Otro día, otra hora, otro minuto queriendo ser tragado por la tierra para ya no sufrir el dolor que tengo dentro.
¿Porque? ¿Que hice yo para merecer esto? Ya no lo comprendo.
El rechazo es lo peor que pude haber vivido en toda mi existencia pero. ¿Que podía yo hacer? Estaba agotado frustrado, enojado conmigo mismo por no poder cambiar.
Es que... yo que ganaba cambiando ¿si no me era fiel a mi mismo? Porque tendría que modificar mis notas o ser una escoria ¿igual que todos ellos? No lo se...
Lo único que pienso en estos días es en aquel peli plata que atrapo mi corazón. Porque con una sola mirada ¿cambia todo mi mundo? No lo comprendo esto es tan extraño e irracional pero tengo la esperanza de que el me salvara.
Llegue a mi escuela y me volví a sentar en mi misma banca, mi fiel compañera que esta siempre conmigo. Y mi mente pensaba en si el vendría este día. Pero todas mis dudas se disiparon cuando el ingreso al aula. Se veía tan radiante y lindo pero yo se que algo oculta... Sus sonrisas no son verdaderas como el las hace creer. Sus ojos demuestran una profunda melancolía la cual intenta ocultar con mascaras para que nadie lo vea débil.
- alumno usami por favor siéntese en donde le indique- gritaba enojada nuestra profesora mientras el se resignaba a sentarse al lado mío.
Ser rechazado por la persona que te hace sentir estas sensaciones duele y mucho... Aunque jamás me importo que los demás lo hicieran no se porque su indiferencia me molesta. Es horrible pero intentare acercarme mas a el.
-oye... si no entiendes algo puedes preguntarme- dije tímidamente mientras el me observaba con sus indescifrables ojos violetas
-no me hablare contigo- dijo mientras veía el pizarrón como si fuera una escapatoria a mi pregunta
-eto... esta bien- respondí mientras mí interior de quebraba lentamente por sus frías palabras
-Ey usami mañana hay una fiesta ¿quieres venir?- decía una chica de preciosos ojos azules la cual se veía súper enamorada del príncipe del salón.
-no tengo ganas- respondió mientras sentía que una luz se encendía en mi interior. El no seria como ellos, no me rechazaría, eso quise suponer.
La clase transcurrió bastante tranquila hasta que llego el periodo de descansos en el cual siempre iba a mi escondite secreto. Un árbol con flores de cerezo en el cual sentía que estaba con mi mama y que ella alejaba todos los males de mi existencia. En este lugar siento que puedo estar tranquilo.
Luego de estar un rato allí mientras la brisa acariciaba mis cabellos fui lentamente al salón de clases en el cual me esperaban nuevamente las causas de mis dolores.
-maldito bastardo nuevamente volviste a aprobar y nos dejaste mal parados. No te salvaras esta vez- grito tsumori quien sonreía sádica mente junto a shinobu dándome a conocer la paliza que recibiría hoy.
-¡ya paren! Gritaba mientras me dejaban en el piso y me pateaban fuertemente. Esto era horrible... porque cuando pensé que ya no sufriría más sigo estando en el mismo lugar. Ya no lo soporto.
Con mis pocas fuerzas me levante de mi lugar y tome la salida del cobarde corriendo a toda velocidad hasta mi lugar... Era definitivo... me suicidaría y a nadie le importaría. Es obvio ya que mi presencia es irrelevante.
Al llegar a mi casa arroje todo lo que tenía y subí a mi cuarto rápidamente con las lagrimas que descendían de mi rostro. Lo siento papa de verdad trate de aceptar mis problemas pero ya no puedo hacerlo, sinceramente las fuerzas me abandonan y que todos te rechacen y abusen de ti es lo peor que le puede pasar a una persona.
Busque por toda mi casa a la que seria testigo de mi muerte, una navaja, aquella que calmaría todos mis dolores para que al fin pudiera descansar en paz.
Luego de cerrar mi habitación con llave y escribirle una carta de despedida a mi papa me dispuse a acabar con mi vida, tal vez mi mama me reciba y con ella podré encontrar la paz que hasta ahora nunca tuve.
