Jonghyun cerró Libro para colorear y su caja de crayones cuando Jinki entró a la sala de dibujo. Una sonrisa creció en su rostro cuando saltando emocionado. “¿Qué es eso?” preguntó apuntando el libro que estaba oprimido fuertemente contra el pecho de Jinki.
“¡Es mi libro favorito!” exclamó. “¡Ven y leamos la caperucita roja juntos, Jjongie!”
Ellos se ubicaron en el gran sofá que estaba en el cuarto de dibujo, con el libro de Jinki abierto entre ellos. Jinki le contó la historia a Jonghyun con la ayuda de los dibujos. “¡Digámosle a tu mamá que lo lea!” y Jinki se bajo del sofá corriendo hacia la mamá de Jonghyun. “¿Mamá de Jjongie?” llamó.
“¿Si Jinki?” respondió la mamá de Jonghyun sonriendo al oír el sobrenombre que le había puesto a su hijo.
“¿Puede leernos una historia? ¿Por favor?”
“Si seguro” la mamá de Jonghyun rio cuando Jinki la arrastró hacia el cuarto de dibujo.
La mamá de Jonghyun se sentó en el sofá ambos niños sentados a cada uno de sus lados y viendo con atención el libro.
“¡Soy el gran lobo malvado!” exclamó Jonghyun una vez que su madre había terminado de leer la historia.
“¡Yo soy la caperuza roja! ¡Vamos a jugar Jjongie!” y ambos corrieron rápidamente hacia la casa.
“¿Mamá?” preguntó Jonghyun lentamente.
La mamá de Jonghyun elevó la vista del libro que estaba leyendo, sus labios formando una sonrisa de asombro cuando encontró a ambos niños mirándola con devoción. “¿Hmmm?”
“¿Puedes amarrar esto por Jinki para que pueda ser la caperucita roja?” Jonghyun mostró la bufanda roja de su madre.
La mamá de Jonghyun le indicó que se acercara y la ató por él.
“Gracias” Jinki sonrió tímidamente y pronto fue arrastrado lejos de ella.
Unos minutos después, Jinki salió del cuarto de Jonghyun, la canasta de almuerzo de Jonghyun fuertemente apresada en sus manos. Él saltó de un lado al otro un rato cantando una canción de cuna.
“¡Tengo grandes dientes para comerte mejor!” rugió Jonghyun desde otro cuarto, ocasionando que Jinki de un salto en su lugar.
“¡¡No Jjongie!!” exclamó Jinki “¡Tienes que decir eso al final, no ahora” lloriqueó.
“Pero eres muy lento” se quejó Jonghyun.
“Porque debo recoger frutas y flores para la abuela” le informó Jinki.
“Apúrate” lloriqueó Jonghyun.
“Ya voy” y Jinki fue dando saltitos hacia el cuarto de Jonghyun.
Jonghyun estaba echado en su cama usando la camiseta de su mamá para lucir como una abuela.
“¡Wow abuelita, tienes dientes grandes!” exclamó Jinki.
“¡Tengo dientes grandes para poder comerte mejor!” gruño nuevamente Jonghyun y persiguió a Jinki alrededor de toda la casa, ambos riendo y gritando.
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Jinki suspiró mientras salía de otra tienda. Hoy era su aniversario y aún no había conseguido el regalo perfecto para Jonghyun. Como último recurso entró a una tienda de novedades escaneando cada estante cuidadosamente. Sus ojos brillaron traviesamente cuando por fin encontró el regalo perfecto.
Esa noche luego de la cena ambos intercambiaron regalos.
“¡Oh mi Dios Jjong! ¿En serio?” exclamó Jinki mientras sacaba la caperuza roja que Jonghyun le había dado.
“Puedo decir lo mismo de ti” replicó Jonghyun mientras se ponía las orejas de lobo que Jinki le había dado.
Ambos rompieron en risas al ver sus regalos.
“¿Estás asustado de mi, pequeña caperucita Jinki?” preguntó Jonghyun acercándose a Jinki.
“No del todo” dijo Jinki, sus ojos brillando con travesura, “Ya he amaestrado al gran lobo feroz ahora”
Jonghyun afiló su mirada mientras saltaba sobre Jinki. “Veamos que tan bien me has amaestrado”
FIN