-¿Quien eres?- pregunto el pequeño Maximus al ver a un chico mas alto que él y tambien mayor. El chico pareció no escucharlo, mantenia los ojos cerrados y lucia como si estuviese meditando, demasiado concentrado en su propia mente como para ponerle atencion a un niño al cual ni sus padres se la daban.
Eso molesto un poco a Maximus, era extremadamente curioso y queria saber porque ese niño estaba encerrado ahi por orden de sus padres como si fuese uno de los más peligrosos criminales.
-¡Hey! ¡No me ignores!- Gritó Maximus mientras esperaba una respuesta del chico, el cual como antes, ni se inmutaba.
Maximus era muy inteligente y pese a no ser muy sociable, queria hablar con ese niño, siempre tenía una buena idea aunque la que se le vino a la mente en ese momento no lo fue tanto...
-¡Hey! ¡No me ignores! ¡Hablame!...- gritó Maximus con intensidad, la misma intensidad con la que sacudia al pobre muchacho el cual esta vez si reacciono y con un susto tan grande que lo empalidecio e hizo que abriera la boca para gritar, el grito no llego porque el jovencito se tapo la boca con rapidez y brusquedad.
-¡Hola! Soy Maximus ¿Como te llamas?- dijo Maximus con su tipica sonrisa. A Maximus no le gustaba la gente pero aun asi era muy encantador, especialmente con los desconocidos.
La respuesta no aparecio, el chico solo veia a Maximus con curiosidad y todavia no separaba sus manos de la boca.
-¿Por que no me respondes? ¿Acaso no sabes hablar?- Preguntó el niño genio con extrañez en su mirada.
El chico bajo sus manos y le dedico una mirada de ironia a Maximus, como si quisiera decirle con esta un "¿Es en serio?".
-¿No sabes hablar? ¿Eres mudo? ¿Por que eres mudo? ¡Respondeme!- Pregunto Maximus, hablador* cuando queria.
El muchacho le dedico la misma mirada anterior y luego con un movimiento en su cabeza negó.
-¿Eso que significa? ¿Sabes hablar o no?- Volvió a preguntar Maximus mientras se acercaba más al chico.
Este afirmó con su cabeza y le dedico una sonrisa al más pequeño, Maximus pensó que tenia una sonrisa muy bonita pero no tanto como la de su misma persona y tambien se preguntó el porque no le hablaba.
-¿Dijiste que puedes hablar? ¿Entonces por que no lo haces?- Maximus no hacia nada mas que preguntar pero el muchacho no se molestaba, parecia feliz de conocerlo. Le indicó a Maximus que se sentara a su lado y cuando este ya lo habia hecho, tomo las manos del pequeño curioso y las llevo hacia las orejas para cubrirlas pero estas ya estaban cubiertas por el cabello largo de Maximus.
-¿Que vas a hacer? ¿Por que tengo que taparme mis orejas? ¿No ves los grandes que son? Mis manos no son suficientes para taparlas.- dijo mientras retiraba el cabello sobre ellas y con los dedos las señalaba.
El mayor sonrió como si quisiera reirse y volteó su rostro para mirar los ojos del menor el cual quedo algo hipnotizado, tratando de ocultar el inocente sonrojo que se formaba en su cara..
-Ahh... ¿Que me ibas a mostrar?- Maximus se sintio raro, tan raro como la primera vez que vio a su prima mayor, Medusalith la cual tenía un cabello largo y pelirojo muy hermoso, cada vez que Maximus veia el rostro de esta sentía un movimiento extraño en el estomago pero ese encanto que le provocaba su prima se acabo cuando esta junto a Gorgon y Crystal (Tambien sus primos) empezaron a burlarse del tamaño de sus orejas.
Sus grandes orejas... Una vez Gorgon dijo que las orejas de Maximus eran tan grandes como la inteligencia de este, convirtiendose en la razon por la cual decidio usar el cabello largo, su madre trataba de cortarselo pero siempre escapaba y hallaba una forma de destruir todas las tijeras que se encontraban en el palacio. Sus pensamientos sobre lo extraña que era su relacion con su familia se vieron interrumpidos cuando una fuerte explosion sonó en el lugar, dejandolo sordo durante unos segundos hasta que un fuerte dolor en la cabeza le produjo un desmayo.