Di un primer corte en donde siempre lo hacia, así que ya no dolía, la sensación era horrible pero sabia que en unas cuantas horas ya nadie me recordaría, ni siquiera llorarían por mi.
Cuando me dispuse a hacer uno mas profundo , aquel que me haría morir alguien toco el timbre de mi casa, maldición, no podía ser mi padre porque el volvería mas tarde y como nadie nos viene a visitar me pareció muy raro.
Al abrir la puerta me encontré con aquel chico que tanta intranquilidad me trajo desde algunos días. ¿Por que estaba en mi casa justo en estos momentos? A caso ¿se quería burlar de mí?
- que quieres, no tengo todo el día- conteste deseando que se fuera para poder irme de este cruel mundo.
-takahashi necesito tu ayuda...-dijo extendiendo un cuaderno que poseía muchas notas muy bajas haciendo que desaprobara todos los trimestres pero su mirada cambio al ver que de mi brazo caían gotas y gotas de sangre.
-y ¿que? A mi nadie me ayuda, a mi nadie me habla o me pregunta como estoy, a mi nadie me dio nada, ¿por que tendría que ayudarte cuando tu eres igual que todos ellos? Cuando tú me llevaste a querer suicidarme. ¿Que quieres ganar usami?, ¡déjame en paz!- grite descargando todo lo que tenia en mi interior mientras cerraba la puerta, pero el la detuvo con sus fuertes brazos
- misaki...- respondió abrazándome con esos calidos brazos que espere por tanto tiempo, los cuales me decían no lo hagas, sigue luchando, tu vales mas que todos ellos.
-lo lamento, volvamos a empezar si? Me llamo usami akihiko encantado-dijo con su sonrisa, pero esta vez no era falsa sino verdadera.
-misaki…Takahashi- respondí extendiéndole la mano mientras ingresaba a mi hogar.
Luego de varias horas hablando de temas triviales y que el curara mi herida con mucho cariño me dormí en su fuerte pecho deseando que el mañana nunca llegara.
-descansa Takahashi... prometo protegerte de todo- dijo dándome un tierno beso en la frente.
Al siguiente día comenzamos con las tutorías para que el pudiera sacarse la nota mas alta y aprobar el segundo trimestre.
-pero ¿por que las x son tan complicadas? Son solo x – dijo mientras una pequeña sonrisa se escapaba de mis labios
-porque ellas son números que no conocemos- conteste mientras las ecuaciones eran testigo de nuestro estudio.
Ese día no asistimos a la escuela por lo que luego de estudiar fuimos a mi parque preferido, el cual estaba lleno de árboles de cerezo y una existente calma
-no vuelvas a intentarlo jamás. Estas advertido- dijo mientras me daba un helado, que sin saberlo, era mi preferido
- tu no sabes lo que es ser rechazado por todos, que nadie te quiera, solo ser el objeto de burla de todos- conteste mirándolo mientras el me dirigía una mirada de nostalgia
- se mas de lo que crees misaki- dijo mientras miraba al cielo en señal de que el sabia lo que yo sentía.
-¿sabes? Me sentí herido cuando mis compañeros dijeron que tú te burlabas de todos y que decías que yo era un marica por haberte defendido, pero cuando vi la paliza que te daban supe que no era cierto lo que habías dicho. Yo los golpee personalmente y cuando te observe corriendo te seguí para saber que escondías. Y al parecer llegue a tiempo-.
¿Como podían inventar esas cosas de mi? ¿Que mas querían? Agg de verdad no tengo odio en mi interior o sino ya no me cabria
- en realidad, siempre estuve muy agradecido cuando me salvaste, y cuando me rechazaste fue lo mas doloroso, porque pensé que en ti podría encontrar un amigo pero supe que tu solo eras uno mas, que te burlarías de mi y las cosas seguirían así por siempre- respondí mientras una traviesa lagrima escapaba de mi ojo.
- no llores o te pegare y te dolerá- dijo akihiko abrazándome y susurrando un par de lo siento, palabra que necesitaba escuchar de mis compañeros para asi poder vivir en paz.
Tal vez podría confiar en el, después de todo, ya no estaré solo…
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español