?

A excepción de Joey, nadie se perturbó por lo dicho, en cambio el hombre alfa saca una pluma y una carpeta con algo parecido a un contrato.- En realidad esos rumores de los secuestros que se han escuchado son falsos, debemos tener el permiso de los padres con una firma… Aunque haya que obligarlos a firmar – Dice lo último en voz baja pero perfectamente audible para Joey – Asi que si nos colabora con una firma, con la cual de ahora en adelante el Sr. Joey estará bajo el cuidado del Gobierno.

-¡No! – Grita Joey pero nadie lo voltea a ver. Demonios, así se siente ser un omega, ignorado por todos – Yo no puedo ir, ¿Cómo haría con el dinero, eh? Papá no tiene un peso a menos que trabaje yo.

-Todos los recursos serán facilitados por el Gobierno y el programa de protección a Omegas, no debes preocuparte por eso. Y aún más importante, no trabajarás.- El hombre volteó a ver dos betas.- Sujétenlo

Joey sintió sus brazos ser retenidos cuando mientras veía impotente como su padre prácticamente lo vendía para no tener problemas. Quería llorar, pero él nunca se mostró débil frente a nadie mientras pueda evitarlo.

-Y con esto ya está.- Terminó de firmar el Sr. Wheeler, dando otra vez el documento - ¿Puedo saber los beneficios de haber firmado?

-Por supuesto, ignoraremos el asunto del trabajo obligatorio de Joey y su escondite ilegal como omega. Además de que su custodia nos pertenecerá hasta su mayoría de edad, puede hablar y visitarlo cuando guste.

-¿Y habrá algún tipo de comisión mensual o algo así?

-¡Eres un maldito vendido! – Joey le grita enojado a más no poder.

El alfa pone una mano en el hombro de Joey para que se tranquilice y luego voltea a ver al padre - ¿Qué estupideces dices? ¿Quiere seguir recibiendo dinero a costa de su hijo o qué? – Eso quitó la sonrisa de la cara del rubio mayor. El hombre ahora miró a quienes retenían a Joey – Suéltenlo.

Joey cayó al piso de rodillas casi con lágrimas en los ojos pero no lloraría, maldición llevaba casi 6 años que no lloraba y no lo haría ahora.- Señor Joey Wheeler, le daremos 10 minutos para que recoja todas sus cosas.

-¿Puedo llamar a unos amigos para despedirme? – No los miró al hablar, solo se levantó

-Por supuesto.- Aunque Joey ya se había ido a su habitación cuando le respondieron. Llamó como pudo a Tristán mientras le contaba lo que había pasado, el otro no lo podía creer pero le dijo que le avisaría a Duke y a Makoto para ir lo más rápido posible.- Y otra cosa, averigua quien fue el bastardo que me delató.

Joey salió solo con su mochila de la escuela mientras los hombres lo miraban extrañados.- Chico, son todas tus cosas.

-A excepción de mis libros de la escuela, todas mis cosas caben aquí.-

Todos voltearon a ver al rubio mayor, que ahora estaba viendo la televisión, con total desaprobación – No puedo creer que permitamos que un padre que trata a su hijo omega así y que tras de eso no le de ropa esté libre y sin culpas a la ley.- Dice uno de ellos que luego mira a Joey con algo de lástima.

Joey ignoró su mirada y la de todos mientras salía de su casa, alcanzó a ver algunos vecinos chismosos que murmuraban cosas entre si.

A lo lejos vio a Makoto, Tristán y Duke corriendo a su dirección. Aceptó el abrazo de los dos últimos que le decían que no querían esto para él, cuando iba a despedirse también de Makoto este tomó con ambas manos una suya.

-Joey, toda la vida he estado enamorado de ti – El rubio se sintió incomodo inmediatamente.- Pero sé que siendo un beta y con una actitud tan... alfa, nunca podría confesártelo.- Le besó los nudillos haciendo que un escalofrió pasara por la espalda de Joey y tratara de quitar la mano, hasta que se congeló por lo que dijo – Por eso pensé que lo mejor para ti es que aprendieras a ser un omega, para que no hubiese problemas.

-¿Qué? – Dice Joey quitando inmediatamente la mano.

-Que fui yo el que avisó que vinieran por ti, así no habría problemas en el futuro para nosotros.

Tristán lo levanta del cuello mirándolo con furia - ¡¿Fuiste tu?! Maldito traidor

-E-Era lo correcta, quiero cortejarte como se debe. Siempre he sabido que había algo que nos conectaba, quizás hasta somos almas gemelas

-¡Cállate! ¡Puedes joderte en lo que a mí respecta!

Duke lanzó un puño a Makoto – Ignóralo, Joey – Lo tomó de los hombros y lo miró concentrándose en él. – Ya nos haremos cargo de él, créeme que nadie estará feliz de lo que hizo. Pero ahora lo importante es que quiero que te cuides, entiendes. Tu eres Joey Wheeler, podrás salir de esto ¿Si? Estoy seguro que podrás sacarle algo bueno a todo esto.

Joey suspira – Lo dudo, pero tienes razón, Joey Wheeler podrá salir de esto.- Chocan puños y luego mira a Makoto que está en el piso – Eres un estúpido si pensaste que tenías al menos alguna oportunidad.

Joey escucha el claxon sonar mientras ve a los hombres haciéndole señas. Vi a Makoto por el rabillo del ojo tratando de pararse – Tal vez no lo pienses ahora pero todo omega piensa en alfas, aparearse y tener hijos. Soy la mejor oferta que alguien te va a poder hacer, admítelo no eres un buen omega ahora –

Eso ganó una patada de Tristán, aunque Joey se quedó pensando en sus palabras todo el camino a Domino.

 

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A solo tres días de ingresar a clases se expandieron rumores en el internado que venía un omega muy peculiar que incluso se comportaba como alfa algunas veces, que tenía una pandilla, que era peligroso, y muchas cosas más.

-¿Sabes quién es?

-Claro, él solía estudiar conmigo pero nunca le hablé, se llama Joey Wheeler, siempre nos defendían de los alfas mal hablados que estaban en el instituto.

-¿Y por qué apenas ahora viene?

-Todo este tiempo yo pensaba que era un beta.

La cafetería del Internado se quedó en silencio por un instante y luego los murmullos comenzaron. Mientras tanto el grupo de tres conformado por Malik, Yugi y Ryo estaban sentados en una mesa ellos solos.

-Al fin un omega con pelotas. Sin ofender ninguno de ustedes, claro – Dice Malik algo burlón terminando su avena.

-La verdad si es valiente aunque eso de que peleaba en una pandilla me asusta – Dijo Yugi con una mirada algo temerosa.

En eso se abren las puertas y toda la cafetería queda en silencio al ver entrar a una doctora, el encargado de los dormitorios y un joven rubio.

-¡Es él! – Anuncia el omega que contaba sobre Joey.

Todos ven como Joey asiente  a algunas cosas dichas por la doctora.

-No olvides que por hoy sólo puedes tomar liquida para que no te caiga pesado, ¿Ok? – Joey asiente. Aun se siente algo mal por ese lavado estomacal que le hicieron para quitarle los restos de las hierbas del cuerpo.- Bueno te lo dejo a cargo – Le dice al asustado jefe de dormitorios y luego se retira.

Joey lo mira fijamente y esto hace que se asuste más – E-Esta es la c-cafetería. Y y-yo…- Mira a todo el alumnado que los observan sin perder detalle – Y-yo

-¡Ey, chico nuevo! – Se escucha un grito al fondo, en lo que se puede ver a Malik levantando el brazo mientras Ryo trata de mirar a otro lado por la vergüenza y Yugi le susurra que se calle - ¡Aquí hay un asiento vacío y veo que el cobarde ese se quedó callado, así que ven para acá!

Joey sonríe y mira al jefe de dormitorio que parece aliviado – A proposi-sito, ese chico de cabello raro, es tu-tu compa-pañero de habitación.

-Qué bueno saberlo – Joey sonríe cálidamente y le revuelve el cabello – Y relájate que yo no muerdo.

Ve como todos lo miran e incluso ve un par de caras familiares de los chicos que solía defender, al menos eso lo calma un poco. Llega a la mesa del trio con solo su mochila en su espalda. Aun siente el silencio incomodo asi que da dos aplausos

-No hay nada que ver, pero si quieren saber soy Joey Wheeler, encantado de conocerlos – Y sonríe. Joey no suele ser risueño ya que siempre debía mantener la cara dura por fuera de sus dos amigos, de su mamá y hermana, pero ahora rodeado de omegas cree que es bueno por fin mostrar quien es.

Algunso le sonrieron devuelto, otros seguían en lo que hacían antes de que llegase y algunos se iban, pero el ambiente ya no estaba tenso.

Malik le pasó un brazo por el hombro mientras ríe – Me agradas. Soy Malik. Ese chico de allí es Ryo – Señala con la cabeza al peliblanco que lo saludó avergonzado.- Y él es Yugi

Yugi le sonríe y le tiende la mano – Hola, Joey – Yugi está feliz de que no era ningún monstruo loco con aires de alfa como había imaginado - ¿Ya sabes en qué cuarto vas?

-Justamente me dijeron que en el mismo tuyo.

Se quedaron un rato hablando los cuatro de nada en particular, diciéndole a Joey cómo se hacían las cosas allí y que debía ir rápido a tomarse las medidas para su uniforme al día siguiente pues la entrada de clases estaba a la vuelta de la esquina.

-Tengo una pregunta si no te incomoda – Dice Ryo algo temeroso mirando a Joey que le asintió de acuerdo - ¿Por qué creían que eras un beta?

Joey suspira  y los ve – Es una historia larga, se las contaré si también me hablan de ustedes.

Los tres sonrieron de acuerdo y se levantaron para ir a una de las dos habitaciones a ponerse al corriente

Notas finales:

Mis sinceras disculpa por la tardanza, pero salí de viaje y apenas regresé ayer, asi que enseguida me puse a escribir.

Espero que les haya gustado, y se que fue un poco mas largo que los otros prologos, pero realmente queria mantener la personalidad de guerrero de Joey, y no volverlo sumiso por ser omega. Aja, él y Marik son los que rompen los esquemas.

Ahora si la trama del internado empezará y veamos dónde apareceran los queridos alfas.

Ya llevo una parte del capitulo, asi que en esta semana estará el capitulo 1 oficial!

Adios!


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